2. “Guía para hombres y padres igualitarios”
El pacto local por la conciliación y el área de igualdad del Ayuntamiento de
Estella-Lizarra os presentan esta “Guía de hombres y padres igualita-
rios”, valida para todas las edades y momentos en las que uno con-vive
con otras personas (pareja, padre-madre, con o sin criaturas) y/o consigo
mismo, cuyo objetivo es hablar de la paternidad y el equipo familiar
corresponsable en el que las tareas del hogar y el cuidado de las perso-
nas no tienen sexo y por tanto, también, son cosa de hombres.
La conciliación de la vida laboral, familiar y personal es uno de los retos a
los que la sociedad debe hacer frente a principios del siglo XXI. Los inten-
sos cambios sociodemográficos, económicos y culturales que han venido
aconteciendo en los últimos tiempos, en las sociedades desarrolladas, han
situado esta cuestión en un primer plano de las agendas políticas.
Para llegar la igualdad de oportunidades, antes es la igualdad de respon-
sabilidades. La corresponsabilidad es la clave de la igualdad.
Si no hay igualdad afectiva, no existe igualdad efectiva.
Debemos reivindicar la importancia del cuidado, ya que es la mano abierta
que se extiende para la caricia esencial, para el apretón de manos, dedos
que se enlazan con otros dedos para formar una alianza de cooperación y
unión de fuerzas. Es lo contrario a la mano cerrada y al puño cerrado para
someter y dominar al otro ó a la otra.
Sólo viviendo radicalmente el cuidado garantizaremos la sostenibilidad
necesaria a nuestra Casa Común, el planeta.
Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que nos han
aportado materiales e ideas desinteresadamente así como su dedicación y
tiempo: Miguel Ángel Arconada, profesor, hombre igualitario y extraordina-
rio. A los ayuntamientos de Palencia y Málaga. A kiko y Raquel y al INAFI.
Ojala nuestro deseo se cumpla y esta guía sirva a todo aquella persona
que la tenga en sus manos, incluidas las mujeres
* las imágenes de esta guia son parte de
las campañas realizadas en Estella-
Lizarra desde el 2005.
3. Del “Ser todo un hombre” a la Ética de la Igualdad. “
Bete-beteko gizona izatetik” Berdintasunaren Etikara
En nuestro entorno, muchos hombres, tanto de mediana edad como jóvenes
y adolescentes, siguen incorporando la necesidad de presentarse socialmen-
te como “todo un hombre”. Y no se es todo un hombre hasta que se demues-
tra serlo, en un modelo sobreactuado que debe incorporar rudeza física,
autoridad, fortaleza, liderazgo, insensibilidad, superioridad, heroísmo, recti-
tud, no mostrar ni un ápice de debilidad,... y disfrutar del derecho a ser aten-
dido sin reciprocidad.
Para la ética de la igualdad debemos de llegar al consenso en torno a :
• Todos las personas de la familia tienen derechos y obligaciones
• Las parejas del futuro deben construirse desde el equilibrio en las
responsabilidades domésticas y en la distribución del tiempo.
• Tener habilidades relacionadas con las tareas domésticas permite
autorrealizarse y no depender (abusar) de nadie
La naturaleza y la tradición como coartadas.
Natura eta tradizioa koartadatzat hartuta
En el modelo de familia patriarcal, la tradición
asignaba una estricta división sexual del trabajo: el varón
debía trabajar fuera de casa y la mujer ocuparse de las
tareas domésticas. Dicho orden se reforzaba en muchas
ocasiones con la prohibición legal de la incorporación de
las mujeres al mercado laboral, pues debían ocuparse de
“sus laborales”: Cuidar de la casa, el marido y los hijos.
Dicha división sexual no sólo asignaba papeles diferen-
tes, sino un estatus desigual a las tareas de hombres y
mujeres. Lo publico y masculino era valorado, lo privado y femenino era invi-
sibilizado y desvalorizado. El hombre ocupa el lugar de padre de familia y la
unidad familiar funcionaba bajo los parámetros de minusvalía femenina y de
pacto de protección por sumisión. Las mujeres eran consideradas como
“sexo débil” y debían sufrir una asimétrica relación con el poder y con las res-
ponsabilidades
Revisando la tradición. la crisis de la normalidad.
Tradizioa berrikusten. Normaltasunaren krisia
4. “Lo normal” ha sido y es un término peligroso pues, escudándose
detrás de él, se han llevado a cabo multitud de barbaridades a lo largo de los
tiempos. Hoy sabemos que “lo normal” no es lo correcto; que la tradición no
es ingenua sino que viene a perpetuar un sistema patriarcal que justifica la
desigualdad entre hombres y mujeres a partir de la diferencia entre unas y
otros. Lo característico del ser humano es la capaci-
dad de innovación moral para perfeccionar los mode-
los sociales.
Frente a dichos modelos pretendemos ser sólo hom-
bres y mujeres, es decir, personas que construyen sus
identidades y se desarrollan de muchas formas dife-
rentes, plurales y enriquecedoras. Personas que crean
relaciones de pareja de maneras distintas y no basa-
das en la desigualdad ni en los privilegios. Mujeres no
obligadas a la maternidad ni a la subordinación doméstica, ni con una auto-
estima basada en la valoración de su físico por los demás. Hombres comple-
tos y autónomos, capaces de asumir la corresponsabilidad doméstico-fami-
liar como un horizonte de honradez en el ámbito privado, no como una pér-
dida de una masculinidad ya periclitada y denunciada como injusta.
Las ganancias masculinas: ética del cuidado y calidad de vida.
Gizonezkoen irabaziak: zainketaren etika eta bizi-kalitatea
La corresponsabilidad sigue levantando ampollas. Algunas personas
han evolucionado ya del “siempre fue así” al “mejor entre ambos”, pero la
mayoría se han quedado en un interesado “lo haces mejor tú” o “mejor… lo
haces tú”. Es más, las adolescentes aún no han incorporado en su imagina-
rio de novio/compañero ideal la exigencia de ser un buen cuidador
La corresponsabilidad es una posibilidad de crecimiento personal para los
hombres: crecer en calidad ética del individuo. Los hombres que evolucionan
hacia relaciones igualitarias dentro del hogar logran:
Un perfil ético de compañeros más justos. Un tiempo personal conseguido en
igualdad, que puede ser disfrutado en pareja.. Una mayor implicación afecti-
va con las personas a las que cuida. Una mejor valoración del espacio ínti-
mo. Un freno a la desigualdad, como mejor garan-
tía a cualquier atisbo de violencia.
Cocinar, lavar, planchar,… no es de marujas y
marujos, es de personas preocupadas por su cali-
dad de vida. Nuestros abuelos no sabían ni encon-
5. trar la escoba en su propia casa. Nuestros padres ya la encontraron y la die-
ron uso en algunas ocasiones excepcionales, y ahora como abuelos se per-
miten hacer con sus nietos y nietas lo que nunca hicieron con sus hijos e hijas
: Cuidarlos. Las nuevas generaciones de hombres deben sentirse orgullosos
de ello y ser capaces de incorporar a su vida cotidiana las manifestaciones
de la corresponsabilidad.
Los hombres corresponsables saben diferenciar entre el tiempo comprome-
tido (profesional y doméstico familiar), el tiempo compartido y el tiempo pri-
vado. Sienten además más segura e intensa su relación de pareja y se impli-
can en la educación en igualdad de sus hijos e hijas.
Es tu eleccion… Zure aukera da…
A ser hombre o mujer, niño o niña, se aprende, y esa definición y esta
condicionada incluso antes del nacimiento (cuando se eligen los nombres, se
decoran las habitaciones, se compra la ropa...). Las personas aprendemos a
ser, y el aprendizaje de género es una de las más importantes y primeras lec-
ciones que nos enseñan la familia, la escuela, las religiones y la sociedad en
la que vivimos.
Las niñas y los niños son transformados en mujeres y hombre a través de un
proceso de socialización que se encarga de fomentar las actitudes que se
consideran adecuadas para cada sexo, o bien, de reprimir aquellas que no
se ajustan a los roles y estereotipos establecidos.
Refléjalo. Islatu
El género, sin embargo, es una categoría construida Social y culturalmente,
que viene a definir qué se entiende en Cada sociedad y cultura por femeni-
no y masculino. Por tanto, delimita que valores, con-
ductas y expectativas deben ser propias de los hom-
bres y cuáles propias de las mujeres en un contex-
to determinado. Lo femenino y lo masculino se
aprende y, por lo tanto, se puede modificar.
En base a todo esto, TÚ tienes la elección de elegir
entre:
• Un tipo de masculinidad tradicional donde la “ten-
dencia emocional es O" y donde el mundo afectivo
y emocional queda fuera de los elementos que definen la masculinidad y por
lo tanto tu implicación afectiva paternal y tu compromiso hacia tu nueva pater-
nidad está supeditada a lo que la Sociedad ha marcado como propiamente
masculino; (padre ausente que delega en su pareja la educación de los y las
menores )
• Una nueva masculinidad que supone la revisión y erradicación de todos los
estereotipos masculinos, para intentar superar el tradicional aislamiento de
6. los hombres sobre el ámbito de las emociones y los afectos, para formarse
como personas que muestren afectos, emociones, exterioricen sentimientos
y que por lo tanto se conviertan en personas más libres y autónomas.
La corresponsabilidad clave para la igualdad
(Material cedido por Ayuntamiento de Palencia)
Ser padre no es sólo un hecho biológico, es y debe ser una tarea
especialmente significativa en la vida de un hombre. La mejor forma de vivir
la paternidad es con amor, emoción, cuidado e
igualdad en la pareja. Comenzar desde el
principio es un buen comienzo. Algunos conse-
jillos…
Su segunda piel sin sexismo. Sabemos
cuándo nuestros hijos e hijas están guapos y
nos gusta que lo estén. Comprar su ropa no es
una tarea de la que debamos desresponsabili-
zarnos, sino de la que podemos disfrutar, com-
prándola solos o en pareja. Con criterio y sin
sexismo. Su ropa nos refleja. ¿Todavía crees
que el rosa es para niñas y el azul para niños?
Lactancia paterna. Implicarnos en el cuidado de nuestros
hijos e hijas desde el día en que nacen, además de proporcio-
narnos la oportunidad de disfrutar de ellos y de establecer vín-
culos afectivos que nos acompañarán el resto de nuestra vida,
permite que la madre no tenga que asumir toda la responsa-
bilidad de la crianza. El biberón está lleno de leche materna,
pero los brazos son los de papá.
Gracias. De nada. Cuidar a quien lo necesita es un valor esencialmente
humano. No hay bebé que sepa hacerlo por sí mismo. Nos desgarra el llan-
to infantil por “haberse hecho cacota” y nosotros nos sen-
timos bien cuando toca cambiar su pañal. Su mirada se
vuelve feliz tras el apuro, y parece agradecernos lo que
acabamos de hacer. De nada, de nada. También lo hicie-
ron por mí cuando lo necesité
7. No te arrugues. Planchar es la tarea doméstica que
menos realizan los hombres. Y menos aún cuando
hablamos de la ropa común de la casa (sábanas, cor-
tinas,…). Si a todos y a todas nos gusta elegir y dis-
frutar tanto de nuestro vestuario como de los textiles
del hogar, no hay ninguna razón para que nos esca-
queemos de la plancha. No nacimos sabiendo plan-
char, pero tampoco sabíamos conducir, ni manejar el
ordenador, ni el aparato de música. Aprender es fácil
para todos y justo para la convivencia en Igualdad.
Además, planchar es una de las tareas de cuidado
que se puede compatibilizar con otras ocupaciones.
La máquina del tiempo. La lavadora
es ese electrodoméstico que durante
tantos años se ha antojado extraño e incomprensible para
los usos de los varones. No es una máquina del tiempo, pero
sí de quitar tiempo. Si nos des-responsabilizamos de la coti-
diana tarea de la limpieza e higiene del vestuario de la uni-
dad familiar, las mujeres acaban realizando el doble de tra-
bajo ellas solas. Seamos corresponsables: compartamos
aquellas tareas indispensables para la calidad de vida de la
familia. Si a nosotros nos aburren a ellas también. Es justo
compartir.
Darle la vuelta. La ropa no llega sola desde el cesto de la ropa sucia al cajón.
Entre medias hay un laborioso proceso en cadena:
del cesto a la lavadora, de la lavadora al tendede-
ro, del tendedero a la plancha, de la plancha a la
cadena de doblaje y de ahí, al cajón. Entre dos se
lleva mejor.
La prueba del algodón. La corresponsabilidad no
es ayudar en lo que nos conviene, sino repartir lo
que es necesario hacer. Ser corresponsable impli-
ca vivir lo agradable y también lo más penoso de la
tarea de crear calidad de vida para las familias. Los
baños han sido uno de los espacios que más tarde
han comenzado a ser limpiados por los hombres.
Los padres lo hacen cada vez más y su ejemplo
enseña a no caer en los interesados escaqueos masculinos de las responsa-
bilidades domésticas. Enseñar a cuidar los espacios comunes entre quienes
forman la familia crea un verdadero equipo familiar corresponsable.
8. Papá, organiza tu cumpleaños. Disfrutar los
momentos felices de nuestros hijos e hijas con-
juntamente es una de las grandes gratificaciones
que aporta la paternidad. Pero estos momentos
acarrean una gran cantidad de trabajo: organiza-
ción, desarrollo y servicio. Tradicionalmente, los padres disfrutaban como
meros asistentes de los cumpleaños de sus hijos e hijas. Generar su felici-
dad es mucho más gratificante que simplemente disfrutarla y es justo que lo
hagamos en igualdad con sus madres; nuestras compañeras de vida.
Desenredando las apariencias. Los hombres
hemos aprendido a ser hombres despreciando el
interés por la apariencia y la belleza. De hecho,
antaño eran las madres primero y las compañeras
después quienes gestionaban nuestra imagen.
Preocuparnos por la imagen de nuestros hijos e
hijas es fundamentalmente una cuestión de cuida-
do, pero de un cuidado gozoso: una experiencia
estética en la que, al tiempo que nos responsabilizamos de su imagen, qui-
zás aprendamos también cómo cuidarnos nosotros mismos.
Hoy toca pediatra .Cuando enferman o cuando toca revisión, también es
responsabilidad de los padres ir a la consulta. En parejas en las que ambos
trabajan, todavía es mucho más frecuente que sean las madres las que piden
permiso para ir al pediatra o para cuidar a quien enfermó. Pero debemos
entender que es normal que seamos tanto hombres como mujeres los que
solicitemos ese permiso y acompañemos a nuestros hijos e hijas cuando
queremos que reciban atención médica. Ambos queremos saber de su creci-
miento y garantizar su salud.
Acariciando sonrisas. El baño ha sido una de las primeras tareas a las que
se han incorporado los hombres. Frecuentemente, mientras el padre disfru-
taba del baño, su pareja se encargaba de
tareas que aportaban menos satisfacción.
Cuidar físicamente a las criaturas refuerza
el vínculo con ellas y responsabiliza de su
bienestar físico y afectivo. Es algo tan gra-
tificante que debe ser compartido en la
pareja, como el resto de las tareas de cui-
dado, sin ser monopolizado por los hom-
bres.
9. Ahora me toca a mí. Con sus errores y sus aciertos, con
su forma de entender la vida e indudablemente con toda su
buena voluntad, nuestros padres se encargaron de nuestro
cuidado y educación. Nosotros debemos ser recíprocos.
Tenemos que devolver el cariño y el cuidado que ellos nos
entregaron desinteresadamente durante nuestra infancia.
Es lo justo. Además, el cuidado no es sólo un trabajo; cons-
tituye una experiencia humana de comprensión, cariño y
empatía. Nos hace crecer como personas.
Lo mío, lo tuyo y lo suyo: lo nuestro.. Muchos hombres
creen que comparten el trabajo doméstico porque liberan a
sus compañeras de algo de trabajo, encargándose de sus cosas: “Voy a com-
prar, hazme la lista”; “No, no. Yo ya me encargué de lo mío”; “¿Lo de la niña?
cógelo tú que a mí me da apuro”. Compartir el trabajo doméstico, ser corres-
ponsables, es compartir la gestión, organización y
desarrollo de todas las tareas del hogar. Es decir, de
todas las tareas que generan bienestar para la unidad
familiar. No es ni lo mío, ni tuyo, ni lo suyo; es lo nues-
tro.
El afecto diario, cimiento de la familia. Despedirse
por las noches y hacerlo manifestando cariño supone
hacer un balance gozoso de nuestra relación. Una
dosis diaria de afecto. Nuestro rostro puede ser su últi-
ma imagen del día, nuestra voz su último sonido,
nuestro mutuo “buenas noches” un feliz deseo de
reencontrarnos al día siguiente para seguir constru-
yendo nuestro cuidado y nuestro afecto. Una promesa
de que mañana nos cuidaremos otra vez
No temas el conflicto. Los sentimientos importan, los
nuestros y los de nuestras hijas e hijos. Están ahí y
aunque tratemos de ignorarlos siguen estando presen-
tes. Tal vez nos hayan dicho lo contrario, sin embargo “masculino” no signifi-
ca insensible porque ningún ser humano puedo serlo. Escuchar y respetar
los sentimientos de nuestras hijas e hijos, nos acerca.
Complicidad. La cercanía con nuestro padre debe
impregnar de cariño, ternura y comprensión nuestras
vidas. El respeto mutuo y la complicidad se obtienen
10. como consecuencia de una larga experiencia
compartida en la que nos hemos necesitado y
nos hemos demostrado que, indefectiblemente,
estamos ahí. Ahora, es el momento de disfrutar
alegremente de nuestra valiosa compañía.
“Peque, ¿nos vamos de compras?”. Antaño,
las mujeres se encargaban de gestionar todo lo
relacionado con la imagen de la unidad familiar: la decoración del hogar, la
ropa de hijos e hijas y hasta la nuestra propia. Los hombres de hoy sabemos
cómo nos gusta vestir y cuidamos de nuestra imagen. Entonces, ¿por qué no
cuidar también de la imagen de nuestros hijos e hijas? Ya es hora de que
padres e hijos seamos cómplices también en aquellas facetas que antes se
nos negaban. No son cosas de mujeres y si sabemos
cuidar de nosotros, sabemos cuidar de nuestros hijos e
hijas también.
Tiempo de ocio…. El parque, los juegos con la merien-
da entre las manos…, todo ello forma parte de los
recuerdos imborrables de nuestra infancia. Ahora como
padres, “hacer parque”, jugar en común, es ver crecer a
nuestros hijos e hijas, sabiendo cómo se relacionan con otras personas y
valorando a qué juegan. Son momentos de sonrisas para compartir, también
de algún lloro y consuelo, y de mil juegos y juguetes que repensar, pues no
todos son indiferentes desde la perspectiva de la Igualdad.
“Niña, vamos a echar un partidillo”. Durante mucho
tiempo hemos creído en prejuicios como que las muje-
res no podían realizar actividades deportivas satisfacto-
riamente o que no eran buenas para ellas. Ahora, sabe-
mos que eran falsos e injustos mitos. Es el momento de
que los padres sean cómplices del desarrollo físico-
deportivo no sólo de sus hijos, sino también de sus
hijas. Será igual de divertido y potenciaremos una edu-
cación en igualdad.
Los padres también lloran. Ser un hombre ya no es
ser el más duro; el protector y el héroe de todo el
mundo, especialmente de la familia. Ser un hombre es
fundamentalmente ser una persona. Muchos hombres
afirman que la primera vez que vieron llorar a su padre
fue en el funeral de su abuelo. Si reprimimos nuestras
11. emociones, estaremos dando un ejemplo sexista a
nuestros hijos de cómo tiene que ser hombres. No
les privemos de desarrollar toda la riqueza de su
vida emocional. Las personas sentimos y expresar
nuestros sentimientos a quienes queremos es un
acto natural y saludable.
Hablando en las tutorías. El seguimiento de la
educación de hijos e hijas es una responsabilidad
compartida de la pareja. Los padres también deben
acudir al colegio para hablar con el profesorado de
sus hijas e hijos. Deben saber sobre su crecimien-
to, sus ilusiones, sus capacidades, sus logros, sus
fracasos,… Es más, tienen que saber y que exigir
que niños y niñas reciben una educación en igual-
dad y para la igualdad. Este es el sentido de la Co-
Educación.
Mientras tú hablas, yo le cuido. Las mujeres tienen voz y muchas cosas
interesantes que decir. Necesitan el espacio para hacerlo. Si nosotros asumi-
mos la responsabilidad de ocuparnos de nuestros hijos
e hijas, ellas encontrarán con más facilidad ese espacio
y la sociedad entera se beneficiará de las aportaciones
de la mitad de la humanidad.
Educando en la corresponsabilidad afectivo-sexual.
La adolescencia es una etapa enérgica y fascinante de
nuestra vida. Queremos conocer todas las soluciones y
las buscamos por impulso. Pero tenemos que estar pre-
parados para decidir y asumir las consecuencias de
nuestras decisiones. La responsabilidad profiláctica es
el mejor medio para evitar tanto enfermedades de transmisión sexual como
embarazados no deseados que pueden frustrar las expectativas de personas
jóvenes, especialmente de las mujeres jóvenes. Los padres debemos a edu-
car a nuestros hijos para que vivan su sexualidad de
manera responsable hacia sí mismos y hacia las
mujeres que les brindan su afecto.
12. Nuevas familias. La igualdad de derechos y libertades de todas las perso-
nas, independientemente de su raza, sexo o condición sexual, es el principio
fundamental de nuestras sociedades democráticas. En este sentido, gays y
lesbianas tienen el mismo derecho que cualquiera otra persona a crear una
familia. Por encima las creencias particulares de cada individuo o sociedad,
todos tenemos derecho a elegir.
Leyes y derechos que te ayudan a lograrlo.
Hori lortzen laguntzen dizuten legeak eta eskubideak
Ley 39/1999 para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de
las personas trabajadoras. Ley orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres. Ley 39/2010, de 22 de diciembre, y
la Ley 27/2011, de 1 de agosto.
Permiso por paternidad
¿Quién puede disfrutarlo Hombre ¿En qué supuestos? Parto, adopción o
acogimiento.
¿En qué consiste y cual es la cuantía?. Durante los días de permiso se per-
cibe el 100% de la base de cotización (se toma como referencia la base
correspondiente al mes anterior que incluye el prorrateo de pagas extraordi-
narias).¿Cuánto tiempo? 13 días naturales (la norma preveía 4 semanas a
partir del 1 enero 2012 si bien esta ampliación ha sido puesta en suspenso
para el ejercicio de 2012).
Supuestos especiales:
2 días más por cada hijo, a partir del segundo, en los
supuestos de parto múltiple o adopción o acogimiento múl-
tiple. 20 días en supuestos de discapacidad de un miembro
de la familia. 20 días en caso de familia numerosa.
20 días en el caso de discapacidad del hijo nacido o adoptado, o menor aco-
gido.En caso de PARTO puedes disfrutar el permiso: Desde que termina
el permiso por nacimiento legal o convencionalmente establecido. A lo largo
de todo el permiso de maternidad que disfruta la pareja o justo cuando éste
finaliza. Si tu pareja no tiene derecho a maternidad, debes disfrutarlo al ter-
minar los 2 días de permiso por nacimiento.
En caso de ADOPCIÓN O ACOGIMIENTO:
Desde la decisión administrativa o judicial. A lo largo de todo el permiso de
13. maternidad que disfruta la pareja o justo cuando este finaliza.
Permiso por nacimiento
• Este permiso lo paga la empresa
• 2 días en caso de nacimiento de un hijo/a.
• 4 días cuando el trabajador necesite hacer algún desplazamiento.
• La empresa y los convenios colectivos pueden ampliar el número de
días de permiso par nacimiento.
NO DEBE CONFUNDIRSE CON EL PERMISO DE PATERNIDAD RETRI-
BUIDO POR LA SEGURIDAD SOCIAL
PPiina (Plataforma por los Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción) de la realidad.
Algunos datos de la realidad.
Errealitatearen zenbait datu
Sólo el 53% de las mujeres españolas está en el mercado laboral y
de ellas, un 26,5% está en el paro. La crisis las golpea especialmente con los
recortes en Sanidad, Educación y Dependencia: 150.000 cuidadoras se han
quedado sin seguridad social y se les ha reducido la paga. Se eliminó el plan
para crear nuevas escuelas infantiles y, a día de hoy, 400.000 trabajan a
tiempo parcial para poder cuidar de su familia, frente a sólo 15.000 hombres.
Es decir, los minijobs ya están aquí y, de momento, feminizados: jornada
laboral más corta, pero también salario más pequeño y por lo tanto menor
cotización y peores prestaciones a futuro. Ejplo: Menos pensión en la vejez,
…
Datos del INE de 2011: ellas dedican cada día dos horas y cuarto más
que los hombres a las tareas del hogar.
14. A tener en cuenta. Kontuan hartzekoa
Autora: M. J. PÉREZ-BARCO / MADRID
¿Cómo hacer para que su marido colabore en las tareas de casa?
Conciliar no solo significa disponer de unos horarios laborales más
flexibles y racionales que permitan cuidar de la familia. Conciliar también
implica la corresponsabilidad familiar, es decir, compartir todas esas tareas y
obligaciones que exige la vida día a día: desde llevar a los niños al colegio,
o jugar con ellos, hasta planchar y hacer la compra. Y es ese precisamente
un ámbito que no puede regular unas normas legislativas.
Por eso, sensibilizar y concienciar a la pareja es el primer punto de partida.
Dos psicólogas de pareja (Rosa Collado, del Centro de Psicología Álava
Reyes, y Carmen Montoro, coordinadora del área de adultos de Isep Clínic
Málaga) explican cómo conseguirlo:
—Negociar: Pedir a la pareja lo que uno desea y explicar con suavidad, sin
reproches ni chantajes, nuestras emociones al llevar una sobrecarga de tra-
bajo tanto fuera como dentro de casa. Hay que exponer la insatisfacción per-
sonal que ese desgaste produce. Algo que se podría solucionar llegando a
un acuerdo para repartir las tareas. Eso aportaría ventajas como más tiempo
para disfrutar juntos, con los niños... Cada miembro de la pareja debe coo-
perar de manera proporcional al tiempo del que disponga.
—Elaborar un listado de tareas. Desde las más sencillas (recoger la mesa)
15. hasta las que impliquen más tiempo (realizar la compra) o las que exigen
mayor desgaste emocional (jugar con los niños cuando uno está agotado).
Dividir las tareas en función de las habilidades de cada uno. Al principio se
podrán elegir las que más agradan, pero al final quedarán las más penosas
que también hay que repartir de forma proporcional.
—Confeccionar un calendario diario con las tareas que realizará cada uno
y los horarios, así no habrá despistes ni olvidos. Colocarlo en un lugar visible
(en un tablón de corcho en la cocina o sujeto con un imán a la nevera). Cada
uno sabrá lo que tiene que hacer en todo momento.
—Armarse de paciencia y ser tolerante con la persona que no está acos-
tumbrada a realizar tareas de forma sistemática. Se deben respetar sus rit-
mos y errores.
—Una sonrisa, una mirada cómplice, un agradecimiento... ayuda mucho a
quien está empezando a asumir nuevas responsabilidades. Aumentará su
motivación. Además, mantener esos gestos refuerza el respeto en la pareja,
lo que repercutirá en el amor.
—Los imprevistos también se deben repartir. Que no sea siempre el mismo
el que se ausenta del trabajo cuando el niño enferma.
—Si las tareas no se cumplen, antes de montar en cólera, lo mejor es res-
pirar hondo y contar hasta 300 si hace falta. Si algo no funciona, hay que revi-
sar el plan, modificarlo y volver a probar hasta que se encuentre el equilibrio.
A veces es algo tan sencillo como realizar las tareas de forma gradual, intro-
duciendo cada semana una nueva.
—Procurar siempre que cada miembro de la pareja tenga un tiempo de ocio
individual. Es una válvula reguladora del estrés, favorece el bienestar per-
sonal y el afecto en la pareja.
Beneficios—Aprenderá a hacer cosas nuevas.
—Será una persona más capaz y autónoma.
—Aumentarán el tiempo y las actividades para compartir en pareja y en fami-
lia.
—Aprenderá a valorar el esfuerzo que supone realizar tareas que resultan
más desagradables.
—La casa funcionará mejor.
—Mejorará el respeto y las relaciones familiares.
Pero…NO se trata de colaborar.
Hablamos de CORRESPONSABILIDAD.
16.
17. “Gida berdintasunezko gizonentzat eta aitentzat”
Bizitza, lana eta familiako eginkizunak bateratzeko tokian tokiko itunak eta
Estella-Lizarrako Udaleko berdintasun arloak “Gida berdintasunezko gizo-
nentzat eta aitentzat” aurkezten dizuete, gizonezko bat beste lagun batzue-
kin bizi den adin guztietarako baliagarria (bikotea, aita-ama, haurrekin edo
haurrik gabe) edo/eta bere buruarekin bakarrik. Gidaren helburua da aitata-
sunaz mintzatzea eta familia taldea erantzunkideaz, zeinean etxeko lanek
eta pertsonen zainketak ez duten sexurik eta, hortaz, gizonezkoen afera
dira.
Lana, familia eta norberaren bizitza bateragarri egitea da XXI. mendearen
hasierako gizarteak aurre egin behar dion erronkaren bat. Sozio-demogra-
fiako, ekonomia eta kultura-aldaketa bortitzek, azken garaietan gizarte gara-
tuetan gertatzen ari direnak, auzi hau kokatu dute agenda politikoen lehen
planoan.
Aukeren berdintasunera heltzeko, lehenago dago erantzukizunen berdin-
tasuna. Erantzukizuna da berdintasunaren giltza.
Afektibitate-berdintasuna ez badago, ez dago benetako berdintasuna.
Zainketa esku irekia da, hedatzen dena oinarrizko ferekarako, bostekoa
emateko, hatzak beste hatz batzuekin lotzen direnak lankidetza-elkartasun
bat eta indar-batasun bat osatzeko. Esku itxiaren eta ukabil itxiaren kontra-
koa da, hori bestea menperatzeko eta azpian hartzeko erabiltzen baita.
Bakarrik zainketa erradikaltasunez biziz bermatuko dugu behar bezalako
iraunkortasuna gure Etxe Komunerako, hau da, gure planetarako.
Eskerrak eman nahi dizkiegu materialak eta ideiak eskuzabaltasunez eman
dizkiguten lagun eta erakunde orori, eta halaber eskertu horien ardura eta
denbora: Miguel Ángel Arconada, irakasle eta berdintasunezko gizona.
Palentziako eta Malagako Udalei. Kikori eta Raqueli.
Espero dezagun gure nahia gauzatzea eta gida hau baliagarria izatea esku
artean daukan ororentzat.
18. Erantzukidetasuna berdintasunerako giltza
Palentziako Udalak utzitako materiala.
Aita izatea ez da bakarrik gertaera biologiko bat, aita izatea da eta
izan behar du eginkizun bereziki esanguratsua gizon baten bizitzan.
Aitatasuna bizitzeko erarik hoberena da bikotean bizitzea, maitasunez, emo-
zioz, zainduz eta berdintasunez. Hasieratik has-
tea hasiera ona da.
Aholku batzuk…
Seme-alaben bigarren azala, sexismorik gabe
Jakin badakigu gure semeak eta alabak politak
daudenean, eta, gainera, gogoko dugu ederrak
egotea. Horien arropa erosteaz arduratu behar
dugu, eginkizun hori gozatu ahal dugu, bakarrik
edo bikotearekin erosketak eginez.
Irizpidearekin eta sexismorik gabe. Beren arro-
pak islatzen gaitu. Oraindik uste duzu arrosa
neskentzat dela eta mutilentzat urdina?
Aitagandiko edoskitzea
Gure seme-alaben zainketan partaide izateak jaiotegunetik,
haurrez gozatzeko aukera emateaz gain eta gure bizitza
osoan lagunduko gaituzten afektibitate-loturak ezartzeaz
gain, aukera ematen digu ere amak hartu behar ez izatea
hazkuntzaren erantzukizun osoa. Biberoia ama-esnez beteta
dago, baina besoak aitarenak dira.
Eskerrik asko. Ez horregatik
Beharra duena zaintzea gizakiaren berezko balorea da. Ez dago haurtxorik
bere burua zaintzen dakiena. Haurraren negarrak hunkitzen gaitu “kaka egin
duenean” eta gu ongi sentitzen gara haur-oihala aldatzea
egokitzen zaigunean. Bere begirada zoriontsua bilakat-
zen da, eta ematen du eskertzen digula egin berri dugu-
na. Ez horregatik, ez horregatik. Baita ere niregatik egin
zuten behar izan nuenean.
19. Ez kikildu
Lisatzea da gizonezkoek gutxien egiten duten etxeko-
lana. Are gutxiago oraindik etxeko guztion arropaz hitz
egiten dugunean (izarak, errezelak…). Guztioi gustat-
zen bazaigu gure jantziak eta gure etxeko ehun-gaiak
aukeratzea eta gozatzea, ez dago inolako arrazoirik
plantxatik ihes egiteko. Jaio ginenean ez genekien
lisatzen, baina ezta gidatzen ere, ezta ordenagailua,
ezta musika tresna erabiltzen ere. Ikastea erraza da
guztiontzat eta zuzena Berdintasunean elkarbizitzeko.
Gainera, lisatzea da zainketa-lan bat, beste zeregin
batzuekin bateragarri egin daitekeena.
Denboraren makina
Ikuzgailua da etxetresna elektriko
hori, zeina urteetan barna arraroa eta ulertezina gertatu den
gizonezkoen erabilerako. Ez da denboraren makina bat,
baina bai denbora kentzeko makina. Etxeko garbiketa eta
arropetako higiene eguneroko lanaz arduratzen ez bagara,
emakumeek bukatuko dute lan bikoitza egiten beraiek baka-
rrik. Izan gaitezen erantzunkideak: partekatu ditzagun egin
beharreko lanak familiaren bizi-kalitaterako. Lan horiek guri
aspertzen bagaituzte, emakumeei ere. Bidezkoa da elkarba-
natzea.
Emaiozu buelta
Arropa ez da berez heltzen arropa zikinaren otarretik tiraderara. Bitartean
sekulako kate-lan nekeza dago: otarretik ikuzgailura, ikuzgailutik arropa
zabaltzeko tokira, arropa zabaltzeko tokitik plantxa-
ra, plantxatik tolesteko katera eta hortik, tiraderara.
Biren artean hobeto eramaten da.
Kotoiaren proba
Erantzukidetasuna ez da laguntza ematea komeni
zaizkigun lanetan, egin beharrekoa banatzea bai-
zik. Erantzunkidea izateak ondorio bat dauka: alde
batetik lan atseginak bizitzea, baina, beste aldetik,
lan nekezak egitea ere familiaren bizi-kalitatea sort-
zeko. Komunak izan dira gizonezkoek beranduen
garbitzen hasi diren etxeko esparruak. Aitek gero
eta gehiago garbitzen dituzte eta eredu horrek era-
kusten du ez erortzeko gizonek etxeko-lanak ez egiteko izaten duten joera
interesatuetan. Guztien esparruak zaintzea familia osatzen dutenen artean
erakusteak benetako familia-talde erantzunkidea sortzen du.
20. Aita, antolatu zuk urtebetetze festak
Gure seme-alaben une zoriontsuak elkarrekin
gozatzea da aitatasunak ematen duen atsegin
handienetariko bat. Baina une horiek lan handia
ekarri ohi dute: antolatu, garatu eta zerbitzatu.
Ohizkoena zen aitek semeen eta alaben urtebetet-
zeak gozatzea gainerako bertaratutakoak bezala. Horien zoriontasuna sort-
zea zoriontasuna besterik ez gozatzea baina askoz atseginagoa da eta
bidezkoa da amekin berdintasunean egitea; gure bizitzaren bidelagunak.
Itxurak askatuz
Gizonek ikasi dugu gizonak izaten itxuragatiko eta
edertasunarekiko interesa mespretxatuz. Izen ere,
behinola gure amak hasieran eta gure bikoteak
gero izaten ziren gure irudia kudeatzen zutenak.
Gure seme-alaben irudiaz arduratzea, funtsean,
zainketa afera da, baina zainketa pozgarri bat:
esperientzia estetiko bat zeinean, beren irudiaz arduratzeaz gain, beharbada
gure burua nola zaindu ikasiko dugun ere.
Gaur pediatrarengana goaz
Gaixotzen direnean edo azterketa medikoa dagokigunean, baita ere aiten
ardura da kontsultara joatea. Bi bikotekideek lan egiten dutenean, oraindik
ere askoz ohikoa da amek baimena eskatzea pediatrarengana joateko edo
gaixorik dagoena zaintzeko. Baina ulertu behar dugu normala dela gizonak
zein emakumeak izatea baimena eskatzen ditugunok eta gure semeak eta
alabak laguntzea arreta medikoa horientzat nahi dugunean. Biok jakin nahi
dugu beren hazkundeaz eta beren osasuna bermatu.
Irribarreak laztanduz
Bainua izan da aurreneko eginkizunaren bat zeinarekin gizonezkoek bat egin
duten. Sarritan, aitak bainuaz gozatzen zuen bitartean, horren bikoteak ardu-
ratzen zen poztasun gutxien ematen zuten
lanak egiteaz. Haurrak fisikoki zaintzeak
horiekiko lotura indartzen du eta beren ongi-
zate fisikoaren eta afektiboaren ardura
hartu. Ardura hori zeharo atsegina denez
bikoteak partekatu behar du, gainerako
zainketa-ardurak bezala, gizonezkoek
monopolizatu gabe.
21. Orain niri dagokit
Huts eginez eta asmatuz, horiek bizitza ulertzeko zuten
erara eta, zalantzarik gabe, borondate onez, gure gurasoak
gure zainketaz eta hezkuntzaz arduratu ziren. Guk antzera
jokatu behar dugu. Horiek eskuzabalik gure haurtzaroan
barna eman ziguten maitasuna eta ardura itzuli behar ditu-
gu. Bidezkoa da. Gainera, zainketa ez da lan bat soilik; elkar
ulertzeko, maitasuneko eta enpatiako giza esperientzia da.
Pertsona gisa hazten laguntzen gaitu.
Nirea, zurea eta berea: gurea.
Gizon askok uste dute etxeko-lanak partekatzen dituztela
beren bikoteak zenbait lanez arintzen dutelako, euren gau-
zez arduratuz: "Banoa erostera, egidazu zerrenda"; “Ez, ez. Ni dagoeneko
nire gauzez arduratu naiz"; “Neskarena? Hartu zuk, nire lotsa ematen dit”.
Etxeko-lanak banatzea, erantzunkideak izatea, etxeko-lan guztien gestioa
banatzea da, lan guzti horien antolaketa eta garapena.
Hau da, familia-unitaterako ongizatea sortzen duten
lan guztiaz arduratzea. Ez da, ez nirea, ezta zurea,
ezta berea, geurea da.
Eguneroko maitasuna, familiaren oinarria
Gauez agurtzea eta maitasuna adierazita egiteak gure
harremanaren balantze pozgarria egitea suposatzen
du. Eguneroko maitasun dosia. Gure aurpegia izan
daiteke egunaren bere azken irudia, gure ahotsa bere
azken soinua, elkarrekin ematen ditugun “gau onak”,
gogo zoriontsu bat hurrengo egunean berriz ere elkart-
zeko, gure zainketa eta gure maitasuna eraikitzen
segitzeko. Bihar berriro elkar zainduko dugun promesa.
Ez izan gatazkaren beldur
Sentimenduak axola zaizkigu, gureak eta gure seme-
alabenak Hortxe daude eta ezikusiarena egin arren
bertan segitzen dute. Beharbada kontrakoa esan digu-
te, hala ere “maskulinoak” ez du esan nahi sorgorra izatea, gizaki bakar bat
ere ezin baita sorgorra izan. Gure alaben eta semeen sentimenduak entzu-
tea eta errespetatzea, hurbiltzen gaitu.
Konplizitatea
Gure aitaren hurbiltasunak gure bizitzak maitasunez,
samurtasunez eta elkar ulertzeaz busti behar ditu.
Elkarren arteko errespetua eta konplizitatea lortzen
22. dira partekaturiko esperientzia luze baten ondo-
rioz, zeinean elkar behar dugun eta, huts egin
gabe, bertan gaudela elkarri erakutsi diogun.
Orain da unea gure laguntasun baliagarriaz
poztasunez gozatzeko.
“Txiki, bagoaz erosketak egitera?”
Aspaldian, emakumeak arduratzen ziren fami-
lia-unitatearen irudiarekin zerikusia zuen guztia gestionatzeaz: etxeko deko-
razioa, seme-alaben arropa, baita, anitzetan, geurea ere. Gaurko gizonek
badakigu nola gustatzen zaigun janztea eta gure irudia zaintzen dugu.
Orduan, zergatik ez zaindu ere gure seme-alaben irudia? Bada garaia gura-
soak eta seme-alabak konplize izateko lehen ukatzen ziguten alderdi guzti
horietan. Ez dira emakumezkoen gauzak eta geure
buruaz zaintzea baldin badakigu, baita ere badakigu
gure seme-alabak zaintzen.
Aisialdia…
Parkea, jolasak askariarekin esku artean…, guzti horrek
osatzen ditu gure haurtzaroaren oroitzapen ezabaezi-
nak. Orain, aitak izanik, “parkea egitea”, elkarrekin jolas-
tea, gure seme-alabak hazten ikustea da, horrela dakigu nola jartzen diren
harremanetan beste lagunekin eta zertara jolasten duten baloratu. Irribarreak
partekatzeko uneak dira, baita ere negarraren eta kontsolamenduren bat, eta
mila jolas eta jostailu birpentsatzeko, guztiak ez baitira axolagabeak
Berdintasunaren ikuspuntutik.
“Neska, goazen partidatxo bat jolastera”
Denbora luzean barna aurreiritzietan sinetsi izan dugu,
esate baterako, emakumeek ezin zutela kirol jarduera-
rik behar bezala egin edo onak ez zirela jarduera horiek
egiteko. Orain, badakigu mito faltsu eta bidegabeak
zirela. Unea da aitak konplizeak izateko ez bakarrik
semeen garapen fisikoan eta kirol-garapenean, baizik
eta alabenean ere. Berdin dibertituko gara eta heziketa
berdintasunean bultzatuko dugu.
Aitek ere negar egiten dute
Gizona izatea dagoeneko ez da gogorrena izatea;
mundu osoko babeslea eta heroia, familiarena bereziki.
Gizona izatea da oinarrian pertsona izatea. Gizon askok
adierazten dute bere aita negar egiten ikusi zuten
23. estreinako aldiz bere aitonaren hiletan izan zela.
Gure emozioak itoarazten baditugu, eredu sexista
emanen diegu gure seme-alabei gizonek nola izan
behar dutenari buruz. Ez kendu beren bizitza emo-
zionalaren aberastasun osoa garatzeko aukera.
Pertsonek sentitzen dugu eta gure sentimenduak
maite ditugunei adieraztea jarduera naturala eta
osasungarria da.
Tutoretzatan hitz egiten
Seme-alaben hezkuntza jarraitzea bikotearen
ardura partekatua da. Aitek ere ikastetxera joan
behar dute horien alabeei eta semeei buruz ira-
kasleekin hitz egiteko. Haziera, ilusio, gaitasun,
lorpen edo beren porrotei buruz jakin behar dute.
Are gehiago, jakin behar dute, eta hori eskatu,
mutilek eta neskek hezkuntza berdintasunean eta
berdintasunerako jasotzen dutela. Horixe da hezkidetzaren esanahia.
Zuk hitz egiten duzun bitartean, nik zaintzen dut
Emakumeek ahotsa daukate eta gauza interesgarri asko esateko. Lekua
behar dute egiteko. Guk gure seme-alabaz zaintzeko
ardura hartzen badugu, emakumeek errazago aurkituko
dute leku hori eta gizarte osoa onuradun aterako da
humanitate erdiaren ekarpenengatik.
Erantzukizun afektibo-sexualean haziz
Nerabezaroa da gure bizitzaren garai kementsua eta xar-
mangarria. Erantzun guztiak ezagutu nahi ditugu eta bul-
kadaz bilatzen ditugu. Baina prest egon behar dugu gure
erabakien ondorioak erabakitzeko eta onartzeko.
Erantzukizun profilaktikoa biderik hoberena da bai sexu-
transmisiozko gaixotasunak saihesteko, bai nahi gabeko
haurdunaldiak, lagun gazteen aukerak zapuztu ahal dituztenak, bereziki ema-
kume gazteenak. Gurasoek gure semeak hezi behar ditugu sexualitatea era
arduratsuan bizi dezaten, nor bere buruarekin eta bere maitasuna eskaintzen
dieten emakumeekiko.
Familia berriak. Pertsona guztien eskubideak eta
askatasunak, arraza, sexu edo sexu-joera edozein
dela ere, gure gizarte demokratikoen oinarrizko
printzipioa da. Horrela ba, gay eta lesbianek dauka-
24. te beste edozein lagunak duen eskubide berbera familia bat sortzeko.
Pertsona edo gizarte bakoitzaren sinesmen partikularrez gain, guztiok dugu
aukeratzeko eskubidea.
2006. Lizarra
BIZIKIDETZA ZUZENARAKO HITZARMENA
Libreki eta adostasunez gure biziak partekatzea erabaki ondoren eta ahalik eta harre-
man berdinagoa ezarri nahian, elkarrekiko errespetua eta elkarrizketa oinarritzat har-
tuta:
Batetik: Bestetik:
ERABAKITZEN DUGU:
1.- Etxeko lanak egiteko denbora zuzentasunez banatzea.
2.- Menpeko pertsonen eta haurren zainketa zuzentasunez banatzea.
3.- Problemak elkarrizketaren bidez erantzutea, adostasunez eta inposaketarik gabe.
4.- Familia osoa errespetatzea eta indarkeriarik ez egin, edozein motatakoa izanda
ere (indarkeria fisikoa, hitzezkoa, psikologikoa, ekonomikoa, sexuala…)
Hitzarmen hau betetzeko konpromisoa hartzen dugu bizikidetza zuzena lortzeko eta
aldian-aldian berrikustea, eta guzti hori frogatzeko agiri hau sinatzen dugu.
Alderdi sinatzailearen batek ezarritakoa betetzen ez badu edota harremak ez badu
behar bezala funtzionatzen, hitzarmen honek ez du inolako baliorik izanen.
Lizarran, 2006ko ren (e)an
Stua: Stua: Lekukoak:
“Lagun GUZTIOK IRABAZTEN DUGU hitzarmenak egiten”