José Luis Corral y Santiago Posteguillo interpretan “Vivir La Muerte: misteri...
Universos familiares. alejandro palomas. una madre. la opinión de murcia
1. LaOpinión SáBADo, 8 DE NoVIEmBrE, 2014 Libros 5
ALEJANDRO PALOMAS
Universos familiares
EL LIBRO DE LA SEMANA
Alejandro Palomas se supera a sí mismo con una
novela conmovedora y cercana por su realismo,
en la que revela el enorme poder de los vínculos
familiares y homenajea a la figura de la madre.
La familia es lo más importante para los españoles, se-gún
se refleja en la última encuesta del CIS. Lo cierto es
que la posición social o la estabilidad económica no in-fluyen
en la vida de los individuos tanto como la reali-dad
familiar de cada uno, y la del conjunto de sus miem-bros.
Un cambio repentino en ese nucleo puede deter-minar
las vidas de sus miembros de tal forma que todo
lo demás llega a resultar irrelevante. Y esa tensión se di-rime
en una intimidad que no siempre es impermeable,
extendiéndose a otros ámbitos de la rutina que pueden
cambiar al mismo ritmo y en sentido paralelo. Y así, aun-que
no queramos reconocerlo, nuestras vidas dependen
del derrotero familiar hasta extremos insospechados.
Alejandro Palomas describe esta evidencia con total ni-tidez
en Una madre, su nueva e interesante novela.
Empleando el socorrido recurso estructural de la reunión
de personajes, ya sea social o como en este caso familiar,
Palomas desvela con toda crudeza los entresijos de una
familia corriente que se reúne para celebrar la Nochevieja
en torno a la figura de una madre que vive sola con su pe-rro
en miniatura y un sinfín de achaques, que la convierten
en principio en un ser vulnerable y entrañable.
No se anda con contemplaciones el autor a la hora de
expresar la tensión que se vive en ese entorno familiar.
Una sensación que se percibe desde el primer momen-to,
y que ya anuncia una velada movida. Ese es el prin-cipal
reclamo de esta historia, pues el lector puede pen-sar
pronto que se va a enfrentar a otro de esos dramas en
los que las confesiones, los recelos y los rencores ocul-tos
aflorarán conforme transcurra la acción. Sin embar-go,
nada es lo que parece y Palomas desarrolla el argu-mento
de forma morosa, para no evidenciar las sorpre-sas
que le depara al lector.
Con certeras regresiones, el narrador va presentando
a sus personajes describiendo su aspecto y personalidad,
a la vez que sus realidades individuales, sin excluir la suya
propia, procurando siempre mantenerse como parte del
conjunto y no como un elemento tangencial que marca
la diferencia, erigiéndose como mero observador des-apasionado.
Nadie es mejor ni peor que nadie en este re-lato,
todos tienen algo por lo que sufrir, algo que ocultar
y, sobre todo, algo que contar.
Transita con pericia por los lugares comunes sin caer
en ellos en ningún momento, sencillamente exponien-do
los hechos con una naturalidad excepcional, huyen-do
así de artificios que impidan el realismo que persigue
en todo momento. Consigue así un relato creíble en el que
muchos se pueden ver reflejados. Y ahí radica el mayor
logro de esta novela: ser consecuente con una realidad
cercana e identificable.
Pero hay más, mucho más en esta novela. Palomas rin-de
un homenaje a la fortaleza de esas mujeres que lo dan
todo por sus hijos, desinteresadamente; que saben en-frentarse
a las amarguras de la vida con la vista fija en un
horizonte de esperanza para sí mismas y para los suyos.
Siempre hay un camino para empezar de nuevo, parece
proponer el autor empleando el año nuevo como una me-táfora
de ese reinicio. La velada familiar se convierte en
una terapia de grupo en la que todos revelan sus senti-mientos
más ocultos; se despojan de máscaras y anun-cian
una nueva vida que, en realidad, es la misma que
siempre han acarreado con constantes disimulos
Una madre es una novela conmovedora sin caer en el
sentimentalismo, en la que la protagonista va adquiriendo
una fuerza extraordinaria conforme avanza la acción. La
madre es el factor que desencadena la catarsis de unos
personajes paralizados por sus circunstancias: su ines-perada
vitalidad les ilumina una nueva perspectiva, les
hace renacer, afrontar sus problemas y iniciar un año con
nuevas perspectivas.
Palomas se supera a sí mismo en este relato intimista
escrito desde las entrañas, con el que muestra a las cla-ras
el poder del amor frente a las adversidades de la vida.
POR ANTONIO J. UBERO
ALEJANDro PALomAS
Una madre
SIRUELA.
La fortaleza de las madres
Amalia logra reunir a toda su familia
para celebrar la Nochevieja. La velada
se advierte larga, tensa y rutinaria, pero
conforme transcurre, todos decubrirán
que nada será igual a partir de entonces
Interesante
El escritor Alejandro Palomas. JUMA
VUELTA DE HOJA
Antonio J. Ubero
Las oscuras fuerzas de la
ignorancia institucional
No he tenido el gusto de conocer a Javier Fuentes,
ex director del CENDEAC, aunque por lo que he leí-do
de él y me cuentan personas a las que tengo por
informadas y dotadas de buen criterio, me parece
uno de esos profesionales con enjundia que ha sido
capaz de lograr mucho con muy poco en una institu-ción
venida a menos, a causa del desprecio de sus
gestores políticos. Alguien lo suficientemente inteli-gente
y audaz para elegir bien contenidos interesan-tes,
pero demasiado ingenuo para no saber con
quien se jugaba los cuartos. Carne de destitución, va-mos.
Cuentan por ahí que el motivo de su caída en des-gracia
ha sido invitar a uno de los dirigentes de Pode-mos
a unas jornadas sobre el nuevo pensamiento en
España. No me extraña en absoluto que sea así en
una región en donde sus gobernantes llevan casi 20
años empeñados en elevar la ignorancia a la catego-ría
de virtud. Esos guardianes del pensamiento obtu-so
han estrechado tanto el espacio divulgativo de-pendiente
del presupuesto público, que expresar
unas ideas o recurrir a personas que les incomoden
puede costar muy caro. Ya lo sufrió en sus propias
carnes el anterior consejero de Cultura cuando tuvo
la peregrina ocurrencia de programar un espectáculo
de Leo Bassi en uno de sus primeros fastos. Sus men-tores
le afearon el gesto, pero lejos de rebelarse con
una dimisión, supo adaptarse a la jaula de lujo que le
ofrecieron y, a partir de ese momento, les complació
montándoles un palco VIP en todos los festejos mun-danos
que organizó, donde pudieran solazarse y ha-cer
negocios alejados de la plebe, hasta que se le aca-bó
el chollo.
Al menos -y nunca pensé que llegaría a decir ésto-aquel
joven impetuoso y acomodaticio gozaba de
mejores aptitudes para el cargo que quien actual-mente
administra los escombros de la Cultura regio-nal.
Cruz sabía leer y escribir algo más que burdos
panfletos propagandísticos de la derecha más caspo-sa,
y nunca se le llegó a imputar delito alguno.
Los que hoy gobiernan esta región son los mismos
que le cortaron las alas a Cruz en sus audaces inicios,
solo que con mucho más poder para imponer el im-perio
de la represalia y la persecución de la libertad
de pensamiento. La destitución del director del CEN-DEAC
es una buena muestra de ello.
Así que ya saben todos los cortesanos instituciona-les:
ojo con lo que se programa y a quien se invita;
mejor que se dediquen a organizar ciclos de cine ne-palí
que convertir los espacios culturales que gestio-nan
en foros públicos donde se forme el sentido críti-co
de la ciudadanía.
William Gaddis. La editorial Sexto Piso ha pu-blicado
Los reconocimientos, del escritor William
Gaddis. Es esta una de esas obras referenciales de la
narrativa norteamericana, pionera de un estilo audaz
y complejo que luego cultivaron con gran éxito esos
escritores que marcarían una época como Pynchon,
Foster Wallace o DeLillo. La editorial se atreve con
una novela prolija que está considerada por la crítica
de su país como una obra maestra, y que ya probó
suerte hace algunos años en España sorprendiendo
por su dimensión narrativa, riqueza argumental y ca-rácter
experimental.
Es sin duda una apuesta de riesgo que, sin embar-go,
viene a enriquecer el catálogo editorial español
con una novela llamada a no dejar indiferente a na-die
por su calidad.
Esta novela sucede a la que ya publicara hace unos
meses Sexto Piso del mismo autor, Jota Erre, otro de
esos alardes de intrepidez literaria con el que Wi-lliam
Gaddis demuestra ser uno de los escritores de
culto más originales que se conocen, y con la que ob-tuvo
un éxito abrumador.