Practicar deportes como el baloncesto proporciona numerosas ventajas para las personas con discapacidad intelectual, como mejorar las habilidades sociales, controlar problemas de salud, aumentar la autoestima y la capacidad motora. Sin embargo, cuando se practica baloncesto con este grupo, es importante controlar el esfuerzo físico y mantener una alta motivación evitando reproches que puedan afectar su baja autoestima.