El documento describe las cualidades de un buen educador. Un buen maestro debe tener una buena preparación y estar dispuesto a seguir formándose continuamente. También debe ser entusiasta, implicarse en su trabajo diario, tener autoridad efectiva y afectiva, ser paciente, trabajar bien en equipo, ser creativo, planificar de forma organizada, y ser abierto y reflexivo.
2. Y, según lo que hemos recogido, ser un
buen maestro es lo más parecido a…
…O tal vez se trate de una persona
responsable en su proceso de formación
profesional y humana.
3. •
Buena preparación y disposición a la
formación continua.
……………
Esfuerzo permanente por estar al día
para ofrecer una enseñanza de
calidad a nuestros alumnos.
4. •
Ser entusiasta y entregado
Disfrutar del
trabajo diario
Implicarse en la tarea
Se nos invita esta tarde a reflexionar sobre las características de un educador. Iniciamos nuestro encuentro con una pequeña dinámica. Antes de nada quiero que nos detengamos unos minutos en silencio y cada uno pensemos en la imagen que nos viene a la cabeza cuando os digo: cómo se llamaba ese profesor que recuerdas con cariño. ¿Cómo era contigo, con la clase? ¿qué te enseñó?...
Un par de minutos en silencio
Ahora vamos a compartir nuestros recuerdos.
Se van recogiendo en la pizarra aquellas características o rasgos que cada participante va expresando.
Este es nuestro punto de partida ser educador es una vocación que deja huella.
Vocación porque considero que hay que sentir una inclinación profesional clara hacia la educación para poder ejercer como docente.
Que deja huella porque, como hemos visto, marcamos, dejamos un sello, ayudamos en las etapas iniciales, cuando la persona es más receptiva y moldeable, a la formación integral de nuestros alumnos.
Ante los datos contemplados en la pizarra (imaginemos: me contagio su entusiasmo por aprender; era una mujer tremendamente paciente; exigente y cálido a la vez; podíamos confiar en él; le recuerdo ecuánime y justo…)
Maestro … ¿superhéroe?, es decir, apariencia humana que esconde debajo a una superhombre o a una supermujer
¿o persona responsable en su proceso de formación profesional y humana? La persona responsable es aquella que cumple con sus obligaciones y pone cuidado y atención en lo que hace o decide. Son muchas las responsabilidades que ahora recaen sobre el docente. La atención a la diversidad en algunos momentos nos supone gran carga y tensión porque hay muchas diferencias de nivel en nuestras aulas, los recursos cada vez son menos y las dificultades de aprendizaje y sociofamiliares de nuestros a alumnos cada vez son mayores … sabiendo esto y compartiéndolo en el día a día voy a ir perfilando los rasgos que os propongo han de definir al docente del siglo XXI
El profesor ha de tener titulación y conocimiento suficiente de la materia que va a impartir. Deberá seguir ampliando y actualizando sus conocimientos a lo largo de su vida profesional tanto los específicos de la materia que imparte como las nuevas estrategias o formas de transmitir el conocimiento, las nuevas tecnologías, etc. Es necesario que conozca los rasgos evolutivos propios de la edad de sus alumnos para poder entender algunas de sus situaciones y detectar posibles dificultades de aprendizaje. Ha de tener formación en el trato y atención a las familias.
Hablo de entusiasta y entregado para sustituir al término “motivador”. En algunos momentos esta última palabra se ha utilizado indicando que el profesor debería ser una mezcla entre un mago y un payaso: mago porque con su varita mágica debe hacer que los alumnos se interesen por la asignatura y payaso en el sentido de que consigue que se diviertan y hace las clases amenas. Para que no pensemos en esto al leer la palabra motivador, la he cambiado por entusiasta y entregado. Considero que quién realmente disfruta de lo que hace y se implica vitalmente en ello es quién es capaz de ilusionar o de motivar a aquellos con los que está, en este caso a sus alumnos.
Autoridad afectiva y efectiva: La disciplina bien entendida favorece el ambiente donde se da un crecimiento sano y relaciones que permiten crear vínculos. Hay que llevarla a cabo de una manera consciente y respetuosa. El respeto ha de mantenerse como referente por parte del docente. Habrá que saber establecer los límites en el aula a la vez que fortalecer los vínculos con sus alumnos. Saber combinar exigencia y afecto.
El maestro ha de ser paciente. La atención a la diversidad supone adaptarse a los distintos ritmos de nuestros alumnos, unos terminan rápido las tareas, otros no las comprenden fácilmente; unos se comportan adecuadamente en el aula otros presentan alteraciones de conducta … hemos de apoyar de manera constante y serena a unos y a otros. Establecerá un clima en e aula que favorezca actitudes de confianza, autoestima, respeto, curiosidad y placer por el estudio, fortalecerá la autonomía personal de cada alumno.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la virtud de quien sabe tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que a las cosas que no dependan estrictamente de uno hay que darles tiempo. Ser paciente supondrá saber que hay que sembrar sabiendo que tal vez los frutos los recojan otros más adelante y por ello no desfallecer o dejar de creer en la capacidad de crecimiento y cambio de las personas.
Trabajo en equipo: La formación del alumno se concibe en la actualidad como una tarea multidisciplinar. Son distintos los agentes que intervienen en el aula. Ha de haber acuerdos y comunicación fluida entre el profesorado que incide en cada clase. También ha de haber comunicación adecuada con la dirección del centro. Del mismo modo en algunas ocasiones se requiere la colaboración con el orientador, el profesor terapeuta, el profesor de audición y lenguaje o profesionales externos que inciden en el alumno. Del mismo modo la transversalidad de algunos aprendizajes hace que sea imprescindible la coordinación con profesores del área que impartan clase en cursos diferentes.
El trabajo en equipo requiere capacidad de escucha, de diálogo, disposición para colaborar y alcanzar consenso, respeto a la opinión de los otros.
La creatividad es la capacidad para modificar o transformar el mundo, de generar nuevas ideas o conceptos o nuevas asociaciones entre los ya conocidos. El profesor creativo usa las tecnologías como un medio útil para conseguir un fin pero de forma simultánea con métodos efectivos hasta ahora, adaptando unos y otros para crear una nueva forma de docencia.
El docente creativo, modifica su entorno, lo adapta en su beneficio y en el de sus fines. Fruto de ese ejercicio en su mente nacen nuevas técnicas y materiales cuya versatilidad le permite apoyarse en diferentes plataformas, aplicaciones o prácticas. Podrá realizar planteamientos didácticos novedosos o interesantes.
El docente creativo, conoce al alumno, le saca una sonrisa, promueve su participación y fomenta su creatividad
El docente tiene que saber diseñar, organizar y poner en práctica estrategias y actividades adecuadas al nivel académico y de desarrollo de sus alumnos. Habrá de tener en cuenta el entorno sociocultural y familiar de los mismos. Tendrá que adecuar el ritmo de aprendizaje de manera que pueda alcanzar los objetivos marcados en la etapa. Deberá estructurar las unidades didácticas. Si pensamos en planificación, pueden venir a nuestra mente una serie de términos relacionados: proyectos, programas, planes, contenidos, cronogramas, actividades y evaluaciones. Debemos tomar decisiones sobre estas cuestiones para organizar la propuesta a partir de los fundamentos, los objetivos, la metodología, los materiales y la evaluación.
La mentalidad del docente ha de ser abierta. Tiene que respetar y valorar su propia cultura pero también estar abierto a conocer otros puntos de vista, otras culturas. La postura de apertura ayudará a ir aprendiendo de la experiencia. Apertura y reflexión se complementan ya que ésta última nos ayudará a evaluar el propia aprendizaje y las experiencias lo que favorecerá el conocimiento de las capacidades y limitaciones propias y posibilitará estar en constante proceso de desarrollo personal.
Si nos mostramos abiertos, tolerantes y respetuosos ante nuestros alumnos, ellos también irán aprendiendo a comportarse de este modo ante los otros.
Por último enumero algunos rasgos que también son importantes:
Estar informado, pendiente de los acontecimientos que ocurren en el mundo y dispuesto a relacionar el aprendizaje en el aula con el mundo que nos rodea.
Ha de poseer habilidades de pensamiento crítico dentro del marco de la ética profesional.
Debe actuar de modo íntegro y honrado, rigiéndose por un profundo sentido de la justicia y ecuanimidad.
Solidario, mostrando empatía hacia las necesidades y sentimientos de los demás.
Audaz, porque va a tener que afrontar situaciones imprevistas con sensatez y determinación.
Es importante el autocuidado personal que favorezca el desarrollo de un equilibrio emocional y una madurez que permitan un adecuado desarrollo de su desempeñe profesional.
Tras explicar uno a uno los rasgos que os he propuesto, abro de nuevo un turno de palabra para que quién quiera pueda aportarnos algún rasgo que añadiría a los ya expuestos.
Recordemos el inicio de nuestro encuentro … tenemos en nuestras manos la preciosa tarea de educar, de acompañar procesos, de contribuir a la formación de personas. Tengamos conciencia clara de que dejamos huella … elijamos, empeñémonos en que esta huella sea un precioso, humilde y respetuoso paso por la vida de nuestros alumnos.