Investigadores de la UNLP buscan desarrollar un método para obtener quitina a partir de los residuos de la industria pesquera utilizando enzimas en lugar de tratamientos químicos, con el fin de minimizar el impacto ambiental y generar subproductos como proteínas y antioxidantes. El proceso involucra encontrar bacterias autóctonas que descompongan las proteínas de los residuos para obtener quitina. Esto permitiría aprovechar los 76 mil toneladas anuales de residuos generados en Argentina y producir compuestos de alto valor como
1. Desechos pesqueros para
disminuir la contaminación
ambiental
Desde los laboratorios de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en Argentina,
explican que tras la extracción de la parte comestible de los crustáceos -camarones,
langostinos, cangrejos, entre otros- se genera un residuo sólido formado en su mayoría
por los exoesqueletos. En la actualidad, esos restos son descartados en basurales
municipales y en otros casos directamente sobre la costa marítima, lo que origina un serio
problema a nivel ambiental.
Para tomar dimensión del volumen de residuos existente es necesario tener en cuenta
datos de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. El organismo
informó que el desembarco de crustáceos en las costas argentinas en 2014 fue de
alrededor de 130 mil toneladas. El mayor porcentaje de captura corresponde al
langostino, seguido por la centolla y el camarón. A estas tres especies debe sumarse la
incipiente captura de cangrejos por flotas artesanales que representa cerca de 2 ton/mes.
La cantidad de residuo sólido generado del procesamiento de estas especies depende en
parte del rendimiento cárnico de cada crustáceo, siendo éste del 35-40% para langostinos
y camarones y del 50-60% para el caso de cangrejos y centollas. Así, a partir de los
valores de captura antes citados y, con la suma de un porcentaje estimativo de captura
por asociaciones de pescadores artesanales, la cantidad de residuo sólido generado a lo
largo de las costas del país asciende a 76 mil toneladas por año.
Ivana Cavello, investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones
Industriales (CINDEFI), dependiente de la UNLP y del Conicet, explicó a Argentina
Investiga que el estudio tiene como objetivo buscar un método de obtención de quitina (un
carbohidrato que forma parte de las paredes celulares de los hongos, del resistente
exoesqueleto de los arácnidos, crustáceos e insectos y algunos órganos de otros
animales, con múltiples propiedades en la biomedicina, en la agricultura, en la industria
alimenticia, etc.) a partir de residuos de crustáceos basado en el uso de enzimas. Se
busca así minimizar los efectos de los tratamientos químicos tanto sobre la calidad de la
quitina, como sobre el medio ambiente.
2. Detalló además que “se han buscado y seleccionado microorganismos autóctonos
capaces de crecer sobre el residuo de los crustáceos a expensas de las proteínas
presentes en él, dando origen a un material desproteinizado del cual se obtendrá la
quitina y un hidrolizado proteico que podría ser utilizado en formulados alimenticios como
fuente de proteínas y de antioxidantes naturales”.
Por su parte, el director del proyecto, Sebastián Cavalitto, destacó que “también se trabajó
con muestras provenientes del Parque Nacional de Tierra del Fuego con la finalidad de
encontrar microorganismos adaptados al frío para reducir los costos de energía utilizados
en el proceso del tratamiento del residuo”.
“Dentro de este proceso, se han encontrado varias cepas bacterianas con las
características buscadas y actualmente se están estudiando los hidrolizados proteicos
obtenidos en términos de sus propiedades oxidantes y la presencia de enzimas de interés
biotecnológico”, sostuvo Cavalitto.
El grupo de trabajo considera indispensable plantear una potencial solución al problema
ambiental causado por la contaminación orgánica proveniente de la disposición de los
desperdicios del procesamiento pesquero. “La demanda de nuevos procesos amigables
con el ambiente impulsa a dirigir nuestros esfuerzos para trabajar en un nuevo concepto,
una mirada productiva sobre los desechos de estas grandes industrias que permita
valorarlos como fuente de productos de alto valor agregado e interés en el mercado
mundial”, remarcó Cavello.
3. Por su parte la estudiante de la licenciatura de Biotecnología y Biología molecular, Ivana
Sinigoj, parte del equipo de investigación, explicó que “a partir del material
desproteinizado, se generará la quitina y eventualmente también el quitosán que serán
caracterizados y comparados con los que encuentran en el mercado”.
La quitina y el quitosano encuentran múltiples aplicaciones en áreas como la biomedicina,
en la agricultura y las operaciones post-cosecha, en el tratamiento de aguas residuales, la
industria cosmética, la industria alimenticia y algunos tipos de plástico biodegradables,
etc. Por ejemplo en la agricultura entre las aplicaciones más comunes se encuentra el
recubrimiento de semillas con películas de quitosano para su conservación durante el
almacenamiento, sistemas liberadores de fertilizantes y como agente bactericida y
fungicida.
Por otro lado, en el área medicinal, se emplean para la producción de suturas quirúrgicas,
producción de gasas y cremas bactericidas para el tratamiento de quemaduras. Una de
las áreas más importantes de aplicación es en el tratamiento de efluentes. Se utiliza como
coagulante primario para aguas residuales de alta turbidez y alcalinidad como floculante
para la remoción de partículas sólidas y para la captura de metales pesados y pesticidas
en soluciones acuosas. En la industria cosmética se los usa en la fabricación de cápsulas
para adelgazar, como aditivo bactericida en jabones, champús, cremas de afeitar, etc.
Asimismo, en la industria alimenticia se aplican en la eliminación de colorantes como
exaltador del sabor, antioxidante, emulsionante y aditivo de alimentos para animales y,
por otro lado, en el campo de la biotecnología en la inmovilización de enzimas y células,
para la separación de proteínas y recuperación celular.
Es importante destacar que el plan de trabajo realizado sobre estas líneas de
investigación, con el título de “Recuperación de compuestos bioactivos con potenciales
aplicaciones tecnológicas a partir de residuos de la industria pesquera por medio de
tecnología enzimática”, fue galardonado con el premio INNOVAR 2014 en la categoría
“Universidad”, en el Concurso Nacional de Innovaciones y recibió además una mención al
mejor trabajo de investigación en el Tercer Simposio Argentino de Procesos
Biotecnológicos. (Fuente: Argentina Investiga)