Experiencia del Cursillo de Cristiandad

1. Porque en esto veo una nueva ventana, un agujerito que el Señor abre para que entre
la luz, su luz.
Porque luego es muy difícil de contar, porque luego no hablas con todo el mundo de la
misma forma, con la misma confianza,
de esta forma os quiero contar:
Descubre al Señor, Cristo cuenta contigo
Queridos hermanos, estad atentos, el Señor os llama y no sabéis ni como, ni
cuando y no sabes por qué, aunque en el fondo lo desees. Así dice el Señor, “no me
habéis elegido vosotros a mi, sino que YO os he elegido a vosotros, para que vayáis
y deis fruto”.
¿Eres tu Señor?, siempre me he preguntado, ¿qué pasaría si el Señor me
llamase?, y pensaba, “si a mi se me aparece el Señor o me habla de esa forma como se
le apareció a Samuel, o envía a alguien como envió el ángel a María, os aseguro que
pegaría un salto y saldría corriendo del miedo y terror que a mi me entraría por dentro.
Y lo último que se me ocurriría pensar sería que es el Señor quien me habla y me llama.
Pero, pienso ahora, que el señor cuenta conmigo, el Señor me llama ¡y de que
forma!, y que es bueno y que de alguien que te ama no puedes esperar nada malo para
ti. Por eso yo le digo como Samuel y María, “aquí estoy señor, sea en mi según tu
voluntad”.
¿Eres tu Señor?, también me preguntaba, ¿cómo será eso de sentir al Señor en
uno mismo?, el Señor se te muestra infinidad de veces, parece que no es así, pero sí.
Mirad, a mi me habla y a ti también, ¡ESCÚCHALE! El te dice, no tengas miedo, no
sientas vergüenza, no te pongas el listón tan alto, ve poco a poco,..., y a mi me pasó.
Veréis, en la EGB., cuando existía, nuestra profesora de sociales y religión nos hacía
trabajar mucho, nos preguntaba todos los días oralmente, hacíamos exámenes,..., y hasta
rezábamos cada mañana, pero un día preguntó, ¡no se me olvidará!, ¿quiénes de
vosotros vais a misa los domingos? Y ahí todos suspendimos religión pienso ahora
aunque en la evaluación no fuese así, pues, nadie nos levantamos, y yo sentí algo, que
no supe, ni se explicar aún, pero que voy entendiendo. Si sé que sentí mucha vergüenza.
Pero.¿qué es lo que voy entendiendo? Pues, que el Señor me llamó e invitó a dar mi
primer paso, ir a misa, (aunque gracias a El, tengo unos padres maravillosos que dieron
realmente el primero por mi con el bautismo), tras este paso me surgen muchas dudas,
pues no entiendo muchas cosas, voy solo a misa y voy creyendo en Dios a mi manera de
entenderlo, ...
¿Eres tu Señor?, y te preguntas de nuevo, ¿cómo será eso de la llamada?,
¡continuamente!, y de nuevo el Señor se te presenta y le dices que no puedes por esto,
por aquello, ..., OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA PIENSO AHORA, pero no, el
Señor te va conduciendo y te pide según tu puedas, y te manda las “cosas” que deseas y
le pides, cuando el cree conveniente. Me casé, y eso es algo que yo “egoístamente “ le
pedí mucho al Señor, y le pedía mucho para mí y con condiciones y descubrí al mismo
tiempo otra llamada, (a través de uno de los “ganchos” que el Señor tiene por este
mundo repartido, en este caso mi mujer), y acepté , y pasé a formar parte de la
Comunidad de los Siervos de Jesús, OTRO PASO, y pensaba, “cómo será esto”, “qué

2. me pasará”, no sé, un montón de cosas. Ahora me doy cuenta de todo lo que el Señor
me ha dicho, y me ha dicho muy clarito y en andaluz: quillo párate y recapacita, ¿tu
sabes ande vas?, márcate un propósito y decide, “¿conmigo o no?” y le he dicho otra
vez que si al señor, aunque ahora pienso que incluso al señor le dije que no dentro de
este cursillo alguna vez, porque he sentido que me ha llamado y por una cosa u otra le
he dicho, “espera ahora no, luego ¿vale?”, espero que me perdone, y ahora digo si, y mi
trabajo es mas bonito, mi familia mas maravillosa y ... ¡que se yo!, el Señor me ha
marcado de nuevo el camino. Eso si, un camino estrecho y me ha dicho que es difícil,
muy difícil, pero también me ha dicho lo que tengo que hacer:
- Regar con la oración
- Abonar con los sacramento
- Ser alegres y ver la vida de colores
- Mostrar tu ayuda a los demás, pero no solo dando, sino ofreciéndote, en
tiempo y dedicación, que un minuto es muy largo y se puede.
- Acércate al sagrario y cuéntale y El te contará
- Etc
¡COMIENZA POR AHÍ!
En fin, deseo que esto os sirva, para recapacitar sobre mi experiencia, que
además de hacerme recapacitar, el señor me ha convertido de nuevo y me ha dicho, se
constante, trabaja en ello, que allí te estaré esperando. Y bueno que esto que tu lees
no lo escribo yo, sino que el señor ha guiado mis dedos para que tu interpretes y
decidas y te muestres y no te quedes a la mitad.
PUEBLO A-----------------------------MITAD-----------------------------------PUEBLO B
Si te quedas en la mitad no llegas y ni estás en uno ni en otro sitio, pues bien al
Señor no le gusta lo intermedio, o estás con el o contra el, es muy sencillo y yo digo si
Señor, hazme fuerte y como un compañero de cursillo dijo, “tengo una nieta pequeña
de apenas 2 años, que tiene mucha fuerza y que cuando quiere algo, me coge del dedo y
me aprieta y me tira con tanta fuerza para que la ayude a coger o darla un juguete, que
no tengo más remedio que ir ¡y además es mi nieta!, y le pido en este cursillo al Señor,
agarra mi dedo con esa fuerza y no lo sueltes y llévame al juguete”.
Y cuidado, ...
..., El miedo nos come y nos hace continuamente dudar, por eso, en la sencillez
de la constancia el señor nos hace ver sus milagros.
..., y esa duda para que desaparezca necesita un bastón, un apoyo, un hombro en
el que apoyarse y dar testimonio.
JUAN ANTONIO
DE COLORES