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Franco Villegas
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Roberto Villegas
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Dedicado a
Mi esposa
María Elena Gutiérrez
A mis hijos
Franco Fabián Jesús
Lorena Tamara Isabel
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20 Meses en el Ejército del Perú.
Promoción 1,988
En mi colegio de secundaria en ese entonces EL NACIONAL MIXTO DE ANCON, mis
compañeros de aula, me decían, Villegas ya estas frito tú te vas al ejército y yo les
respondía que no, porque tenía vara mi tía trabaja en el ministerio de defensa y a través de
ella me van a arreglar mis documentos, jajajaja se reían, y yo decía a mis adentros, que
me queda por decir.
¿Por qué no te inscribiste en la marina? allí son pocos los que hacen servicio militar, yo ya
no respondía, así que me toco el día que tenia asistir al examen médico y me presente en
el cuartel del ejército Simón Bolívar en el distrito de Pueblo Libre, mi mama ya había
pasado por una angustia similar, debido a que mi hermano mayor José Luis, ya había
hecho servicio militar pero en la Fuerza Aérea del Perú (FAP), el ejército es otra cosa y mi
madre me infunde el miedo y le dije mejor tomare una pastilla para los nervios y así voy
más tranquilo, así que nos fuimos mi mama con mi hermana menor Fresia (la mimi) al
cuartel, mi mama nerviosa se pone a llorar yo le digo mama entro y salgo.
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
Entre al cuartel y le explicó al que estaba en la puerta que me presentaba para el examen
médico así que me dice, visto la cola, si respondí, allí es.
Me fui a la cola y allí empezó todo
Haber señoritas las que no quieren hacer servicio militar, no saben el orgullo que se siente
servir a la patria, pero ustedes no quieren hacer servicio militar, hagan fila acá, me
presento ante el médico y me empieza a preguntar, ¿has tenido? tuberculosis, respondí,
no, cirrosis, no, esta enfermedad, no, esta otra, no, esta otra, no, y así se tornó el examen
médico, súper efectivo y veraz, pasaba uno y otro, al igual que yo, así fue el examen
médico.
Así que llega la hora de separar los legajos o folios, el mío estaba en una columna distinta
a otra, así que pensé debe de ser los ENVARADOS, ¡oh error mío! En ese momento llega
el comandante YATACO, pinche buey, ya que con él hable para recibir mi boleta militar,
por que la amiga de mi tía Ana, era su secretaria dicho sea de paso muy linda su hija, me
fui a la casa de ella que quedaba en la calle Húsares de Junín en Pueblo Libre, a las 8 am
en punto y entre a su casa, salió ella, muy simpática la señora, pero la hija ufff, terrible
tendría mi edad y bajo en bata de dormir transparente, yo no sabía dónde mirar porque se
veía todo y estaba sin brasier, además, era muy bonita, yo sorprendido y ella ni me miraba,
no me importa yo solo la veía.
Así que esa mañana nos fuimos a la oficina del comandante Yataco y me pregunta el
comandante, que quieres hijo INAPTO o NO SELECCIONADO, que significa cada uno
respondí muy firme como los militares y me explica si te pongo inapto no podrás postular ni
siquiera a la policía menos a los militares y no seleccionado, es solo, no seleccionado.
Elegí NO SELECCIONADO, en mi boleta verde decía NO SELECCIONADO
Regresando a la fila, el COMANDANTE YATACO le dice al Doctor, hemos tenido una baja
de 500 hombres en zona de emergencia, requiero por favor 500 efectivos más, para el
reemplazo, está bien comandante le responde el Doctor, y veo como pone las manos en
los legajos de los ENVARADOS, y los junta con los otros y dice.
¿QUIEN DICE QUE LOS ENVARADOS NO PUEDEN HACER SERVICIO MILITAR?
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
Mire y me dije, yo me quedo, no dije nada no pregunte nada, se me acerca un muchacho
alto fornido y me pregunta ¿señor esta es la fila para los que se van a la calle?, quien te a
dicho eso, el señor que esta con su fusil allá, no amigo le respondo ya no hay fila para los
que se van a la calle, no puedo quedarme yo trabajo para alimentar a mi madre y mis
hermanitos, se pone a llorar, se da cuenta un soldado este se acerca a nosotros y le
pregunta ¿qué te pasa?, señor es que yo no puedo hacer servicio militar, por que
mantengo a mi madre y a mis hermanitos, así que el soldado le dice, pues que trabaje tu
mama ahora, no puede está enferma señor, bueno entonces tus hermanos, es que son
pequeños, entonces tus tíos, tus primos, quien sea, porque tu no sales de acá, y peor se
pone a llorar, le dice maricon como lloras mira al flaco que está delante tuyo y ni siquiera
se pone a llorar como tú, ¡soldado venga!, llamando a otro, se lo regalo. hasta allí no sabía
que significaba eso, pero se lo llevaron ¿a dónde? ¿No sé? pero esa persona que estaba
delante de él era yo.
Suban al camión que nos vamos a la casa, ellos se reían, yo me senté en el camión, con
destino ni sabía, nunca dicen algo, así que nos llevaron a un cuartel, nos hicieron bajar,
hagan fila ven esta bandeja se llama GAMELA, tomen sus gamelas para que tomen su
desayuno tienen 30 minutos para comer, todos éramos de la misma edad y muchos
estaban llorando, otros no y otros como yo resignados a la suerte, comimos con la misma
ropa que teníamos, en el cuartel estuvimos 5 días sin bañarnos ni cambiarnos, pero la
primera noche fue la más terrible, no habían suficientes camas o literas, todas de 1 plaza y
colchones que apestaban a todo porque eran de espuma plástica y el forro ya no lo tenía,
así que eran nauseabundos los olores, el cansancio del día nos ganaba y nos hicieron
juntar las literas, para que por lo menos tratemos de dormir en una cama, calculo que
éramos como 100 personas, nos metieron a todos en una cuadra (dormitorio), y a dormir
obvio todos trataban y muchos no podían de repente grita un compañero, ¡está lloviendo!
Otro le dice, ¿cómo sabes? es que me está cayendo agua, imbécil como va a llover si
estamos bajo techo, entonces el que está arriba se está orinando, todos nos despertamos
por el ruido y nos hicieron levantar de las camas, a ver dónde está el meón habla
sarcástico el soldado, el pobre tipo no despertaba estaba profundamente dormido, que
estaría soñando, lo despertaron a la fuerza y ¿qué pasa?, todos a reír, bájate perro
(recluta) así que tú te orinas en la cama, él responde, si señor eso me pasa a mi desde
niño, si sabias eso porque no te acomodaste abajo de la litera, bueno pues acá ya no eres
un niño y aprenderás a ser un hombre, para ranas un (uno) dos, nadie sabía nada, nos
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
miramos las caras sin saber qué hacer, así que nos va enseñando, cuando te dicen para
ranas un dos, tú te pones en posición de cuclillas, y empiezas a saltar y todos responden
tres cuatro, ¿ENTENDIERON? sí señor, por allí decían por allí con palabras inentendibles
¿NO ESCUCHO? dijo, cuando alguien les diga entendieron ustedes tienen que responder
SI SEÑOR pero como hombres no como señoritas, así que no los escucho,
ENTENDIERON, y todos respondimos SI SEÑOR, al parecer van a hacer buenos
soldados, entonces para ranas un dos, bueno con la práctica se responde a una sola voz
pero salió trees cuaatro, ¿QUIERO 10? Otra vez nos miramos, cuando alguien les diga
quiero 10 o más ustedes responden, VAMOS, COMO HOMBRES, quiero 50 y ya nadie
quería responder, así que son chistosos, ahora quiero 100 escucharon por cada vez que
no respondan subiré mas, y por allí se escuchaba VAMOS.
A contar, significaba que teníamos que contar en voz alta, no escucho empiecen de nuevo
a contar 1 2 3 4, esperen, esperen, esperen, no se levanten no les he dicho que se
levanten, todos tienen que contar al mismo tiempo, otra vez 1 2 3 4 5 6 7 8 9 no, no, no,
no, no escucho bien y menos una sola voz, empiecen de nuevo hasta que aprendan.
Pero en el servicio militar hasta que no te pongan en la lista de los efectivos sigues siendo
un civil y a los civiles no se les puede maltratar mucho, poco nomas.
Nos levantaban a las 4 am a limpiar la cuadra, a sacarle brillo al piso, con un cepillo o
escobilla para lavar ropa, hasta las 6 am, de allí a la fila para ir a la cancha al patio
principal para la formación, se cantaba el himno y el que hablaba adelante era un oficial y
formaban todos, oficiales, técnicos, suboficiales y tropa.
Luego de hablar coordinar y demás, se retiraba el oficial, despidiéndose de la tropa y se
partía, primero una columna de izquierda a derecha, todos en fila al comedor para tomar
desayuno, así que nosotros todos nos moríamos de hambre, por los ejercicios, no sé pero
daba un hambre terrible, llegábamos a la fila agarrábamos la gamela y nos daban una taza
o tazón de leche, pero creo que la vaca estaba flaca y desnutrida, porque la leche era muy
transparente, dos panes, nada más, a medio terminar nos hacían parar, a ver señoritas ya
comieron a levantarse, nos llevaban a correr alrededor del cuartel, hasta allí nadie sabía
dónde estaba, no nos querían decir, luego de los ejercicios a hacer jardinería, limpiar el
cuartel que es enorme.
A bañarse pero nadie tenía jabón toalla ni nada, por allí alguien pidió prestado, al vernos
tan maltrechos con ropa sucia sucios completamente, les dábamos pena, menos tenia
alguien toalla, era el mes de Junio, corría mucho viento, no hacía mucho calor, pocos
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
lográbamos bañarnos, llega un soldado para sacarnos de las duchas, ¿haber ya
terminaron? todavía señor, no soy señor, soy SARGENTO, ya salgan todos, pero falto yo,
decían algunos, salgan, salgan, si nos estuvieran atacado ya los hubieran matado a todos,
salgan, todos salíamos mojados y nos habíamos colocado la misma ropa encima sin
secarnos, a almorzar, otra historia más.
Fila, columna, un dos y todos corríamos para alinearnos, pero antes de comer vamos a dar
una vueltitas al cuartel, a cantar, otra vez a transpirar.
Todos los hombres tenemos
Repitan
Todos los hombres tenemos
En el pecho la alegría
Y dos cuartas más abajo
El cañón de artillería
1 2
Respondan
3 4
Jajá nos reíamos todos pero cantaban con otro espíritu ya estábamos dentro que
podíamos hacer, había que acostumbrarse, se dice en el ámbito militar, RESIGNACION Y
VALOR.
Nos fuimos a almorzar, todos a la fila y tiene 10 minutos para terminar de almorzar, la
comida una desgracia, olía súper mal, era pescado que se desasía cuando uno trataba de
agarrarlo con el tenedor, el pescado estaba descompuesto, pero el hambre era más
grande, yo me comía la comida de mi compañero que no podía comer, de repente se
acerca otro sargento a un recluta que parecía estar y no estar allí, le dice abre la boca y
cierra los ojos, le introduce las pepas de un ají, cierra la boca, el pobre tipo se quedó
parado allí sin hablar sin hacer nada, pásatelo le dice, se lo paso y se pone rojo pero sin
hacer un solo movimiento.
Que le pasaba a ese pobre muchacho, era orate, después de 15 días lo sacaron, después
había otro que escupía sangre, el que se orinaba también era otro orate, a veces estaba a
veces estaba fuera de si, no hablaba, solo botaba saliva de su boca, así que nos dieron
uniformes, nuestra ropa civil estaba sin lavar hacía varios días, yo me presente al examen
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
médico con un jean viejo, una camisa manga larga a cuadros que ya tenía sus años, no
tenia chompa o casaca, esa ropa solo servía para la basura, nada más.
Nos fuimos todos contentos a formar para el almuerzo con nuestro uniforme nuevo, era el
uniforme de faena o el que se usa dentro del cuartel, de color verde caqui, ya tenía en ese
momento como 15 días en el cuartel, una tarde pasan volando por nuestras cabezas
gaviotas, bueno allí ya sabíamos dónde estábamos, pero yo no conocía el lugar, al pasar
las aves todos miramos al cielo y uno de mis compañeros le dio un ataque epiléptico, se lo
llevaron al tópico, luego de 2 días lo veo cuando se dirigía a la puerta de salida del cuartel
REAL FELIPE DEL CALLAO, le pregunte ¿qué te paso? el me comento que ya sabía que
era epiléptico pero como no tenía dinero para el tratamiento creyó que el ejército lo podría
tratar y curar, pero el ejército solo asume una responsabilidad cuando la enfermedad es
después de 3 meses y que dicha enfermedad fuese creada dentro, en fin a mi amigo le
dieron de baja.
Cuando ya te dan uniforme ya eres considerado un militar con calificación, los 3 primeros
meses ¨perro¨, pasas al mando de un SARGENTO SEGUNDO que es EL MONITOR, este
te instruye los 3 meses, además debe de protegerte todo el tiempo cuidando que nadie
ejerza sobre su compañía o pelotón a cargo algún castigo, casi siempre es un sargento
segundo, máximo rango en el servicio militar en tiempo de paz, no sucede lo mismo
cuando se hace el servicio militar en zona roja o de emergencia, los grados o ascensos en
dicho caso son distintos, uno puede llegar al grado de sargento primero, este grado es el
máximo, o se puede obtener cuando uno continua el servicio militar luego de su periodo
establecido, el tiempo estipulado era de 24 meses, este grado es sin escuela, llamados
SARGENTO PRIMERO O ASIMILADO, en mi compañía había un sargento primero que
tenía como 35 años o más, no recuerdo el sueldo que ganaba, lo que si sabía es que el
oficial siendo alumno ganaba un sueldo mínimo, no podría hacer un comparativo en el
caso del sargento primero tomando en cuenta que a esa edad uno ya tiene familia que
mantener.
Un grupo de 40 o más, fuimos asignados a la compañía CONDOR o compañía C al mando
del sargento segundo Munaico ¨el tanque¨ le decían, bruto el desgraciado, toda su
promoción de Munaico había llegado de zona de emergencia, en Ayacucho, eran 12
meses más antiguos que nosotros, a todos los que fueron antes que uno se les dice MI
ANTIGUO los que no tienen rango o son clase, el reclutamiento era cada 6 meses, había
uno que era medio loco y ese medio loco también era monitor de nosotros de apellido
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Autor
Roberto Villegas
Ugaz, pero no participaba mucho, era chofer de los camiones ya luego me entero que él
tenía como 22 años y él se recluto solo, y el que se orinaba era su hermano menor, estaba
corrido de la justicia civil era lo que se comentaba, vivía en el Callao muy cerca del puerto,
a veces le daba su locura y se ponía a gritar solo, entonces empieza las historias de lo
ocurrido en zona de emergencia, resulta que había uno que tenía una cicatriz de una bala
en un hombro, y su propio compañero le disparo, por error, en pleno enfrentamiento, el
soldado muy superado por que él que le disparo estaba y dormía en la misma cuadra.
El sargento Munaico nos hacía llorar de dolor, por el exceso de ejercicios, todo el día
corríamos, ranas, planchas, canguros, polichinelas, barras, pista de combate y marchar,
marchar y por ultimo seguir marchando.
A las 8 pm la última formación en el patio principal y todos los de mi promoción se dormían
parados y hacia frio, porque hasta allí no nos habían entregado un abrigo para soportar el
frio, solo teníamos, camisa manga larga, pantalón y las botas, nos faltaba el capotin, un
saco de felpa muy grueso que ya luego nos dieron a todos.
Así que tropa !!!!!!!!!!!!ATENCION!!!!!!!!!!!!!!!
PARA RANAS un dos
PARECE QUE TIENEN SUEÑO
3 4 respondíamos
Quiero 20
VAMOS respondíamos todos
1 2 3 4 5 6 7 hasta 20
Sargento que se vallan a dormir todos
Despidiéndose el oficial de turno al mando del batallón
Compañía C (cóndor) ¡¡¡ATENCION!!!
Vamos a descansar, en orden caminen
Así que nos íbamos a dormir recién a la cuadra que nos correspondía, una cuadra que
media como 500 metros cuadrados, súper grande, nos acomodaron a cada uno, tu acá, así
hasta terminar con todos, pasaba el teniente de guardia para que apaguen las luces, así
que todos a dormir, por allí se escuchaba un cuchicheo, ¡¡silencio!!
Perros despierten, en silencio, empezaban a patear a cada uno para que se levanten, no
sabíamos la hora, no sé si paso 30 minutos o 2 horas, para ranas 1 2, ¿tienen sueño?
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
Si señor haber, haber, por ese que tiene sueño todos se mojan, porque ustedes saben que
cuando llueve todos se mojan, así que quiero 20, vamos 1 hasta 20, atención, les vuelvo a
preguntar ¿tienen sueño?
No, se escucha por allí.
Ósea que les gusta hacer ejercicios, entonces para ranas 1 2
Vamos
Quiero 20 más
Así nos tuvieron no sé cuánto tiempo, perros no hagan ruido, a dormir perros a dormir,
todos nos acostamos y nuevamente despierten perros tienen que limpiar, eran las 4 am, a
todos les han dado escobillas para lavar sus ropas, con la escobilla quiero que hagan una
fila y cada uno en cuclillas a limpiar, y el que pone la rodilla al suelo será castigado y otra
vez, CUANDO LLUEVE TODOS SE MOJAN.
Quiero solo escuchar que están limpiando, y te patean y te golpean, claro que no muy
fuerte pero uno esta somnoliento, hasta las 6 am
¡¡¡ATENCION!!!
A FORMACION
Todos a paso de trote, 1 2
3 4 corriendo, los 5 últimos castigo
Y así todos los días correr, marchar, ejercicios por todos lados, pasar por la pista de
combate, nos aventaban tierra a la cara, diciéndonos que así es en la guerra, con un fusil
modelo MAUSER, ese armamento lo usaron en la guerra de Independencia, con un peso
de aproximadamente de 6 a 7 kilos, era armamento para hacer los ejercicios, o para luego
realizar la formación, es armamento obsoleto o de lujo, nos ponían en la nuca y a ranear,
canguros, para todos lados.
Haber tu sabes marchar y a marchar, como a las 16.00 horas daban un tiempo de 1 hora
libre, hasta allí todavía no había pasado 1 mes, y ya nos decían que se venía la visita y al
primero que veamos llorando toda la cuadra paga, quiero que se comporten como
hombres.
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Bueno pues llego el primer domingo y me fue a visitar mi hermano mayor Juan Carlos y me
dice, hola como te va, bien le digo yo, porque estaba contento que mi hermano haya ido,
bueno me dice, te vamos a sacar de acá, porque le dije ¿Cómo que por qué? Mi mama
está mal, llora porque tú estás acá.
Así y quien me ha preguntado si quiero salir.
Mira Carlos yo estoy acá y mi mama está en la casa y yo he decidido quedarme, eso es
asunto mío.
Siempre has sido así tú, eres tan radical para tus decisiones, se fue echando chispas,
problema de él.
Habrá estado 30 minutos y se fue, me sentí muy mal ¿Por qué a mí no me preguntaron?
En fin mi hermano siempre fue así y lo seguirá siendo, eso es parte de él.
Llego el segundo domingo y lo mismo que no los vea llorar, y esta vez llega mi mama con
mis hermanos, la mimi, Alina y José.
Y me llevaron golosinas yo le decía a mi mama, que no nos pegaban que estaba bien no
nos trataban tan mal, por allí veo que en otras mesas mis compañeros se ponían a llorar,
como la anterior vez solo estuve un rato no había visto como se portaban todos y luego me
fui a la cuadra, eso ponía nervioso a cualquiera, y tratábamos de calmarlos con disimulo.
Paso las horas y termino la visita, así cada domingo, hasta el día de la salida a la CALLE.
Resulta ser que el cuartel REAL FELIPE, tenía asignado el batallón de formación o batallón
histórico, HUSARES DE JUNIN, LEGION PERUANA DE LA GUARDIA de los batallones
de Infantería (donde estaba yo) y de Artillería, era otro cuartel dentro del mismo, fueron los
soldados que pelearon en la Guerra de Independencia al mando de San Martin y de Simón
Bolívar, el uniforme de gala era de la siguiente forma.
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Roberto Villegas
BATALLON LEGIONARIO DE LA GUARDIA - INFANTERIA
PORTADA DEL CUARTEL REAL FELIPE
LA GUARDIA ERA DE LEGIONARIOS DE INFANTERIA ESE DIA
INSIGINIA DE LA LEGION PERUANA DE LA GUARDIA
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Roberto Villegas
BATALLON DE HUSARES DE JUNIN – ARTILLERIA
Ambos cuarteles están dentro del CUARTEL REAL FELIPE DEL CALLAO, construido en la
época de la colonia española, desde allí divisaban a los invasores, enemigos de España,
franceses, holandeses, ingleses y a todo pirata que quería apoderarse de las riquezas que
ellos robaban al Perú para luego enviarlos a España a la corona española.
Así llega el día de la práctica de tiro ya habíamos entrenado, con el Bull de tiro, para tratar
de no fallar, hay 4 clases de tiradores.
Franco tirador
Tirador bueno
Tirador regular
Tiro huevo (esto significa que no le has dado, ninguna bala al tablero)
Si había un Tirador huevo dentro de la compañía cóndor, no salía esa semana y todos
queríamos visitar a nuestras familias, nos dieron la propina, era muy poca cantidad de
dinero, nos alcanzaba solo para los pasajes de microbús a nuestras casas.
En nuestro batallón había un tipo que era ¨corcho¨ (no entendía bien las cosas) le dijimos si
no le das al Bull, te pateamos todos y le hicimos carga montón al pobre, así que medio
asustado nos dice, promoción yo le voy a dar bien, ya no me peguen.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
Nos llevaron al cuartel HOYOS RUBIOS, queda en el Rímac.
Dicen los antiguos, haber esta semana yo me quedo en el cuartel y quiero que me
acompañen los perros nuevos, un poco de planchas y ranas para distender los nervios.
Agarren un FAL (fusil automático ligero) y pesa lo mismo que el máuser, así que ya están
acostumbrados al peso, cuerpo a tierra, tirador tendido, también se hizo tiro a la cadera, es
cuando el FAL se coloca a la cadera y uno está parado, se dispara a mayor distancia que
tendido y luego tiro al hombro, con mayor alcance, todos vestidos con uniforme como si
nos fuéramos a la guerra, casco, fornitura israelí para colocar las cacerinas con las balas,
mochila de campaña VISTO EL TABLERO, a 75 metros de distancia, si hay alguno que no
ve el Bull, que hable en este momento.
No sabían si había un recluta que era corto de vista, como menciono el examen médico
era una prueba a puño y letra.
Bueno perros esta es su primera prueba de acá sale su vocación y recién se les va a
llamar soldados en el cuartel, todos estábamos nerviosos.
Mirada al frente Apunteenn Fuegoooo
COMPAÑÍA CONDOR
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
Empezaron a sonar las balas por todos lados no me había dado cuenta detrás de cada uno
de nosotros había un soldado por si se nos escapan el FAL, ya que estaban en mal estado
y el mantenimiento lo realizaba un soldado del mismo cuartel, sin conocimiento técnico del
armamento, aunque había un técnico especialista en armamento, Técnico Armero, nos
podía salir el tiro por la culata, y todos disparamos, una vez que se vaciara la cacerina de
20 balas levantaba la mano indicando que había terminado se paraba y se quedaba allí
hasta que terminen todos y luego corríamos hasta el tablero para que nos dieran el
puntaje, yo hice una buena triangulación y califique como Tirador Bueno.
Le tocó el turno a ¡El Corcho!
Puntaje
FRANCO TIRADOR
Nos felicitaron, a la compañía CONDOR e íbamos hacer los primeros en salir a la calle,
todos recontentos, igual le hicimos carga montón pero sin cólera y él nos comenta con su
media sonrisa que nunca había disparado fue suerte o era frio para disparar, bueno yo
tampoco antes había disparado un arma, solo la de juguete.
Y salimos a LA CALLE, varios no regresaron, y así cada semana éramos menos los que
quedaban, a la salida los antiguos pedían se les traiga algo de comer, fruta o lo que sea y
había que llevar algo sino uno la pasaba mal, se llamaba la CONSIGNA y seguían los
ejercicios y las marchas, tenía a uno de mi promoción que se parecía mucho a mi de
apellido Cachique, nos decían que éramos parecidos por el rostro, yo nunca lo vi así, él era
más bajo que yo, que por cierto en el cuartel crecí como 3 cm o más pero crecí, Cachique
no daba una, a mí por parecerme a él me castigaban, yo trataba de alejarme pero no se
podía si vivía dentro en un Gheto, en una ocasión era tarde libre se me ocurre ir a la
cuadra a arreglar mi taburete, el ropero pequeño que nos daban, pero por esos días se
había averiado el caldero de la cocina y nos íbamos a la playa de Barracones en el Callao
a recoger leña para la cocina, había muchos troncos, son los que la corriente marina trae
de la isla San Lorenzo y los antiguos escondían algunos palos, entrando a la cuadra me ve
el sargento Munaico que ya no era mi monitor para ese entonces, porque había pasado la
etapa de perro, así que me dice soldado Villegas venga, si mi sargento, ¿para qué vienes a
la cuadra?, para arreglar mi taburete, no me dice él, tu vienes por otra cosa, su amigo me
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
agarra las manos y me hace agachar el torso y quedo con las piernas estiradas y me da un
reverendo golpe en las nalgas con un tronco más o menos de un bate de beisbol, ¿te
dolió? me pregunta, si mi sargento, ah te duele haber otro para que no te duela agárralo
sibarita, otra vez me agarra el tipo y me suelto una mano cuando me da el nuevo golpe me
cae en la mano al ver eso me soltaron porque yo lloraba y podían dislocarme la mano y no
solo iba yo a tener problemas sino que ellos también.
Yo soy el de la derecha, me decían que el del centro se parecía a mí, detrás la cuadra de
la Compañía Águila
Una semana entera no pude sentarme, me dolía mucho cuando me sentaba a comer me
ponía de lado, en otra ocasión llaman al sargento Acuri en plena formación en el patio
principal, ubique al soldado Terrones era de mi promoción, le responde el sargento, al
Mayor no está mi mayor en la formación, búscalo, el sargento se fue a la enfermería por
que el sabia que el soldado estaba allí, el que estaba de guardia ese día, era el Mayor
Owen nos dice a todos ¡!!!ATENCION!!!!
Regresa el sargento, con el soldado Terrones, llegaba en brazos de otros dos soldados
mas, el sargento al lado pero sin ayudarlo, tiene algo que explicarme que le pasa al
soldado, no mi mayor, muy bien sargento, media vuelta y bájese los pantalones soldado
Terrones, lo habían apaleado las nalgas estaban negras caminaba a duras penas, soldado
quien le ha hecho eso, el sargento Acuri responde, así que no tenía nada que decirme
sargento, lo agarra de las orejas y lo levanta, el sargento media como 1.70 cm y el mayor
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
debe de medir como 1.85 cm (fue comandante general de las fuerzas armadas en el
gobierno de Ollanta Humala), le dice repite conmigo no volveré a pegarle a otra persona
que esté dentro del cuartel, le rompió la oreja, firmes soldado dirigiéndose al sargento,
desde ahora quedaras sin rango quedaras degradado, le arranco los galones de sargento,
tiro el birrete o gorra al suelo la piso, el tipo lloraba de avergonzado y de dolor, desde
ahora ni siquiera serás perro, eres menos que eso.
Fuera no te quiero volver a ver, no te cruces en mi camino, en verdad no sé quien fue más
salvaje, los golpes del sargento Acuri o la degradación con el desprendimiento de la oreja,
hecha por el gran oficial.
Bueno toca el turno de hacer guardia en la periferia dentro del cuartel y todos decían ojala
no me toque en el puesto de vigilancia PV número 8, ¿Por qué? Allí penan se sienten
cadenas y gente que grita de dolor, siempre yo escéptico de todas las historias de fantasía
o mitos, pero igual me daba miedo, hasta que me toco el PV8, hacia un frio terrible en las
noches, la playa daba exactamente a ese puesto siempre corre mucho viento, así que me
apoye dando la espalda al mar y me quede dormido, me despierto y entre despierto y
dormido veo en todo el horizonte de mis ojos a indios y españoles de la época de la
invasión con sus uniformes y los indios con sus plumas y tomahawk, me rio ahora porque
esa arma era de los indios norteamericanos además tenían plumas en la cabeza, apunto el
FAL rastrillando para disparar, casi disparo, pero me frote la vista y desapareció todo, ya
no pude dormir empiezo pues a tratar encontrar y desenmascarar el cuento de todo eso,
levanto la vista veo que hay un mástil donde se izaba la bandera en la cual pende una
cuerda, el viento golpeaba el mástil y la cuerda, este está sobre un torreón enorme de unos
50 metros de diámetro, debajo es hueco el eco las cadenas son movidas por el viento, el
sonido de los gritos son los silbidos del propio viento, así que súper tranquilo ya lo descifre,
pero de igual forma no me acercaba a la puerta del torreón, al día siguiente les cuento a
mis amigos de mi promoción y nadie me tomo atención, había echado a perder la magia
del miedo, eso por lo menos mantenía despierto a uno, me toco otra guardia y esta vez ya
tenía el grado de cabo y me demoro a propósito al cambio de personal el soldado que
estaba allí era un antiguo sin grado, intenta pelearse conmigo gritándome e insultando yo
deje el FAL a un lado y lo enfrento para pelear a puño el soldado cobarde me trata de
golpear con la parte trasera del FAL con la CACHA, al no poder golpearme ya que yo
esquivaba y siempre en guardia para pelearme este se asusta alejándose corriendo pero
diciendo mañana te saco la mierda con mi promoción a ti y tu promoción me los paso por
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
los huevos, yo soy clase tu eres un simple soldado miserable, respondo gritando cuando él
se iba corriendo.
Al día siguiente uno de todos quiso llamarme la atención, pero yo serio sin decir nada,
debido a que como ya tenía grado pues tenía que hacerme respetar.
Caminando cerca de la oficinas del cuartel me pareció ver a un suboficial parecido a un
amigo de mi promoción de colegio, de apellido Barriga, me acerque y toque la puerta
porque él estaba dentro de una oficina ya me había averiguado como se apellidaba, solicite
permiso para ingresar le pregunte si era familiar de Héctor Barriga, me dice de donde lo
conoces, le respondí que era compañero de aula en el colegio en Ancón, si me dice el, soy
su hermano mayor, que paso como llegaste acá, y le conté parte de todo y me dice cómo
te tratan, que le puedo decir MI SUBOFICIAL, así se les dice a los suboficiales técnicos y
oficiales, MI.
Pues trato de pasarla mejor de lo que se pueda se ríe él y me dice quieres entrar a trabajar
acá, claro que trabajo sin paga, pero se veía mejor que estar en la cuadra, sabes escribir a
máquina, poco mi suboficial, (no sabía nada) pero puedo aprender, está bien me dice,
dime, cual es el segundo apellido de tu promoción Héctor, ni idea mi suboficial, a que bien
pues tu primera tarea es que escribas 1,000 veces a pulso
NO SE EL SEGUNDO APELLIDO DE MI PROMOCION HECTOR BARRIGA, tampoco me
lo dijo y no quise preguntar.
Al día siguiente por la tarde, el suboficial Barriga me presenta al mayor Navarro y le dice Mi
Mayor acá tengo a un envarado de mi barrio, de dónde eres hijo me pregunta el mayor, de
Puente Piedra Mi Mayor y eres tan miserable como Barriga, no respondí nada, ah lo tienes
bien entrenado y Barriga con una media sonrisa dice, él quiere ser furriel (secretario) pero
no sabe escribir a máquina muy bien, pero puede aprender, si mi mayor respondo,
entonces mañana tienes que estar a las 8 am en la oficina del Estado Mayor, para que
empieces tus nuevas tareas, yo le pregunto Mi Mayor y como hago con mi compañía no te
hagas problema escríbeme tu nombre completo, yo hablo con tu oficial mayor ¿quién es?
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
El Capitán Cisneros, ah el gallo hervido deja que hablo con él, mañana a la hora indicada,
permiso para retirarme Mi Mayor, y me fui.
Así que Barriga me dice acá vas a pasarla bien ya veras, ten en cuenta lo siguiente
NO DEJES QUE EL EJERCITO TE VIVA, TU VIVE AL EJERCITO, palabras que
aproveche todo lo que pude sin hacer daño a los demás o así lo creía.
Al día siguiente fui a la hora indicada, permiso para ingresar MI MAYOR, quien eres tú,
soy el soldado Villegas, haya me acorde le dice a él empleado civil Flores indícale a
Villegas que es lo que tiene que hacer, así que me dijo ordena esto y esto otro, y practica
en la máquina de escribir, me da un párrafo para escribir y hojas para la práctica.
Otra etapa nueva, el mayor me llama un día y me dice Villegas dígame mi mayor, quieres
ser cabo, recibirías más propina y ya serias clase, gracias mi mayor. Me ascendieron,
luego entra otro más, de nombre ISACUPE CHUQUI YURI, es tu chapa o me estas
tomando el pelo, dime tu nombre riéndose el mayor, ese es mi nombre mi mayor, ah y
serio eres ¿no? no aguantas bromas Y se quedó luego llego otro del batallón de artillería
de apellido Muñoz.
Nos hicimos buenos amigos los tres, ya como éramos los 3 con rango de cabo, pues los
antiguos ya no podían maltratarnos ni con golpes o con castigos físicos.
En una ocasión siendo yo cabo y regresaba de la calle y no había llevado la CONSIGNA
para los antiguos, me llamaban yo no hacía caso, así que empiezan a llamarme gritando
perro venga, yo seguía caminando, ah el perro se revela, perro cuento 3 y te quiero ver acá
decía un sargento de 1.58 cm, el sargento Ariza el desgraciado y malo, metía golpe a
todos con patadas voladoras, los más bajos tenían bronca a los que eran más altos que
ellos, así que siento que venía corriendo hacia mí y me tira una patada voladora con la
planta de su borceguí, por la espalda, no me dolió nada y ni siquiera tire mi cuerpo hacia
delante y seguí caminando, no me había dado cuenta que en su mano tenía un baquetón,
es una vara de bronce de un metro y medio, sirve para limpiar por dentro del cañón del
FAL se le coloca una tela en el extremo es de 6 mm y me tira un baquetonazo por la
espalda, yo nada de nada, el tipo viene con velocidad y más fuerza volviéndome a golpear
nuevamente y me tira con fuerza por la espalda, el baquetón se dobla hacia mi pecho,
volteo y le digo que chucha quieres huevon ya estaba hecho un pichín de cólera, el tipo me
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
ve y creo que vio al diablo y me dijo mañana te agarro con mi promoción, y se fue
corriendo, yo me reía por dentro al ver el miedo que le dio al tipo.
No más me volvieron a molestaron.
Luego de 6 meses de ser cabo me llama el mayor y me dice Villegas te toca tu ascenso
para sargento segundo, felicitaciones, gracias mi mayor así que ya era sargento segundo,
compre mis galones en la cantina del cuartel, pero no me llamaban para hacer guardia en
el perímetro del cuartel, el mayor no permitía que yo hiciera guardia, en una ocasión me
castigan y el mayor estaba de guardia y estando de guardia a los oficiales no se les
permite salir del cuartel, así que me llama y me dice Villegas anda al chifa de la av. colonial
y cómprame un arroz chaufa era de noche como las 9 pm, le dije no puedo salir mi mayor
estoy castigado dos y dos, ¿Por qué? ya no recuerdo por qué y me dice dile al teniente de
la puerta que te mando yo, si mi mayor, me acerque a la guardia, le digo al teniente, el
mayor Navarro quiere que le compre un chifa MI TENIENTE, oye pendejo tu estas
castigado y deberías estar en el bote, el bote era la celda de castigo de 2 por 3 metros,
solo había dos camarotes o literas, dentro de allí habían 3 soldados que estaban purgando
pena de cárcel militar, debido a que estaban implicados en una asesinato y robo a un
alcalde de una provincia y los tipos andaban en mal estado físico y emocional botaban todo
por los ojos, todos teníamos miedo de entrar al bote, eran mayores que nosotros.
Así que me dice dile al mayor que tú no puedes salir acá y te espero para que entres al
bote, si mi teniente, me fui corriendo donde el mayor le dije eso, él me dice espera, que se
cree ese teniente, llama por teléfono a la guardia, le dice teniente déjalo salir al sargento
Villegas que él va a regresar tengo hambre hazme la ahuchada teniente, me dice anda te
va a dejar salir, así que regrese a la puerta principal, me dejo salir, en la puerta habían 2
chicas que conversaban con el teniente amigas de él, salí y las chicas ya se iban vivían
cerca del cuartel, el teniente me presenta ante ellas diciéndome acompaña a las señoritas
sargento, me fui conversando con ellas una era morena casi de mi tamaño, bueno pues
quede con una de ellas que la próxima semana iba a su casa era su cumpleaños se
llamaba Norma la morena, simpática era de buen cuerpo y regrese de comprar, a la
mañana siguiente el mayor grita a las 6 am Villegas, la oficina estaba frente a la habitación
del mayor, yo había llevado mi colchón y dormía dentro de las oficinas donde estaban
todos los documentos de archivo, ya que en la cuadra era imposible dormir, mi promoción
hacían lo mismo que nos hicieron a nosotros, no dormían y maltrataban a los nuevos, uno
de mi promoción de nombre Alan era monitor de la compañía, yo le preguntaba ¿no tienen
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
sueño? Me respondían, promoción así como nos hicieron a nosotros, nosotros nos queda
hacer lo mismo a los nuevos, para que aprendan, como ellos no salían a la calle con la
frecuencia que yo salía, debido a que no se permitía, yo era un CABREADO, termino
militar dícese al que evita por todos los medios hacer lo que los demás hacen y por ello
estaba siempre en el ojo de los oficiales, bueno el mayor Navarro me saco a escondidas
en su auto, por la puerta trasera del cuartel y me llevo a su casa, yo contento de salir del
cuartel.
En otra ocasión el mayor estaba de guardia y siempre llevaba a su amante que era una
mujer muy bonita más alta que yo el mayor media más de 1.85 cm, decía ser de familia de
dinero, su papa le regalo un auto mustang de color negro deportivo de dos puertas cuando
se recibió de oficial, él era de caballería y me contaba que los de caballería tenían que
comprar su caballo y eso cuesta dinero, tenía un casco de caballo en su escritorio como
pisapapeles, le pregunte ¿qué era eso?, me responde, fue de mi caballo se murió, por allí
me dijeron, lo reventó al caballo pesaba más de 120 kilos el mayor, bueno lleva a su
amante y le gustaba dormir con las cortinas abiertas, los pobres soldados todos
muchachos se querían romper el ojo con la mujer ya que los dos no tenían pudor, así que
veo desde enfrente en la puerta de la oficina, que los soldados empieza a acercarse a la
ventana para ver, pero eran como 15 y tratando de hacer poco ruido pero ante tantos, uno
trajo un balde de latón, para pararse encima y ver mejor el otro lo jalaba, en consecuencia
se caen haciendo ruido, el mayor se sale corriendo y ve a lo lejos que uno de ellos era
boquini, bueno ese pobre soldado tenia dicho apelativo por bocón, yo al darme cuenta que
el mayor grito, me metí a la oficina y no salí escuchando los gritos del mayor que salió en
calzoncillos a buscar a cada uno, saca su fuete de caballo para capturar a cada uno,
boquini se mete en la cuadra de la compañía comando su compañía D delta y dice ¡donde
esta boquini!, está durmiendo mi mayor responde el soldado de guardia, despiértalo y
boquini estaba con uniforme y botas, lo saca al patio y me ve el mayor porque yo salí de la
oficina, se había creado todo un revuelo con los gritos del mayor y me dice viste algo, no
mi mayor acabo de pasar por la oficina, así que lo agarra a boquini y le va a tirar un fuetazo
en las nalgas y boquini dice, mi mayor yo no estaba solo, estaba el diablo y tal y tal y tal, yo
me reía, dijo de todo y tuvo que darle con el fuete para que se calle y agrego a algunos
más, para que no le caiga más golpes, así que empezó a capturar a cada uno y se los dio
al teniente de guardia, al bote.
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
En el aniversario del ejército se hacían actividades diferentes, se boxeaba, jugábamos
futbol carreras de mil metros, rancho de mejor calidad, leche con mas color y sabor, y en la
noche que solo lo disfrutan los oficiales y técnicos después de la fiesta el capitán Armas
estaba de guardia además borracho sale gritando por la calle dentro del cuartel, llamando
al cocinero de los oficiales ¡¡Málaga!! tengo hambre dame de comer, no hay nada mi
capitán, Málaga maricon de mierda no sé qué haces tú pero me traes un plato de comida,
no hay nada mi capitán le respondía Málaga ya casi llorando, el capitán se molesta y le
dice al teniente métalo al bote a Málaga, pero mi capitán usted sabe que no lo podemos
meter a Málaga al bote, ese no es mi problema usted cumpla ordenes, Málaga lloraba no
señor por favor no me meta al bote, como ya conté antes habían 3 personas cumpliendo
pena de cárcel militar y ya tenían 2 años sin salir del cuartel de vez en cuando salían a
tomar aire y los regresaban al bote.
Unos amigos contaban que cuando lo meten a Málaga al bote este lloraba y decía no por
favor y se escuchaba que los tipos lo querían violar y de repente Málaga ya no gritaba, en
resultado todos sabían que Málaga era homosexual así que al día siguiente Málaga estaba
recontento y con ganas de regresar al bote, sucede que en el servicio no se permite o no
se permitía que los homosexuales hicieran servicio, por el machismo o porque podían
infectar a los demás de alguna enfermedad de contacto sexual, pero a veces no se dan
cuenta y los que se cuelan, son colocados en sitios que no tengan contacto con la tropa,
no dormían en la cuadra, se les asignaban como cocineros u otro oficios.
Yo para poder salir copiaba la firma del coronel Félix y la del mayor Navarro, para las
boletas de salidas, en una ocasión me presento ante el técnico Quispe que estaba de
guardia él trabajaba en la misma oficina que yo y me dice pendejo esta no es la firma del
mayor, el me dio permiso mi técnico, mañana le voy a preguntar al mayor a mí ni me
importaba, yo salía para ir a ver a Norma y a sus amigas, pero en otra ocasión pesca la
boleta de salida el mayor Owen que era mi oficial de mayor rango en la compañía cóndor y
me dice, el coronel no tiene autorización para firmar las boletas de salida, para que tu
salgas, así que hoy te quedas, bueno le dije devuélvame la boleta, no me dice mañana yo
hablo con el coronel para que no firme más tus boletas acá te agarre cabreado, no creas
que fácil te la vas a llevar.
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
Al día siguiente me llama el coronel que era la máxima autoridad en el estado mayor, la
oficina pertenecía al estado mayor había G1, G2, G3 y G4, yo pertenecía al G3 era el que
recibía las órdenes telefónicas del cuartel general del ejército, me daban claves para que la
tropa valla a formar debido a que un oficial o un técnico fallecía, se le rendía honores con
los Legionarios, así que me llama el coronel, y me dice muchacho yo te entiendo, para la
próxima vez hazla mejor y no me dijo más y me pone el castigo 2 y 2 eso era dos días en
el bote y dos días más sin salir, pero el mayor Navarro se encargaba de que no se cumpla
eso le decía al coronel déjelo al sargento es muchacho, nosotros hemos tenido esa edad
alguna vez, me agarro bastante aprecio el mayor.
Pero no queda allí todo, un día había quedado con Norma encontrarme y le digo a mi
compañero Muñoz, promoción a las 9 pm van a llamar del cuartel general recibe la orden y
la clave es ALFA LIMA, tu responde afirmativo nada más que no se te pase Muñoz, no te
preocupes promoción, regrese de la calle como a las 12 de la media noche salía solo por
horas, andaba por el Callao, al día siguiente en la mañana todo el cuartel estaban
corriendo, que pasa me dije y pasa delante de mí el mayor Owen y me dice ven para acá
sargento ya te tengo en mis manos hoy no te escapas y yo estoy de guardia, hoy no te
escapas yo no entendía nada hasta ese momento, le pregunto a Muñoz que pasa, no se
promoción me responde, recibiste la orden telefónica la OT, no porque salí y le dije a
Isacupe que la reciba e Isacupe me dice, me quede dormido promoción, hay dije yo, acá
me cae, me llamo el coronel y le dije mi coronel anoche salí porque había coordinado con
mi enamorada que nos íbamos a encontrar, bueno me dice él, no tengo otra alternativa que
castigarte 8 y 8, así que esa noche tenía que ir si o si al bote, no dije para mí, Muñoz cierra
con candado por fuera la oficina yo me quedo adentro si me buscan tú no sabes nada.
A la hora de formación en la noche escucho al mayor Owen que decía (la oficina estaba
como a 70 metros del patio principal), donde estará el sargento Villegas, !SARGENTO
VILLEGAS! por allí alguien responde no está en la formación mi mayor, necesito 5 tigres
que busquen al sargento Villegas y nadie duerme hasta que aparezca el sargento Villegas,
para ranas 1 2 total tengo toda la noche y no tengo sueño, nunca me encontraron yo me
quedé dormido con la bulla de toda la tropa gritando 1 2 3 4 5 6 y hasta no sé qué más
números.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
Regresan los 5 tigres diciendo, no lo encontramos mi mayor, se han fijado en la oficina, si
mi mayor está cerrada con candado, bueno no los quiero ver hasta que me traigan al
sargento Villegas aunque sea arrastrándolo, desaparezcan de mi vista, yo escuchaba todo
y veía todo, la ventana daba para esa dirección.
A la mañana siguiente me ve parado en la puerta de la oficina el mayor y me dice donde
mierda te has escondido pero esta vez yo te voy a sacar de la oficina antes de que se
cierre, ya te jodiste, yo aterrado de miedo, le conté al mayor Navarro y me dice ya te
cagaste huevon el mayor Owen te tiene entre ceja y ceja por cabreado, a las 18.30 pm no
sé cómo pero te subes y escondes en el auto, te quiero ver allí, para que duermas en mi
casa, pero el auto lo estacionaba en la playa que daba a todas las oficinas, no sé ni cómo
pero yo ya estaba en su auto a las 17.58 pm, su esposa del mayor era bonita y alta, tenían
dos niñas de 12 y 8 años, un día el mayor estaba borracho y me llama gritando,
¡¡¡VILLEGAS!!! si mi mayor, sube al auto acompáñame a mi casa porque estoy muy
borracho en el camino me pregunta Villegas que vas a hacer cuando termines el servicio
militar, yo tratando de darle por su lado, no se mi mayor tal vez postule a la escuela de
oficiales, no me dice, mira tú conoces a mi mujer es bonita, si mi mayor, bueno pues yo
cuando era teniente y me tocaba mi asenso, el coronel que me calificaba en las pruebas
me dice Navarro tú tienes una hermosa esposa y este es tu tercer matrimonio y plata te
falta y mucho, pues solo requiero una noche la llave de tu casa, tienes hasta mañana para
que me respondas, adivina que Villegas hable con mi esposa y nos faltaba plata así que
ascendí, pero merito no me faltaba era el capitán más joven de mi promoción siempre ando
instruyéndome y cuando me tocaba mi asenso para mayor me paso lo mismo, todos los
militares somos iguales de cachudos como yo y esta vida es de perros, nadie disfruta.
No contento el mayor Owen me obliga a hacer guardia pidiéndole permiso al mayor
Navarro, delante de todos el mayor me trataba como a todos, con gritos y con dureza, pero
cuando conversaba con él, era otra persona, así que le dice a Owen él tiene que hacer
guardia, nadie se escapa ni se cabrea, así que me llevaron a hacer guardia ya era
sargento y me toco ser SARGENTO DE GUARDIA, consiste que uno tiene que hacer la
ronda a los PV y verificar que todos estén en sus puestos y despiertos, pero como mucho
no participaba en el servicio no sabía más que eso, me fui caminando y lo primero que se
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
da es el SANTO Y SEÑA, el que te ve a la distancia tiene que decir ¿QUIEN VIVE? Y uno
responde PERU
Con el primero bien, me pide el santo y seña, pero al segundo , era uno de mi promoción
que miraba para abajo y solo miraba yo me acerco y le llamo la atención, porque no me
pidió el santo y seña él me dice sin hacerme mucho caso, abajo promoción hay una
hembra y esta buena, la distancia desde donde estábamos parados haciendo guardia,
entre la pared y el suelo serán como de 10 metros, me dice promoción solo bajo lo hago y
subo, haber déjame verla, era de noche como las 2 am, si esta buena y le digo a la chica
que se voltee porque no lograba ver el rostro, me doy cuenta que era un homosexual, yo
encontré la forma de no darle ese permiso porque si le hubiera dado ese permiso y se
enteraban me iba a JUSTICIA MILITAR para que me hagan un juicio, según la ley
castrense, pero como me vas a pedir eso promoción le increpo yo, si fuera una hembra si
pero no con un maricon, tú te bajas y yo te meto bala y ya sabes por dónde, seguí
haciendo mi ronda de guardia, encontré a Cachique y me da el santo y seña todo bien, me
acerco y me dice promoción ya no aguanto, que te pasa, promoción yo soy consumidor y
ya no aguanto, pero que consumes que no te puedes aguantar acabas de salir el fin de
semana, promoción yo consumo pasta básica de cocaína, yo no lo sabía hasta ese
momento, está bien dame tu rifle y salta por acá, así me dejas verte bien para meterte una
bala, promoción como eres, a mí a tu pata, mira le digo si tu mama estuviera enferma tal
vez te acepto pero por la droga nada que ver, dime saltas sí o no, malo eres tú, si
compadre malo soy y seguí mi ronda guardia sin más novedades.
Resulta ser que el mayor Navarro por el cargo que tenía en el ESTADO MAYOR, era del
mismo rango al comandante Ibarra del cuartel, y me cruzo con el comandante Ibarra, en
una fiesta, se entiende que los nuevos ósea los de mi promoción realizan una fiesta, se
licenciaban los antiguos, siempre se hace una fiesta de despedida y fue invitado el
comandante Ibarra, yo estando en la fiesta con algunos amigos y chicas fue en el local de
los bomberos del Callao en Sáenz Peña, todo bien yo estaba con Norma, el comandante
Ibarra se acerca y le dice baila señorita, ella era más alta que el comandante y bailo yo
miraba de reojo, solo quería ver que hacia el comandante y en que fuego nuevo me metía,
Norma lo deja parado a mitad de una canción al comandante delante de todos, yo me dije
uno nuevo que me sumo, otra vez estoy frito, y le pregunto
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
¿Qué paso por qué haces eso?
No sabes lo que me puede pasar a mí, pero si fui yo la que lo dejo parado, si pero estos
imbéciles piensan distinto, bueno ya veré que hago se me acerca el comandante y me
lleva a un lado, me dice Villegas quiero que esta noche la dejes a tu amiga y te salgas de
la fiesta, mi comandante yo he venido con ella desde su casa y la tengo que llevar de
regreso a su casa no puedo hacer eso mi comandante, entonces déjala un momento,
bueno le dije, ella ya lo dejo parado y yo no puedo hacer más, así que se acerca
nuevamente el comandante y Norma se dio cuenta de las intenciones del comandante ella
me mira y la saca a bailar otra vez y le hablaba al odio y ella retiraba la cabeza hacia atrás,
ay, ay, ay, decía yo a mis adentros otro más a mi lista de que me tienen entre ceja y ceja.
Termina la canción y ella se me pega como chicle ya no quería ni bailar y me decía
bailemos, no le dije, ya no tengo ganas, a la mañana siguiente me llama el comandante
Ibarra yo con miedo me acerco a él, si mi comandante, me dice buena sargento esta buena
tu enamorada cuídala que todos somos lobos, uf me salve.
Mi paso por el Hospital Militar Central
HMC
Mis nervios me traicionaron y me jugaron un mal momento, en fin de todo se aprende en
esta vida.
Resulta ser que de momento a otro me puse mal, esto me parece que fue debido a que ya
me licenciaba y no tenía toda la indumentaria que me habían entregado, 2 uniformes de
faena 1 de verano y el otro de invierno, ropa interior, 2 birretes, etc., eso me entrego el
ejército siendo recluta, nos decían a todos que si no teníamos todo listo para la fecha tal,
los que piensan que se van a licenciar, les comento que se van a quedar, por 6 meses más
pagando su deuda y mi miedo era que si no cumplía en entregar lo que me entregaron en
principio me quedaba, pues mi reclutamiento era solo para 18 meses debido a que ese
tiempo era para los que habían terminado el 5to año de secundaria y yo desde el 2do mes
quería salirme de allí, un régimen muy complicado ayer hoy y siempre, estar encerrado a la
edad de 18 años, a muy pocos les agrada.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
En fin me puse mal deje de comer mis alimentos tenía como unos 20 escorbutos en mi
lengua, así que eso me impedía poder alimentarme me dolía mucho la boca, me iba a la
cocina a pedir que me dieran una taza de leche que más agua que leche era y pan, así
estuve como 5 días, yo en vista que mis compañeros que ya éramos antiguos palabra
dicha para los que tienen más de 6 meses, pues ya llega el siguiente reclutamiento y ya
uno deja de ser llamado perro para ser soldado, régimen militar o verbo militar así que mis
compañeros se dedicaban de molestar a los nuevos o a los perros nuevos y yo no podía
dormir en los dormitorios llamados cuadras, así que me lleve mi colchón a la oficina que yo
trabajaba (nunca me pagaron nada) y allí dormía todos los días, cuando llega Muñoz me
ve muy mal ¿PROMOCION ESTAS MAL? VAMOS QUE TE LLEVO AL TOPICO, me llevo
yo apoyado en su hombro, estaba muy débil, me dejo en recepción y como se tenía que
formar en el patio principal Muñoz se fue y me dejo allí solo, yo escuchaba que dentro del
tópico la voz del capitán médico y otras personas, soldados como yo, que se reían y yo
apenas podía hablar así que empecé a llamar y nadie me escuchaba mi voz no tenía
fuerzas, me apoye en las paredes hasta llegar a la habitación que estaban todos en ese
momento al llegar al marco de la puerta las fuerzas se me fueron, me lograron sostener
entre varios para no caer al piso, se asustó el médico y dijo aplícale esto y lo otro
intravenoso, los asistentes eran reclutas, me inyectan no se qué pero me dolió mucho, así
que el médico tuvo que hacerlo y que se acueste, me llevaron entre varios, yo estaba
súper delgado, así que me recostaron en una cama, el mayor con el que yo trabajaba en la
oficina fue a verme al igual que el sub oficial Quispe y también el empleado civil Flores que
trabaja allí, y claro tenía 18 años todos veían a sus hijos reflejados en mí.
Trate de dormir pero no pude un ruido en la sala, los mande a callar a todos, era el de
mayor rango en ese momento, pero la cama tenia flejos (catre antiguo) cuando me
acostaron y solo gire la cabeza, me vi yo en el techo y el techo abajo, me caigo dije, me dio
vueltas todo, me cambiaron de cama pusieron una tabla grande en la cama para que sea
mas rígida, al día siguiente que dicho sea de paso no pegue un ojo en toda la noche, me
llevaron al Hospital Militar Central HMC, en el auto del comandante, porque no había
ambulancia, me parece que éramos dos soldados el otro por otro motivo distinto al mío.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
Me sentaron en una silla de ruedas y me dejaron allí ya a la postre de los médicos del
hospital, me sacaron la botas y como yo ya había estaba varios días mal, no me había
bañado y estaba maltrecho o sucio, me dio vergüenza, pero tenía un hambre terrible me
llevaron una bandeja con comida, comí a duras penas, se me caía la comida de la boca,
llegaron los médicos me vieron y me preguntaron qué te paso muchacho.
Señorita por acá señorita por allá, llévenlo a tal sala no hay cupo señor entonces a esta
otra sala.
Mi destino fue en la sala de neurología, pero no había cama para soldados, así que me
instalaron en la sala de oficiales, con televisor y mucha mejor atención, los médicos
estaban sorprendidos porque en mi legajo no decía que yo había estado en zona de
emergencia ni que había salido de Lima, ellos pensaban ¡A este lo han masacrado!
La primera mañana se me acercan los médicos que eran como 5 y me preguntan qué te
paso.
Yo me tapaba con una mano un ojo, sentía que mi boca tenía un problema no podía hablar
bien, le dije lo que había pasado, me salió escorbuto deje de comer 5 días y al día
siguiente me llevaron al tópico.
Me pregunta uno de los médicos porque te tapas un ojo con la mano, lo que pasa doctor es
que veo doble, haber retira tu mano, la retiro y si vi cara de sorpresa de los doctores, está
bien tapate un ojo, señorita tráigale un parche para su ojo, mis ojos estaban desorbitados,
ambos daban a diferentes direcciones no le pregunte al médico que me pasaba ni nada,
estaba emocionalmente muy mal sin ganas de nada.
Ese mismo día por la tarde se acerca un coronel a la sala y pregunta por mí, se me acerca
como yo estaba mal no puede saludarlo como debía hacerlo, él se dio cuenta de eso y me
dijo, tranquilo hijo tu estas mal y yo estoy bien, así que acá ya no eres militar ahora estas
en mis manos yo te curare y saldrás caminando de este hospital, yo soy el coronel tal, y yo
soy el gerente general del hospital todo lo que tú quieras estará a tu disposición gracias le
dije, pero hay algo más, me dijo.
Dígame Mi Coronel.
Que te paso y solo quiero la verdad sé que tú eres furriel del G3 ¿para mí que alguien te
ha pegado y te ha golpeado la cabeza o la columna?, eso sí, si tú me cuentas esto solo
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Roberto Villegas
quedara entre tú y yo, pero yo me encargare de que esa persona lo pague con la cárcel,
glup yo y le conté la misma historia que a los médicos les había contado, así que él me
dice esa historia ya me la contaron dime algo que yo no sepa, no hay algo más que contar.
No señor.
Bueno me dice él, cuándo tu estés dispuesto a hablar llamas a una enfermera le dices que
quieres hablar conmigo ella te llevara a mi oficina, trata de descansar come para que te
recuperes se despidió y se fue.
Recién allí me toco la cara y noto que mi boca estaba torcida y la mitad de mi cara estaba
distinta a la otra mitad.
Ese día comí poco por que no podía tragar la comida, pero comí.
Así como tenía una enamorada en el Callao, también tuve a otra en Puente Piedra que en
días anteriores habíamos terminado, ella se llama María, así que a los dos días de estar
internado llega ella y se pone a llorar al verme, y le pregunto a medias como se enteró que
yo estaba allí, me cuenta que un día atrás había tenido una pesadilla que tenía una
angustia sobre mí, llame al cuartel para preguntar por ti, el teniente que estaba de guardia
ese día le dijo que quien era ella y le contesta que era mi enamorada, el teniente le dice
señorita es mejor que usted se acerque al cuartel en cuanto pueda porque yo estaba
internado en el hospital militar, para darle las referencias para ingresar al hospital, ella fue
lo más rápido posible y allí le contaron antes de que me viera ella, por decir la previnieron
del estado en la cual me encontraba yo, me dice yo le voy a avisar a tu mama, mi mama no
conocía a María o creo que en una ocasión la vio, no muy bien lo recuerdo pero si conocía
a mis hermanos a Juan Carlos y José, así que empezaron las preguntas y le cuento tal
cual me sucedió, se acerca un médico y le pregunta a ella si podría saber algo más porque
no encontraban nada, que pudiera yo tener como enfermedad, pero nada sabía ella, solo lo
que le conté yo, bueno se fue y regreso con mi madre al día siguiente mi madre linda se
pone a llorar pensando que su hijo estaba en la cuerda floja, yo trataba de calmarla a mi
mama, así que María se compromete a regresar todos los días al hospital, y mi mama que
pasaba por una crisis económica iba cuando podía, sucede que yo estando en cama en
vez de recuperarme decrecía en recuperación, esta vez ya no podía tragar nada, me
daban en la boca debido a que los músculos de mi mano izquierda se contrajo totalmente y
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Roberto Villegas
mi pie izquierdo al igual, no tenía fuerzas en el lado izquierdo total de mi cuerpo, y como no
podía alimentarme por la boca me dice la jefa de enfermeras una morena de 100 kilos te
vamos a poner una sonda por la nariz y licuaremos tus alimentos para que seas
alimentado por allí, no me importa decía yo, pero no puedo comer por la boca, en mi media
lengua ya que mi lengua de igual forma empezaba a perder la facilidad de moverla, así que
llega un enfermero que me coloca con mucho cuidado la sonda para que no me doliera, así
fui alimentado, me llevaron a tomar varios exámenes, electro cardiograma, encéfalo y todo
lo que pueda llevar al cerebro en exámenes me sacaron liquido raquídeo para analizar,
seguía alimentándome por la sonda, pero yo tenía energía y quería levantarme para
caminar, me tiraba de la cama al suelo, una enfermera se sentó al costado de mi cama
toda la noche y me cuidaba pero yo no podía dormir, no la deje dormir en toda la noche
ella dijo que la cambien porque era como un niño, me amarraron a la cama con las
sabanas, las manos y el torso, yo me deslice por debajo de la sabana y otra vez me tire,
cerca estaba siempre una silla de ruedas y trate de sentarme y lo logre, me amarraron a la
silla, así que me la pasaba, empujando la silla toda la noche ya que no dormía, estuve así
como 15 días sin dormir.
Una tarde se me acerca un médico y me dice haber hijo cuéntame que te pasa yo ya no
podía hablar pero estaba muy consiente de todo, así que me dice no puedes hablar ya has
dormido y no sé pero algo respondía con señas o palabras entrecortadas y decía no, bien
quiero que hagas todo lo que te pido, en la sala que estaba era de unas 20 personas era
una sala común todos muchachos como yo, ahora cierra los ojos y piensa en algo bonito,
hagamos esto que tu pensamiento te lleve a un bosque de plantas y árboles, ahora relaja
tus pies, los relaje ni bien termino de decirlo, y seguía hablando del bosque y la casa al
costado del rio, ahora relaja tus piernas, las relaje, y seguía hablando ahora relaja tu
cuerpo, automáticamente lo relaje ahora relaja tus brazos y seguía hablando del paisaje,
ahora relaja tu cabeza y me quede dormido.
Dormí solo 30 minutos ya que pregunte cuanto rato había dormido a los compañeros de
cama, y siguió el calvario para las enfermeras, el único momento que estaba tranquilo era
cuando llegaba María o mi mama, llego la crisis y me cambian de sala y me llevan a la sala
de los oficiales, había un sub teniente, 1 capitán y un coronel viejo que cuando llegue
caminaba agarrándose de las paredes y poco a poco lo sentaron en una silla y ya no podía
Editores
Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
caminar más, había otro enfermo que era un civil y desde que llegue estuvo en estado de
coma, nunca despertó.
Cada vez estaba yo peor, ya estuve totalmente paralizado, me fue a visitar el mayor
Navarro que justo cuando sale llega mi mama y conversa con él y le responde señora no
se preocupe que Villegas pronto se va a recuperar es solo una fase crítica para él y se va a
recuperar hemos conversado algo los dos y yo no veo que este muy mal.
Mi hermano José se le ocurre que al yo no poder hablar le dice a mi mama a la próxima
que vengas yo te voy a dar un abecedario para que Roberto señale una palabra y de esa
forma converse con todos porque yo estaba consiente de todo, así fue, así que me
comunicaba con los demás, señalaba con un dedo lo que quería, recuerdo una ocasión
que tenía un hambre y le digo a mi mama que me alcance el abecedario que quera decirle
algo a la enfermera y le señalo la letra C y ella responde hijito tienes que recuperarte para
que te vuelvas a tu Casa, no, le volví a señalar la letra C y O y ella me dice si hijo en tu
Casa debes de tener tu Osito que juegas pero recupérate, mi mama ya estaba echando
chispas y le dice no señorita lo que pasa es que mi hijo señala las letras no los dibujos que
salen allí.
Por favor señora, nosotras somos especialistas en esta sala y entiendo perfectamente lo
que su hijo quiere decir no me va a enseñar usted lo que yo tengo que hacer, mi mama se
fue de la sala y al rato escucho que llega el medico con mi mama y pregunta, ¿haber
señora? Explíqueme lo que me quiere decir.
Sucede doctor que mi hijo como no puede hablar, él se comunica por el abecedario
señalando la letra, a muy interesante haber hijo que quieres y yo señalo C O M I D A, pero
estas muy consiente de todo me parece muy buena su idea señora y su hijo muy despierto,
y que paso que no le entendía la enfermera, esto es para brutos dígame quien era la
enfermera Porqué esa enfermera no debe de estar en esta sala, no tiene capacidad,
dígame quien es y en este momento la cambio de sala, mi mama le dice no doctor no sé
quién era no vi bien su cara, mi mamá sabia solo que no quería decir nada ni quien, nunca
más se acercó al enfermera a mi cama.
Un día ya estaba cansado de estar amarrado a la cama me tumbe al suelo y me senté solo
a la silla de ruedas, me arranque la sonda de la nariz que salió con sangre y la escondí
detrás de un mueble, me fui empujándome hacia a tras al baño tome un pequeño vaso y
tome agua, no ha habido un alivio más grande en toda mi vida, pude pasar por mi garganta
algo, así que llame a una enfermera para enseñarle lo que había hecho, ni caso me hizo.
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
Pero sabes que paso en todo ese tiempo, NUNCA, pero nunca me culpe de algo, no
renegué de lo mal que estaba, no pensé nunca que me iba a quedar mal para toda mi vida,
lloraba mucho, mis nervios de punta pero no lloraba por lo que estaba mal solo lloraba
porque quería llorar, no culpe a nadie me olvide del cuartel por completo.
Así que llega Norma a visitarme y por esos días otra vez caí mal y regresaba mi parálisis,
así que le dije entre palabras entrecortadas que se fuera, fue con unos amigos de mi
promoción de otra compañía y le dije tienes que llevártela a Norma, pero promoción ella ha
hecho un esfuerzo para venirte a ver, se siente muy mal, yo esa vez la trate muy mal a ella
y seguí diciendo que se fuera y que no regrese nunca más, mis amigos todos súper
molestos se fueron, ella que sale de la sala y llega mi mama con María, era en realidad el
motivo por el cual quería que se fuera, no podía crear una discusión allí menos delante de
mi mama, FUI MUY MALO ESE DIA Y LOS SIGUIENTES ME CONVERTI EN UN NIÑO.
Allí si le hice mucho daño a los demás, pero sobre todo a mi mama, pobre ella con escasos
recursos económicos y poco tiempo de haberse separado de mi papa, un día mi mama me
dice hijito tú quieres que regrese con tu papa, eso fue porque el doctor le dijo que podría
ser el motivo de mi situación emocional, yo lo pensé en pocos segundos y me dije.
Todo el tiempo que hemos pasado cosas en contra de mi papa, lo mal que nos había
tratado él, mi mamá no se merecía eso, y le dije no mama, no es esa la razón, pero en
realidad hasta hoy no sé cuál fue la razón.
Los medico hacían de todo para ver que tenía yo, no encontraban nada, así que le dicen a
mi mama, mire señora su hijo entro sano al ejército y el no sale de esta sala sino es que
está sano, nosotros corremos con todos los gastos médicos y si él tiene que quedarse se
quedara por los años, llegara a obtener más asensos hasta que se cure, allí habían
reclutas o soldados que tenían 2 años hasta uno que tenía 8 años era ya suboficial, y sin
salir del hospital, había una enfermera que se sacrificaba y se entregaba a los muchachos
para que saciaran su sed de sexo, porque según me contaban, por mi mala suerte dicha
enfermera que era simpática no se me cruzo cuando estuve en cama me despedí de ella
cuando salí del hospital y me dio un beso en la boca y me dijo muy tarde nos encontramos
pero que tengas suerte, caray me dije que mala suerte.
Bueno había un soldado que tenía una cicatriz en la frente y su cuerpo medio paralizado el
andaba con muletas ya cuando me fui recuperando le pregunto qué te paso, mira Villegas
yo fui malo, me la agarre con un perro, no se porque ni para que, en una ocasión lo veo al
perro que estaba comiendo me acerque, yo soy sargento segundo, me acerco y le quito la
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Autor
Roberto Villegas
gamela la tiro al suelo y le digo perro come como perro, pero este estaba de guardia el
perro estaba sentado y me apunta con FAL, yo veo que tenía el dedo en el gatillo y le digo
perro fíjate bien lo que estás haciendo, yo solo tire mi cabeza a un lado y desperté en el
hospital, después había otro que no podía dejar de reírse, otro que no tenía hombros que
te paso, sucede que estaba corriendo por la pista de combate y me subí a la escalera e
intente hacer la bandera (cuando uno sube la escalera de 3 metros de alto, para saltar más
rápido se suelta desde esa altura al suelo, cayendo en un banco de arena, colocando el
FAL en la espalda con el cinto delante de uno y la mano derecha en el penúltimo peldaño y
la izquierda en el último peldaño de tal forma que en el aire se forma una bandera con el
cuerpo) caí mal, el FAL me golpeo el hombro, me fui a la cuadra y luego a bañarme y me
desmaye de dolor, me recupere volví al servicio activo y mi reto era pasar la pista de
combate, nuevamente subí a la escalera me tire y caí mal del otro hombro, me lo rompí
ambos en el mismo lugar.
Había uno que le habían roto la columna y estaba prostrado en una silla de ruedas, muy
inteligente amable, atento.
Cuando estuve recuperándome aproveche mi oportunidad de que muchos estaban muy
atentos a los más enfermos, así que yo levantaba la mano y ya había 2 a 3 personas que
me decían que quieres, llévame a este lado, nos escapábamos a la azotea del hospital
escondiéndonos de las enfermeras y médicos para que no nos pillen y nos amarren a la
cama, cuando ingerí alimentos, en una ocasión tome 6 platos de sopas, 4 segundos, más 3
manzanas al medio día y seguía con hambre, el doctor le dice a mi mama que eso era
ansiedad.
A medida que me fui recuperando mi movilidad los doctores consideraron que podía salir
del hospital e irme a mi casa en fiestas navideñas de ese año, así que fue mi papa a
recogerme, yo caminaba con mi pie torcido y mi papa muy indiferente me dejo que
caminara solo, dándome alguna lección seguro pero que hasta hoy no la entiendo ni la
entendí, llego el esposo de una prima en su auto y el me ayudo para caminar hasta el auto
y hacerme entrar al mismo, nos fuimos a la casa de la hermana de mi papa, mi tía victoria,
llegue y mi tía se había agenciado de una silla de ruedas, me sentaron allí pero cuando en
fechas anteriores visitábamos la casa de mi tía subíamos y bajábamos en su casa y yo
quería caminar, llego las 00.00 horas y feliz navidad minutos antes le digo a mi mama,
todos me miran por favor no quiero estar acá, así que me llevaron a la habitación de mi tía
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Franco Villegas
Lorena Villegas
Autor
Roberto Villegas
para dormir y a la mañana siguiente de regreso al hospital, mi madre echaba chispas por la
actitud de mi papa cuando me recogió.
Llego enero y otra vez caí en retroceso, esta vez ya no movía nada estaba prostrado en
cama, me volvieron a colocar una sonda por la nariz para alimentarme, y María seguía
yendo casi todos los días, por no decir todos los días, solo nos besábamos de picos, no
había intimidad es un hospital.
Pero un gran día ante una junta de médicos llega un gran neurólogo VILLAFANA, me ve en
la cama y yo por esos días solo me comunicaba por los ojos, 1 pestañada era SI, 2
pestañadas era NO.
El doctor me preguntaba qué es lo que me pasaba y yo abría y cerraba los ojos y el no
entendía en principio hasta que uno de los médicos le dice es que Villegas se comunica
así, ¡!!A CARAY!! Eso es verdad me pregunta 1 pestañada, ¿entiendes lo que te digo? 1
pestañada, ya te dieron de comer y eran como la 13.00 horas, 1 pestañada, ¿interesante
dice él?
Entonces dime que es lo que te pasa pero háblame y yo no podía, así que el medico les
pregunta a los demás doctor que medicamentos se le está suministrando, y yo empecé a
llorar, el doctor VILLAFANA se dio cuenta inmediatamente, ante la seña del doctor que dijo
no le estamos suministrando nada, me pregunta el doctor.
No te están dando medicamentos 2 pestañadas, pero por favor doctores como puede ser
posible, por favor tome nota y empieza a decir nombres de medicamentos o que se yo lo
que menciono, me toca el hombro y me dice.
DESDE MAÑANA TU TE RECUPERAS.
Así que me daban una copa de pastillas amarillas, rojas, azules, naranjas, creo que eran
como 10.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
INICIO DE MI RECUPERACION EN EL
HMC
Bárbaro bendito médico, inicie con mis pastillas y empiezo a tener un resultado distinto,
otra vez me arranque la sonda de la nariz pero esta vez más despacio ya con la
experiencia anterior, tome agua 1er día de recuperación esa noche me saque la sonda,
2do día ingerí alimentos, 3er día me senté en la cama dicho sea de paso de tanto estar en
cama y con ganas de levantarme, todos los músculos del estómago los tenia formados hoy
los extraño se me han escondido los condenados, 4to día inicio la intención de caminar, al
5to día mi madre se asusta y le pregunta al doctor si yo estaba en esa etapa de rápida
recuperación y pronto iba a acabar mis días en esta tierra, el médico le dijo señora tenga fé
él quiere recuperarse y solo lo va a hacer, más bien ya no lo visite tanto él se ha vuelto
muy engreído.
Así que la visita era más esporádica, me mandaron una terapia de rehabilitación, con las
manos, pies y coordinación de palabras.
Era colocar un anillo en una vara, 1 encima de otra en distintos tamaños y colores, colocar
un vaso encima de otro, no podía colocar ni los aros ni los vasos me costó muchos días el
lograrlo lo abandone en el camino, baños con agua, masajes a mi mano izquierda y mi
pierna izquierda, me hacían ver estrellitas los masajes, pero se logró relajar los músculos
súper tensos y contraídos, al fin se pudo volvió a la casi a la normalidad mi extremidades,
caminaba por todo el hospital con mi ropa de dormir y mi bivirí mostrando el físico, los
médicos no me decían nada, ayudaba a las enfermeras que tenían que realizar
rehabilitación física a otras personas, recuerdo que había una fisioterapeuta muy bonita
que siempre me pedía mi ayuda, para que la ayude con un técnico que padecía de
hemiplejia, el pobre media 1.65 y pesaba como 100 kilos, ella lo hacía dar volantines de
cabeza, esta mujer debía de pesar unos 55 kilos y mediría 1.65 yo nunca entendí como
tenía tanta energía para hacer su trabajo, me dijeron que no fuera a la rotonda, la rotonda
era el gimnasio del hospital, terco Roberto me iba todos los días con la supervisión de ella
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
la fisioterapeuta, hacia remo, caminata, levantamiento de pesas pero de poco peso hasta
que mis músculos de mi brazo y piernas estuvieran rehabilitadas, así que me volví el
caminante de todo el hospital ayudaba acá y allá, ya me conocían los médicos de todas las
salas, hasta que llego el día del ALTA, bueno Villegas ya te daremos de alta (por allí
escuche que debían de dar de alta a los que estaban mejores no a los recuperados
realmente) está bien doctor y ahora que va a pasar, bueno cuando llegue un oficial de tu
cuartel que vienen cada semana pues se le dará a él la responsabilidad para que te lleve a
tu cuartel nada más doctor nada más me dice.
Doctor acabo de ver a un teniente de mi cuartel, alcánzalo y dile que valla a la guardia del
área, doctor y ahora que es lo que debo de tomar como medicamentos, NADA me dice,
¿cómo que nada doctor? si todos los días me dan como 10 pastillas, Villegas me toca el
hombro y me dice te hemos engañado toda esa copa son vitaminas C, tú te has
recuperado por que tú lo has querido, me quede parado sin decir nada, increíble para mí,
llame al teniente médico y me llevo al cuartel.
Otra odisea de un día.
MI BAJA EN EL EJÉRCITO DEL PERU
Llegue al cuartel y me acerque a la oficina donde yo trabajaba y estaba el suboficial Quispe
con el empleado civil Flores y me saludaron me felicitaron por mi llegada y recuperación,
cerca de 4 meses estuve en el hospital ya era el mes de febrero del año 1988, así que me
dice el suboficial que me acerque a la habitación del nuevo Mayor porque el Mayor Navarro
fue destacado a otro cuartel, me apersone al nuevo mayor y le dije que me habían dado de
alta en el hospital y me dice ahora que vas a hacer, sucede que mi baja era para el mes de
diciembre del año pasado pero por estar en el HMC no fue dada mi baja, bueno preséntate
con el Capitán Zapata el nuevo oficial de tu compañía Cóndor, está bien mi mayor, me fui
donde el Capitán Zapata, mi capitán permiso para ingresar a su oficina soy el sargento
Villegas reportándome, me han dado de alta en el hospital, a que bien, y que vamos a
hacer, me dice, sucede mi capitán que mi baja era para el mes de diciembre era al termino
de 18 meses porque yo presente mi certificado de estudios del 5to año de secundaria, así
me dice, había un sargento primero reenganchado era un gordo que me tenía antipatía era
de mi compañía y le pregunta ¿sargento tiene usted la libreta militar del sargento? no mi
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Autor
Roberto Villegas
capitán en vista que el sargento no estaba presente no se le tramito, bueno pues sargento
dirigiéndose a mi únase a su compañía, señor lo que pasa es que en el hospital me dieron
de alta pero yo no me encuentro todavía bien, así me dice entonces te daré una licencia de
3 meses y regresas para que termines tus 24 meses, anda donde el subteniente Pinedo y
pídele tus propinas que no has cobrado, antes de eso el teniente médico me dijo cuándo
cobres tus propinas espero te acuerdes de mí, porque sin mí no estarías de regreso, si
señor le dije.
Me acerqué a la oficina de subteniente Pinedo el tesorero y permiso para ingresar a su
oficina que estaba al lado de la oficina del capitán Zapata, mi subteniente me han dado de
alta del hospital, a que bien hijo, vienes a cobrar tus propinas que no has cobrado sí señor,
cuantos meses tienes sin cobrar haber déjame ver 4 propinas sin cobrar, son 450 soles,
señor lo que pasa es que yo no estoy bien de salud todavía, mira hijo anda donde el nuevo
Comandante y dile eso veras que él te va a ayudar, anda hijo me dice.
Me fui donde el comandante, permiso mi comandante y le conté lo dicho por el capitán
Zapata que no tenía libreta y que me iba a dar una licencia de 3 meses pero yo ya no
deseo estar en el ejército, ¿por qué? señor es que no estoy totalmente recuperado haber
demuéstrame, me puse a correr y efectivamente corría yéndome hacia un lado, camina y
caminaba tirándome a un lado, mi cara estaba casi recuperada pero los efectos de la
contracción muscular no estaba bien, así que me dice.
Está bien hijo me has convencido no te estás haciendo, ¿no?
No señor, mis nervios no están bien y me pongo en llanto de los nervios, cálmate hoy no te
quedas acá, eso tenlo por seguro, dile al capitán Zapata que te de una licencia de 4 meses
y solo regresa para tu baja, vas a cobrar tu propina, señor usted sabe que las licencias me
pueden llamar en cualquier momento, tienes razón, bueno dile al capitán Zapata que te
redacte un documento en la cual diga que por autorización mía te doy una licencia sin
apersonarte al cuartel por ningún motivo y a los 4 meses solo regresaras por tu libreta
militar, está bien mi comandante muchas gracias, anda y dile.
Permiso mi capitán, por órdenes del comandante me pide que le comunique que redacte
un documento con esto y lo otro.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
Dile al comandante que no puedo redactar dicho documento porque no es legal.
Permiso mi comandante el capitán dice que no es legal, está bien hijo no te preocupes
anda a comer tu rancho, (almuerzo) y preséntate a la formación a la 13.00 horas a mi
derecha a 1 paso.
Así lo hice y el comandante estaba en reunión en el patio principal con todos los oficiales y
llama al ¡CAPITAN ZAPATA! que estaba de guardia y encargado de la formación de la
tropa ese día.
Presente mi comandante.
Paso ligero.
Capitán me dice el sargento que usted no puede redactar dicho documento, así es mi
comandante, ese documento no tiene base legal, bueno entonces redacta uno que tenga
base legal y que se valla el sargento hoy a su casa, no puedo mi comandante,
¡QUE!
SEÑOR SOMOS 500 EFECTIVOS y cuento con todos ellos
ASI Y ¿QUIENTE A DICHO A TI QUE NO PODEMOS IR A LA GUERRA CON 499
EFECTIVOS?
Lo hare mi comandante
Está bien anda donde el subteniente y dile que te de tu liquidación y regresa con tu
liquidación, me dice el capitán, está bien señor.
Permiso mi subteniente, dime sargento, sucede que el capitán me pide que me de mi
liquidación para que me del documento que el comandante ha solicitado me sea
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Franco Villegas
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Roberto Villegas
entregado, hijo dile al capitán que yo no te puedo entregar nada de dinero de tu liquidación
hasta que no me muestres el documento o la libreta militar, además hijo él te quiere quitar
tu plata. Está bien mi subteniente.
Permiso mi capitán el subteniente me dice que no me puede entregar hasta no ver el
documento o mi libreta militar.
Dile al subteniente que estas yendo de mi parte y ¡Que te de tu liquidación! Que se habrá
creído ese subteniente.
Permiso mi subteniente, antes que me digas algo dile al capitán que no, se escuchaba todo
de una oficina a otra.
Regreso donde el capitán, se para el capitán y me dice vamos, nos acercamos a la oficina
del subteniente y le dice oye Pinedo que tu no escuchas lo que el sargento te está diciendo
de mi parte.
MI CAPITAN, usted es MI CAPITAN DE LA PUERTA PARA AFUERA, EN MI OFICINA YO
SOY EL COMANDANTE Y SOLO ESTOY BAJO LAS ORDENES DEL CORONEL.
Basura le dice el capitán y nos regresamos a su oficina, y le pregunta al sargento primero,
estas seguro que no está la libreta de Villegas, ah responde el sargento primero, si esta se
había traspapelado, falta pegar la foto, acá esta mi capitán dámela le dice la agarra y me la
tira por la cara, ahora no te quiero ver desaparece.
Me fui donde el subteniente y me dice ya me imagino lo que has sufrido hijo pero no podía
permitir que el capitán te quite tu dinero, ahora desaparece antes de que te vea.
Me despedí de los que pude del coronel del suboficial Quispe de Flores y me fui corriendo,
escucho un silbido era el teniente médico, que se valla a la…. y seguí corriendo a la puerta
principal, permiso mi teniente me voy de baja, felicitaciones y cuídate mucho, era el que le
aviso a María de que yo estaba en hospital.
OTRA VEZ ERA UN CIVIL, termino militar luego de la baja
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Franco Villegas
Lorena Villegas
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Roberto Villegas
Estando fuera del cuartel me fui a visitar a mi compañero de promoción Cachique, toque su
puerta de su casa y pregunto por él, su mama me dice espera lo voy a llamar, lo veo salir y
noto que cojeaba, que te paso le pregunto, te voy a contar promoción.
Deserte ya no aguantaba, ya estaba perdido la droga me tenía atrapado, me escape con
mi enamorada a perdernos por allí y nos refugiábamos en una casa abandonada de 3
pisos en la unidad vecinal que queda cerca de mi casa me dice, estábamos durmiendo y
de repente escucho un ruido fuerte de los L A, camiones del cuartel, y siento que se saltan
del camión y escucho ruido de botas que pisaban la calle, desperté y miro por la ventana y
lo veo a Munaico, al sargento primero, que estaban armados con FAL, así que le digo a mi
enamorada que no haga ruido pero que se esconda, estábamos en un segundo piso, y sin
hacer ruido me subo al tercer piso, e inicio a correr escucho que rompen la puerta con
patadas iniciando una balacera dentro del edificio, este no tenía luz era un fumadero de los
drogadictos, así que al llegar al filo del edificio salto hacia el otro edificio, siguiéndome de
cerca Munaico y los demás, seguí saltando de edificio en edificio, hasta que se terminaron
me quede parado en el filo, me apuntaban con sus armas diciéndome que no me moviera,
salte y me rompí la pierna.
Tenía la pierna rota eso había ocurrido 4 meses antes de haberlo visitado, pero le dije, te
faltaba poco para llegar a los 18 meses, no me dice no termine mi secundaria, tenía que
estar 24 meses, y ahora que haces seguro prendido de tu droga, pero si antes no me salía
ahora menos, bueno promoción espero que algún día te des cuenta, que tengas suerte en
tu vida algún día nos encontraremos, chao.
Me fui con mis amigos, en mi barrio, el médico me dijo, haz tu vida como siempre pero sin
excesos, me reuní con mis amigos a beber cerveza y cuando estaba mareado, no parecía
estarlo porque aun yo zigzagueaba al caminar, a los 5 días fui a buscar a María a
preguntarle por qué ya no me había visitado al hospital además de agradecerle lo que ella
hizo por mí, me dice me encontré con Norma, ¿Quién Norma?
No te hagas me dice haber cuéntame le pregunto.
Sucede que un día estaba parada en la puerta de mi casa y pasa Norma delante de mí y
me pregunta por una dirección de un familiar, así que le respondí si es por allá, y se ponen
a conversar y se le ocurre a Norma preguntar si ella conocía a un tal Roberto
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
¿Quién? (Intuición femenina)
Roberto hay muchos, además tengo a un amigo enfrente de mi casa que se llama Roberto,
ah le responde Roberto Villegas le dice Norma y de donde lo conoces, yo soy del Callao
vivo por la Av. Sáenz Peña, (como a 50 km de Puente Piedra) y soy su enamorada, a qué
casualidad yo también soy su enamorada, además me dice María en una ocasión que iba
al hospital y esperaba a tu mama en el lobby del hospital, habían dos chicas que cuando
yo pasaba me miraban de cabeza hasta los pies, te habrán podido confundir le dije, como
eran ellas, una era de la siguiente forma, ha ya sé quién es, le dije.
¿Quién era? Pregunta
Deidi y Jackeline y te fueron a visitar a tu cama, si le respondí, no le quise dar más
detalles, bueno ambas fueron y hasta me dieron de comer en la boca, aun conservo la
amistad con Jackeline
Ahora repregúntame ¿Por qué no fui más a visitarte?
No la volví a ver más.
La experiencia dentro de la vida militar en el ejercito la pase bien, dándole un grado de
gratitud a la habilidad que podía obtener al tratar de que no me afectara las partes
negativas y siempre pensando que tan malo no fue, aprendí a defenderme más de lo que
hacía, en fin una experiencia más en la vida.
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Franco Villegas
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Autor
Roberto Villegas
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20 Meses en el Ejercito del Peru

  • 3. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Autor Roberto Villegas Dedicado a Mi esposa María Elena Gutiérrez A mis hijos Franco Fabián Jesús Lorena Tamara Isabel
  • 5. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas 20 Meses en el Ejército del Perú. Promoción 1,988 En mi colegio de secundaria en ese entonces EL NACIONAL MIXTO DE ANCON, mis compañeros de aula, me decían, Villegas ya estas frito tú te vas al ejército y yo les respondía que no, porque tenía vara mi tía trabaja en el ministerio de defensa y a través de ella me van a arreglar mis documentos, jajajaja se reían, y yo decía a mis adentros, que me queda por decir. ¿Por qué no te inscribiste en la marina? allí son pocos los que hacen servicio militar, yo ya no respondía, así que me toco el día que tenia asistir al examen médico y me presente en el cuartel del ejército Simón Bolívar en el distrito de Pueblo Libre, mi mama ya había pasado por una angustia similar, debido a que mi hermano mayor José Luis, ya había hecho servicio militar pero en la Fuerza Aérea del Perú (FAP), el ejército es otra cosa y mi madre me infunde el miedo y le dije mejor tomare una pastilla para los nervios y así voy más tranquilo, así que nos fuimos mi mama con mi hermana menor Fresia (la mimi) al cuartel, mi mama nerviosa se pone a llorar yo le digo mama entro y salgo.
  • 6. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Entre al cuartel y le explicó al que estaba en la puerta que me presentaba para el examen médico así que me dice, visto la cola, si respondí, allí es. Me fui a la cola y allí empezó todo Haber señoritas las que no quieren hacer servicio militar, no saben el orgullo que se siente servir a la patria, pero ustedes no quieren hacer servicio militar, hagan fila acá, me presento ante el médico y me empieza a preguntar, ¿has tenido? tuberculosis, respondí, no, cirrosis, no, esta enfermedad, no, esta otra, no, esta otra, no, y así se tornó el examen médico, súper efectivo y veraz, pasaba uno y otro, al igual que yo, así fue el examen médico. Así que llega la hora de separar los legajos o folios, el mío estaba en una columna distinta a otra, así que pensé debe de ser los ENVARADOS, ¡oh error mío! En ese momento llega el comandante YATACO, pinche buey, ya que con él hable para recibir mi boleta militar, por que la amiga de mi tía Ana, era su secretaria dicho sea de paso muy linda su hija, me fui a la casa de ella que quedaba en la calle Húsares de Junín en Pueblo Libre, a las 8 am en punto y entre a su casa, salió ella, muy simpática la señora, pero la hija ufff, terrible tendría mi edad y bajo en bata de dormir transparente, yo no sabía dónde mirar porque se veía todo y estaba sin brasier, además, era muy bonita, yo sorprendido y ella ni me miraba, no me importa yo solo la veía. Así que esa mañana nos fuimos a la oficina del comandante Yataco y me pregunta el comandante, que quieres hijo INAPTO o NO SELECCIONADO, que significa cada uno respondí muy firme como los militares y me explica si te pongo inapto no podrás postular ni siquiera a la policía menos a los militares y no seleccionado, es solo, no seleccionado. Elegí NO SELECCIONADO, en mi boleta verde decía NO SELECCIONADO Regresando a la fila, el COMANDANTE YATACO le dice al Doctor, hemos tenido una baja de 500 hombres en zona de emergencia, requiero por favor 500 efectivos más, para el reemplazo, está bien comandante le responde el Doctor, y veo como pone las manos en los legajos de los ENVARADOS, y los junta con los otros y dice. ¿QUIEN DICE QUE LOS ENVARADOS NO PUEDEN HACER SERVICIO MILITAR?
  • 7. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Mire y me dije, yo me quedo, no dije nada no pregunte nada, se me acerca un muchacho alto fornido y me pregunta ¿señor esta es la fila para los que se van a la calle?, quien te a dicho eso, el señor que esta con su fusil allá, no amigo le respondo ya no hay fila para los que se van a la calle, no puedo quedarme yo trabajo para alimentar a mi madre y mis hermanitos, se pone a llorar, se da cuenta un soldado este se acerca a nosotros y le pregunta ¿qué te pasa?, señor es que yo no puedo hacer servicio militar, por que mantengo a mi madre y a mis hermanitos, así que el soldado le dice, pues que trabaje tu mama ahora, no puede está enferma señor, bueno entonces tus hermanos, es que son pequeños, entonces tus tíos, tus primos, quien sea, porque tu no sales de acá, y peor se pone a llorar, le dice maricon como lloras mira al flaco que está delante tuyo y ni siquiera se pone a llorar como tú, ¡soldado venga!, llamando a otro, se lo regalo. hasta allí no sabía que significaba eso, pero se lo llevaron ¿a dónde? ¿No sé? pero esa persona que estaba delante de él era yo. Suban al camión que nos vamos a la casa, ellos se reían, yo me senté en el camión, con destino ni sabía, nunca dicen algo, así que nos llevaron a un cuartel, nos hicieron bajar, hagan fila ven esta bandeja se llama GAMELA, tomen sus gamelas para que tomen su desayuno tienen 30 minutos para comer, todos éramos de la misma edad y muchos estaban llorando, otros no y otros como yo resignados a la suerte, comimos con la misma ropa que teníamos, en el cuartel estuvimos 5 días sin bañarnos ni cambiarnos, pero la primera noche fue la más terrible, no habían suficientes camas o literas, todas de 1 plaza y colchones que apestaban a todo porque eran de espuma plástica y el forro ya no lo tenía, así que eran nauseabundos los olores, el cansancio del día nos ganaba y nos hicieron juntar las literas, para que por lo menos tratemos de dormir en una cama, calculo que éramos como 100 personas, nos metieron a todos en una cuadra (dormitorio), y a dormir obvio todos trataban y muchos no podían de repente grita un compañero, ¡está lloviendo! Otro le dice, ¿cómo sabes? es que me está cayendo agua, imbécil como va a llover si estamos bajo techo, entonces el que está arriba se está orinando, todos nos despertamos por el ruido y nos hicieron levantar de las camas, a ver dónde está el meón habla sarcástico el soldado, el pobre tipo no despertaba estaba profundamente dormido, que estaría soñando, lo despertaron a la fuerza y ¿qué pasa?, todos a reír, bájate perro (recluta) así que tú te orinas en la cama, él responde, si señor eso me pasa a mi desde niño, si sabias eso porque no te acomodaste abajo de la litera, bueno pues acá ya no eres un niño y aprenderás a ser un hombre, para ranas un (uno) dos, nadie sabía nada, nos
  • 8. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas miramos las caras sin saber qué hacer, así que nos va enseñando, cuando te dicen para ranas un dos, tú te pones en posición de cuclillas, y empiezas a saltar y todos responden tres cuatro, ¿ENTENDIERON? sí señor, por allí decían por allí con palabras inentendibles ¿NO ESCUCHO? dijo, cuando alguien les diga entendieron ustedes tienen que responder SI SEÑOR pero como hombres no como señoritas, así que no los escucho, ENTENDIERON, y todos respondimos SI SEÑOR, al parecer van a hacer buenos soldados, entonces para ranas un dos, bueno con la práctica se responde a una sola voz pero salió trees cuaatro, ¿QUIERO 10? Otra vez nos miramos, cuando alguien les diga quiero 10 o más ustedes responden, VAMOS, COMO HOMBRES, quiero 50 y ya nadie quería responder, así que son chistosos, ahora quiero 100 escucharon por cada vez que no respondan subiré mas, y por allí se escuchaba VAMOS. A contar, significaba que teníamos que contar en voz alta, no escucho empiecen de nuevo a contar 1 2 3 4, esperen, esperen, esperen, no se levanten no les he dicho que se levanten, todos tienen que contar al mismo tiempo, otra vez 1 2 3 4 5 6 7 8 9 no, no, no, no, no escucho bien y menos una sola voz, empiecen de nuevo hasta que aprendan. Pero en el servicio militar hasta que no te pongan en la lista de los efectivos sigues siendo un civil y a los civiles no se les puede maltratar mucho, poco nomas. Nos levantaban a las 4 am a limpiar la cuadra, a sacarle brillo al piso, con un cepillo o escobilla para lavar ropa, hasta las 6 am, de allí a la fila para ir a la cancha al patio principal para la formación, se cantaba el himno y el que hablaba adelante era un oficial y formaban todos, oficiales, técnicos, suboficiales y tropa. Luego de hablar coordinar y demás, se retiraba el oficial, despidiéndose de la tropa y se partía, primero una columna de izquierda a derecha, todos en fila al comedor para tomar desayuno, así que nosotros todos nos moríamos de hambre, por los ejercicios, no sé pero daba un hambre terrible, llegábamos a la fila agarrábamos la gamela y nos daban una taza o tazón de leche, pero creo que la vaca estaba flaca y desnutrida, porque la leche era muy transparente, dos panes, nada más, a medio terminar nos hacían parar, a ver señoritas ya comieron a levantarse, nos llevaban a correr alrededor del cuartel, hasta allí nadie sabía dónde estaba, no nos querían decir, luego de los ejercicios a hacer jardinería, limpiar el cuartel que es enorme. A bañarse pero nadie tenía jabón toalla ni nada, por allí alguien pidió prestado, al vernos tan maltrechos con ropa sucia sucios completamente, les dábamos pena, menos tenia alguien toalla, era el mes de Junio, corría mucho viento, no hacía mucho calor, pocos
  • 9. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas lográbamos bañarnos, llega un soldado para sacarnos de las duchas, ¿haber ya terminaron? todavía señor, no soy señor, soy SARGENTO, ya salgan todos, pero falto yo, decían algunos, salgan, salgan, si nos estuvieran atacado ya los hubieran matado a todos, salgan, todos salíamos mojados y nos habíamos colocado la misma ropa encima sin secarnos, a almorzar, otra historia más. Fila, columna, un dos y todos corríamos para alinearnos, pero antes de comer vamos a dar una vueltitas al cuartel, a cantar, otra vez a transpirar. Todos los hombres tenemos Repitan Todos los hombres tenemos En el pecho la alegría Y dos cuartas más abajo El cañón de artillería 1 2 Respondan 3 4 Jajá nos reíamos todos pero cantaban con otro espíritu ya estábamos dentro que podíamos hacer, había que acostumbrarse, se dice en el ámbito militar, RESIGNACION Y VALOR. Nos fuimos a almorzar, todos a la fila y tiene 10 minutos para terminar de almorzar, la comida una desgracia, olía súper mal, era pescado que se desasía cuando uno trataba de agarrarlo con el tenedor, el pescado estaba descompuesto, pero el hambre era más grande, yo me comía la comida de mi compañero que no podía comer, de repente se acerca otro sargento a un recluta que parecía estar y no estar allí, le dice abre la boca y cierra los ojos, le introduce las pepas de un ají, cierra la boca, el pobre tipo se quedó parado allí sin hablar sin hacer nada, pásatelo le dice, se lo paso y se pone rojo pero sin hacer un solo movimiento. Que le pasaba a ese pobre muchacho, era orate, después de 15 días lo sacaron, después había otro que escupía sangre, el que se orinaba también era otro orate, a veces estaba a veces estaba fuera de si, no hablaba, solo botaba saliva de su boca, así que nos dieron uniformes, nuestra ropa civil estaba sin lavar hacía varios días, yo me presente al examen
  • 10. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas médico con un jean viejo, una camisa manga larga a cuadros que ya tenía sus años, no tenia chompa o casaca, esa ropa solo servía para la basura, nada más. Nos fuimos todos contentos a formar para el almuerzo con nuestro uniforme nuevo, era el uniforme de faena o el que se usa dentro del cuartel, de color verde caqui, ya tenía en ese momento como 15 días en el cuartel, una tarde pasan volando por nuestras cabezas gaviotas, bueno allí ya sabíamos dónde estábamos, pero yo no conocía el lugar, al pasar las aves todos miramos al cielo y uno de mis compañeros le dio un ataque epiléptico, se lo llevaron al tópico, luego de 2 días lo veo cuando se dirigía a la puerta de salida del cuartel REAL FELIPE DEL CALLAO, le pregunte ¿qué te paso? el me comento que ya sabía que era epiléptico pero como no tenía dinero para el tratamiento creyó que el ejército lo podría tratar y curar, pero el ejército solo asume una responsabilidad cuando la enfermedad es después de 3 meses y que dicha enfermedad fuese creada dentro, en fin a mi amigo le dieron de baja. Cuando ya te dan uniforme ya eres considerado un militar con calificación, los 3 primeros meses ¨perro¨, pasas al mando de un SARGENTO SEGUNDO que es EL MONITOR, este te instruye los 3 meses, además debe de protegerte todo el tiempo cuidando que nadie ejerza sobre su compañía o pelotón a cargo algún castigo, casi siempre es un sargento segundo, máximo rango en el servicio militar en tiempo de paz, no sucede lo mismo cuando se hace el servicio militar en zona roja o de emergencia, los grados o ascensos en dicho caso son distintos, uno puede llegar al grado de sargento primero, este grado es el máximo, o se puede obtener cuando uno continua el servicio militar luego de su periodo establecido, el tiempo estipulado era de 24 meses, este grado es sin escuela, llamados SARGENTO PRIMERO O ASIMILADO, en mi compañía había un sargento primero que tenía como 35 años o más, no recuerdo el sueldo que ganaba, lo que si sabía es que el oficial siendo alumno ganaba un sueldo mínimo, no podría hacer un comparativo en el caso del sargento primero tomando en cuenta que a esa edad uno ya tiene familia que mantener. Un grupo de 40 o más, fuimos asignados a la compañía CONDOR o compañía C al mando del sargento segundo Munaico ¨el tanque¨ le decían, bruto el desgraciado, toda su promoción de Munaico había llegado de zona de emergencia, en Ayacucho, eran 12 meses más antiguos que nosotros, a todos los que fueron antes que uno se les dice MI ANTIGUO los que no tienen rango o son clase, el reclutamiento era cada 6 meses, había uno que era medio loco y ese medio loco también era monitor de nosotros de apellido
  • 11. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Ugaz, pero no participaba mucho, era chofer de los camiones ya luego me entero que él tenía como 22 años y él se recluto solo, y el que se orinaba era su hermano menor, estaba corrido de la justicia civil era lo que se comentaba, vivía en el Callao muy cerca del puerto, a veces le daba su locura y se ponía a gritar solo, entonces empieza las historias de lo ocurrido en zona de emergencia, resulta que había uno que tenía una cicatriz de una bala en un hombro, y su propio compañero le disparo, por error, en pleno enfrentamiento, el soldado muy superado por que él que le disparo estaba y dormía en la misma cuadra. El sargento Munaico nos hacía llorar de dolor, por el exceso de ejercicios, todo el día corríamos, ranas, planchas, canguros, polichinelas, barras, pista de combate y marchar, marchar y por ultimo seguir marchando. A las 8 pm la última formación en el patio principal y todos los de mi promoción se dormían parados y hacia frio, porque hasta allí no nos habían entregado un abrigo para soportar el frio, solo teníamos, camisa manga larga, pantalón y las botas, nos faltaba el capotin, un saco de felpa muy grueso que ya luego nos dieron a todos. Así que tropa !!!!!!!!!!!!ATENCION!!!!!!!!!!!!!!! PARA RANAS un dos PARECE QUE TIENEN SUEÑO 3 4 respondíamos Quiero 20 VAMOS respondíamos todos 1 2 3 4 5 6 7 hasta 20 Sargento que se vallan a dormir todos Despidiéndose el oficial de turno al mando del batallón Compañía C (cóndor) ¡¡¡ATENCION!!! Vamos a descansar, en orden caminen Así que nos íbamos a dormir recién a la cuadra que nos correspondía, una cuadra que media como 500 metros cuadrados, súper grande, nos acomodaron a cada uno, tu acá, así hasta terminar con todos, pasaba el teniente de guardia para que apaguen las luces, así que todos a dormir, por allí se escuchaba un cuchicheo, ¡¡silencio!! Perros despierten, en silencio, empezaban a patear a cada uno para que se levanten, no sabíamos la hora, no sé si paso 30 minutos o 2 horas, para ranas 1 2, ¿tienen sueño?
  • 12. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Si señor haber, haber, por ese que tiene sueño todos se mojan, porque ustedes saben que cuando llueve todos se mojan, así que quiero 20, vamos 1 hasta 20, atención, les vuelvo a preguntar ¿tienen sueño? No, se escucha por allí. Ósea que les gusta hacer ejercicios, entonces para ranas 1 2 Vamos Quiero 20 más Así nos tuvieron no sé cuánto tiempo, perros no hagan ruido, a dormir perros a dormir, todos nos acostamos y nuevamente despierten perros tienen que limpiar, eran las 4 am, a todos les han dado escobillas para lavar sus ropas, con la escobilla quiero que hagan una fila y cada uno en cuclillas a limpiar, y el que pone la rodilla al suelo será castigado y otra vez, CUANDO LLUEVE TODOS SE MOJAN. Quiero solo escuchar que están limpiando, y te patean y te golpean, claro que no muy fuerte pero uno esta somnoliento, hasta las 6 am ¡¡¡ATENCION!!! A FORMACION Todos a paso de trote, 1 2 3 4 corriendo, los 5 últimos castigo Y así todos los días correr, marchar, ejercicios por todos lados, pasar por la pista de combate, nos aventaban tierra a la cara, diciéndonos que así es en la guerra, con un fusil modelo MAUSER, ese armamento lo usaron en la guerra de Independencia, con un peso de aproximadamente de 6 a 7 kilos, era armamento para hacer los ejercicios, o para luego realizar la formación, es armamento obsoleto o de lujo, nos ponían en la nuca y a ranear, canguros, para todos lados. Haber tu sabes marchar y a marchar, como a las 16.00 horas daban un tiempo de 1 hora libre, hasta allí todavía no había pasado 1 mes, y ya nos decían que se venía la visita y al primero que veamos llorando toda la cuadra paga, quiero que se comporten como hombres.
  • 13. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Bueno pues llego el primer domingo y me fue a visitar mi hermano mayor Juan Carlos y me dice, hola como te va, bien le digo yo, porque estaba contento que mi hermano haya ido, bueno me dice, te vamos a sacar de acá, porque le dije ¿Cómo que por qué? Mi mama está mal, llora porque tú estás acá. Así y quien me ha preguntado si quiero salir. Mira Carlos yo estoy acá y mi mama está en la casa y yo he decidido quedarme, eso es asunto mío. Siempre has sido así tú, eres tan radical para tus decisiones, se fue echando chispas, problema de él. Habrá estado 30 minutos y se fue, me sentí muy mal ¿Por qué a mí no me preguntaron? En fin mi hermano siempre fue así y lo seguirá siendo, eso es parte de él. Llego el segundo domingo y lo mismo que no los vea llorar, y esta vez llega mi mama con mis hermanos, la mimi, Alina y José. Y me llevaron golosinas yo le decía a mi mama, que no nos pegaban que estaba bien no nos trataban tan mal, por allí veo que en otras mesas mis compañeros se ponían a llorar, como la anterior vez solo estuve un rato no había visto como se portaban todos y luego me fui a la cuadra, eso ponía nervioso a cualquiera, y tratábamos de calmarlos con disimulo. Paso las horas y termino la visita, así cada domingo, hasta el día de la salida a la CALLE. Resulta ser que el cuartel REAL FELIPE, tenía asignado el batallón de formación o batallón histórico, HUSARES DE JUNIN, LEGION PERUANA DE LA GUARDIA de los batallones de Infantería (donde estaba yo) y de Artillería, era otro cuartel dentro del mismo, fueron los soldados que pelearon en la Guerra de Independencia al mando de San Martin y de Simón Bolívar, el uniforme de gala era de la siguiente forma.
  • 14. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas BATALLON LEGIONARIO DE LA GUARDIA - INFANTERIA PORTADA DEL CUARTEL REAL FELIPE LA GUARDIA ERA DE LEGIONARIOS DE INFANTERIA ESE DIA INSIGINIA DE LA LEGION PERUANA DE LA GUARDIA
  • 15. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas BATALLON DE HUSARES DE JUNIN – ARTILLERIA Ambos cuarteles están dentro del CUARTEL REAL FELIPE DEL CALLAO, construido en la época de la colonia española, desde allí divisaban a los invasores, enemigos de España, franceses, holandeses, ingleses y a todo pirata que quería apoderarse de las riquezas que ellos robaban al Perú para luego enviarlos a España a la corona española. Así llega el día de la práctica de tiro ya habíamos entrenado, con el Bull de tiro, para tratar de no fallar, hay 4 clases de tiradores. Franco tirador Tirador bueno Tirador regular Tiro huevo (esto significa que no le has dado, ninguna bala al tablero) Si había un Tirador huevo dentro de la compañía cóndor, no salía esa semana y todos queríamos visitar a nuestras familias, nos dieron la propina, era muy poca cantidad de dinero, nos alcanzaba solo para los pasajes de microbús a nuestras casas. En nuestro batallón había un tipo que era ¨corcho¨ (no entendía bien las cosas) le dijimos si no le das al Bull, te pateamos todos y le hicimos carga montón al pobre, así que medio asustado nos dice, promoción yo le voy a dar bien, ya no me peguen.
  • 16. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Nos llevaron al cuartel HOYOS RUBIOS, queda en el Rímac. Dicen los antiguos, haber esta semana yo me quedo en el cuartel y quiero que me acompañen los perros nuevos, un poco de planchas y ranas para distender los nervios. Agarren un FAL (fusil automático ligero) y pesa lo mismo que el máuser, así que ya están acostumbrados al peso, cuerpo a tierra, tirador tendido, también se hizo tiro a la cadera, es cuando el FAL se coloca a la cadera y uno está parado, se dispara a mayor distancia que tendido y luego tiro al hombro, con mayor alcance, todos vestidos con uniforme como si nos fuéramos a la guerra, casco, fornitura israelí para colocar las cacerinas con las balas, mochila de campaña VISTO EL TABLERO, a 75 metros de distancia, si hay alguno que no ve el Bull, que hable en este momento. No sabían si había un recluta que era corto de vista, como menciono el examen médico era una prueba a puño y letra. Bueno perros esta es su primera prueba de acá sale su vocación y recién se les va a llamar soldados en el cuartel, todos estábamos nerviosos. Mirada al frente Apunteenn Fuegoooo COMPAÑÍA CONDOR
  • 17. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Empezaron a sonar las balas por todos lados no me había dado cuenta detrás de cada uno de nosotros había un soldado por si se nos escapan el FAL, ya que estaban en mal estado y el mantenimiento lo realizaba un soldado del mismo cuartel, sin conocimiento técnico del armamento, aunque había un técnico especialista en armamento, Técnico Armero, nos podía salir el tiro por la culata, y todos disparamos, una vez que se vaciara la cacerina de 20 balas levantaba la mano indicando que había terminado se paraba y se quedaba allí hasta que terminen todos y luego corríamos hasta el tablero para que nos dieran el puntaje, yo hice una buena triangulación y califique como Tirador Bueno. Le tocó el turno a ¡El Corcho! Puntaje FRANCO TIRADOR Nos felicitaron, a la compañía CONDOR e íbamos hacer los primeros en salir a la calle, todos recontentos, igual le hicimos carga montón pero sin cólera y él nos comenta con su media sonrisa que nunca había disparado fue suerte o era frio para disparar, bueno yo tampoco antes había disparado un arma, solo la de juguete. Y salimos a LA CALLE, varios no regresaron, y así cada semana éramos menos los que quedaban, a la salida los antiguos pedían se les traiga algo de comer, fruta o lo que sea y había que llevar algo sino uno la pasaba mal, se llamaba la CONSIGNA y seguían los ejercicios y las marchas, tenía a uno de mi promoción que se parecía mucho a mi de apellido Cachique, nos decían que éramos parecidos por el rostro, yo nunca lo vi así, él era más bajo que yo, que por cierto en el cuartel crecí como 3 cm o más pero crecí, Cachique no daba una, a mí por parecerme a él me castigaban, yo trataba de alejarme pero no se podía si vivía dentro en un Gheto, en una ocasión era tarde libre se me ocurre ir a la cuadra a arreglar mi taburete, el ropero pequeño que nos daban, pero por esos días se había averiado el caldero de la cocina y nos íbamos a la playa de Barracones en el Callao a recoger leña para la cocina, había muchos troncos, son los que la corriente marina trae de la isla San Lorenzo y los antiguos escondían algunos palos, entrando a la cuadra me ve el sargento Munaico que ya no era mi monitor para ese entonces, porque había pasado la etapa de perro, así que me dice soldado Villegas venga, si mi sargento, ¿para qué vienes a la cuadra?, para arreglar mi taburete, no me dice él, tu vienes por otra cosa, su amigo me
  • 18. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas agarra las manos y me hace agachar el torso y quedo con las piernas estiradas y me da un reverendo golpe en las nalgas con un tronco más o menos de un bate de beisbol, ¿te dolió? me pregunta, si mi sargento, ah te duele haber otro para que no te duela agárralo sibarita, otra vez me agarra el tipo y me suelto una mano cuando me da el nuevo golpe me cae en la mano al ver eso me soltaron porque yo lloraba y podían dislocarme la mano y no solo iba yo a tener problemas sino que ellos también. Yo soy el de la derecha, me decían que el del centro se parecía a mí, detrás la cuadra de la Compañía Águila Una semana entera no pude sentarme, me dolía mucho cuando me sentaba a comer me ponía de lado, en otra ocasión llaman al sargento Acuri en plena formación en el patio principal, ubique al soldado Terrones era de mi promoción, le responde el sargento, al Mayor no está mi mayor en la formación, búscalo, el sargento se fue a la enfermería por que el sabia que el soldado estaba allí, el que estaba de guardia ese día, era el Mayor Owen nos dice a todos ¡!!!ATENCION!!!! Regresa el sargento, con el soldado Terrones, llegaba en brazos de otros dos soldados mas, el sargento al lado pero sin ayudarlo, tiene algo que explicarme que le pasa al soldado, no mi mayor, muy bien sargento, media vuelta y bájese los pantalones soldado Terrones, lo habían apaleado las nalgas estaban negras caminaba a duras penas, soldado quien le ha hecho eso, el sargento Acuri responde, así que no tenía nada que decirme sargento, lo agarra de las orejas y lo levanta, el sargento media como 1.70 cm y el mayor
  • 19. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas debe de medir como 1.85 cm (fue comandante general de las fuerzas armadas en el gobierno de Ollanta Humala), le dice repite conmigo no volveré a pegarle a otra persona que esté dentro del cuartel, le rompió la oreja, firmes soldado dirigiéndose al sargento, desde ahora quedaras sin rango quedaras degradado, le arranco los galones de sargento, tiro el birrete o gorra al suelo la piso, el tipo lloraba de avergonzado y de dolor, desde ahora ni siquiera serás perro, eres menos que eso. Fuera no te quiero volver a ver, no te cruces en mi camino, en verdad no sé quien fue más salvaje, los golpes del sargento Acuri o la degradación con el desprendimiento de la oreja, hecha por el gran oficial. Bueno toca el turno de hacer guardia en la periferia dentro del cuartel y todos decían ojala no me toque en el puesto de vigilancia PV número 8, ¿Por qué? Allí penan se sienten cadenas y gente que grita de dolor, siempre yo escéptico de todas las historias de fantasía o mitos, pero igual me daba miedo, hasta que me toco el PV8, hacia un frio terrible en las noches, la playa daba exactamente a ese puesto siempre corre mucho viento, así que me apoye dando la espalda al mar y me quede dormido, me despierto y entre despierto y dormido veo en todo el horizonte de mis ojos a indios y españoles de la época de la invasión con sus uniformes y los indios con sus plumas y tomahawk, me rio ahora porque esa arma era de los indios norteamericanos además tenían plumas en la cabeza, apunto el FAL rastrillando para disparar, casi disparo, pero me frote la vista y desapareció todo, ya no pude dormir empiezo pues a tratar encontrar y desenmascarar el cuento de todo eso, levanto la vista veo que hay un mástil donde se izaba la bandera en la cual pende una cuerda, el viento golpeaba el mástil y la cuerda, este está sobre un torreón enorme de unos 50 metros de diámetro, debajo es hueco el eco las cadenas son movidas por el viento, el sonido de los gritos son los silbidos del propio viento, así que súper tranquilo ya lo descifre, pero de igual forma no me acercaba a la puerta del torreón, al día siguiente les cuento a mis amigos de mi promoción y nadie me tomo atención, había echado a perder la magia del miedo, eso por lo menos mantenía despierto a uno, me toco otra guardia y esta vez ya tenía el grado de cabo y me demoro a propósito al cambio de personal el soldado que estaba allí era un antiguo sin grado, intenta pelearse conmigo gritándome e insultando yo deje el FAL a un lado y lo enfrento para pelear a puño el soldado cobarde me trata de golpear con la parte trasera del FAL con la CACHA, al no poder golpearme ya que yo esquivaba y siempre en guardia para pelearme este se asusta alejándose corriendo pero diciendo mañana te saco la mierda con mi promoción a ti y tu promoción me los paso por
  • 20. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas los huevos, yo soy clase tu eres un simple soldado miserable, respondo gritando cuando él se iba corriendo. Al día siguiente uno de todos quiso llamarme la atención, pero yo serio sin decir nada, debido a que como ya tenía grado pues tenía que hacerme respetar. Caminando cerca de la oficinas del cuartel me pareció ver a un suboficial parecido a un amigo de mi promoción de colegio, de apellido Barriga, me acerque y toque la puerta porque él estaba dentro de una oficina ya me había averiguado como se apellidaba, solicite permiso para ingresar le pregunte si era familiar de Héctor Barriga, me dice de donde lo conoces, le respondí que era compañero de aula en el colegio en Ancón, si me dice el, soy su hermano mayor, que paso como llegaste acá, y le conté parte de todo y me dice cómo te tratan, que le puedo decir MI SUBOFICIAL, así se les dice a los suboficiales técnicos y oficiales, MI. Pues trato de pasarla mejor de lo que se pueda se ríe él y me dice quieres entrar a trabajar acá, claro que trabajo sin paga, pero se veía mejor que estar en la cuadra, sabes escribir a máquina, poco mi suboficial, (no sabía nada) pero puedo aprender, está bien me dice, dime, cual es el segundo apellido de tu promoción Héctor, ni idea mi suboficial, a que bien pues tu primera tarea es que escribas 1,000 veces a pulso NO SE EL SEGUNDO APELLIDO DE MI PROMOCION HECTOR BARRIGA, tampoco me lo dijo y no quise preguntar. Al día siguiente por la tarde, el suboficial Barriga me presenta al mayor Navarro y le dice Mi Mayor acá tengo a un envarado de mi barrio, de dónde eres hijo me pregunta el mayor, de Puente Piedra Mi Mayor y eres tan miserable como Barriga, no respondí nada, ah lo tienes bien entrenado y Barriga con una media sonrisa dice, él quiere ser furriel (secretario) pero no sabe escribir a máquina muy bien, pero puede aprender, si mi mayor respondo, entonces mañana tienes que estar a las 8 am en la oficina del Estado Mayor, para que empieces tus nuevas tareas, yo le pregunto Mi Mayor y como hago con mi compañía no te hagas problema escríbeme tu nombre completo, yo hablo con tu oficial mayor ¿quién es?
  • 21. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas El Capitán Cisneros, ah el gallo hervido deja que hablo con él, mañana a la hora indicada, permiso para retirarme Mi Mayor, y me fui. Así que Barriga me dice acá vas a pasarla bien ya veras, ten en cuenta lo siguiente NO DEJES QUE EL EJERCITO TE VIVA, TU VIVE AL EJERCITO, palabras que aproveche todo lo que pude sin hacer daño a los demás o así lo creía. Al día siguiente fui a la hora indicada, permiso para ingresar MI MAYOR, quien eres tú, soy el soldado Villegas, haya me acorde le dice a él empleado civil Flores indícale a Villegas que es lo que tiene que hacer, así que me dijo ordena esto y esto otro, y practica en la máquina de escribir, me da un párrafo para escribir y hojas para la práctica. Otra etapa nueva, el mayor me llama un día y me dice Villegas dígame mi mayor, quieres ser cabo, recibirías más propina y ya serias clase, gracias mi mayor. Me ascendieron, luego entra otro más, de nombre ISACUPE CHUQUI YURI, es tu chapa o me estas tomando el pelo, dime tu nombre riéndose el mayor, ese es mi nombre mi mayor, ah y serio eres ¿no? no aguantas bromas Y se quedó luego llego otro del batallón de artillería de apellido Muñoz. Nos hicimos buenos amigos los tres, ya como éramos los 3 con rango de cabo, pues los antiguos ya no podían maltratarnos ni con golpes o con castigos físicos. En una ocasión siendo yo cabo y regresaba de la calle y no había llevado la CONSIGNA para los antiguos, me llamaban yo no hacía caso, así que empiezan a llamarme gritando perro venga, yo seguía caminando, ah el perro se revela, perro cuento 3 y te quiero ver acá decía un sargento de 1.58 cm, el sargento Ariza el desgraciado y malo, metía golpe a todos con patadas voladoras, los más bajos tenían bronca a los que eran más altos que ellos, así que siento que venía corriendo hacia mí y me tira una patada voladora con la planta de su borceguí, por la espalda, no me dolió nada y ni siquiera tire mi cuerpo hacia delante y seguí caminando, no me había dado cuenta que en su mano tenía un baquetón, es una vara de bronce de un metro y medio, sirve para limpiar por dentro del cañón del FAL se le coloca una tela en el extremo es de 6 mm y me tira un baquetonazo por la espalda, yo nada de nada, el tipo viene con velocidad y más fuerza volviéndome a golpear nuevamente y me tira con fuerza por la espalda, el baquetón se dobla hacia mi pecho, volteo y le digo que chucha quieres huevon ya estaba hecho un pichín de cólera, el tipo me
  • 22. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas ve y creo que vio al diablo y me dijo mañana te agarro con mi promoción, y se fue corriendo, yo me reía por dentro al ver el miedo que le dio al tipo. No más me volvieron a molestaron. Luego de 6 meses de ser cabo me llama el mayor y me dice Villegas te toca tu ascenso para sargento segundo, felicitaciones, gracias mi mayor así que ya era sargento segundo, compre mis galones en la cantina del cuartel, pero no me llamaban para hacer guardia en el perímetro del cuartel, el mayor no permitía que yo hiciera guardia, en una ocasión me castigan y el mayor estaba de guardia y estando de guardia a los oficiales no se les permite salir del cuartel, así que me llama y me dice Villegas anda al chifa de la av. colonial y cómprame un arroz chaufa era de noche como las 9 pm, le dije no puedo salir mi mayor estoy castigado dos y dos, ¿Por qué? ya no recuerdo por qué y me dice dile al teniente de la puerta que te mando yo, si mi mayor, me acerque a la guardia, le digo al teniente, el mayor Navarro quiere que le compre un chifa MI TENIENTE, oye pendejo tu estas castigado y deberías estar en el bote, el bote era la celda de castigo de 2 por 3 metros, solo había dos camarotes o literas, dentro de allí habían 3 soldados que estaban purgando pena de cárcel militar, debido a que estaban implicados en una asesinato y robo a un alcalde de una provincia y los tipos andaban en mal estado físico y emocional botaban todo por los ojos, todos teníamos miedo de entrar al bote, eran mayores que nosotros. Así que me dice dile al mayor que tú no puedes salir acá y te espero para que entres al bote, si mi teniente, me fui corriendo donde el mayor le dije eso, él me dice espera, que se cree ese teniente, llama por teléfono a la guardia, le dice teniente déjalo salir al sargento Villegas que él va a regresar tengo hambre hazme la ahuchada teniente, me dice anda te va a dejar salir, así que regrese a la puerta principal, me dejo salir, en la puerta habían 2 chicas que conversaban con el teniente amigas de él, salí y las chicas ya se iban vivían cerca del cuartel, el teniente me presenta ante ellas diciéndome acompaña a las señoritas sargento, me fui conversando con ellas una era morena casi de mi tamaño, bueno pues quede con una de ellas que la próxima semana iba a su casa era su cumpleaños se llamaba Norma la morena, simpática era de buen cuerpo y regrese de comprar, a la mañana siguiente el mayor grita a las 6 am Villegas, la oficina estaba frente a la habitación del mayor, yo había llevado mi colchón y dormía dentro de las oficinas donde estaban todos los documentos de archivo, ya que en la cuadra era imposible dormir, mi promoción hacían lo mismo que nos hicieron a nosotros, no dormían y maltrataban a los nuevos, uno de mi promoción de nombre Alan era monitor de la compañía, yo le preguntaba ¿no tienen
  • 23. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas sueño? Me respondían, promoción así como nos hicieron a nosotros, nosotros nos queda hacer lo mismo a los nuevos, para que aprendan, como ellos no salían a la calle con la frecuencia que yo salía, debido a que no se permitía, yo era un CABREADO, termino militar dícese al que evita por todos los medios hacer lo que los demás hacen y por ello estaba siempre en el ojo de los oficiales, bueno el mayor Navarro me saco a escondidas en su auto, por la puerta trasera del cuartel y me llevo a su casa, yo contento de salir del cuartel. En otra ocasión el mayor estaba de guardia y siempre llevaba a su amante que era una mujer muy bonita más alta que yo el mayor media más de 1.85 cm, decía ser de familia de dinero, su papa le regalo un auto mustang de color negro deportivo de dos puertas cuando se recibió de oficial, él era de caballería y me contaba que los de caballería tenían que comprar su caballo y eso cuesta dinero, tenía un casco de caballo en su escritorio como pisapapeles, le pregunte ¿qué era eso?, me responde, fue de mi caballo se murió, por allí me dijeron, lo reventó al caballo pesaba más de 120 kilos el mayor, bueno lleva a su amante y le gustaba dormir con las cortinas abiertas, los pobres soldados todos muchachos se querían romper el ojo con la mujer ya que los dos no tenían pudor, así que veo desde enfrente en la puerta de la oficina, que los soldados empieza a acercarse a la ventana para ver, pero eran como 15 y tratando de hacer poco ruido pero ante tantos, uno trajo un balde de latón, para pararse encima y ver mejor el otro lo jalaba, en consecuencia se caen haciendo ruido, el mayor se sale corriendo y ve a lo lejos que uno de ellos era boquini, bueno ese pobre soldado tenia dicho apelativo por bocón, yo al darme cuenta que el mayor grito, me metí a la oficina y no salí escuchando los gritos del mayor que salió en calzoncillos a buscar a cada uno, saca su fuete de caballo para capturar a cada uno, boquini se mete en la cuadra de la compañía comando su compañía D delta y dice ¡donde esta boquini!, está durmiendo mi mayor responde el soldado de guardia, despiértalo y boquini estaba con uniforme y botas, lo saca al patio y me ve el mayor porque yo salí de la oficina, se había creado todo un revuelo con los gritos del mayor y me dice viste algo, no mi mayor acabo de pasar por la oficina, así que lo agarra a boquini y le va a tirar un fuetazo en las nalgas y boquini dice, mi mayor yo no estaba solo, estaba el diablo y tal y tal y tal, yo me reía, dijo de todo y tuvo que darle con el fuete para que se calle y agrego a algunos más, para que no le caiga más golpes, así que empezó a capturar a cada uno y se los dio al teniente de guardia, al bote.
  • 24. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas En el aniversario del ejército se hacían actividades diferentes, se boxeaba, jugábamos futbol carreras de mil metros, rancho de mejor calidad, leche con mas color y sabor, y en la noche que solo lo disfrutan los oficiales y técnicos después de la fiesta el capitán Armas estaba de guardia además borracho sale gritando por la calle dentro del cuartel, llamando al cocinero de los oficiales ¡¡Málaga!! tengo hambre dame de comer, no hay nada mi capitán, Málaga maricon de mierda no sé qué haces tú pero me traes un plato de comida, no hay nada mi capitán le respondía Málaga ya casi llorando, el capitán se molesta y le dice al teniente métalo al bote a Málaga, pero mi capitán usted sabe que no lo podemos meter a Málaga al bote, ese no es mi problema usted cumpla ordenes, Málaga lloraba no señor por favor no me meta al bote, como ya conté antes habían 3 personas cumpliendo pena de cárcel militar y ya tenían 2 años sin salir del cuartel de vez en cuando salían a tomar aire y los regresaban al bote. Unos amigos contaban que cuando lo meten a Málaga al bote este lloraba y decía no por favor y se escuchaba que los tipos lo querían violar y de repente Málaga ya no gritaba, en resultado todos sabían que Málaga era homosexual así que al día siguiente Málaga estaba recontento y con ganas de regresar al bote, sucede que en el servicio no se permite o no se permitía que los homosexuales hicieran servicio, por el machismo o porque podían infectar a los demás de alguna enfermedad de contacto sexual, pero a veces no se dan cuenta y los que se cuelan, son colocados en sitios que no tengan contacto con la tropa, no dormían en la cuadra, se les asignaban como cocineros u otro oficios. Yo para poder salir copiaba la firma del coronel Félix y la del mayor Navarro, para las boletas de salidas, en una ocasión me presento ante el técnico Quispe que estaba de guardia él trabajaba en la misma oficina que yo y me dice pendejo esta no es la firma del mayor, el me dio permiso mi técnico, mañana le voy a preguntar al mayor a mí ni me importaba, yo salía para ir a ver a Norma y a sus amigas, pero en otra ocasión pesca la boleta de salida el mayor Owen que era mi oficial de mayor rango en la compañía cóndor y me dice, el coronel no tiene autorización para firmar las boletas de salida, para que tu salgas, así que hoy te quedas, bueno le dije devuélvame la boleta, no me dice mañana yo hablo con el coronel para que no firme más tus boletas acá te agarre cabreado, no creas que fácil te la vas a llevar.
  • 25. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Al día siguiente me llama el coronel que era la máxima autoridad en el estado mayor, la oficina pertenecía al estado mayor había G1, G2, G3 y G4, yo pertenecía al G3 era el que recibía las órdenes telefónicas del cuartel general del ejército, me daban claves para que la tropa valla a formar debido a que un oficial o un técnico fallecía, se le rendía honores con los Legionarios, así que me llama el coronel, y me dice muchacho yo te entiendo, para la próxima vez hazla mejor y no me dijo más y me pone el castigo 2 y 2 eso era dos días en el bote y dos días más sin salir, pero el mayor Navarro se encargaba de que no se cumpla eso le decía al coronel déjelo al sargento es muchacho, nosotros hemos tenido esa edad alguna vez, me agarro bastante aprecio el mayor. Pero no queda allí todo, un día había quedado con Norma encontrarme y le digo a mi compañero Muñoz, promoción a las 9 pm van a llamar del cuartel general recibe la orden y la clave es ALFA LIMA, tu responde afirmativo nada más que no se te pase Muñoz, no te preocupes promoción, regrese de la calle como a las 12 de la media noche salía solo por horas, andaba por el Callao, al día siguiente en la mañana todo el cuartel estaban corriendo, que pasa me dije y pasa delante de mí el mayor Owen y me dice ven para acá sargento ya te tengo en mis manos hoy no te escapas y yo estoy de guardia, hoy no te escapas yo no entendía nada hasta ese momento, le pregunto a Muñoz que pasa, no se promoción me responde, recibiste la orden telefónica la OT, no porque salí y le dije a Isacupe que la reciba e Isacupe me dice, me quede dormido promoción, hay dije yo, acá me cae, me llamo el coronel y le dije mi coronel anoche salí porque había coordinado con mi enamorada que nos íbamos a encontrar, bueno me dice él, no tengo otra alternativa que castigarte 8 y 8, así que esa noche tenía que ir si o si al bote, no dije para mí, Muñoz cierra con candado por fuera la oficina yo me quedo adentro si me buscan tú no sabes nada. A la hora de formación en la noche escucho al mayor Owen que decía (la oficina estaba como a 70 metros del patio principal), donde estará el sargento Villegas, !SARGENTO VILLEGAS! por allí alguien responde no está en la formación mi mayor, necesito 5 tigres que busquen al sargento Villegas y nadie duerme hasta que aparezca el sargento Villegas, para ranas 1 2 total tengo toda la noche y no tengo sueño, nunca me encontraron yo me quedé dormido con la bulla de toda la tropa gritando 1 2 3 4 5 6 y hasta no sé qué más números.
  • 26. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Regresan los 5 tigres diciendo, no lo encontramos mi mayor, se han fijado en la oficina, si mi mayor está cerrada con candado, bueno no los quiero ver hasta que me traigan al sargento Villegas aunque sea arrastrándolo, desaparezcan de mi vista, yo escuchaba todo y veía todo, la ventana daba para esa dirección. A la mañana siguiente me ve parado en la puerta de la oficina el mayor y me dice donde mierda te has escondido pero esta vez yo te voy a sacar de la oficina antes de que se cierre, ya te jodiste, yo aterrado de miedo, le conté al mayor Navarro y me dice ya te cagaste huevon el mayor Owen te tiene entre ceja y ceja por cabreado, a las 18.30 pm no sé cómo pero te subes y escondes en el auto, te quiero ver allí, para que duermas en mi casa, pero el auto lo estacionaba en la playa que daba a todas las oficinas, no sé ni cómo pero yo ya estaba en su auto a las 17.58 pm, su esposa del mayor era bonita y alta, tenían dos niñas de 12 y 8 años, un día el mayor estaba borracho y me llama gritando, ¡¡¡VILLEGAS!!! si mi mayor, sube al auto acompáñame a mi casa porque estoy muy borracho en el camino me pregunta Villegas que vas a hacer cuando termines el servicio militar, yo tratando de darle por su lado, no se mi mayor tal vez postule a la escuela de oficiales, no me dice, mira tú conoces a mi mujer es bonita, si mi mayor, bueno pues yo cuando era teniente y me tocaba mi asenso, el coronel que me calificaba en las pruebas me dice Navarro tú tienes una hermosa esposa y este es tu tercer matrimonio y plata te falta y mucho, pues solo requiero una noche la llave de tu casa, tienes hasta mañana para que me respondas, adivina que Villegas hable con mi esposa y nos faltaba plata así que ascendí, pero merito no me faltaba era el capitán más joven de mi promoción siempre ando instruyéndome y cuando me tocaba mi asenso para mayor me paso lo mismo, todos los militares somos iguales de cachudos como yo y esta vida es de perros, nadie disfruta. No contento el mayor Owen me obliga a hacer guardia pidiéndole permiso al mayor Navarro, delante de todos el mayor me trataba como a todos, con gritos y con dureza, pero cuando conversaba con él, era otra persona, así que le dice a Owen él tiene que hacer guardia, nadie se escapa ni se cabrea, así que me llevaron a hacer guardia ya era sargento y me toco ser SARGENTO DE GUARDIA, consiste que uno tiene que hacer la ronda a los PV y verificar que todos estén en sus puestos y despiertos, pero como mucho no participaba en el servicio no sabía más que eso, me fui caminando y lo primero que se
  • 27. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas da es el SANTO Y SEÑA, el que te ve a la distancia tiene que decir ¿QUIEN VIVE? Y uno responde PERU Con el primero bien, me pide el santo y seña, pero al segundo , era uno de mi promoción que miraba para abajo y solo miraba yo me acerco y le llamo la atención, porque no me pidió el santo y seña él me dice sin hacerme mucho caso, abajo promoción hay una hembra y esta buena, la distancia desde donde estábamos parados haciendo guardia, entre la pared y el suelo serán como de 10 metros, me dice promoción solo bajo lo hago y subo, haber déjame verla, era de noche como las 2 am, si esta buena y le digo a la chica que se voltee porque no lograba ver el rostro, me doy cuenta que era un homosexual, yo encontré la forma de no darle ese permiso porque si le hubiera dado ese permiso y se enteraban me iba a JUSTICIA MILITAR para que me hagan un juicio, según la ley castrense, pero como me vas a pedir eso promoción le increpo yo, si fuera una hembra si pero no con un maricon, tú te bajas y yo te meto bala y ya sabes por dónde, seguí haciendo mi ronda de guardia, encontré a Cachique y me da el santo y seña todo bien, me acerco y me dice promoción ya no aguanto, que te pasa, promoción yo soy consumidor y ya no aguanto, pero que consumes que no te puedes aguantar acabas de salir el fin de semana, promoción yo consumo pasta básica de cocaína, yo no lo sabía hasta ese momento, está bien dame tu rifle y salta por acá, así me dejas verte bien para meterte una bala, promoción como eres, a mí a tu pata, mira le digo si tu mama estuviera enferma tal vez te acepto pero por la droga nada que ver, dime saltas sí o no, malo eres tú, si compadre malo soy y seguí mi ronda guardia sin más novedades. Resulta ser que el mayor Navarro por el cargo que tenía en el ESTADO MAYOR, era del mismo rango al comandante Ibarra del cuartel, y me cruzo con el comandante Ibarra, en una fiesta, se entiende que los nuevos ósea los de mi promoción realizan una fiesta, se licenciaban los antiguos, siempre se hace una fiesta de despedida y fue invitado el comandante Ibarra, yo estando en la fiesta con algunos amigos y chicas fue en el local de los bomberos del Callao en Sáenz Peña, todo bien yo estaba con Norma, el comandante Ibarra se acerca y le dice baila señorita, ella era más alta que el comandante y bailo yo miraba de reojo, solo quería ver que hacia el comandante y en que fuego nuevo me metía, Norma lo deja parado a mitad de una canción al comandante delante de todos, yo me dije uno nuevo que me sumo, otra vez estoy frito, y le pregunto
  • 28. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas ¿Qué paso por qué haces eso? No sabes lo que me puede pasar a mí, pero si fui yo la que lo dejo parado, si pero estos imbéciles piensan distinto, bueno ya veré que hago se me acerca el comandante y me lleva a un lado, me dice Villegas quiero que esta noche la dejes a tu amiga y te salgas de la fiesta, mi comandante yo he venido con ella desde su casa y la tengo que llevar de regreso a su casa no puedo hacer eso mi comandante, entonces déjala un momento, bueno le dije, ella ya lo dejo parado y yo no puedo hacer más, así que se acerca nuevamente el comandante y Norma se dio cuenta de las intenciones del comandante ella me mira y la saca a bailar otra vez y le hablaba al odio y ella retiraba la cabeza hacia atrás, ay, ay, ay, decía yo a mis adentros otro más a mi lista de que me tienen entre ceja y ceja. Termina la canción y ella se me pega como chicle ya no quería ni bailar y me decía bailemos, no le dije, ya no tengo ganas, a la mañana siguiente me llama el comandante Ibarra yo con miedo me acerco a él, si mi comandante, me dice buena sargento esta buena tu enamorada cuídala que todos somos lobos, uf me salve. Mi paso por el Hospital Militar Central HMC Mis nervios me traicionaron y me jugaron un mal momento, en fin de todo se aprende en esta vida. Resulta ser que de momento a otro me puse mal, esto me parece que fue debido a que ya me licenciaba y no tenía toda la indumentaria que me habían entregado, 2 uniformes de faena 1 de verano y el otro de invierno, ropa interior, 2 birretes, etc., eso me entrego el ejército siendo recluta, nos decían a todos que si no teníamos todo listo para la fecha tal, los que piensan que se van a licenciar, les comento que se van a quedar, por 6 meses más pagando su deuda y mi miedo era que si no cumplía en entregar lo que me entregaron en principio me quedaba, pues mi reclutamiento era solo para 18 meses debido a que ese tiempo era para los que habían terminado el 5to año de secundaria y yo desde el 2do mes quería salirme de allí, un régimen muy complicado ayer hoy y siempre, estar encerrado a la edad de 18 años, a muy pocos les agrada.
  • 29. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas En fin me puse mal deje de comer mis alimentos tenía como unos 20 escorbutos en mi lengua, así que eso me impedía poder alimentarme me dolía mucho la boca, me iba a la cocina a pedir que me dieran una taza de leche que más agua que leche era y pan, así estuve como 5 días, yo en vista que mis compañeros que ya éramos antiguos palabra dicha para los que tienen más de 6 meses, pues ya llega el siguiente reclutamiento y ya uno deja de ser llamado perro para ser soldado, régimen militar o verbo militar así que mis compañeros se dedicaban de molestar a los nuevos o a los perros nuevos y yo no podía dormir en los dormitorios llamados cuadras, así que me lleve mi colchón a la oficina que yo trabajaba (nunca me pagaron nada) y allí dormía todos los días, cuando llega Muñoz me ve muy mal ¿PROMOCION ESTAS MAL? VAMOS QUE TE LLEVO AL TOPICO, me llevo yo apoyado en su hombro, estaba muy débil, me dejo en recepción y como se tenía que formar en el patio principal Muñoz se fue y me dejo allí solo, yo escuchaba que dentro del tópico la voz del capitán médico y otras personas, soldados como yo, que se reían y yo apenas podía hablar así que empecé a llamar y nadie me escuchaba mi voz no tenía fuerzas, me apoye en las paredes hasta llegar a la habitación que estaban todos en ese momento al llegar al marco de la puerta las fuerzas se me fueron, me lograron sostener entre varios para no caer al piso, se asustó el médico y dijo aplícale esto y lo otro intravenoso, los asistentes eran reclutas, me inyectan no se qué pero me dolió mucho, así que el médico tuvo que hacerlo y que se acueste, me llevaron entre varios, yo estaba súper delgado, así que me recostaron en una cama, el mayor con el que yo trabajaba en la oficina fue a verme al igual que el sub oficial Quispe y también el empleado civil Flores que trabaja allí, y claro tenía 18 años todos veían a sus hijos reflejados en mí. Trate de dormir pero no pude un ruido en la sala, los mande a callar a todos, era el de mayor rango en ese momento, pero la cama tenia flejos (catre antiguo) cuando me acostaron y solo gire la cabeza, me vi yo en el techo y el techo abajo, me caigo dije, me dio vueltas todo, me cambiaron de cama pusieron una tabla grande en la cama para que sea mas rígida, al día siguiente que dicho sea de paso no pegue un ojo en toda la noche, me llevaron al Hospital Militar Central HMC, en el auto del comandante, porque no había ambulancia, me parece que éramos dos soldados el otro por otro motivo distinto al mío.
  • 30. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Me sentaron en una silla de ruedas y me dejaron allí ya a la postre de los médicos del hospital, me sacaron la botas y como yo ya había estaba varios días mal, no me había bañado y estaba maltrecho o sucio, me dio vergüenza, pero tenía un hambre terrible me llevaron una bandeja con comida, comí a duras penas, se me caía la comida de la boca, llegaron los médicos me vieron y me preguntaron qué te paso muchacho. Señorita por acá señorita por allá, llévenlo a tal sala no hay cupo señor entonces a esta otra sala. Mi destino fue en la sala de neurología, pero no había cama para soldados, así que me instalaron en la sala de oficiales, con televisor y mucha mejor atención, los médicos estaban sorprendidos porque en mi legajo no decía que yo había estado en zona de emergencia ni que había salido de Lima, ellos pensaban ¡A este lo han masacrado! La primera mañana se me acercan los médicos que eran como 5 y me preguntan qué te paso. Yo me tapaba con una mano un ojo, sentía que mi boca tenía un problema no podía hablar bien, le dije lo que había pasado, me salió escorbuto deje de comer 5 días y al día siguiente me llevaron al tópico. Me pregunta uno de los médicos porque te tapas un ojo con la mano, lo que pasa doctor es que veo doble, haber retira tu mano, la retiro y si vi cara de sorpresa de los doctores, está bien tapate un ojo, señorita tráigale un parche para su ojo, mis ojos estaban desorbitados, ambos daban a diferentes direcciones no le pregunte al médico que me pasaba ni nada, estaba emocionalmente muy mal sin ganas de nada. Ese mismo día por la tarde se acerca un coronel a la sala y pregunta por mí, se me acerca como yo estaba mal no puede saludarlo como debía hacerlo, él se dio cuenta de eso y me dijo, tranquilo hijo tu estas mal y yo estoy bien, así que acá ya no eres militar ahora estas en mis manos yo te curare y saldrás caminando de este hospital, yo soy el coronel tal, y yo soy el gerente general del hospital todo lo que tú quieras estará a tu disposición gracias le dije, pero hay algo más, me dijo. Dígame Mi Coronel. Que te paso y solo quiero la verdad sé que tú eres furriel del G3 ¿para mí que alguien te ha pegado y te ha golpeado la cabeza o la columna?, eso sí, si tú me cuentas esto solo
  • 31. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas quedara entre tú y yo, pero yo me encargare de que esa persona lo pague con la cárcel, glup yo y le conté la misma historia que a los médicos les había contado, así que él me dice esa historia ya me la contaron dime algo que yo no sepa, no hay algo más que contar. No señor. Bueno me dice él, cuándo tu estés dispuesto a hablar llamas a una enfermera le dices que quieres hablar conmigo ella te llevara a mi oficina, trata de descansar come para que te recuperes se despidió y se fue. Recién allí me toco la cara y noto que mi boca estaba torcida y la mitad de mi cara estaba distinta a la otra mitad. Ese día comí poco por que no podía tragar la comida, pero comí. Así como tenía una enamorada en el Callao, también tuve a otra en Puente Piedra que en días anteriores habíamos terminado, ella se llama María, así que a los dos días de estar internado llega ella y se pone a llorar al verme, y le pregunto a medias como se enteró que yo estaba allí, me cuenta que un día atrás había tenido una pesadilla que tenía una angustia sobre mí, llame al cuartel para preguntar por ti, el teniente que estaba de guardia ese día le dijo que quien era ella y le contesta que era mi enamorada, el teniente le dice señorita es mejor que usted se acerque al cuartel en cuanto pueda porque yo estaba internado en el hospital militar, para darle las referencias para ingresar al hospital, ella fue lo más rápido posible y allí le contaron antes de que me viera ella, por decir la previnieron del estado en la cual me encontraba yo, me dice yo le voy a avisar a tu mama, mi mama no conocía a María o creo que en una ocasión la vio, no muy bien lo recuerdo pero si conocía a mis hermanos a Juan Carlos y José, así que empezaron las preguntas y le cuento tal cual me sucedió, se acerca un médico y le pregunta a ella si podría saber algo más porque no encontraban nada, que pudiera yo tener como enfermedad, pero nada sabía ella, solo lo que le conté yo, bueno se fue y regreso con mi madre al día siguiente mi madre linda se pone a llorar pensando que su hijo estaba en la cuerda floja, yo trataba de calmarla a mi mama, así que María se compromete a regresar todos los días al hospital, y mi mama que pasaba por una crisis económica iba cuando podía, sucede que yo estando en cama en vez de recuperarme decrecía en recuperación, esta vez ya no podía tragar nada, me daban en la boca debido a que los músculos de mi mano izquierda se contrajo totalmente y
  • 32. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas mi pie izquierdo al igual, no tenía fuerzas en el lado izquierdo total de mi cuerpo, y como no podía alimentarme por la boca me dice la jefa de enfermeras una morena de 100 kilos te vamos a poner una sonda por la nariz y licuaremos tus alimentos para que seas alimentado por allí, no me importa decía yo, pero no puedo comer por la boca, en mi media lengua ya que mi lengua de igual forma empezaba a perder la facilidad de moverla, así que llega un enfermero que me coloca con mucho cuidado la sonda para que no me doliera, así fui alimentado, me llevaron a tomar varios exámenes, electro cardiograma, encéfalo y todo lo que pueda llevar al cerebro en exámenes me sacaron liquido raquídeo para analizar, seguía alimentándome por la sonda, pero yo tenía energía y quería levantarme para caminar, me tiraba de la cama al suelo, una enfermera se sentó al costado de mi cama toda la noche y me cuidaba pero yo no podía dormir, no la deje dormir en toda la noche ella dijo que la cambien porque era como un niño, me amarraron a la cama con las sabanas, las manos y el torso, yo me deslice por debajo de la sabana y otra vez me tire, cerca estaba siempre una silla de ruedas y trate de sentarme y lo logre, me amarraron a la silla, así que me la pasaba, empujando la silla toda la noche ya que no dormía, estuve así como 15 días sin dormir. Una tarde se me acerca un médico y me dice haber hijo cuéntame que te pasa yo ya no podía hablar pero estaba muy consiente de todo, así que me dice no puedes hablar ya has dormido y no sé pero algo respondía con señas o palabras entrecortadas y decía no, bien quiero que hagas todo lo que te pido, en la sala que estaba era de unas 20 personas era una sala común todos muchachos como yo, ahora cierra los ojos y piensa en algo bonito, hagamos esto que tu pensamiento te lleve a un bosque de plantas y árboles, ahora relaja tus pies, los relaje ni bien termino de decirlo, y seguía hablando del bosque y la casa al costado del rio, ahora relaja tus piernas, las relaje, y seguía hablando ahora relaja tu cuerpo, automáticamente lo relaje ahora relaja tus brazos y seguía hablando del paisaje, ahora relaja tu cabeza y me quede dormido. Dormí solo 30 minutos ya que pregunte cuanto rato había dormido a los compañeros de cama, y siguió el calvario para las enfermeras, el único momento que estaba tranquilo era cuando llegaba María o mi mama, llego la crisis y me cambian de sala y me llevan a la sala de los oficiales, había un sub teniente, 1 capitán y un coronel viejo que cuando llegue caminaba agarrándose de las paredes y poco a poco lo sentaron en una silla y ya no podía
  • 33. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas caminar más, había otro enfermo que era un civil y desde que llegue estuvo en estado de coma, nunca despertó. Cada vez estaba yo peor, ya estuve totalmente paralizado, me fue a visitar el mayor Navarro que justo cuando sale llega mi mama y conversa con él y le responde señora no se preocupe que Villegas pronto se va a recuperar es solo una fase crítica para él y se va a recuperar hemos conversado algo los dos y yo no veo que este muy mal. Mi hermano José se le ocurre que al yo no poder hablar le dice a mi mama a la próxima que vengas yo te voy a dar un abecedario para que Roberto señale una palabra y de esa forma converse con todos porque yo estaba consiente de todo, así fue, así que me comunicaba con los demás, señalaba con un dedo lo que quería, recuerdo una ocasión que tenía un hambre y le digo a mi mama que me alcance el abecedario que quera decirle algo a la enfermera y le señalo la letra C y ella responde hijito tienes que recuperarte para que te vuelvas a tu Casa, no, le volví a señalar la letra C y O y ella me dice si hijo en tu Casa debes de tener tu Osito que juegas pero recupérate, mi mama ya estaba echando chispas y le dice no señorita lo que pasa es que mi hijo señala las letras no los dibujos que salen allí. Por favor señora, nosotras somos especialistas en esta sala y entiendo perfectamente lo que su hijo quiere decir no me va a enseñar usted lo que yo tengo que hacer, mi mama se fue de la sala y al rato escucho que llega el medico con mi mama y pregunta, ¿haber señora? Explíqueme lo que me quiere decir. Sucede doctor que mi hijo como no puede hablar, él se comunica por el abecedario señalando la letra, a muy interesante haber hijo que quieres y yo señalo C O M I D A, pero estas muy consiente de todo me parece muy buena su idea señora y su hijo muy despierto, y que paso que no le entendía la enfermera, esto es para brutos dígame quien era la enfermera Porqué esa enfermera no debe de estar en esta sala, no tiene capacidad, dígame quien es y en este momento la cambio de sala, mi mama le dice no doctor no sé quién era no vi bien su cara, mi mamá sabia solo que no quería decir nada ni quien, nunca más se acercó al enfermera a mi cama. Un día ya estaba cansado de estar amarrado a la cama me tumbe al suelo y me senté solo a la silla de ruedas, me arranque la sonda de la nariz que salió con sangre y la escondí detrás de un mueble, me fui empujándome hacia a tras al baño tome un pequeño vaso y tome agua, no ha habido un alivio más grande en toda mi vida, pude pasar por mi garganta algo, así que llame a una enfermera para enseñarle lo que había hecho, ni caso me hizo.
  • 34. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Pero sabes que paso en todo ese tiempo, NUNCA, pero nunca me culpe de algo, no renegué de lo mal que estaba, no pensé nunca que me iba a quedar mal para toda mi vida, lloraba mucho, mis nervios de punta pero no lloraba por lo que estaba mal solo lloraba porque quería llorar, no culpe a nadie me olvide del cuartel por completo. Así que llega Norma a visitarme y por esos días otra vez caí mal y regresaba mi parálisis, así que le dije entre palabras entrecortadas que se fuera, fue con unos amigos de mi promoción de otra compañía y le dije tienes que llevártela a Norma, pero promoción ella ha hecho un esfuerzo para venirte a ver, se siente muy mal, yo esa vez la trate muy mal a ella y seguí diciendo que se fuera y que no regrese nunca más, mis amigos todos súper molestos se fueron, ella que sale de la sala y llega mi mama con María, era en realidad el motivo por el cual quería que se fuera, no podía crear una discusión allí menos delante de mi mama, FUI MUY MALO ESE DIA Y LOS SIGUIENTES ME CONVERTI EN UN NIÑO. Allí si le hice mucho daño a los demás, pero sobre todo a mi mama, pobre ella con escasos recursos económicos y poco tiempo de haberse separado de mi papa, un día mi mama me dice hijito tú quieres que regrese con tu papa, eso fue porque el doctor le dijo que podría ser el motivo de mi situación emocional, yo lo pensé en pocos segundos y me dije. Todo el tiempo que hemos pasado cosas en contra de mi papa, lo mal que nos había tratado él, mi mamá no se merecía eso, y le dije no mama, no es esa la razón, pero en realidad hasta hoy no sé cuál fue la razón. Los medico hacían de todo para ver que tenía yo, no encontraban nada, así que le dicen a mi mama, mire señora su hijo entro sano al ejército y el no sale de esta sala sino es que está sano, nosotros corremos con todos los gastos médicos y si él tiene que quedarse se quedara por los años, llegara a obtener más asensos hasta que se cure, allí habían reclutas o soldados que tenían 2 años hasta uno que tenía 8 años era ya suboficial, y sin salir del hospital, había una enfermera que se sacrificaba y se entregaba a los muchachos para que saciaran su sed de sexo, porque según me contaban, por mi mala suerte dicha enfermera que era simpática no se me cruzo cuando estuve en cama me despedí de ella cuando salí del hospital y me dio un beso en la boca y me dijo muy tarde nos encontramos pero que tengas suerte, caray me dije que mala suerte. Bueno había un soldado que tenía una cicatriz en la frente y su cuerpo medio paralizado el andaba con muletas ya cuando me fui recuperando le pregunto qué te paso, mira Villegas yo fui malo, me la agarre con un perro, no se porque ni para que, en una ocasión lo veo al perro que estaba comiendo me acerque, yo soy sargento segundo, me acerco y le quito la
  • 35. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas gamela la tiro al suelo y le digo perro come como perro, pero este estaba de guardia el perro estaba sentado y me apunta con FAL, yo veo que tenía el dedo en el gatillo y le digo perro fíjate bien lo que estás haciendo, yo solo tire mi cabeza a un lado y desperté en el hospital, después había otro que no podía dejar de reírse, otro que no tenía hombros que te paso, sucede que estaba corriendo por la pista de combate y me subí a la escalera e intente hacer la bandera (cuando uno sube la escalera de 3 metros de alto, para saltar más rápido se suelta desde esa altura al suelo, cayendo en un banco de arena, colocando el FAL en la espalda con el cinto delante de uno y la mano derecha en el penúltimo peldaño y la izquierda en el último peldaño de tal forma que en el aire se forma una bandera con el cuerpo) caí mal, el FAL me golpeo el hombro, me fui a la cuadra y luego a bañarme y me desmaye de dolor, me recupere volví al servicio activo y mi reto era pasar la pista de combate, nuevamente subí a la escalera me tire y caí mal del otro hombro, me lo rompí ambos en el mismo lugar. Había uno que le habían roto la columna y estaba prostrado en una silla de ruedas, muy inteligente amable, atento. Cuando estuve recuperándome aproveche mi oportunidad de que muchos estaban muy atentos a los más enfermos, así que yo levantaba la mano y ya había 2 a 3 personas que me decían que quieres, llévame a este lado, nos escapábamos a la azotea del hospital escondiéndonos de las enfermeras y médicos para que no nos pillen y nos amarren a la cama, cuando ingerí alimentos, en una ocasión tome 6 platos de sopas, 4 segundos, más 3 manzanas al medio día y seguía con hambre, el doctor le dice a mi mama que eso era ansiedad. A medida que me fui recuperando mi movilidad los doctores consideraron que podía salir del hospital e irme a mi casa en fiestas navideñas de ese año, así que fue mi papa a recogerme, yo caminaba con mi pie torcido y mi papa muy indiferente me dejo que caminara solo, dándome alguna lección seguro pero que hasta hoy no la entiendo ni la entendí, llego el esposo de una prima en su auto y el me ayudo para caminar hasta el auto y hacerme entrar al mismo, nos fuimos a la casa de la hermana de mi papa, mi tía victoria, llegue y mi tía se había agenciado de una silla de ruedas, me sentaron allí pero cuando en fechas anteriores visitábamos la casa de mi tía subíamos y bajábamos en su casa y yo quería caminar, llego las 00.00 horas y feliz navidad minutos antes le digo a mi mama, todos me miran por favor no quiero estar acá, así que me llevaron a la habitación de mi tía
  • 36. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas para dormir y a la mañana siguiente de regreso al hospital, mi madre echaba chispas por la actitud de mi papa cuando me recogió. Llego enero y otra vez caí en retroceso, esta vez ya no movía nada estaba prostrado en cama, me volvieron a colocar una sonda por la nariz para alimentarme, y María seguía yendo casi todos los días, por no decir todos los días, solo nos besábamos de picos, no había intimidad es un hospital. Pero un gran día ante una junta de médicos llega un gran neurólogo VILLAFANA, me ve en la cama y yo por esos días solo me comunicaba por los ojos, 1 pestañada era SI, 2 pestañadas era NO. El doctor me preguntaba qué es lo que me pasaba y yo abría y cerraba los ojos y el no entendía en principio hasta que uno de los médicos le dice es que Villegas se comunica así, ¡!!A CARAY!! Eso es verdad me pregunta 1 pestañada, ¿entiendes lo que te digo? 1 pestañada, ya te dieron de comer y eran como la 13.00 horas, 1 pestañada, ¿interesante dice él? Entonces dime que es lo que te pasa pero háblame y yo no podía, así que el medico les pregunta a los demás doctor que medicamentos se le está suministrando, y yo empecé a llorar, el doctor VILLAFANA se dio cuenta inmediatamente, ante la seña del doctor que dijo no le estamos suministrando nada, me pregunta el doctor. No te están dando medicamentos 2 pestañadas, pero por favor doctores como puede ser posible, por favor tome nota y empieza a decir nombres de medicamentos o que se yo lo que menciono, me toca el hombro y me dice. DESDE MAÑANA TU TE RECUPERAS. Así que me daban una copa de pastillas amarillas, rojas, azules, naranjas, creo que eran como 10.
  • 37. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas INICIO DE MI RECUPERACION EN EL HMC Bárbaro bendito médico, inicie con mis pastillas y empiezo a tener un resultado distinto, otra vez me arranque la sonda de la nariz pero esta vez más despacio ya con la experiencia anterior, tome agua 1er día de recuperación esa noche me saque la sonda, 2do día ingerí alimentos, 3er día me senté en la cama dicho sea de paso de tanto estar en cama y con ganas de levantarme, todos los músculos del estómago los tenia formados hoy los extraño se me han escondido los condenados, 4to día inicio la intención de caminar, al 5to día mi madre se asusta y le pregunta al doctor si yo estaba en esa etapa de rápida recuperación y pronto iba a acabar mis días en esta tierra, el médico le dijo señora tenga fé él quiere recuperarse y solo lo va a hacer, más bien ya no lo visite tanto él se ha vuelto muy engreído. Así que la visita era más esporádica, me mandaron una terapia de rehabilitación, con las manos, pies y coordinación de palabras. Era colocar un anillo en una vara, 1 encima de otra en distintos tamaños y colores, colocar un vaso encima de otro, no podía colocar ni los aros ni los vasos me costó muchos días el lograrlo lo abandone en el camino, baños con agua, masajes a mi mano izquierda y mi pierna izquierda, me hacían ver estrellitas los masajes, pero se logró relajar los músculos súper tensos y contraídos, al fin se pudo volvió a la casi a la normalidad mi extremidades, caminaba por todo el hospital con mi ropa de dormir y mi bivirí mostrando el físico, los médicos no me decían nada, ayudaba a las enfermeras que tenían que realizar rehabilitación física a otras personas, recuerdo que había una fisioterapeuta muy bonita que siempre me pedía mi ayuda, para que la ayude con un técnico que padecía de hemiplejia, el pobre media 1.65 y pesaba como 100 kilos, ella lo hacía dar volantines de cabeza, esta mujer debía de pesar unos 55 kilos y mediría 1.65 yo nunca entendí como tenía tanta energía para hacer su trabajo, me dijeron que no fuera a la rotonda, la rotonda era el gimnasio del hospital, terco Roberto me iba todos los días con la supervisión de ella
  • 38. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas la fisioterapeuta, hacia remo, caminata, levantamiento de pesas pero de poco peso hasta que mis músculos de mi brazo y piernas estuvieran rehabilitadas, así que me volví el caminante de todo el hospital ayudaba acá y allá, ya me conocían los médicos de todas las salas, hasta que llego el día del ALTA, bueno Villegas ya te daremos de alta (por allí escuche que debían de dar de alta a los que estaban mejores no a los recuperados realmente) está bien doctor y ahora que va a pasar, bueno cuando llegue un oficial de tu cuartel que vienen cada semana pues se le dará a él la responsabilidad para que te lleve a tu cuartel nada más doctor nada más me dice. Doctor acabo de ver a un teniente de mi cuartel, alcánzalo y dile que valla a la guardia del área, doctor y ahora que es lo que debo de tomar como medicamentos, NADA me dice, ¿cómo que nada doctor? si todos los días me dan como 10 pastillas, Villegas me toca el hombro y me dice te hemos engañado toda esa copa son vitaminas C, tú te has recuperado por que tú lo has querido, me quede parado sin decir nada, increíble para mí, llame al teniente médico y me llevo al cuartel. Otra odisea de un día. MI BAJA EN EL EJÉRCITO DEL PERU Llegue al cuartel y me acerque a la oficina donde yo trabajaba y estaba el suboficial Quispe con el empleado civil Flores y me saludaron me felicitaron por mi llegada y recuperación, cerca de 4 meses estuve en el hospital ya era el mes de febrero del año 1988, así que me dice el suboficial que me acerque a la habitación del nuevo Mayor porque el Mayor Navarro fue destacado a otro cuartel, me apersone al nuevo mayor y le dije que me habían dado de alta en el hospital y me dice ahora que vas a hacer, sucede que mi baja era para el mes de diciembre del año pasado pero por estar en el HMC no fue dada mi baja, bueno preséntate con el Capitán Zapata el nuevo oficial de tu compañía Cóndor, está bien mi mayor, me fui donde el Capitán Zapata, mi capitán permiso para ingresar a su oficina soy el sargento Villegas reportándome, me han dado de alta en el hospital, a que bien, y que vamos a hacer, me dice, sucede mi capitán que mi baja era para el mes de diciembre era al termino de 18 meses porque yo presente mi certificado de estudios del 5to año de secundaria, así me dice, había un sargento primero reenganchado era un gordo que me tenía antipatía era de mi compañía y le pregunta ¿sargento tiene usted la libreta militar del sargento? no mi
  • 39. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas capitán en vista que el sargento no estaba presente no se le tramito, bueno pues sargento dirigiéndose a mi únase a su compañía, señor lo que pasa es que en el hospital me dieron de alta pero yo no me encuentro todavía bien, así me dice entonces te daré una licencia de 3 meses y regresas para que termines tus 24 meses, anda donde el subteniente Pinedo y pídele tus propinas que no has cobrado, antes de eso el teniente médico me dijo cuándo cobres tus propinas espero te acuerdes de mí, porque sin mí no estarías de regreso, si señor le dije. Me acerqué a la oficina de subteniente Pinedo el tesorero y permiso para ingresar a su oficina que estaba al lado de la oficina del capitán Zapata, mi subteniente me han dado de alta del hospital, a que bien hijo, vienes a cobrar tus propinas que no has cobrado sí señor, cuantos meses tienes sin cobrar haber déjame ver 4 propinas sin cobrar, son 450 soles, señor lo que pasa es que yo no estoy bien de salud todavía, mira hijo anda donde el nuevo Comandante y dile eso veras que él te va a ayudar, anda hijo me dice. Me fui donde el comandante, permiso mi comandante y le conté lo dicho por el capitán Zapata que no tenía libreta y que me iba a dar una licencia de 3 meses pero yo ya no deseo estar en el ejército, ¿por qué? señor es que no estoy totalmente recuperado haber demuéstrame, me puse a correr y efectivamente corría yéndome hacia un lado, camina y caminaba tirándome a un lado, mi cara estaba casi recuperada pero los efectos de la contracción muscular no estaba bien, así que me dice. Está bien hijo me has convencido no te estás haciendo, ¿no? No señor, mis nervios no están bien y me pongo en llanto de los nervios, cálmate hoy no te quedas acá, eso tenlo por seguro, dile al capitán Zapata que te de una licencia de 4 meses y solo regresa para tu baja, vas a cobrar tu propina, señor usted sabe que las licencias me pueden llamar en cualquier momento, tienes razón, bueno dile al capitán Zapata que te redacte un documento en la cual diga que por autorización mía te doy una licencia sin apersonarte al cuartel por ningún motivo y a los 4 meses solo regresaras por tu libreta militar, está bien mi comandante muchas gracias, anda y dile. Permiso mi capitán, por órdenes del comandante me pide que le comunique que redacte un documento con esto y lo otro.
  • 40. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Dile al comandante que no puedo redactar dicho documento porque no es legal. Permiso mi comandante el capitán dice que no es legal, está bien hijo no te preocupes anda a comer tu rancho, (almuerzo) y preséntate a la formación a la 13.00 horas a mi derecha a 1 paso. Así lo hice y el comandante estaba en reunión en el patio principal con todos los oficiales y llama al ¡CAPITAN ZAPATA! que estaba de guardia y encargado de la formación de la tropa ese día. Presente mi comandante. Paso ligero. Capitán me dice el sargento que usted no puede redactar dicho documento, así es mi comandante, ese documento no tiene base legal, bueno entonces redacta uno que tenga base legal y que se valla el sargento hoy a su casa, no puedo mi comandante, ¡QUE! SEÑOR SOMOS 500 EFECTIVOS y cuento con todos ellos ASI Y ¿QUIENTE A DICHO A TI QUE NO PODEMOS IR A LA GUERRA CON 499 EFECTIVOS? Lo hare mi comandante Está bien anda donde el subteniente y dile que te de tu liquidación y regresa con tu liquidación, me dice el capitán, está bien señor. Permiso mi subteniente, dime sargento, sucede que el capitán me pide que me de mi liquidación para que me del documento que el comandante ha solicitado me sea
  • 41. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas entregado, hijo dile al capitán que yo no te puedo entregar nada de dinero de tu liquidación hasta que no me muestres el documento o la libreta militar, además hijo él te quiere quitar tu plata. Está bien mi subteniente. Permiso mi capitán el subteniente me dice que no me puede entregar hasta no ver el documento o mi libreta militar. Dile al subteniente que estas yendo de mi parte y ¡Que te de tu liquidación! Que se habrá creído ese subteniente. Permiso mi subteniente, antes que me digas algo dile al capitán que no, se escuchaba todo de una oficina a otra. Regreso donde el capitán, se para el capitán y me dice vamos, nos acercamos a la oficina del subteniente y le dice oye Pinedo que tu no escuchas lo que el sargento te está diciendo de mi parte. MI CAPITAN, usted es MI CAPITAN DE LA PUERTA PARA AFUERA, EN MI OFICINA YO SOY EL COMANDANTE Y SOLO ESTOY BAJO LAS ORDENES DEL CORONEL. Basura le dice el capitán y nos regresamos a su oficina, y le pregunta al sargento primero, estas seguro que no está la libreta de Villegas, ah responde el sargento primero, si esta se había traspapelado, falta pegar la foto, acá esta mi capitán dámela le dice la agarra y me la tira por la cara, ahora no te quiero ver desaparece. Me fui donde el subteniente y me dice ya me imagino lo que has sufrido hijo pero no podía permitir que el capitán te quite tu dinero, ahora desaparece antes de que te vea. Me despedí de los que pude del coronel del suboficial Quispe de Flores y me fui corriendo, escucho un silbido era el teniente médico, que se valla a la…. y seguí corriendo a la puerta principal, permiso mi teniente me voy de baja, felicitaciones y cuídate mucho, era el que le aviso a María de que yo estaba en hospital. OTRA VEZ ERA UN CIVIL, termino militar luego de la baja
  • 42. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas Estando fuera del cuartel me fui a visitar a mi compañero de promoción Cachique, toque su puerta de su casa y pregunto por él, su mama me dice espera lo voy a llamar, lo veo salir y noto que cojeaba, que te paso le pregunto, te voy a contar promoción. Deserte ya no aguantaba, ya estaba perdido la droga me tenía atrapado, me escape con mi enamorada a perdernos por allí y nos refugiábamos en una casa abandonada de 3 pisos en la unidad vecinal que queda cerca de mi casa me dice, estábamos durmiendo y de repente escucho un ruido fuerte de los L A, camiones del cuartel, y siento que se saltan del camión y escucho ruido de botas que pisaban la calle, desperté y miro por la ventana y lo veo a Munaico, al sargento primero, que estaban armados con FAL, así que le digo a mi enamorada que no haga ruido pero que se esconda, estábamos en un segundo piso, y sin hacer ruido me subo al tercer piso, e inicio a correr escucho que rompen la puerta con patadas iniciando una balacera dentro del edificio, este no tenía luz era un fumadero de los drogadictos, así que al llegar al filo del edificio salto hacia el otro edificio, siguiéndome de cerca Munaico y los demás, seguí saltando de edificio en edificio, hasta que se terminaron me quede parado en el filo, me apuntaban con sus armas diciéndome que no me moviera, salte y me rompí la pierna. Tenía la pierna rota eso había ocurrido 4 meses antes de haberlo visitado, pero le dije, te faltaba poco para llegar a los 18 meses, no me dice no termine mi secundaria, tenía que estar 24 meses, y ahora que haces seguro prendido de tu droga, pero si antes no me salía ahora menos, bueno promoción espero que algún día te des cuenta, que tengas suerte en tu vida algún día nos encontraremos, chao. Me fui con mis amigos, en mi barrio, el médico me dijo, haz tu vida como siempre pero sin excesos, me reuní con mis amigos a beber cerveza y cuando estaba mareado, no parecía estarlo porque aun yo zigzagueaba al caminar, a los 5 días fui a buscar a María a preguntarle por qué ya no me había visitado al hospital además de agradecerle lo que ella hizo por mí, me dice me encontré con Norma, ¿Quién Norma? No te hagas me dice haber cuéntame le pregunto. Sucede que un día estaba parada en la puerta de mi casa y pasa Norma delante de mí y me pregunta por una dirección de un familiar, así que le respondí si es por allá, y se ponen a conversar y se le ocurre a Norma preguntar si ella conocía a un tal Roberto
  • 43. Editores Franco Villegas Lorena Villegas Autor Roberto Villegas ¿Quién? (Intuición femenina) Roberto hay muchos, además tengo a un amigo enfrente de mi casa que se llama Roberto, ah le responde Roberto Villegas le dice Norma y de donde lo conoces, yo soy del Callao vivo por la Av. Sáenz Peña, (como a 50 km de Puente Piedra) y soy su enamorada, a qué casualidad yo también soy su enamorada, además me dice María en una ocasión que iba al hospital y esperaba a tu mama en el lobby del hospital, habían dos chicas que cuando yo pasaba me miraban de cabeza hasta los pies, te habrán podido confundir le dije, como eran ellas, una era de la siguiente forma, ha ya sé quién es, le dije. ¿Quién era? Pregunta Deidi y Jackeline y te fueron a visitar a tu cama, si le respondí, no le quise dar más detalles, bueno ambas fueron y hasta me dieron de comer en la boca, aun conservo la amistad con Jackeline Ahora repregúntame ¿Por qué no fui más a visitarte? No la volví a ver más. La experiencia dentro de la vida militar en el ejercito la pase bien, dándole un grado de gratitud a la habilidad que podía obtener al tratar de que no me afectara las partes negativas y siempre pensando que tan malo no fue, aprendí a defenderme más de lo que hacía, en fin una experiencia más en la vida.