Cuadro comparativo de las enfermedades exantematicas 2022.docx
" Déjalo Ir" Ultima parte
1. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Tal vez el perdón( cuento)
Ella subió al estrado a declarar, era la ultima persona que se suponía lo haría. El silencio
reinaba en la sala, nadie se atrevía a emitir sonido alguno, su sola presencia inspiraba respeto,
lastima y dolor, ese dolor del que nadie sabe, que solo pasa por el corazón y la mente de
aquella mujer sencilla y humilde.
Su aspecto demacrado y su mirada triste perdida en la nada, infundía incertidumbre, nadie
estaba en su mente, nadie, solo ella y su gran amor por lo que un día fue y hoy solo es agonía.
Muchos suponen sus sentimientos llevados por la impotencia y el dolor de lo sucedido, muchos
sedientos de venganza impusieron su presencia pensando que el corazón de ella albergaba el
mismo sentimiento. Y allí frente a ella se encontraba aquel que tiempo atrás, (ella no sabe
cuanto paso ya que se quedo estancada en el pasado de su perdida) había causado por
imprudencia o negligencia, la muerte de su hijo mayor.
Ese hijo que lleno de alegría su vida durante los pocos años que duro su existencia, el que
creció con ella ya que era muy joven cuando opto por la vida de su hijo renunciando a todo por
el enorme placer de ser madre, el que a pesar de juventud era un sabio y muchas veces le
enseño grandes valores y pinto de colores todos los momentos que vivieron juntos, el que
amaba la vida sin caretas y sabia perdonar y ser perdonado, el que era amigo desde el mas
chico al mas anciano, pero mas de su madre, a la que nunca defraudo y por la cual daba su
propia vida.
Así era el, pura luz y alegría, el, que un día se despidió de ella con una enorme sonrisa y nunca
más volvió.
Ella paso a su lado y lo miro, no con bronca, no con odio ni rencor, solo lo miro y ante esa
mirada triste y avejentada por el dolor, el no supo que decir ni que hacer, solo bajo su cabeza
por el gran peso que imponía la presencia de aquella mujer enigmática que solo una ves lo
llamo para poder escuchar la vos de aquel que le había robado sus mejores años, aquellos por
venir, llenos de esperanzas en un futuro no muy lejano en el que un día sus nietos, esos que
nunca llegaron de su hijo la llamaran abuela.
Ella imponía respeto y admiración, no por que ella lo deseara, sino porque todos así lo sentían
por su forma y modo actuar. Nunca dijo nada, solo callo y guardo dentro de su corazón todos
esos sentimientos y siguió en la vida luchando por todo lo hermoso que Dios le había regalado,
una familia maravillosa derrumbada por el dolor pero unida en el amor.
Ella se sentó y lo volvió a mirar buscando en aquel hombre algo que siempre en su interior
albergo que tenia, no se si busco dolor, arrepentimiento, perdón o solo su lado humano que
como ella también sufría, el se levanto y solo pronuncio una palabra “Perdón”………todos
miraron tal vez con bronca, rabia y esperaron escuchar de los labios de ella alguna palabra de
reproche, de bronca , de agravio o un gesto arrebatado de furia asía aquel hombre que le
había robado parte de su ser, pero no.
El silencio volvió a invadir la sala, solo se escucho el ruido estrepitoso que provoco una
lagrima que callo de su mejilla al estrecharse contra el suelo.
Ella lo miro y encontró por fin lo que tanto deseaba en su interior, el rostro de un hombre
abatido por la culpa y el dolor.
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2. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Ante la mirada expectativa de todos, ella se puso de pie y por primera vez hablo después de
tanto tiempo, pero lo izo desde su corazón dolido y lleno de buenos sentimientos que solo puede
tener aquel que busca desesperadamente la paz en su interior y no le importa la justicia de los
hombres, la justicia que castiga, que impone y se alimenta del dolor, el odio y el resentimiento
de los hombres, la justicia de papeles y pleitos, la que dictaron y escribieron los hombres que
se creen justos, la que ampara algunos y desprotege a otros, la que cuando termina deja un
hueco vacío mas grande que la propia ausencia porque no soluciona nada.
-No soy yo Dios para juzgarte, dijo y prosiguió –dejo todo en las manos de El, el mas justo de
los justos, el que un día entregó su hijo por amor. El y solo El hará justicia y aunque lo
hayamos defraudado con nuestras actitudes, su misericordia va más allá de este mundo y es tan
grande que aun ante el más grave de nuestros pecados El nuevamente mandara a su hijo hasta
lo más profundo de la tierra para tendernos su mano y si así lo deseamos, llevarnos al cielo.
Pido a Dios que cuando llegue ese momento, puedas elegirlo y ya en el cielo puedas
encontrarse con aquel joven que un día cambio tu vida sin desearlo.
Ella bajo del estrado y se fue tal como había llegado, en silencio, pero su rostro reflejaba una
sensación de paz que nunca antes le habían visto, pero ella si sabia de esa paz, fue la misma
que sintió el día que su hijo partió de su lado rompiendo las dolorosas cadenas de sufrimiento
que lo ataban a este mundo, esa paz que su hijo le dio al ver que todo ya había terminado y su
mama tanto necesitaba para poder seguir viviendo, no ya con resentimientos si no con paz.
En sus oídos retumbo a lo lejos el eco del veredicto, a ella no le importo, una suave brisa
acaricio su rostro y sintió en el la caricia del que tanto amaba y lo tuvo mas cerca que nunca,
miro al cielo y agradeció a Dios el perdón.
Rosario de sanación
Peticiones:
Ofrecemos este rosario por.......[ponga en manos de mamá María, sus intenciones]
(1º Misterio),
Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas,
Lleno de compasión y autoridad, perdonó los pecados
Señor, no me reprendas por tu enojo
ni me castigues por tu indignación.
Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas;
sáname, porque mis huesos se estremecen.
Mi alma está atormentada,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo...?
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3. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Padre nuestro, Ave María
Gloria
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de
todo peligro y de todo mal. Envía a tus Santos Ángeles y Arcángeles para que me acompañen a
lo largo del camino. Amén.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.
(2Misterio),
Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas,
Lleno de compasión y autoridad, Retiró al demonio que
Insistentemente lo tentaba
Apártense de mí todos los malvados,
porque el Señor ha oído mis sollozos.
El Señor ha escuchado mi súplica,
el Señor ha aceptado mi plegaria.
¡Que caiga sobre mis enemigos
la confusión y el terror,
y en un instante retrocedan avergonzados!
Padre nuestro, Ave María
Gloria
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de
todo peligro y de todo mal. Envía a tus Santos Ángeles y Arcángeles para que me acompañen a
lo largo del camino. Amén.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.
(3Misterio),
Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas,
Lleno de compasión y autoridad,, curó las enfermedades
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4. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Feliz el que se ocupa del débil y del pobre:
el Señor lo librará en el momento del peligro.
El Señor lo protegerá y le dará larga vida,
lo hará dichoso en la tierra
y no lo entregará a la avidez de sus enemigos.
El Señor lo sostendrá en su lecho de dolor
y le devolverá la salud.
Padre nuestro, Ave María
Gloria
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de
todo peligro y de todo mal. Envía a tus Santos Ángeles y Arcángeles para que me acompañen a
lo largo del camino. Amén.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.
(4Misterio),
Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas,
Lleno de compasión y autoridad, pidió al Padre Celestial lo librara de la mala hora y aceptó
hacer su voluntad
Estoy agotado de tanto gemir:
cada noche empapo mi lecho con llanto,
inundo de lágrimas mi cama.
Mis ojos están extenuados por el pesar
y envejecidos a causa de la opresión.
Padre nuestro, Ave María
Gloria
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de
todo peligro y de todo mal. Envía a tus Santos Ángeles y Arcángeles para que me acompañen a
lo largo del camino. Amén.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.
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5. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
(5º Misterio),
Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas,
Lleno de compasión y autoridad Y consolándolos, le concedió la Paz a sus discípulos que le
seguían y amaban
Vuélvete, Señor, rescata mi vida,
sálvame por tu misericordia,
porque en la Muerte nadie se acuerda de ti,
¿y quién podrá alabarte en el Abismo?
Yo dije: "Ten piedad de mí, Señor,
sáname, porque pequé contra ti".
Gloria
Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de
todo peligro y de todo mal. Envía a tus Santos Ángeles y Arcángeles para que me acompañen a
lo largo del camino. Amén.
Por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.
El Rosario se concluye además con una Salve
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos,
gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
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6. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
“Una flor se marchita, una lágrima se evapora, pero la oración sube hasta el corazón de Dios”.
(S. Agustín).
Gracias Santísima Virgen María por llevar en tus brazos a mi hijo hacia su morada eterna
Gracias Padre Celestial por escuchar mis suplicas y en tu infinita misericordia recibiste a mi
hijo en tus brazos para que no sufriera mas en esta tierra.
Agradezco a todos mis amigos por haber acompañado a mí y a mi familia en cada momento
que vivimos desde el accidente hasta la despedida de nuestro hijo de este mundo terrenal.
A mi mama y mi hermano en especial, que no me dejaron sola en ningún momento.
También a toda la comunidad del Inmaculado Corazón de María
A todas las personas que sin conocerlo rezaron por mi hijo
A los amigos de el que nos acompañaron en todo momento
Al colegio Luis Vernet
A los amigos motomeleros
A todo el personal del hospital de Ezeiza
A todos mis amigos del seminario
A nuestros amigos de Internet que sin conocernos nos acompañaron desde muchos lugares del
mundo y se unieron en oración.
Escrito por Patricia Zulma Eclecia
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7. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Índice
Déjalo ir
La carta que nunca leíste
Para Rita con cariño..
No llores si me amas.
Como empezar a vivir nuevamente
Carta a un mes de tu partida
En donde quedaron nuestros sueños
¿Como será tu casa Amor?
Poema de Folken
Hoy 24 de julio
Carta a dos meses de tu partida
De donde viene el amor?
28 de Julio de 2010
Cuando será el día que no llore?
Para ese niño que vive en mí
No hay un día
Carta a mama desde el cielo
Carta para mi hermanita
Los leprosos
19 de septiembre 2010
Oración en el cumple de Edgar
A cuatro meses de tu partida, es posible el
perdón?
Carta para mi hermanito
Lujan 2010 por Edgar
Mama:
A cinco meses de tu partida
Oración por los difuntos
Plegaria en el día de los difuntos
A seis meses de tu partida
Carta para Andrés en el día de su
comunión
Navidad sin Edgar
En lo negro de la noche
Se muere el peor año de mi vida
A ocho meses de tu partida
Esa cara me dice
Con tu recuerdo viviré
A nueve meses de tu partida
En lo infinito de lo infinito
A diez meses de tu partida
A once meses de tu partida
Carta a un año de tu partida
Si pudiera mama
Tal vez el perdón (cuento)
Rosario de sanación
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8. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Epílogo
Cerrar un circulo, cuanto dolor lleva cerrarlo, nuestra vida esta llena de círculos que se
entrelazan entre si y forman una cadena de vida.
Nuestra vida esta llena de ellos, los hay de felicidad, de alegría, de luz, de dolor, de tristeza,
de incertidumbre, de vida y de muerte.
Cada círculo lleva en si todas nuestras vivencias, nuestras tristezas y alegrías, nuestra luz y
nuestra oscuridad.
Como una cadena de ADN, son todos parejos y precisos, exactos, así nuestros círculos.
Círculos de amor y de odio, entrelazados entre si, esos mas que ningún otro circulo es
imposible de separar, el que odia, antes amo, del amor al odio hay un solo paso tan pequeño
y tan frágil.
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9. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Así serramos un círculo cuando nuestros hijos nacen y otro cuando mueren, pareciera que
allí se corta la cadena pero no, ella es parte de nuestra vida y seguirá con nosotros hasta el
fin. El dolor de este eslabón tampoco se puede separar de la alegría que nos dieron nuestros
hijos, ellos son parte de nuestra cadena de vida y no se corta sigue, dolorosa, pesada y
lúgubre, pero también de amor, alegría y luz, esa luz que fueron y seguirán alumbrando
nuestras vidas hasta que un día quien sabe cuando juntemos nuestra cadena y la de nuestro
hijo y seremos luz eterna.
Es necesario por nosotros y para nuestros seres queridos cerrar el círculo de muerte y abrir
el círculo de la vida nueva, la nuestra ya sin nuestro amado y la de ellos junto a Dios.
No hay mejor manera para atenuar el dolor que llegar hasta el fondo del dolor
mismo, al máximo de su expresión y desde allí como el ave Fénix resurgir de nuestras
propias cenizas y comenzar de nuevo. Solo habiendo vivido el máximo del dolor se
puede empezar a vivir, no sin el, pero si en armonía con el resto de las emociones,
esto se logra cuando el dolor no ocupa ya el primer lugar en nuestras vidas, si no el
que corresponde.
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10. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Así serramos un círculo cuando nuestros hijos nacen y otro cuando mueren, pareciera que
allí se corta la cadena pero no, ella es parte de nuestra vida y seguirá con nosotros hasta el
fin. El dolor de este eslabón tampoco se puede separar de la alegría que nos dieron nuestros
hijos, ellos son parte de nuestra cadena de vida y no se corta sigue, dolorosa, pesada y
lúgubre, pero también de amor, alegría y luz, esa luz que fueron y seguirán alumbrando
nuestras vidas hasta que un día quien sabe cuando juntemos nuestra cadena y la de nuestro
hijo y seremos luz eterna.
Es necesario por nosotros y para nuestros seres queridos cerrar el círculo de muerte y abrir
el círculo de la vida nueva, la nuestra ya sin nuestro amado y la de ellos junto a Dios.
No hay mejor manera para atenuar el dolor que llegar hasta el fondo del dolor
mismo, al máximo de su expresión y desde allí como el ave Fénix resurgir de nuestras
propias cenizas y comenzar de nuevo. Solo habiendo vivido el máximo del dolor se
puede empezar a vivir, no sin el, pero si en armonía con el resto de las emociones,
esto se logra cuando el dolor no ocupa ya el primer lugar en nuestras vidas, si no el
que corresponde.
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