1. Análisis y Descripción de la…
Nombre y Apellido: Gianinetto, Cristian
Dirección: 1º de Mayo 182- Santa Clara de Saguier, Santa Fe (2405)
Correo electrónico: pigu42@hotmail.com
Alumno- Promoción 2009
Autorizo la eventual publicación de esta obra.
2. Historia de vida, según Francisco Del Piero:
En aquella tarde de enero de 1914 gruesos nubarrones se cernían sobre nuestras cabezas.
En medio del océano los temores se acrecentaban.
Habíamos salido ya hacia varios días de la lejana Italia, en un barco no tan lujoso, pero
era importante y de los mejores de la época con un toque de tecnología. Giovanni, un
hombre muy trabajador y humilde me recordó todo lo que había vivido en su patria…“yo
ganaba monedas para poder subsistir, no se si era pobreza lo que estaba viviendo pero
los trabajos eran de muy poco dinero y con eso mantenía mi casa y a mi familia a la vez
yo no crecía humanamente y económicamente, claro obviamente los ricos quedaron allá,
también muchos de los que están acá, en este barco, es para poder escaparse de la
guerra”.
Terminó la tormenta y se avecinó un nuevo horizonte lleno de posibilidades.
Yo le pregunté a Giovanni… ¿Cuáles eran tus actividades allá en Italia?, y el me
contestó…“Yo hacia de todo… trabajos en los campos, artesanías, trabajos manuales, etc.
Todo esto lo hacia solo para sobrevivir en mi sociedad y satisfacer mis necesidades. Mis
trabajos eran de sol a sol”.
En el Barco éramos miles de personas… estábamos hacinados y con comida suficiente
para llegar a la Argentina, el trato era bastante bueno… mucha gente en estos momentos
tenía miedo porque estábamos en el medio del mar y avanzábamos lentamente.
Aquí ocurrieron muchas cosas, como la muerte de un pasajero. Cuando este falleció el
barco se detuvo y se realizó la ceremonia y lo enviaron hacia las profundidades del
océano…
Giovanni comentó “el océano por momentos es calmo pero luego de pasar por el trópico
de cáncer comienza a ponerse turbulento y difícil de pasar… pero todo va a salir bien...”
En un momento Giovanni le preguntó a Roberto, otro tripulante del barco como había
llegado hasta este barco y el mismo le respondió: “ llegue hasta aquí gracias a las
publicidades que había en mi pueblo y eso me hizo pensar mucho y tomar esta decisión
de estar hoy aquí”.
En el barco también pasamos por el calor, este era agobiante en algunas oportunidades y
a la vez se generaron enfermedades y demás.
A su vez hubo peleas entre personas de distintas nacionalidades…pero no fueron tantas y
tampoco fue difícil la convivencia entre nosotros… había mucho humor…, pero un día se
desato la llamada “Jornada del Diablo” donde más de la mitad de la tripulación estuvo
“enojada” por diferentes hechos que ocurrían en aquel barco.
Hablando con Giovanni, el relató…”mis expectativas son muchas… yo quiero progresar…
yo tengo parientes en la Argentina y me comentaron que oportunidades de trabajo hay y
que se puede salir adelante y darles una mejor calidad de vida a mi familia que se lo
merece, mi sueño es darles todo eso y aun más si es posible. Tengo muchas ganas de
llegar y comenzar… se que me va a costar adaptarme pero me tengo mucha fe”
A su vez Roberto comento: “Nunca voy a olvidar mis tierras… son mis raíces y espero
algún día poder volver y reencontrarme con tanta gente que me ayudo en todo este
tiempo… mis amigos, parientes y demás”.
Paso un tiempo y las personas se hacían amigos, charlaban, contaban su vida en aquel
país de donde cada uno era origen, algunos se entendían, otros con la ayuda de signos y
señas lo pudieron entender.
En los últimos días antes de arribar a la Argentina, todo era alegría, todos estaban
contentos; pero algunos no mucho, debido a que debían o en algunos casos por cuenta
propia, guardar el poco alimento que les quedaba para poder consumirlo al llegar al país.
3. Al llegar a la Argentina todo fue asombro, no podíamos creer todo lo que estábamos
viendo y viviendo.
Muchos de nosotros, digamos, casi todos tuvimos estadía por pocos días en el hotel de los
inmigrantes.
Los comentarios sobre el mismo eran muy buenos…”Es Bastante lindo, Hermoso”…”es
cómodo”,…”La comida es riquísima, lo justo y necesaria”.
“Tiene muchas habitaciones”… “Esto si, se puede descansar muchísimo mejor que en el
barco”.
Pasaron no más de 3 días y la gente se comenzó a ir del hermoso establecimiento que le
dió hospedaje y la posibilidad de descansar luego del tan cansador y estresante viaje por
el océano atlántico.
Algunos (en gran cantidad) se quedaron en Buenos Aires porque decían que allí en muy
poco tiempo iban a conseguir el trabajo tan deseado por todos.
Esto no era así, este trabajo se busco por un largo tiempo… algunos encontraron
rápidamente… y a otros se les negó el mismo.
Mucha gente se fue con sus amigos que habían hecho en el barco a diferentes puntos del
país en busca del objetivo, la gran mayoría se trasladó al centro oeste del país, como las
provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Buenos Aires y La Pampa.
La mayoría de las personas se dirigió con su familia a los distintos puntos del país. Ellos se
dirigían en carros, carretas o trenes…
Yo tome la decisión de ir en tren hasta Santa Fe y trabajé un tiempo ahí, luego desde allí
me traslade a Esperanza que en ese tiempo ya era considerada la primera colonia agrícola
del país.
Al llegar a este lugar me benefició mucho porque pude constatar que había falta de mano
de obra y como nosotros éramos los que,-con los comentarios de la gente-teníamos mano
de obra calificada, no se nos hizo difícil encontrar empleo.
Al principio fui evolucionando, tuve un patrón que dirigió mi trabajo y eso me facilitó
mucho mi labor.
Después de un tiempo comencé a recordar todo lo que había vivido en aquel barco. Los
amigos que había hecho, las risas, los cantos, las carcajadas, juegos, etc.
“Lejos quedo aquella Italia, aquel barco que siempre aparece entre los sueños y que
ahora me toca afrontar esta realidad”
Después de unos meses de trabajo empecé a tener mi propio capital y a poder comprar
tierras, en la zona donde yo vivía era muy difícil llegar a tener mi terreno entonces
comencé a desplazarme por distintos lugares y a preguntar para poder comprar mi lote.
Recorrí tanto y llegue hasta los terrenos de donde hoy 2010, esta ubicada la localidad de
Santa Clara de Saguier.
Aquí llegué en 1915, a principios. Había muchas personas que había visto en el barco y
que también habían elegido este lugar.
Cuando llegué a estos lugares me encontré en un desierto verde lleno de paja brava seca,
sin ríos, árboles, etc.
La mayoría éramos italianos pero también llegan españoles, comúnmente gallegos.
Al principio con mi familia no era fácil adaptarnos pero con el tiempo lo conseguimos.
También invertí con lo que me había sobrado del viaje. Con esa plata que había guardado
me alcanzó con lo justo para poder comprar un lote y poder trabajarlo.
Yo solo no trabajé, toda mi familia me ayudó y así emprendemos un proyecto que duró
años.
En este tiempo en la Argentina había una crisis con respecto a lo que era el empleo,
debido a que la gran cantidad de inmigrantes que llegaba se sobrepasaba al empleo que
había en ese momento. Entonces como consecuencia creció la tasa de desempleo.
4. Como yo digo siempre, no todos nosotros, los inmigrantes triunfamos, algunos no tuvieron
trabajo y en consecuencia tuvieron que hacer changas para vivir, a esas personas no les
cambió la vida porque hacían lo mismo que en su país natal.
Acá mi familia siguió teniendo las mismas costumbres.
A lo largo de nuestra vida cambiamos un poco, nos fuimos adaptando a lo que era el clima
y sus respectivas incidencias.
Con el trabajo no fue tan difícil, trabajé con mis 4 hijos. Trabajé con bueyes y después
seguí con el caballo, que por decir, fue un avance muy grande con lo que respecta al
trabajo.
En la localidad había de todo, lo que quieras buscar y además donde nosotros nos
instalamos tenemos unos vecinos a 1 Km.; nosotros nos prestábamos las cosas, dábamos
y recibíamos favores. Esto es así porque el dueño de esa vivienda estuvo conmigo en el
barco y nos conocimos desde los primeros días de que había partido el mismo.
No había mucha relación con las otras nacionalidades, fue casi nula.
Cada nacionalidad mantuvo sus costumbres a lo largo del tiempo, muy pocas cambiaron.
Nuestra calidad de vida no fue tan buena pero tampoco tan mala, pero fue un poco mejor
a la de mi lejano y querido pueblo que deje en mi país.
Después de un tiempo, se comenzó a realizar el día de mercado donde se comercializaba
todo lo producido por nosotros, o sea, los campesinos.
Lo que consumimos nosotros era todo lo que producía la huerta de casa, la mayor
cantidad, en verduras.
En la localidad hubo y hay Italianos (Lombardo, Trentino, Napolitano y Calabreses), Muy
pocos son españoles.
Mi Hijo mayor, Alessandro al poco tiempo se casó con una chica llamada Julieta que era
de las mismas raíces que las nuestras. (Se casaban chicos de las mismas zonas)
Yo por mi parte logre el objetivo de progresar, fue lento pero nos ayudo mucho a mí y a
mi familia.
Un día decidí volver a Italia a reencontrarme con parientes que habían quedado y yo fui
uno de los pocos que pudo volver a visitar, la mayoría no pudo debido a que no invirtió
demasiado dinero.
Al llegar a Italia me dieron una fiesta de bienvenida y les conté todo lo que había vivido en
aquella Santa Clara De Saguier y un amigo mío llamado Antonio decidió volverse conmigo
a la Argentina.
Cuando llegamos al pueblo yo lo ayudé y lo hice crecer mucho. Destaco, las viviendas no
eran de las mejores… algunas tenían poca infraestructura.
Y así, es mi historia de vida desde que estaba en el medio del océano hasta estos
días que todavía sigo ayudando a Antonio y a los dos nos va muy bien,
cumplimos nuestras expectativas y objetivos y ahora mas que nunca estoy
decidido a quedarme en esta localidad tan hermosa como es Santa Clara de
Saguier que gracias a ella mi vida cambio para bien mío y de toda mi familia.
Gracias Santa Clara De Saguier, Gracias Argentina
Francisco Del Piero, 1926 Santa Clara de Saguier.
5. Conclusiones del trabajo:
Primero en principal, el personaje de esta historia es ficticio, debido a que no encontré a
una persona en especial que halla venido de Italia precisamente. Pero la historia se basa
en una entrevista que hice a una persona de la localidad que tiene grandes conocimientos
sobre la llegada de inmigrantes a esta zona; esta persona tiempo atrás realizó una charla
relatando acontecimientos en el establecimiento del E.E.M.P.I Nº 8095 “Santa Clara de
Saguier”.
Y la conclusión que queda para esta historia a mi entender es que los italianos llegaron a
la Argentina en busca de progresar económicamente y humanamente.
Ellos vinieron en busca de “Hacer la America” como ellos decían en sus tiempos, venían a
comer, algunos lo lograron, tuvieron sus tierras y las trabajaron y les dejaron un capital a
sus hijos y nietos para que sigan avanzando.
Con respecto al gobierno, fue muy bueno su aporte debido a que estimularon la
inmigración porque vieron en ellos la mano de obra calificada que acá no teníamos para
explotar los inmensos recursos naturales que contiene nuestro país.
La vida en el barco no fue tan mala como algunos dicen, lo único malo que tuvo fue el
hacinamiento, sino todo lo demás fue muy bueno, ya sea la comida, como el pasatiempo
en el mismo.
Los pocos que volvieron a Italia fueron porque tenían mucho dinero ahorrado.
Fueron muy pocos los que vinieron a la Argentina luego de la gran inmigración.
Finalmente para darle final a esta conclusión, podemos decir que gran parte de los
inmigrantes que llegaron a estas tierras lograron el objetivo tan soñado, como Francisco
que dejó las tierras a sus hijos y nietos para que estos la sigan trabajando y obtengan un
capital que los ayude para llevar sus vidas adelante y que con el tiempo progresen al igual
que él.
Fotos-Imágenes
Llegada del barco al puerto de Buenos Aires.
Uno de los tantos barcos que llevaba
Inmigrantes de Italia hacia Buenos Aires.