Resulta que en todos los tiempos, exceptuando los breves periodos del más alto resurgimiento, la industria inglesa debe tener una reserva de obreros desocupados para poder, en los meses de mayor actividad, producir en el mercado la cantidad de mercancías requeridas. Esta reserva es más o menos numerosa, según que las condiciones del mercado ocasionen una mayor o menor ocupación de la misma. Y si también en la época de mayor resurgimiento del mercado, por lo menos de tiempo en tiempo, los distritos agrícolas. Irlanda y las ramas de la industria menos sujetas al resurgimiento, pueden suministrar un número de trabajadores, estos, por un lado, forman todavía una minoría, y pertenecen, por otro lado, a la reserva, con la única diferencia que cada resurgimiento les muestra que también pertenecen a ella.
Los trabajadores sin pan, cuyas fábricas fueron cerradas, cuyos patrones no podían darles ningún trabajo, estaban en la calle en grupos y reclamaban ayuda de los transeúntes; pero no pedían rogando, como hacen en general los postulantes, sino amenazando con su número, con sus gestos y sus palabras. Esto sucedía en todos los distritos industriales, de Leicester a Leeds y de Manchester a Birmingham. Aquí allá, estaban desordenes aislados, como los que ocurrieron en julio por obra de los obreros olleros de Staffordshire del norte; el más peligroso fermento dominaba entre los trabajadores, hasta que estallo en agosto una insurrección general de los distritos industriales. Cuando a fines de noviembre de 1842, estuve en Manchester, una muchedumbre excitada de desocupados andaba todavía en las calles y muchas fábricas estaban a poco los parados no voluntarios, y las fábricas fueron reabiertas.
Durante la crisis, el número aumenta, naturalmente, de modo considerable y la miseria crece al más alto grado. Tomemos, por ejemplo, la crisis de 1842, que, fue también la más violenta, por ser la última, puesto que la intensidad de la crisis creció en cada recuperación, y la próxima, que aparecerá en 1942, será, según todas las apariencias, más violenta y duradera. Durante la crisis de 1842, por lo tanto, los derechos de los pobres; de esta manera que las tasas solas formaban el 40 por ciento del importe de los alquileres de toda la cuidad: además, calles enteras eran desocupadas, habían 20.000 habitantes menos de los que solían habitarlas y se encontraba escrito en las partes de las casas vacías.
RETO MES DE ABRIL .............................docx
La competencia
1. Universidad Autónoma del Estado de México
Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl
Alumnas:
•Aguilar Hernández Josseline
•Rodríguez García Vianey Monserrat
•Lourdes García Calderón
Lic. Educación para la Salud
Matutino
8° semestre
Materia: Estratificación, Desigualdad y Movilidad
Social
Profesora: Camila Pereira
LA
COMPETENCIA
2. LA COMPETENCIA
La competencia es la expresión
mas completa de la guerra de
todos contra todos, dominante
en la moderna sociedad
burguesa. Esta guerra, guerra
por la vida, por la existencia,
por cada cosa, por lo tanto, en
caso de necesidad, una guerra
de vida o muerte.
La competencia no existe
solamente entre las diferentes
clases de la sociedad, si no en
los particulares individuos, cada
uno le estorba a otro y cada cual
busca suplantar a aquellos que
están en su camino.
3. El proletariado no tiene
apoyo; no puede vivir por si
mismo ni un solo día.
El proletariado es el
esclavo de la burguesía.
Ella puede disponer de su
vida y de su muerte. Le
ofrece los medios de
subsistencia, pero por un
equivalente, por su trabajo.
Hermosa libertad, al
proletariado no le queda
otra elección que suscribir
las condiciones que le
impone la burguesía, o
morir de hambre y de frio.
4. Ahora se habla sobre la reciproca
competencia de los proletarios. Si
ellos hubieran expresado
solamente su voluntad de morir
de hambre antes que trabajar
para la burguesía, esta tendría
que desistir de su monopolio.
Esta competencia de los
trabajadores es solo una barrera,
ningún trabajador querrá trabajar
por menos de lo que es
necesario para su subsistencia;
preferirá, de buena gana, morir
de hambre de ocio que
trabajando.
5. La barrera del salario mínimo.
En la familia donde todos trabajan, la
burguesía se ha aprovechado para
rebajar brutalmente el salario, con la
ocupación y explotación de mujeres y
niños
El salario mínimo es establecido por la
competencia entre los burgueses, ya que
la competencia existe también entre
ellos. El burgués puede engrosar su
capital solo mediante el comercio y la
industria, y para los dos tiene la
necesidad de los trabajadores.
El salario medio.
Aquí si ni los capitalistas ni los trabajadores tienen una razón especial para
hacerse reciproca competencia, si los trabajadores están justamente en la
cantidad necesaria para ser ocupados todos en la fabricación de las
mercaderías requeridas, el salario, entonces, aumentara algo mas del mínimo.
6. Adam Smith tiene completa
razón cuando plantea que “la
demanda de trabajadores, así
como la demanda de cualquier
otro artículo, regula la producción
de trabajadores: la cantidad de
hombres engendrados, acelera
esta producción si ella marcha
lentamente, la afloja si crece con
demasiada rapidez.
Malthus lleva a sus últimas
consecuencias la afirmación de
Smith, tiene razón cuando afirma
que siempre hay una población
superflua, que en el mundo siempre
hay demasiados hombres, se
equivoca cuando afirma que hay
más hombres que los medios de
subsistencia existentes para
alimentarlos.
7. Un fabricante puede ocupar diariamente diez obreros por
nueve horas, pero los obreros trabajan 10 horas por día,
ocupará solamente 9 y el décimo quedará sin pan. Si el
fabricante, cuando la demanda de brazos no es muy grande ,
puede obligar a los nueve obreros, con la amenaza de
despedirlos, a trabajar por el mismo salario una hora más.
10. POBLACIÓN
¨Súper
numeraria”
Población que mediante la
mendicidad y los hurtos, la
limpieza de las calles, la
recolección de estiércol, los
viajes con carritos y asnos o
con trabajitos de ocasión
sobrellevan una miseria
existencia.
11. Superfluos
Se refugian en el oficio de
reventa. Especialmente el
sábado a la tarde, cuando
toda la población
trabajadora esta en la
calle, se ve una multitud
que vive de eso.
Cuenta el reverendo W. Champney,
predicador en el distrito oriental de
Londres, aparecen todas las mañanas
de invierno, antes de despuntar el día,
centenares de pobres, que en la
esperanza de obtener trabajo, esperan
que se abran las puertas y si los mas
jóvenes , fuertes y conocidos son
empleados, centenares de restantes,
abatidos por la esperanza retoman a sus
pobres habitaciones.
12. Durante una crisis,
el numero de
pobres aumenta,
naturalmente, de
modo considerable
y la miseria crece al
mas alto grado.
Los trabajadores sin
pan, cuyas fabricas
fueron cerradas, cuyos
patrones no podían
darles ningún trabajo,
estaban en la calle,
mendigaban, solos o
en montón, asediaban
la calle en grupos y
reclamaban ayuda a
los transeúntes: pero
no pedían rogando,
sino amenazando con
sus gestos y sus
palabras
Los derechos
para los pobres
no bastan para
nada; la
generosidad de
los rico es una
gota en el mar y
su efecto se
pierden un
momento: la
vagancia
13. ¿ Qué le queda a esta gente, si no encuentra
trabajo y no quiere sublevarse contra la
sociedad?