Cuento imaginario: un mango. Primero, lleno de salud, frondoso y fructífero. Después vira hacia la corrupción, cae, muere y su herencia no tiene nombre.
(HOTD) Las Grandes Casas de Westeros y su estado previo a la Danza de los Dra...
La caída del mango corrupto
1. Mi cuento de hoy.
Hoy, ostentoso….¿y tomorrow?
Bueno ¿qué más da? Lo único brilloso de tal suceso, es un rendimiento de
cuentas, en que unos saldrán bien librados y otros saldrán rasgándose la piel.
Pobres unos, desafortunados otros, avanzados los más abusados mientras
que otros serán tachados de funestos y malditos.
No te metas conmigo, unos les dirán a otros; no te metas conmigo tú
tampoco, les dirán los otros a los unos. En fin, por un lado los culpables y por
el otro, los desalmados, perdón, los nunca bien ponderados. En fin, las cosas
que tiene la vida: estudia, entiende, comprende, razona, conoce más y sé
feliz.
Hay quienes se preguntan: ¿qué tan inteligente es aquél que llega y ostenta el
poder y que luego cae como mango desahuciado? Ojalá, allí finalizara todo,
pero no, lo peor está por venir o llegar. Es decir, ya caído se convierte en un
contaminante general como si se tratara de un delincuente multifacético o sea
de muchas caras, pero todas nocivas para una sociedad sin rumbo fijo.
En otras palabras, la incertidumbre, la desconfianza y por lo tanto la
ignorancia, serán los factores multicolores a tratar y erradicar si se desea
2. volver a tener un huerto limpio y honorable, una sociedad digna para sus
congéneres.
Ahhh, ¡qué caray! Y pensar que a lo mejor ya no lo volveremos a tener
enfrente, para no sólo solicitarle a ese remedo de fruto bruto,sino obligarlo a
que devuelva a la naturaleza todo lo bueno extraído. Además, que no
involucre a nadie para acompañarlo en un camino pletórico no de rosas y
claveles, sino de cuentas rugosas y oscuras.
Del estatus, no se puede decir nada malo, se corrompió por el mal manejo de
su vida y que se deberá ventilar en un juzgado, siendo tratado como un vil
fruto de cepa inefable, de antecedentes totalmente de mala estirpe y acusado
de quien sabe de cuántas cosas más. Sin embargo, a pesar de todo lo
consabido, nadie puede asegurar su regreso al sitio que lo vio nacer y crecer
en medio de un ambiente hostil y seco.
Se le toman fotos para demostrar cómo era antes y después de la corruptela
de sus raíces, hojas y tronco. Lo colocan en un vehículo especial y se lo
llevan, sin rumbo fijo, al sur, norte, este u oeste. No hay dato confiable sobre
su destino inmediato.
En el trayecto, muchos cítricos y amigos de ocasión, le gritaban
obscenidades y hasta de qué iba a morir, sin tomar en cuenta que la culpa de
su mal no era él mismo, sino de toda la podredumbre que le rodeaba.
Árboles y plantas de diferentes especies se aglomeraban y como ya había
sucedido, le volvían a gritar: eres peor que la basura, eres peor que el
Enemigo No. 1, bola de …….., bola de tal por cual, etc., etc.
En fin, el tiempo pasa, el tiempo pasó, se avecina tormenta, un rayo parte en
dos al *mango*, cae al suelo para no levantarse más, grita, nadie lo escucha,
pide perdón, nadie le hace caso. Hasta nunca árbol caído, hasta jamás
*mango* y que toda tu corrupción te la hayas llevado y así no queden
vestigios de contaminación para las nuevas cepas y generaciones.
3. Lo único que queda para cerrar este capítulo, es que quien funja como
Responsable del Medio, garantice la integridad de las especies en todos sus
aspectos.
Hasta pronto con otro cuento.