BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, SABIDURIA, PARTE 45 DE 47

1. BARUC 6
3:":¿{.1f
no hacen nada que sea propio
52
EIlos no pueden nombrar a rey alquno
gn ningún p?is ni pueden dar la lluvia á los
hombres. "No decidirán, ciertamente, los
pleitos ni librarán de la opresjón al que su-
fre injus[iciu:, p.o_rque nada puedenl * son
cgpo tas gotondrinas que se quedan entre
crelo y tlerra.
Porque si se incendia el ternplo de esos
dioses- de madera, de plala y dé or9, segu-
ramgnle que sus sacerdotás huiran y se
pondrán a salvo; perg ellos se quemárán
dentro, lo mismg que las üigas.
" lJ9 opondrán resistencia a un rey o a
un ejércifo. *
¿Cóffio, pues, puede creerse
o admitirse que sean dioses?
-
5'No se librarán de ladrones ni de saltea-
dores esos dioses de madera y de pieárá,
dorados,y plateados; .segurarñente' aque-
ilos pueden mas que ellos, y les quitarán el
oro, Ia plata y el vestido dé que'están cu-
biertos, y se marcharán :in que Ios Ídolos
puedan defenderse a sí mrsmos.
58
De manera que vale rnás un rey que
muestra su pqd.er, o- cualquier mueb'le üt¡l
err una casa, del cual se pielia el dueño, o
Ia puertg dq.la casa., qqe.brurCa lo que h'uy
dentro de ella, qué los fallos dioses.'
É Ciertamente, que el sol, la luna y las es-
trellas, que estári puestas para ali¡mbrar-
nos y sernos provéchoso-s, obedecen año
J
rJtos.
60Asimismo, el relámpaqo se deia
cuando aparece, y el viehto- que sopla
tooas las reqtones.
914
manda recorrer todo el mundo, ejecutan
bque se les ha mandado.
u'EI fuego, también enviado d
puru*!'b.Xu. lós C"iro, y los uSrlil'j..
Sunlplg Io que se Ie ha ordena¿o. ¡{Jr"Il,
:?" :1'l?'" I ?"'§"fi U:';i.i t?,:[T "
.. ü
u'Y, gsí, no debe pensarse ni decirse nrro
sean dioses, yd qlre n_o.pueden
"i-ñ.1§
t5r*B¿li
proporiionar bien atguno ;iü
* Sabie.ndo, puest .
que ellos fio son dio-
ses, no tienen que teimerlos. 55Nc
maÍalCión ;;'ta.,iái¿i¿; a ros ,"rl§nY.í:l
muestran tampoco a los pueblos seinuill
:L-"1:99,, ñi, lucen, como' el sol,
"¡
;i;;:bran como Ia luna.
6'Más oue ellos valen las bestias,gue
pueden hlir 9 réirgláire uá;ó-irorerto v
varerse a sr mrsmas. r
6t
De ninguna manera son dioses, corno
es evidente"; por lo tanto, no t¡eñén que te-
merlos. 6ePorque
qsí como no .j¡r;;guardián de uri melonqr un espantapáü.
roq, asi son sus dioses de madeia, de'piáiu
y de oro.
Son como la zarza de un huerto, sobre
la cual viene a posarse toda clase ¿áñ¡;:
ros. También e3tos dioses de madái.: A;-
rados y plateado.s, se asgmeján i un cadá-
ver que yace en la oscuridad.
''Al ver que I,q púrpura y escarlata se
apolillan sobre. ellos, ionocérán claramen-
te que no .sqn dioses. Ellos mismos son áé-
vorados al fin. por Ia polillq, y pasan- á i.,la vergüenza d9 su pgi:.,,Máí t'aiJél ,inon
jus.lo gue no tiene idolos, porque naa¡i
-le
qutrara su lama
6r
lgualmente, Ias nubes, cuando Dips
ver
Por
Ias
El libro de la Sabiduría se presenta como obra del rey Salomón, pero esto
no es más que una ficción literaria. En realidad fue escrito mucho más tarde,
hacia el año 50 a.C.
Su autor penenecía a la comunidacl judía de Alejandía, importante colo-
nia en la ciudad más poblada del mundo grecorromano. No había biblioteba
que se igualase a la de Alejandría; según se decía albergaba 700.000 volúme-
nes. Dos siglos antes, su director había ordenado una traducción griega de Ia
Biblia, Ia que fue Ilamada de los "Setenta".
El autor, pues, está en el punto en que se entrelazan dos culturas y dos len-
guas, el hebreo y el griego. Ahí se enfrentan dos mundos. religiosos, el de la
Biblia y.el de los griegos, con sus dioses, sus.poetas y sus filosofías. Por lo
demás, Egipto acaba de cambiar de dueños y los judíos de Alejandríá que se
consideraban vejados por la administración egipcia, esperan que los roma-
nos, ahora dueños de Oriente Medio, les sean más favorables-
Este es el marco en que nace eI Libro de Ia Sabiduría. En la primera pane
(capítulos l-5), el autor se dirige a creyentes algo desanimados por las prue-
bas que su pueblo sufrió durante el transcurso del siglo. Más que todo la fe
se viene abajo porque los tiempos han cambiado. En Palestina, la vida reli-
giosa de los judíos s-e encontraba intimamente ligada a su.tierra; la fe se
arraigaba en la vida nacional más que en las person.4s, y Ios individuos no
contaban mucho. Hoy, en cambio, viven en medio de los paganos, y los:
desafíos de la vida obligan a cada cual a qué se haga responsable de su pro.
pio destino.
. El autor planteará, pues, el problema de Ia sabiduría sobre bases nuevas: la
cuestión esencial es saber en qué desemboca la vida presente. Existe un jui-
cio. y otra vida,l y mientras no se lo haya comprendidó, nada se puede juigar
bien. Estos cápítulos se cuentan entre los más bellos de la Biblia, especial-
mente los textos que se refieren a la inmortalidad, la resurrección y el des-
quite de los justos y los mártires.
En Ia segunda parte del libro'(capítulos 6.10) el autor expone los diversos
aspectos de la presenpia divina en el universo. Esta cuestión era fundamental
para los griegos; muchos confundían a Dios, alma del mundo,.con un univer-
so divinizado, y sus respuesta§ eran muy a menudo próximas a las que circu-
lan hoy bajo la etiqueta de la New Age. EI libro de Ia Sabiduría retoma aquí ,
las fórmulas y las aspiraciones del mundo gn"go, peio aporta las precisiones
necesarias para que Dios, prqsente y activo por doquier, siga siendo Dios, el
único Santo y Glorioso.
Lá tercera parte de la obra (capítulos ll-19) intenta mostrar cómo Dios
hace justicia a su pueblo, y en esto expresa muchas verdades, pero en ella no
faltan la agresividad y las rpncillas políticas y en más de un lugar echaremos
de menos esta sabiduría más profunda que revela el evangelio.

2. SABIDURIA I
BUSCAR LA
¡Busquen la sabiduría,
conozcan a Dios !
fTl ' ' Arnen Ia justicia, ustedes que
I r I gobiernan la tierra, tengan para
con eJ Señor los sentimieñtps que
convienen, búsquenlo con un cora-
zón sincero.
2 Porque se deja encontrar por los
que no 1o provoian, se manifiesta a
los oue le tienen confianza
3 Sepan que los razonamientos tor-
tuosos'alejah de Dios: La Omnipoten-
cia pondrá en su luqar a los insensa-
tos que la ponen"a prueba. t La
Sabiduría no entrará en un alma mal
dispuesta, ni habitará en un cuerpo
esilavo del pecado. 5 El Espíritu Sán
to que nos éduca huye de
^la
duplici-
dad: rech aza los pensamientos estú-
pidos y se paralizá frente a la maldad.
t La Sábidúría es un espíritu que ama
a los hombres, pqro no dejará sin
castigo al que blasfema, pgrque Dios
conoce sus pensamientos íntimos, ve
claro en su corazón.y escucha sus
palabras
' 7 Porque el Espíritu del Señor re-
pleta el universo y mantiene su uni
iJad: conoc€, pues, todo lo que se di--
ce. u Por eso, cualquiera que tome
una decisión injusta no pue{e esca-
pársele; no queáará sin §anción, éste
lo reducirá af silencio.
e Los proyectos del impío serán in-
vestigados, sus palabras serán trans-
9i6
SA BIDUR|A
mitidas al Señor y sus crímenes se-
ran castigados. r0-Sepan que hay ui
oído atento que lo escucha to.do, y
nada de lo que se murrnura se le ér'-
Sapg;.
¡ I péjense..pues de quej,as iñ-
justificad.a§, eviten .
lo.r propositos
condenables, pues ni siquiera.la pa-
Iabra dicha en secreto queda sin cbñ-
secuencias y la boca mentirosa mata
al alma.
tz
¡Nada de vida desordenada, eso
sería'buscar Ia muei-tel ltlo hagan co-
sa?, gue les acarrearían la de§gracia.
'' Porque Dios no hizo la muérye, y
lo_lg guqta qye s.e pierdan los vivoí.
14
El creó todas las cosas para gue
existan; las especies que apareien
en Ia naturaleza son medicinales, ü
no traen veneno ni muerte. La tierrá
no está sometida a la muerte, rs pues
el orden de la justicia está más allá
de lu *uerte
Los sin Dios
dicen que no hay otra vida
¡6 l=or impíos, sin embargo, lla-
man a la muerte con gestos y pala-
bras; ven en ella' a unla ami áu' y se
han prendado de ella; han-hechó
con ella un pacto y se hacen rnere-
cedores de caer en sus manos.
f, ' Partiendo de falsos razona-
lal mientos sacan estas conclu-
siones: uNuestra vida es corta y lle-
' 1 .1 Dios está en nosotros más presente
oue nosotros .mismos. -No €s' D€c€sarib buscar,
rhuv leíos la verdadera sabiduría: se presenta co-
mo un Espíritu que viene de Dios para üsitar:
nos. Sin ehbargo, .ño se revela sinó al hornbre
recto
;Cómo exDresar'la .proxirnidad de Dios inacce-
sible v santo? Aquí se habla de Ia proüdencia. .de
la sakiduría.. de lá justicia, del Espiiitu de Dios. Se
habla de ellos coriro si fueran pársonas que Dios
envía para cuidamos. En realidad, es una'manera
de preisentar al propio Dios que,' conservando su
rnisierio. está ;ünto al hombie y a los aconteci-
miéntos
Dios no hízo lo. nlue¡le,- y no .legusta qu? se
pierdan los uiuos (1q), Un? creacióñ que es bue-
ha y que sirue para el hombre.'lÁ mueirte no üe-
ne de Dios. como se explicará en 2.23. sino de
la enuidia del diablo, e[ espíritu del mal. Así iá
nos inüta a mira¡: con confianza hacia el Señort
pensar bien de él es negar todas esás falsas prs-
§untas: ¿por qué Dios p?¡mit_e !o malo, la rnuer-
le, los tdrrernótos y tra!¡edias? Dios no quiere si-
o 2.7 Nocimos por Duracosuoii dad (2. Los
impíos, es decir lod quej se cre?n libres de Ia iey
d-e' Dios y de su profiia conciéricia. son omigís
de la múerte. púes iqnoran.la verdadera viáa,
gocemos de los'bien el presentes.
Veamos. Dues- si /o oue dice es uerdod (171.
Necesariaménte los impí,cs. por ser amigos cie la
muerte, llegan a perse§uir e incluso a mátar a los
917
n6 de d9.qpciones,, tendremos un
iin y será sin remedio: nunca se ha
,isto que alguien haya subido det
rnundo de los muertos. 2 Nacimos'got
pura ,casualidad, Y cualdo lle-
Iueriros al final será como si no hu-
Éi¿r"mos existido. Nuestro soplo
í'ita I no es rnás que el vapor de
nuestro a.liento; nuestrg pensa -
miento salta como una chispa del
iátiao de nuestro corazón. ' Cuando
il.gue I extinguirse, e,l cuelPo re-
arésará al PolVo, y el espíritu se
áispersará como una bocanada de
aire.
4 Con el tiempo se olvidarán de
nuestro nombre, nadie más pensará
en lo que hicimos; nuestra vida pasa
como la sombra de una nube, se
desvanece como niebla a los rayos
del sol- 5 Nuestra vida es sólo el pa-
so de una sombra, cuando llega el
iin es sin vuelta: una vez sellado,
nadie vuelve
6 Vengan, pues, gocemgs de los
bienes Presentes, aProvechémonos
de todo, iea, Vdmos, es la juventud!,
,.¡gue haya vino y perfum,es! " iNo
dejémos que se marchiten las rosas,
Dongámoslas en nuestra corona!
' e
i-Qu" nadie de nosotros falte a
nue§tra comilonas; por todas partes
dejarernos rgcuerdos de nuestras
fie3tas, pues éqa es nuestra herencia
v nuestra suerte.
' ¡o Seamos duros con esos pobres
oiadosos, y lo mismo con las viu-
bas; ¡nada de respeto con los viejos
de cabellos blancos! " iNuestra fuer-
za sea la ley! ¡La debilidad es prue
ba de que uno no sirve para nada!
SABIDURTN 2
t2 Hagamos la guerra al que nos
reprende porque violamos la Ley;
nos recuerda cómo fuimos educá-
dos y nos echa en cara nuestra con-
ducta. 13
Pretende c.olo_cer a Dios y
se proclama hijo del Señor. ¡4 Nó
hace más que contradecir nuestras
ideas, y su sola presencia nos cae
pesa da.r -
¡ Lleva una vida distinta a Ia de
todos y es rara su conducta. 'q'Nos
considera unos degenerados, creería
mancharse si actuara como noso-
tros. Habla de una felicidad para los
justos al final y se.vanagloría de te-
ner a Dios por padre
t7 Veamos, pues, si Io que.dice es
verdgd y hagamos la prueba: ¿córno
se librará? Y' Si el jüsto es h-i¡o de
Dios, Dios lo ayudará y lo librará de
sus adversarios
re
Sometámoslo a humillaciones y
a torturas, veamos cómo las acepta,
probemos su paciencia. 20 Luego,
condenémoslo a una rnuerte infame
pues, según é1, alguien intenven-
drá.,'
2' Así, es como razonáñ, pero es-
tán equivocados. Su maldad los en-
ceguece, 22 de tal manera que no
conocen los 'secretos de Dios. No
esperan la recompensa de,una vida
santa, ni creen que las almas puras
tendrán su paga,
23 Pero Dios creó al hómbre a
imagen dq su propia naturaleza , y y
para que fuera inmortal. za l¿ envi.
dia del diablo introdujo la muerte en
el rnundo, y lq experimentqn los que
toman su partido.
buenos. Es como un juego para ellos tornprobar
hasta.dónde llegará la.cónstancia del ,,justo".. ya
oue ellos no creen en nlnqun ideal: necesitan dés-
tiuirlo para convencerse Ele que sólo ellos han si-
do sabios al qozar los placeres del momento.
Si e/ iusto és hiio del Dios. Dios lo avudara
(18). L-a's palabras de 2,L6-20 transpareñtan la
lituáción de Jesús en la cllz. Mateo e3pecialmen-
te las recordará en 27 ,43.
La mentalidad del impío que cree que .no hav
nada después de la rnu'erte
'tiende
a.'bxtendersá
ahí dondé se han multiplicado los ídolos del con-
sumo. Nada de. perseéución abierta contra los
cristianos. Dero en cualquier institución su presen-
cia desentóna -v no sdlo en política- poique Ia
sola presencia dá alguien honrádo o el ejemplo'de
un cristiano verdadero condena a muchos.
Lleua una uida distínta'a la de todos, y es ro-
ro su conducto. (15), Cuando se escribió esto, los
iudíos eran mal considerados por los paqanos. a
causa de todos los detalles d"'qU .ridq,:qüe diferí-
an .de las costumbres de aquéllos. Páró aunoue
Ios cristianos no'tratén de diitinqL¡irse. el testimo-
nio dé uná vida en quei se es lóg-Íco con la fe mo-
lestaamuchos. - : :.'
En el 23 el texto usa expresiones griegas:
"Dios lo creó a imageqr de su propia inüs"ibil¡dad,
- 'S, partido (Z+1, el del tentador. Detras de la
masa de males que desqanan a la humanidad está
e[ .,homicida" (Jri 8,44;Heb 2.L4-15).Expe;ir"¿i
ta la.muerte. La "libertad moral" trae'habitt¡almen-
te un desqaste'físico; pero la usura del corazón. de
la .qeneroEidad; de la
'capacidad
de esperar es muj
chó rnás destnrctiva.' "E[ que siembra-
"_r,
la carne,
cosechará com.rpción y muerte" (Gál 6,8).

3. sABrounÍn 3
Los justos vivirán con Dios
ITI ' ' Las almas de los iustos están
I -,' I en las manos de Diós y ningún
tormento pod rá alcanzarlos. '
2
A los ójos de los insensatos eEtán
bien muertbs y su partida parece ü.rá
derrota. 3 No5 abándonarbn: parece
q.yg nada quedó de ellos. Pero, €D re-
alidad, entiaron en Ia Daz.4
Aunque los hombies hayan visto
en eso un castigo, allí estab-á la vida
inmortal para sóstener su €spera nza:
'd.rpuéq de una corta prueba recibi-
rán grandes recompensas.
Sí, Dios los puso a prueba v los
encontró dignos de é1.'6 Los probó
como al oro en el horno donde se
funden lo: metales,- y los aceptó co-
mo una ofrenda perfécta.
' Cuando-venga Dios a visitamos,
serán luz, seme]antes a la centellá
gue corre por entre Ia maleza. I Go-
bemarán n-aciones y dominarán a los
pueblos, y el Señoi será su rey para
stempre.
Los que confiaron en él conoce-
rán la verdad, Ios que fueron fieles en
"l ,pTor perrnanecerán junto a é1.ru Pero los impíos que menospre-
ciaron al justo -y reneg'aron del Sénor
seran castigados por sus malas in-
tenciorles.
" Sí, ai de aguellos sue recha zan
Ia sabidufía y Ia üiscipliná: ¡para ellos
tod-a -esper anza es vána, toáo esfuer-
zo inútil, toda obra estéril!
9r8
tz También son estúpidas sus rrr,,
jeres, y sus hijos, pgrvers"¡ il;l;maldición se cieirne sobre su L"."o^
dencia. - Lr I'
¿Cuál es la vida realmente fecunda?
. 13
Feljz Ia mujer sil hijos si h^
permanecrctolYl1Jr no ha tenido Jüguna ,unión culRable; cuqndo ,uán
juzgadas las alm'as, sd ,erániu, fru-
tos.
14
Feliz también el- eunuco si no to-
mó parte en el mal ni tuvo
mieritos'áJ r"uálion contra
"l
pst&t"1,
su fidelidad será bien recomp
tenai¿ ün Ingar á; ptiviiegi:":iti
templo del SeÉor.
, . '5^Porque cuqlquier esfuerzo por el
bren p,roduce frutos admirablbs; ;iverdadero conocimiento es una raíz
que nunca se seca.
!6 En cambio, lor h[gs nacidos dei
adulterio no maduran, la descen¿üj
cia de una unión ilegítima desapare-
ce. '' Si llegare a sucéder que se pro_
Ionga su vTda,.l'r9 serán tcimaáóí';;
cuenta y por último envejecerán ,inqlona.v
'8 Y si ryueren jóvenes, será sin es-
peranza:.la esperq dgl j_ulcio no tJs
servirá de consL¡elo. ,1 Sí, una raza
malvada está condenada á una suer_
te cruel.
W', '. Más vale no haber tenido
L=J hijos pero haber actuado bien:
o 3.1-Los almas de los justos estón en los
monos de Dio§. Bta es la 'srán -ráJáaéiéii
á"1
presente,libro. .En los libros anteriores'?-eG B;:
blia. el olma,no significeba más que er aliento del
hombre, es deqir, Ta üáá-qrá-"rü-;;¿l ;;;;;:ga al morir- Ahora el alma significa lo
-de
no'so-
tro; que no-muere cuando se tesháce-eriueñó-
. Su partida pgrece uno.derroto.(2). S"u q;á¿i
justo perezca én manos de los üoléntos. sea oue
Ie_
.tgqle 1nolr corno a tod9s.,;e!_fin de sü üda pa-
rgge contradecir la bondad de Dios: es un escán-
{,alo que la. rnuerte puedJ aigo-cóntá tód iürlü.y.ero ¡g gualnuere es solamente el cuérpo. Ellos
vrvef¡ -aqte Dios, corno lo afirmará Jesús a su vez
(Lc 20,38). -'-- --.- -::--
En realidad, entraron en la paz (3)- Gozarán
parg siempre lo que-han esperado en ta tieñá Es
oeclr.' q,ue vemos solamente una cara.de la muer-
te: jamáf sabremos-cómo experimenta cada uno
;l"Bá§,53,D8::"'
aún córno sg de¡nierta en et
En el mornento del juicio se compiobará que
los justos son los. únicos que hun vivido. A menu-
dp fu muerte.de ros á*Js¿ia-" b¡ái'tá¿-i"'óá.
"Ios gue estuüer9n a su Edó. Á mañuá;L;,ffii;
res hacen triunfar por su rnuerte la causJ üó; i;que han vivido.
: 13. Feljz lo mujer_sin h¡lps- si ho permane-
cído,pura. Siempre la Biblia áhbt:á-"iaá fñ;-da, al rnatrimonio que tiene r¡arios hiios v los lle-
y?r3 rÍr^.pl:namerite hombres (vei Saf {2i' v
*á§) i"t"',lá jf ÉitFJá la 9J,".'#ll:á ¿?I? ff ,l&1
¡ada castigo. de Dios , y ?fegtabá pñ-áó ;l;;;-
Jer. pues el hombre podía. buscarse otras muieres
g adoptar hiios. También la ley ei-l"iáá"i;;1ü;
lo_s eunucos,(o.qea, a los- castrádos)i Sin embár§o,
un profeta había tornado una poiición contra"riá
(ver'ls 56,4)
,.. 4-.! Mas uole no
'tener
hijos pero haber
octuodo bien. Aquí s_e revela ótra-mar"iá Já
tener vida fecunda. se sabe de mátrim""iói
919
,,ño será entonces considerado
iánrc Pqr .Dios como Pof lqt hom-
il?.r y dej ará un recuerdo imPere-
Tedero
'-, A una vida tan recta, se la imita
cuando se la,ve Y se la echa de me-
l^s cuando desaparece: en la eterni-
'á"uá recibe Ia coróna degloria porque
Iriunfo en combates Perfectos.sr-
r Al contrario, la nurnerosa pos-
r¿ri dad de un imPío no significa
nada:,sus Letoños bastardos no
.ch arán raíces profundas ni se
ástablecerán en tierra firme. o Aun-
áue por un tiemPo echen brotes,
lus débiles rarnas serán sacudidas
oo, el vie,ntg,- y arrancadas pqr la
[empestad. ' Sus ramas se quebra-
ián'untes de crecer, sus frutos no
servirán: id9.ma:iado verdes para
áomerlos, sólo sirven para que los
boten!
6 En el día del juicio, los
ñiior naqidos de unione§, c,ulpables
testimoniaran en contra del pecadc
de sus Padres.
¿Por
qué desaparecen los buenos?
o 7 El justo en carnbio, durique
rnuera Prematuramente, encontrará
su descanso
I La edad que merece el respeto
no depende de la duración de la vida,
ni se rnide por el número de años.
e iEl verdadero conocimiento es co-
mo tener los cabellos blancos! Una
vida sin mancha equivale a una edad
madura.
ro Era recto , agradó a Dios qr"
lo amó; pero como vivla en medio
de los pecadores, fue sacado de
SABIDURIA 4
allí. Ir Dios lo sacó por ternor a
que el mal corroppiera su inteli-
gencia p que su alma se dejara se-
ilucir por la mentira. tz Porque la
fascinación del mal oculta los ver-
daderos valores y los reclamos del
deseo qonmueven a un alma sin
malicia.'
13
Acabó,pronto, pero había reco-
rrido va un larqo camrno.
14
Su alma éra preciosa a los ojos
del Señor; por eso la retiró pronto-de
su ambiente corrompido.
La gente al ver es-o no entendió; no
cornprendieron '' que la benevolen-
cia y la misericordia de Dios acom-
pañan a sus elegidos , y' que él vela
por- Ioq suyos. :
¡5 El iu-sto que muere condena a
Ios irnpíos qué sobrevíven, una vida
joven gue lle.ga, ploltg .a la perfec-
ción, denuncia la vejez interminable
de los malvados. '
'' Verán pues la muerte del sabio,
pero sin comprender las intenciones
d¡vinas al resiecto, ni por_ qué el Se-
ñor Io puso a resguardo. It AI ver eso
podrán tal vez réírse, pe.ro el Señor
también se reirá de ellos re cuando a
su vez sean cadáveres despreciables,
y estén sin defensa entre los muertos.- Porsue el Señor los reducirá al si-
lencio y los precipitará de cabeza; los
arrancará de cuajo y los destruirá
irremediablemente: entonces sabrán
lo que es el dolor, cuando todos los
havan olvidado,
/o Se presentarán temblando cuan-
do se haga e_l recuento. {e sus peca-
dos, y sus crímenes se alzarán frente
a ellos
sin hiios v de solteras que orientaron su capa-
cidad:de ámor y de entrega hacia los demát, y
oue tuvieron una verdadera descendencia v ta-.
rhilia - espiritual. El eiemplo . de María ha sido
cornprendido,. d.esde el cbmiémzo de la lglesia,
cornb' un rnodelo y. un estímulo dado a aque-
llos y aqugllas qug se consagran a Dios y bup-
can una f eóundidad de otró. ti po, -prof ia de
esa vocación
Era recto. oqradó a Dios, eue Io amó. No nos
pertenecía .la 'e-sDosa o el ni¡ó que Dios se' llevó.
Entre ellos. v.'noéotros se ha6ían' trabado los lazos
del amor cón sus incontables circunstancias v'r€-
cuerdos,
.pero
un amor más fueñe los trnía al Se-
ñor. v eran antes oue nada suuos.
Cómo uiuío en'-medio de' los oecadores. f ue
socodo de allí (10). Estas palábras aludeir a .
Henoc (ver Gén 5.24) cuyo'extraño fin. como
el de Elias,'aüvaba, la reflexión de los judíos. E§
otra respuesta para la rnuerte prematura de los
hijos: ¿quién sábe lo que habfian hecho de su .
viáa? Pelro §¡a nos,está'engañando nuestra irna-,
qinación cúando hablamós de lo que habrían
ñecho de su üda:, Esta posibilidad ni siquiera exis-,
tió,. puesto,que Dios no ,la consideró.' Cada uno
ha sido creado y'amado por Dios con esas-mis.
mas limitacione-s que nos desconciertan.

4. SABIDURIA 5
El juicio de los impíos
920
o ' Entonces el justo se presentará seguro de sí mismo
frente a los oue lo oersfouieron
y que redujeion a nadaÍodos sus esfuerzos.
z n] verlo comenzarán a temblar de un miedo inmenso,
asombrados de ver que se ha salvado contra toda esperanza.
3 Llenos de remordimiento, se dirán,
muv anqustiados. v con oemidos:
' uÉste e"s al que iomábaños para la risa,
el objgto de nuestras bromas: iqué imbéciles éramos!
Su vida nos parecía una locura,
su muerte nos pareció el fracaso final.
5
Y véanlo ahora entre los hiios de Dios:
¿ cómo fue que recibió su lu!¡ar entre los santos?
r
¡Cómo nos equivocamos lájos de la verdadl
La luz de la justicia no nos ilüminó,
el Sol no se levantó para nosotros.
' Nos hartamos de irijusticias y crímenes,
recorriendo desiertos de los cúales no saiíamos,
en vez de reconocer el camino del Señor.
u
¿ De qué nos sirvió nuestro orgullo?
; De oúe nos valió la riou eza
áq la que tanto nos eno'rgullecÍamos?
e
Todo eso pasó como una sombra,
como un rumor que se disipa ,
'0 como el navío que corta la espuma del mar,
y de cuyo.paso nq,guedq huella alguoo,
ni marca de su quilla en las olas.
I I O como el pájaro que atraviesa el espacio
y los vestigiob de su carrera nadie encúentra,
que no deja ninguna señal de su trayecto.
Sus plumas rozaron el aire leve,
un silbido se produjo al partirlo,
batiendo sus alas sé abrló camino,
pero después , ¿ quién encontró alquna huella de su vuelo?
l' O comb una llécha disparada af Utanco:
el aire qqq va cortando v'uelve sobre sí m¡smo ,
sin perinitir que se vea su camino.
'3 A-sí también nosotros, apenas nacimos desaparecimos;
nos hemos agotado en nuestras malas obras
. 5.1 Los profetas hablaban a menudo del jui-
cic de Dios, r'efiri¿ndose a un juicio que.se reali2a-
ría en Ia tierra. para castiqar a las naciones v a
Ios oecadores. Y'a partir dé aquel iuicio. Dios én-
derázana la historiá humana .'Peío este párrafo
nos habla ahora de un juicio indiüdual después
de la muerte.
El texto se fi;a sobre todo en el casg de los
má¡:tires! pues en esa época estaba eún fresco el
recuerdo ile los creyenfes perseguidos por su Íe
en tiempos de los Macabebs. Péro no por esto
está rnái lejos de nosotros, pues, si bien en mu-
chos lugare's podemos a la véz ser cristianos y ü-
ür en lur. en otros lugares, en cambio, nue§tros
hermanos cristianos sutren V con trecuencia mue-
ren víctimas de persecuciones de las cuales los
diarios hablan rnuy poco.
¡Cómo nos equiuocomos leios de la uerdad!
(6), En. aquel díá no llevaremós Ia máscara que
todos llevámos en la tierra v que oculta nuesha
hipocresía y bajeza. Los rnalós ántohces verán de
mánera clárísi-ma que su existencia fue vacía:
Apenas hemos nacido. deiamos de existir. Nos
hártomos de injusticior y. érímenes (7)l; No diga-
ryos .que Dios los sentenciará. p[es se juTgarán a
sÍ mismos: sus crímenes se alzarán f rente a
ellos (4.20).
En cambio. Ios iustos uiuen oora siemDre...-
cuídon de ellos én caso del Attísimo (1'5). Se
pqdr_ía co_mparar la paráb'ola del juicio en Mateo
25.31. Sofamente qLÍe Jeqús ópone los que
atendieron a sus herrñancis ü-los hue no- mián-
tras que. ?qui se oponen los'perse§uidorés y los
perseguloos.
g?1 SRetOoRin 6
v no tenemos mérito alquno oue podamos mostrar.»
r'SÍ, la esperanza de loi impiós es como la paja
que se la lleva el viento,
d como el copo de nieve que arrastra la tormenta,
como el humo disipado por el viento,
o el recuerdo de un huésped de un dÍa: que se olvida.
'5 Los justos, en cambio, viven para siempre,
y su recompensa está junto al Señor:
cuidan de ellos en casa del AltÍsimo.
16
Recibirán de manos del Señor
la corona magnífica, la diadema radiante;
con su mano derecha los cubrirá,
v con su brazo los proteoerá.
r'Su amor celoso lb tlevé a tomar las armas,
moviliza al universo para castigar a sus enemigos.
'8 Toma como coraza la rectitud,
y como casco escogió sus juicios equitativos.
Ie
Su invencible santidad le sirve de escudo,
2o
se ha hecho una espada con su cólera inflexible,
v iunto con él el universo lucha contra los insensatos.
2'Los dardos del rayo darán recto en el blanco,
disparados de las nubes como de un arco bien tenso;
" lós granizos de su cólera caerán sobre ellos,
el océáno se indiqnará con ellos
y los ríos los inun?arán sin piedad.
23
El aliento de su Poder se álzará contra elios
v los disoersará como el huracán.
Su pecaüo convertirá a la tierra en desierto,
las'rnaldades de los poderosos echarán abajo sus tronos.
NO HAY SABIDURiN SITY RELIGIÓN VERDADERA
Los reyes deben buscar la Sabiduría
A' ' ¡Oh reyes, escuchen y entiendan!
tyJ ¡Déiense iñstruir, ustedes que gobieman
las lejanás tierras! ' iPg1gqn atención,. uste-
,Ces que mandan a niulütudes, que están tan
orgullosos de sus numerosos puéblos!
3 Porque el Señor es quien les -d!o el Pq:
der. v lá realeza les viehe del Altísimol él
examinará también su comPortamiento y
pond.rá al descubierto las iñtenciones de
ustedes
o Ustedes son los rePresentantes de su
ooder real; ahora bien, si no han juzgado
Lonforme a la iusticia, ni han observado su
Ñ. ni proceáido seqún fa voluntad de
Dios, ' lós declarará cülpables bruscarnen-
Porque riqurosa es la sentencia Para la
gente qy.e ,ígng un alto P_uesto.
6 S'e tiene
óompa§ión de los pequeños y se los per-
dona, pero los poderosos serán controla-
dos estrictamente.
?'El Amo universal no teme a nadie, y
las dignidades humanas no le impresio-
nan: é-1 hizo'a los pequeños y a loi gran-
des; él se preocupa por todos, t pero á los
poderosos se los examinará más a fondo.
e A ustedes, p,ues, príncipes, me dirijo,
Dara oue aprendan la sabiduria v no cai-
bun. 'o'Porque los que observan sántamen-
ie las levei santad se harán santos v los
que las havan profundizado encontíarán
en ellas su áeferisa.
" Sean pues ávidos.de mis palabras y
búsquenlaé: los instruiran..
'' La Sabiduría es luz y no se toma opaca;
se muestra con gusto a-los que la aman,'se
deja encontrar por los que la aman.
'3 Sale al encuentro de los que la quieren
conocer; '' el que por ella se'levantó tem-
prano, éasi ncj teñdrá que esforzarse: la
. 6.1 Aouí comienza un discurso diriqido en
teoría a los'reves. Pues hav Que recordallo que
Ciiirnos en la lntroducción ál Eclesiastés: que'fá-
cilmente se atribuían a Salomón los libros cie sa-
biduría., Es 'lo que pása con este libro: el autor l
habla como si fuerá Salomón. v diriqe su discur-
so a !a genté de su mundo, e3 decirl a'los sobe-
ranos. '

5. SABIDUR¡N 6
hallara sentada a su puerta. '' Apasionarse
por ella es la mejor de las ambiciones, el
qr" trasnocha a iausa dg glla estará pro!-
tb sin preocupaciones. ró Ella misma sale
en busla de lbs que son dignos de ella; se
muestra con benevolencia en sus caminos,
sale a su encuentro en todos sus Pensa-
rnientos.
t7 El comienzo de la sabiduría es un ver-
dadero deseo de formarse: buscar la ins'
trucción es amarla. 't El que la ama obser-
va sus leves. el que obedece sus leves se
asegura lá vída qi.re no perece, '' y la vida
que no Perece nos Pone muy cerca oe
Dios.
20
iVean, pues, de gué rnanera la sabidu-
ría nos lleva a la realeza! 2' Pues bien, so-
beranos de los pueblos, si aprecian el trono
y lqs insignias iiel poder, hónren a la Sabi-
duria y reinarán por siempre.
" Lés voy a deicir lo qub es la sabiduría y
cuál es su'origen, no fes ocultaré secretó
alguno. Q,uiero seguirla desde sus comien-
zos y exponerles ttaramente, sin apartar-
me áe Iá verdad, todo lo que de btta se
ouede saber-
' 23
Porque aqui no hay secretos que guar-
dar celosamente, eso no tendría nada que
ver con la Sabiduría. 24 Si se multiplicaran
los sabios, seria la salvación del mundo,'
porque un rey inteligente hace la prosperi-
ilad de su pueblo
25
Instrúyanse pues por medio de mis pa-
labras, y con ello obtendrán beneficibs.
lA' ' No sov más oue un mortal como
llJ todos los'demás,'rn descendiente del
primero que fue formado de la tierra. Mi
cuerpo se elaboró en el vientre de mi ma-
áre, I donde durante diez meses fui mode-
lado en su sangre, a partir del semen viril'y
del placer comDartido en una cama.
..' Una vez nácido, respiré el mismo aile
que los demás, y, vine a caer en Ia misma
tierra, lancé el primer grito y lloré como
állos; ' m.e.envofviéron e"n pafíales y cuida-
ron de mí. ' Ningún rey comenzo su vida de
otra manera: 6 la"vida íOlo tiehe una entrada,
y la salida es la misma para todos.
e22
' .Oré y me fue dada l,a.inte,lige.nciai su-
piiqué, y él espíritu de sabiduria vino a ñá tá preleri a lós cetros y g.lol tronos, v
".':timé en nadg la riqueza al lado de ellu. t'ül
que valía. pás que Ias piedras prec,iosas; ei
oro es sólo un poco de arena delante'.rl
ella, y la plata, menos Sue el !ar¡o. '. [;ame más que a la salud y a la belle.a, ñ
clt¡sg la préferí a la luz del sol, pues ru.iá-
ridad nunca se oculta.
rr Junto con ella me llegaron todos Io"
bienes: sus manos estaban repletas de ii
quezas incontables. '2 Recibía con. alegiía
todas esas cosas dg que me, proveÍa la-sal
biciuría, pero todavía no sabia que la sabi-
duría era su madre.
¡3 Estudié de manera desinteresada, por
eso la comparto sin segundas i1rtqlgtoriei,
es una riqueza que no escondere. ''* Porque
la Sabiduiía es para los hoirrbres un tesór,i
inaootable: los
'oue
la adquieren se hae"I
amlgos de' Dios,' debido a'los frutos Ae-iu
educación.
t5
¡Que Dios permita que pueda hablar
correctamente de ella y aPaslonarme Dor
ella en la medida de los beneficios recib¡-
dosl Porque él es quien conduce a la Sabi-
duría y dirige a lob sabios. '6 Estamos en
las mános de Dios, nosotros, nuestras oa-
Iabras, nuestras reflexiones y nuestras ha-
bilidades.- itEi me dio el verdadero conocimiento de
la realidad: Ia constitución del universo y las
propiédades de los elementos, 't el comien-
io, 'el
fin y el entretiempo, las posiciones del
sol y la áltemancia de las estaciones, re
los
ciclós del año y el movimiento de las estre-
llas, 20
las diferéntes especies y el comporta-
miento de las fieras salvaies, el poder de los
espíritus y los problemas-de los'hombres, la
vaiiedad de lad plantas y las propiedades de
sus rarces.
t 2t Supe, pues, todo lo que está
oculto y todo lo qu.q se v€,.Puesto
que la sabidur,ía qué lo ha hecho todo
me lo enseñaba.,
2' En ella se encuentra un espíiitu in-
. 7 -7 Toda esta página es una inütación' a bus-
car la Sabiduria corho-se busca una esposá: r€cor-
demos oue en esa época los soberano§ iban a «ca-
sarse» cón tal o cúal diünidad 0o que les permitía a
veces apoderarse en nombre de !u esposa de los
tesoros de su templo: 2 Mac 1,14).
Buscar la sabiduría de Dios ño es alqo di{e-
reñte- á lo oue hacemos cuando hablainos de
vivir unidos con Cristo.t Dues. - no olvidémos
oue él es la Sabiduría incr'eada. Nuestro amor
á Cristo no podrá quedarse en lo sentimental.
sino que sieinpre .sbrá .la búsqueda costos-%' y
que nunca se'acaba, de aquel que es la Ver-
dad.- Vi que ualía r¡os que las piedras preciosos (9)
(ver Mt f 3.44-45).
' 2L Véase el comentario de Proverbios 8,22,
es ef mismo [ema. De Dios viene la sabiduría: la
misma Sabiduría que ha ordenado el universo sé
hace en nosotros óresencia de Dios- -ñ;áá áé-iirló ieiÁlród"ce en etta (30). Nótese
el optimismo que resulta .de esJa --descripción.' Por
ser «'santa v pu¡a". Ia sabiduría de Dios atmübsa to
do. inclusd Ió manchado e imperfecto, alumbrando
nuestro espíritu torpe y lirnitaiio. Lós judíos en.ese
tiemoo aoiendían de lá Lev que cuando se',tocaban
dos bersónas- era la impuía la que manchaba a la
otra lver L-ev
'1
1.1 v Aq' 2.11). Aqü es Ia sabiduría
de Dios la oue venée oúalquier osóuridad v torpeza
(ver Ef 5-13). Nada es abSolutamente málo eh sí;
ilSo es nialo si pudo haber sido .r4ejor, y'es buéno
si"en un caso cóncreto nada mejgt se pudo hacer.
9?3
rpliqente, santo, único, múltiple, ágil,
mOi¡t, Penetrante, Puro, límpt4q, Do
^,,ede corromperse, onentaoo al bien v
'ríiár.23 Es uri espíritu irresistible,bien-
ñáchor, amig.g, de los hombres, firrne,
rágrro,, apadible,. qug Io puede tgdg y
;ríe vela por todo, impregna a todos
ibr otros..espíritus por inteligentes, pu-
ros v suules que sean.
'- zt'Ld sabiduría es más movible que
cüalquier c.osa, gracias a su fuerza
átraviesa y lo penetra todo. 5 Se des-
árende, como un vaPor, del poder de
bios, es una emanación m-uy Pura de
L, Gloria; por eso, nacia de sucio se
iritroduce én ella . 26 Es Ia irradiación'dela
luz eterna, el espejo sin tacha de
Ia activigud de Dios y la imagen de su
nerlecclon-t 27 Es una, pero lo puede todo; sin
salir d. :i misma, lo renueva todo. De
áeneración en generación Pasa a las
ítmas santas de las cuales hace ami-
.'.,s de Dios v Drofetas. 28
Porgue Dios
;ób ama al
'q'ue vive con Ia ^Sabidu-
SABIDURÍA B
¿quién entre los vivos hace las cosas mejor
que ella /
' .Aman ustedes Ia rectitud? Sepan oue
toda-s las virtudes son fruto de su'trabáio;
ella enseña la prudencia v la inteliqencja.
la justicia y gt .yalor; nadá hay en Ta vidá
gue sea mas útil a los hombres-.' a
¿Busca alguien vastos conocimientos?
La Sabiduría cónoce las cosas del oasado v
prevé el porvenir; sabe interpretar lós discuí-
sos y resolver los enigmas, ánuncia de ante-
manb las señales de Ia natural eza y los pro-
digios, el fin de las épocas y de loí üembor.
I Por eso decidí tomarla tomo compáne-
ra de rni vida: sabía oue me aconseiaria en
los momentos felicei y me sostentría en
las preocupaciones y en las penas.
r0 *Gracias a Ia Sabiduría, me decía, seré
honrado por las muchedumbres y, a pesar
f,.;mi juv'entud, respetado,por loí ánci'anos.
I ¡ Reconocerán en mí un discemimiento pe-
netrante, y los poderosos me admirarán. '2 S¡
me callo, -" esperaran; si hablo, estarán
atentos; y aungqe se prolongue mi discurso,
segurran escucnanoome.
13
Gracias a la Sabiduría obtendré la in-
mortalidad, y dejaré un recuerdo eterno a
Ios que vendrán después de mi. 14
Cober-
naré'a los pueblos. ü se me someterán las
naciones. '3 Soberanbs temibles se llenarán
de temor al oír hablar de mí; seré bueno
con rni qente v valiente en el combate.
'6 De vuáta a éasa, descansaré a su lado,
Porque su comPanra no es amarga; vtvtr
con'ella no cuesta nada, sino que, al con-
trario, trae alegría y felicidad,.
'' Así razonaba conmigo rnismo. Corn-
prendí que uno encuentra Ia vida inmortal
bn la unión con Ia Sabiduría, 't se adquiere
una alegría superior. gracias a su amistad,
una rioueza perdurable qracias a sus des-
velos, fa inteligencia cua-ndo se eiercita en
entenderla, y Iá fama en las con'versacio-
nes con eitá. Salí pues en su busca para
traerla a mi casa.
re Había nacido cómo niño bien dotado,
había recibido como herencia un alma
buena; 'o o más bien, siendo bueno, había
lleqado con un cuerpo sin defectos. 2' Pero
tañrb¡én cornprendía que el único medio
para tenerta eia que Diós me la diera, y ya
era una señal dé intelioencia el ha'b-eílo
comprendido, Po.1. es9, rñe volví' al Seño¡ y
le súpliqué; le dije con todo mi corazonl
rfi.2e Es ryás bella gue. ,el sol y supera
a cualquier constelación; comParaCa
con la [uz, Ie gana, 'o Po.que la-noche
sucede al día, mientras que el mal ja-
más vencerá a la sabidurÍa.
' Sí, la sabiduría se extiende de
un extremo al otro de la tierra, y
en todas partes Pone orden.
2 La amé y la deseé desde mi juventud;
traté de tomárla Por esPosa, Porque estaba
enamorado de su belleza.
3 EI hecho de sue esté cerca de Dios ha-
ce resaltar su noÉle origen: el Dueño de to-
áás las cosas la amó. -o
Fue iniciada en el
éonocimiento mismo de Dios, y ella decide
oué obras hay que realizar.
'
'Si lo que
-se'desea
en el mundo es Ia ri-
queza, ¿a-caso hay riqueza más_grande que
lá Sabiduría, gue todo lo realiza?
6 Y si la inteligencia preCede á las obras,'
El mal pmós uencera a la sobir{urío (30)..EI
cristiano, árraigado en -la pqlabra de Dios, ller¡a luz
a los mismos séctores doride reinaban las tinieblas.
Por tu sobíduría los hombres se sgluorón.'En
2.24 se diio que el demonio había corrompido la
cieación al introducir la muerte. Ahora la Sabidu-
ria de Dios está reparando los estragos de la
rnuerte, Pasa o los álmas sontos y la ñace ami'
qos de Díos (27).¿
Es una emanación muy puro de su Gloria
(25. Para los-hebreos Ia palab¡¿ "gloria, indicaba
alqo oue Desaba. alqo oué se impoiía v reforzaba
el"conceplo {e lá "sántiilad" de Dios. Én la lengua
glega, lá. "glorial p.unta rnás bien.a lo qug ií1a
ora: lrraolacron oe Lrlos en el universo v mas aun
"en el rostro de Cristo" (2 Coi 4,61.
L¡ sabiduria. *imaqen de la actividad de Dios.
refleio de su perfecáón,,, es Cristo, seqún dice'
Pablo en Cofosenses 1.'15, Hebreos
-1,.3
(ver
también Introducción a Efesios).

6. SABIDTIRIA 9
Or"ación para obtener Ia sabiduria
FOI '_' Dios de nuestros padres. §e-
I r I ñor de misericordia, por tu Pala-
bra hiciste todas las cosas, ' y por tu
Sabiduría formaste al hombre para
que domine a todas las criaturas por
debajo de ti, 3 para que gobierné al
mundo con santidad y jusücia, y tome
sus decisiones con reéta conciencia:
' dame pues la Sabiduría que compar-
te tu trono, y no me excluyas del nú-
mero de tus hijos
5
¡Mírame, soy tu sirviente, el hijo
de tü esclava, uo hombre débil cuya
vida es breve, demasiado limitado
Dara cornDrender la iusticia y las Ie-
ves! u Ni iiouiera el inas perfecto de
fos hombred será algo sin la sabidu-
ría que viene de ti.
' Me elegiste como rey de tu pue-
blo, como ju ez para tus hijos y tus hi-
jas. u Me has dicho que te construya
un templo en la montaña santa, ufl
altar eri Ia ciudad donde habitas, a
semejanza de esa Tienda celestial
que habías preparado para ti desde
el principio.
e Juntb a ti está esa Sabiduría que
conoce todas tus obras, que estába
contigo cuando hacías el mundo, que
sabe lo que te agrada y está de
acuerdo cón tus rnaádamie-ntos. :
'o Haz que descienda desde el cielo
donde todo es santo, envíala desde
re', u Lx ?:P"*l iá":'""'":? H:mer hómbre que fue formado bot
Dios v oue fue crea.do corno único.
Lo leúantó de su caída ' y !e dio Ia
EL PAPEL DE LA SABIDUR.A
A LO LARGO DE LOS S/GLOS
924
tu trono glorlos,o,.para que esté a rni
lado en mis trabajos y sepa Io quu iu
gusta
. r' Porque ella todo lo conoce y lo
qomprende; gll? me g,uiará con Érül
dencia en todo lo q.ue haga, / su ixá-
jestad rne protegerá.
12 Entonces te serán agra,d.ables
mis obras, gobernaré a tu pueblo con
justicia, y seré
-digno
del trono de rni
padre
' i' ¿Qu[én, en realidad, podría co-
nocei la voluntad del Señór? Cauiei
le _apgsionará por lo que quiere ei
benor/
14
La razón humana avanza timida-
mente, nLiestras reflexiones no ron ré-
gurás, "5 porque un cuerpo perecib[e
pesa enormemente sobre el alma, v
iruestra cáscara de arcilla paraliza'á
espíritu que está siempre en vela.
16
Si nos cuesta conocer las cosas
terrestres, y descubrir Io que está ál
alcance de Ia maño, ¿quién podrá
comprender Io que está en lo-s cie-
los'l
¿y quién podrá co-nocer tus in-
tenció.nei, si tu no les has dado pri:
rnero la Sabiduría, o no le has enüia-
do de lo alto tu Espíritu Santo? rE
Así
fue como los habitantes de la tierra
pudieron corregir. su conductq; al sd:
ber Io que te agrada, fueroir salvados
por la Sabiduríá.
fuerza para que dominara a todas las
COSAS
3 El hombre se alejó de ella, arras-
trado por su propio furor, se hizo
malo hasta matar'a su hermano y se
. . 9.1 Esta oración viene a propósito del hecho
contado'en 1 Reyes 3;Q' el bueño en que Salo-
món.pidió a Dios la sabiduría.
La'condición indispensable .para. adquirir la
sabiduria es tenei un'óo¡azón humilde ü senci-
llo. A los oue aceotan' cooDerar con é1. Dios les
concede lá rectiti.rd. la piudencia e incluso lá
autoridad Dara diriqir al
'pueblo de Dios. Abra-
ham,. Móidés. fuerón llarirados a realizar gran-
des obras.
. 1O.1 L-a sabiduría de Dios u.iuu en la histo-
ria del mundo. Cuando, ócurre un
'hecho, por lo
general -no lo juzgamos'er!-s.u v-alor-totáI.'es la
ñistoria la que se encarqa de r¡alorarlo. Al reco-
rreÍ Ia histoiia de un pueAlo como el israelita, ve-
mos oue Dios dispusó un plan que se fue sioúien-
do paio a Daso. áunque los hombres eran li6res v
qe ápartaban de é1. En la realización del plan dá
Dios' concurren pecado. castigo. penitáncia y
perdón.
925
oerdió junto con su arrebato. o Pero
'ruando Por culpa de él las aguas
inundaron la tierra, la Sabiduría Io
'salvó una vez más: ella guiaba su
butTeis
tarde, los pueblos se iuntaron
oaÍd hacer el ma[, y la discórdia se
ñstaló en,rnedio de éllos. La sabiduría
ieconoció entonces a .
otrg justo: lo
hantuvo irreprochable delante de
b;os y le dio [a fuerza para sobrepo-
nerse a la temura Por su hiio.
6 EIIa también
-libró
al lusto en su
huida, cuando. bgjaba el fuego sobre
ias cinco ciudades para aliquilar a
ios impíos. 'Y aún hasta ahoia per-
manece un testigo de su perversidad:
una tierra árida y siempre humeante,
arbustos cuyos frutos no maduran,
una columna de sal en recuerdo de la
oue no creyó. t Los,que se apartaron
del camino de Ia Sabiduría no sólo
iueron castigados, perdiendo su feli-
cidad, sino que sus ruinas están allí
como un recuerdo para todos los vi-
vos, Para que sus pecados no sean
nunca olvidados.
e En cambio la Sabiduría libró de
s!1 pro,blemas a los. que la servían.
ro Condujo por carninos seguros al
íusto que huja de Ia cólera dá su her-
inano. Le rnostró el reino de Dios y Ie
permitió 'que conociera a los santos
ánqeles. Hizo que tuviera éxito en sus
trabajos y que fructificaran sus es-
fuerzos. I I Lo defendió contra la ava-
ricia de sus amos y Io hizo muy rico.
t? Lo guardó de sus enemigos y lo
protegió de los gue le tendíán trám-
bur. Le dio la üictoria'en un rudo
tombate para hacerle entender que
la piedad es más poderosa que cual-
quier otra cosa:
SABIDURIA I 1
'3 La Sabiduría no abandonó al jus-
to cuando lo vendieron: lo presérvó
del pecado. '' Descendió con él al
pozo y no lo dejó solo en Ia prisión;
muy por el contiario, le confió el po-
der en el reino y le dio autoridad so-
bre los que lo habían perseguido. Hi-
zo que quedara al descubierto Ia
mentira de sus calumniadores y le
consiguió una gloria que no pasárá.
Moisés y la salida de Egipto
¡5 La Sabiduría arrancó al pueblo
santo, a la raza irreprochable de ma-
nos de Ia nación opiesora. '9 Entró en
el alma de un servidor del Señor para
hacer frente a reves temibles. Dor
medio de señales-v prodiqios. ''"
Le
dio al pueblo santó el palo por sus
penas, los guió por un caminó asorn-
broso. Los cubría con su sombra du-
rante el día y los alumbraba como un
astro duranté la noche.
'8 Los hizo pasar el Mar Rojo: ¡atra
vesaron las ihmensqs aguast ¡d Ella
se tragó a sus enemigos, para luego
echar sus cuerpos a Io más profundo
del mar.
2o
De ese rnodo, los justos- despoja-
ron a los:impíos; ¡cantaron himnos a
tu santo Nombre,-oh Señor! Con un
solo coraz.on te dieron gracias; por-
que tú los habías libradol
2t Porque el Señor abre la boca de
Ios mudos y hace hablar: a los peque-
ñines.
t-1T ' ! La sabiduría hizo g.ue..lo que .ellosI ^ ^ | emprendían tuviera éxito giacias a
un santo brofeta.2 Atravesaron uñ desierto
deshabitaüo y levantaron sus tiendas en lu-
gares inacce-sibles. 3
Enfrentaron a sus ad-
versarios y rech azaron a sus enemigos.
Hizo eue... fructif icaran sus esf uerzos (10).
[-as línea3 oue éiqued al párra fo ref érente al Ditú-
vio se refiéren á Jacob: t^a sabiduría divina les
enseñó las obras que debían dar fmtos v durar:
asimismo les mostrb dónde estaban las míl mane-
ras de oerder el tiemoo. Les enseñé a üür en el
momefito presente vla descubrir en ese momen-
to los recuiso.s y las-alegrías que Dios quería dar-'
les. A pesar de
-que,
mu-chas veces. no veían más
allá def trecho dei camino que de'oían recorrer ese
día. v su combate diario cóntra sus Drooias false-
dadel. parecía inútil. glla había prep'araáo de an-
ternano sus üdas v alqún día ehtehdieron cómo
sus trabaios se iu¡ítabán con los de muchísimos
hermanoó para óonstn¡ir la'ciudad futura.
En el versículo 3 se trata de Caín: en el 4. de
Nqé; en el 5, de Abraham: en el 6, de Lot: er-r el
-1_0,d" Jacob: en el 13. de José;,y en el 16. da
Moisés.
. 11.1 El amor de Dios para su pueblo se mani-
fiesta en que los mismos e[ementoi de la.naturale-
za.sirven para castigar a los egipcios y salvar a los
hebreos. Esto se demuestra con siete ejemplos:
animales. lanqostas v serDientes. qranizo'v nianá- ,
tinieblas v luz-, los pñmoqénitos v"el mar'(16-19t.
Todo estó está aurnentado en demasía y
"i
sin dú-
da la párte.del libro que rnenos nos toca-.
L.oi mismos elementos que habían servido
paro costigor o süs enemigo's se tronsformaban

7. SABID(jFií/ 1 1
t Cuanto tuvieron sed, te invocaron; les dis-
te el aqua que brotó de una roca dura: sí,
una piádra tbsca calmó su sed.
Comparación entre Egipto e Israel
5 Los mismos elementos que habían ser-
vido Dara castiqar a sus enemioos se trans-
formában en bénéficos para. el"pueblo san-
to. 6 Los Egipcios vieron cómo su río, un
verdadero rio que corría en todas las esta-
ciones, estaba manchado con un barro
sanouinolento: 7 era en castioo Dor el de-
cretó que había ordenado mátai a los re-
cién nácidos de Israel. En cambio, tú diste
a tu pueblo, contra toda espe ranza', un
aoua'abundante.-E Después de haber padecido de sed,
compreñdieron mejor cómo castigabas a
sus enemrgos . s ?ará ellos la pruebá no ha-
bía sido más que,una suave corrección, en
cambio veían c.uán gran castigo atormen-
taba a los impíos, cuando los" azotaba tu
iusta cólera.
' ¡o Pusiste a prueba a tu pueblo como un
padre corrige 'a su hijo, pero a sus enemi-
bos los condenaste como Io hace un rey
íeuero. " Tuvieron que sufrir con la partldá
de Israel, y sufrieron también después.
'2 Cuando §e acordaban de todo lo qüe les
había pasado, s€ntían una pena üoble.
'3 Cuando supieron que el aqua. instrumen-
to de su castigo, s€'había üuelto favorable
para Israel, reconocieron entonces la mano
üel Señor.--i¿
Mücho antes habían expuesto a Moisés
a la muerte; más tarde, lo habían rechaza-
do con desprecio. Pero ahora lo admiraban
debido a eia sed que los devoraba a ellos
v no a los iustosr 15
Su mát cora zón los había extraviado:
era una locura gue adoraran a reptiles irra-
cionales y a viles animales. Pcir eso, €fl
castiqo lés enviaste nubes de inseclos,
¡6 paía hacerles ver que se los castigaba
oor lo mismo sue habí'an pecado.
' t7 Tu mano óoderosa sólo tenía oue ele-
oir: como tu ireaste el mundo a p'artir de
üna materia informe, habrías podido enviar
contra ellos sin d¡ficultad bandadas de
osos o leones indomables. '8 Para castigar-
los habrías podido crear nuevas especles,
animales llenos de furor, que respiraran
fuego, cuyas narices lanzarah un vapor ar-
dieñte, cuyos ojos emitieran relárnpagos
terribles. re Con sólo verlos, antes de ser.
atacados, se habrían muerto de espaniil,
. 20
Pero aun sin eso, bastó que iiusticia Ijusti.iq.lo? persiguiera, que tu bo¿el
t?: 3 áJ,",tr : . l3: 5l' t :",Ti i, f":',w-?;,
gui si ste, qoj,1y: ^r^".:petas
tota t.nenil
lo que has dispuesto: mesura, núrnél
'o X E:?"lidad, tú pugdes imponerte
soberanamente, y iguién podiía ooÁl
nerse a la fue rza ile tu brazo? .f Ér
mundo entero está delante de ü co-:
rno un. grano en la balanld,. comoi
qna goia de,rocío que cayó al
=u.ióde madrugada
23
Pgrg,"porque io puedes todo, tie-
nes piedad de todos y, parece corn;
guq no, hicieras caso de los,pecadó;
de los hombres para que así'se arre:
pientan. 24 Porqug tú amas a todos
Ios seres, tú no detestas nada de l;
que .h,as hecho: Si no los hubiera;'
querido, no los habrías hecho.' 2i
¿Cómo pgqría durar una cosa-
que tú no quisiergs? ¿Qué podríá
subsistir si tú no Io hubieras llamado?
26
Pero tienes lástima d9 tgdo_, porque
todo te p.ertenece, ¡oh Señor, qré
amas la vida,
M ; J,r'i 5?B[f i,' x3'":T:3;{S
corriges de a poco a los que pecan.
Les haces ver, mediante tus correc-
ciones, eo qué han pecado, para que
renuncien al rnal y crean en ti, Señor.
3 Así pasó con los antiguos habitantes de
tu Tierra Santa: o los aborrecías debido a'
sus prácticas detestables, su brujería y sui ,
ritos impíos, ' el asesinato sin piedad de ni-
ñitos, lo: banque.tes sanguinarios en que
comían la carne humana con Ia sanore v
Ias entrañas, mientras cetebraban sus"cul-
tos secretos
6 Habias decidido acabar con esos pa-
dres asesinos de seres indefensos Por rire,
dio de nuestros padres. ' Querías que es-
en benéficos para el pueblo sonto (5). Esto tie-
ne valoi de enseñanza respecto de las fuerzas
que rnanejan el mundo actual. Organización, ve-
lócidad, técnica, ciencia. ernancrpaclon. todo es-
to es instrumento de una liberación del hombre si
lo usa con sabiduría, pero se vuelve contra él
cuando se construye sih considerar la meta que
Dios fiiO al mundo.
--Ei pátáj" 77,5'75,79 es un largo paréntesis
eue oDone Ia conducta de Dios, omíqo u maes-
iro dél hombre, a la insensatez del -culio o los
ídolos.
. 20. Respetas totolmente lo que hos dis-
puesto: mesLtra, número y peso (2O1. EI poder
áe Dios. por ser absoluto. áo'es manifestación cie
üolenciai en lo que üene de Dios no falta nunca
la belleza, [a armónía, la bondad
tu
927
lfu Í.' ?, ?.',,.?J'5:",'. Iff "1%""
oJ
il" %: T"x:
'&r*3;o,
incluso con estos antigugs habi-
-r',I'Ziste muestra de moderación Por-
la'."Ji^n seres humanos- Les enviaste, co-
f"=;;guardia de tu ejército, avispas Para
'jl,-" los destruYeran Poco a Poco'
o"iSin duda, ha.brÍas pod.ido aplastar a los
f r t j,Bfr
:,T'i¡,'*ffi "f;
: i H";",5,X',; 3, iE
X[, ñ,;aio de fierab terribles o con una sola
?^ZiuOra salida de ti. r0
?".to, al castioarlos
'í"",t ";ú :r :* : b
""T
"?5::
i, s u#:'sf i
[r"" .mbarg.o: q.ue su. interior era Perverso y
l,o-t, máldad era inn{a*$,,:'§.["0!?il-
Y::;:*,io?,?'X?3iJ
;f ;rin c,Pio oL tóáos
Hááoi, no fue Por miedo a a[guien gue de-
l'l]i. .i" castido sus crimenes. l' Porque,
'if ,',¿:'iJ.1i:';t;5,[?;"'PtS,ná:.?§:i?1!
1Á:;¡" oodría lfamarte la atención por ani-
t'iTi,ii'¿:: i¿ # ""'i : HB',:"3 r$ü l:: I :
"'il Fu"ra de ti, que te preocuPas de todos,
íyI,? ,ii':.o,J?:$'mElfSiS'': R! ii!rarnpoco rey o soberáno. alguno. que pueda
oóóñ¿ttete cuando decides castigar-
"',i Puesto que tu eres Perf.egtamente
jus-
rr,, lo haces todo con Justlcla: narla s un
iiál uso de tu Poqgr si cg¡r{enaras al guq
no m"rece ser. castigado..'6 Tu fuerza es el
i,ináu.ento de -tu'iusticia; como ere,s. -el
¡;¿ñ" de. todas las tosas, puedes también
perdonarlas
'-'' lrl.restras tu fuerz a a los que Ponen en
duda tu poder absolutg; castigas la auda-
.i, ¿" lo! que lo desafían- rE Pero, aunque
iáutun Seiior podero§o, juzgas San mode-
ración y nos gobte.rnas con mucna Pacler]-
cia, poique eies libre de intervenir cuando
q''ltffitactuar
asi Ie has mostrado a tu pue=
blo que el justo. dgbe am?t. a todos los
ñomtit"s, y has dado a tys h,,jPs esa dulce
esperanza de que después dél pecado les
áé'rmites que sé arrePientan-
' 'o Inclusó con los cananeos, gnemigos de
ius hijos y dignos de.muerte, actuaste con
móaéraiión"e in{ulg"nc,ia Para darles
iiempo y oportunidad a qi-¡e se c.onvirtiq-
ian.
:' P'ero'con tus hijos
-actuaste.
tod.avía
tón *us miramientos, ya que estabas liga'
SABIDURIA 13
do a sus antePasados Por juramentos,
alianzas y tantas otras bellas Promesas-22
De ta-l manera, que cuando'castigas a
nuestros enemigos cPn moderación, lo ha-
ces Para que. aPrenoamos: Para que Pen-
semos en tu bondad cuando nos toque ser
jueces, y para que confiemos en tu miseri-
cordia cuándo se.alnos jYzgados.
23
A los que vivian alocadamente en el
mal, los castigaste por medio de sus idolos
abohrinables.-2' ¡Hdbían llegado m.uy lejos
Dor los caminos del error, tomando como
dioses a los animales más feos y más des-
precia-bles!. Se habian dejado eñgañar co-
mo
Hit :'*.,.,J!t'3ioos que no piensan, tes
dirioiste primero una leve. advertencia,
26 pérq no co,mPrendieron esos bgnign.os
reóroches. así que merecÍan experimentar
'¡- " Dioi. 2' En medio de sus sufri-
il,lYlii?,1i "'"?i¿"uffi con esos an¡máres
a los que habian tomado por dioses, y que
ahora'se transformaban en los instrumen-
tos de su castiqo. Entonces descubrieron y
reconocieron óomo Dios al que antes se
negaban a ver: ése fue el motivo del casti-
go supremo que recayó sobre ellos.
El error de los que adoran
las fu erzas de la naturaleza
[ñl o ' La incapacidad natural del
I I J I hombre se revela en su igno-
rancia de Dios. Todo lo que admiran
por su valor no los llevó a conocer al
Oue Es. iSe quedaron con las obras
v no reconocleron al Artesano!
2 Consideraron corno dioses que
qobiernan el mundo tanto al fuego
éomo al'viento, a la brisa, al firma-
mento estrellado, al .agu.a impetuosa
o a las luminarias del cielo
' Fascinados Por tanta belleza, los
consideraron como dioses, Pero en-
tonces, ¿no debieron haber sabido
oue su §oberano es todavía má s
.irunde? Porque sólo son criaturas del
áu. hace que apare zca toda esa be-
lfeza,
o Si estaban' impresionados Por su
fuerza y s.y,actividad, lebigron haber
cornprendido que su Creador es más
. 13.1 El materialista ignora a'Dios. EI sober:
bio áree que todo lo puede realizar con sus pr9-
áiás fuetzás. Usa de las cosas conlo propias, '?in
áarles un sentido más protundo y considerarlas
corno reqalos de Dios--Ei
r¿;Üiió v humilde ve detrás de. todas las
.o*r lá-ma"b de Dios. El agua' el viento y
los montes le traen a la.mente al Ser p'erÍec'
to oue las creo: más todavía las riquezas que'
desiubr e' en los seres amados, La inteligen-
;á-ñ'.r*at a está hecha para dgs-cubrlr a
Diós. que Io llena todo y que es et fin de to-
áo. Pablo dira'cosas múy Semejantes en Ro-
..,á.ros 1 . 19

8. SABIDURIA 13
e28
iecciono; ' pero es. tu Prgyidencia, oh D_
dre, .la que lo conduce. Tú has uüi.-i^i1'
camino en el mar y lrazado una rui.'iXJn
ra por entre las olás. ' Así nos. a"ñirJ,"',.9Y:
que puedes salvarnos en cu.alquier-;lit
_iyl!,r^" uno se embarque sin gran E*Ot.:
nencla.
6 Pero, quizás no haya que criticar tanto
a esa gente: tal vez se extraviaron cuándo
buscaban a Dios y guerían encontrarlo.
' Reflexionaban sotire'las criaturas que los
rodeaban, y lo que veían era tan hermoso
que se quedaron con lo exterior.
6 Pero ni aun así están libres de culpa:e si fueron capaces de escudriñar el uniüer-
so, ¿cómo no descubrieron en primer lugar
al qüe es su Dueño?
929
oor la Cesgracia o someticios a los podero-
lái aieron a pie,d.ras o a Ia madera el Nom-
üiá incomunicable'
Consecuencias del culto a los idolos
,, No les bastó con tal error en el conoci-
rniento de Dios, Lq. ignorancia los llevó a
i'ái Srandes contradicciones,que llegaron a
ionside.fa,r como normales lo_s Peores ex-
Iásos: .' los asesinatos de niños que eran
Iiácidos en sacrificio, los ritos secretos,
ias orgías furiosas.y extravagantes.2'Ni el
ñrr mínifo recato en sus vidas o en su
rnatrimonio: uno suprime al otro a traición
"-lo
deshonra por medio del adulterio.
» Por todas partes sólo hay sangre y
rnuerte, robos,'fraudes, corrupción, -rnalá
i;. revueltas, perjurios,2c confusión en Ia
n?nte buena, olviZlo de los favores, escán-
áalos, prácticas antinaturales, desórdenes
án el ma!rimonio, adulterio, libertinaje."'27
El culto a los dioses, que ni siquiéra
rnerecen tal nombre, es el'comienio, la
.ausa Y el fin de todo mal.- ,t Háy algunos a los que les gusta exci-
tarse hasta el delirio, y entonces entregan
iálror oráculos. Otros úiven en el mal ylle-
aan hasta e[ perjurio; 2e
sabiendo que se
ápoy.an ,en ídolos sin vida,. ¿cómo tendrían
m¡"Zlo de gue sus falsos jularnentos sean
t'it'fárXt:á"
toda justicia serán castigados
oor dos motivos: primero, porque descono-
tieron a Dios al'irse con los ídolos; y se-
qundo, porque cometieron un fraude; al ha-
éer falsos juramentos menospreciando lo
que es sagrado. 3r Aunque lo§ ídolos sean
impotentes, el castigo reservado a los pe-
cailores alcanzará también a los irnpíos...
Israel rechaza la idolatría
ñ=l ' Pero tú, oh Dios nuestro, eres bue-
I r -'| no y veraz; tú eres paciente y go-
biernas el universo con misericordia'.
2 Aunque pequemos, somos tuyos, pues
reconocemos tu poder; pero, sabiendo que
somos tuyos, evitaremos el pecado.
I Toda la rectitud consiste en conocerte;
reconocer tu poder es el punto de partida
de'la inmortalidad. o Nosótros,no nos he-
mos dejado engañar por un'a invención
mentirosa de los hombres..Dor-esas obras
inútiles de los artistas, esó's ídolos emba-
durnados de colores. 5 Sólo conmueven a
los insensatos, qge pueden excitarse por la
belleza inanirnada de imáqenes mu'ertas.
6 En verdad, los fabnicante-s de imáqenes
sólo buscan su desgracia y la tieneñ bien
rnereci.da, y. Io miímo !gé que creen en
ellas y las adoran.
SABIDURIA 16
tos. De la misma masa saca utensilios des-
tinados a usos nobles y otros. a usos ordi-
narios. ¿Para qué servirá tal o cual cánta-
ro? Esolo deciile el alfarero.
t Con Ia misrna arcilla elabora la estatua
de un dios falso: icuánto traba io perdido
por un hombre justamente salidó db la tie-
rra y que dentro de poco volverá a ella
cuando le pidan de nuévo su alma! e
No re-
flexiona que tenCrá que morir v gue su vi-
da es breve: sólo piensa en riva-lizár con los
orfebres y los furididores de plata, imita a
los que cuelan el bronce y se gloría de fa-
bricar cosas falsas.
'o Su corazón no es más que ceniza, sus
ambiciones son más inconsistentes que Ia
tierra; pero su existencia tiene menos valor
qu,e la arcilla " ya q.ue ignora al que Io for-
mo y no reconoce al que Ie insufló un alma
c_onsciente, poniendo en él el soplo vital.t2 La vida le parece un juego, y lá existen-
cia una seguidilla de negocios: -jHay que
sacar pr.ovecho, dice, de cualquíer paite.
inclusc del mal!,
13
Ese hombre sabe mejor que los otros
que pec.a al fabricar de un mismo barro,
cosas e imagenes divinas.
r't Pero los enemigos de tu pueblo, Ios
que lo oprimieron, eran realmente insensa-
tos, y merecían más lástima ,gue pobres ni-
ños inqenuos.'5 Habían adoptádo como
dioses á ídolos venidos de todás las nacio-
ngs
-irná.genes
incapaces de ver con sus
ojos, respirar con su na riz, oír con sus oi-
dos-, que no podían ni tocar con sus de-
dos ni carninar con sus pies.
'6 Eso era normal púes fue un hombre
quien los hizo. El que los elaboró no tenía
riias vida que la qu'e se le dio, y ni siquiera
era capaz_de hacer un dios que se le ase-
mejar-a, l'porque sus manos impías de
mortal sólo producían cosas muertas. Ese
hombre tiene más valor que los objetos
que adora: él por lo meno§ vive, peró és-
tos, iamás.
'u Esa gente adora hasta á las fieras más
repugnantes (porque de hecho son más
estúpidas que las demás)- rs Estas no tie-
nen absolutamente nada de atrayente y es-
pantan cualquier deseo de alabár a Díos y
de darle graiias.
.:
Se retoma Ia comparación entre Egipto
e Israel; castigo y'bendición !
E i,I"?i "'
I I ;,: i,":ll:'.? : [ il'.%i: T:?animales de ese qénero v atormentatlos
por una multitud de insectbs. ' En 'cambio
a tu pueblo, en vez de _castigarlo, lo col-
masté de favores: le enüiaste- un alimento
maravilloso
-¡codornices!-
para saciar su
hambre voraz.
., ' Cuando nuestros enernigos tenían ham-
poderoso aún. 5 Porgue la orandeza v
la belleza de las criaturas dan alguná
idea del Que les dio el ser.
EI error más grande
de los que adoran a
desarboS,ue los hombreqresie
ríi
u
u3
,No
tu
Ios ídolos
I **':' L :,? lT . i,' i, I Í : f , I 1g'_;".'::
:'i: :? T,?:" ?,fi?:-' l: y i
11 -iYl P_9 d; iJ l"d
Il: 1Fj3 :** ?l:n,l:' Perm ite' uta;;;.::
las olas sanos y salvos.
" I;"- ::tiq::,T::l:' Ti : :l'-1' q g
1eg
ía n ros
gigaltes, olgullosos, ql,jy.:!g^gi" ll;;.ü
:?r:'g?.l1 i'^p, "1311?
qgl ]ljy"rbo, se refu.
I i 1:1 :ii,' 1L'3',, fl,''ji ?, r.o : l:.Tur o, dd;
í
i'","{" : 1 ",
"' i §ü l
fl^.l
,{
_t,lr:!!: * H-i}i
1..1l_¡P"l9l!: _'q3l?, f pdera que iü;'ilI:
trumento de tu salvación!rmento de tu salvación!
.'^l:'o*,:n .TTt^1:1 g"^rg,l1?r¡_.ago v ar
oue lo hizo.
,rL--^-^ -.
jIY! t,"31
T"-ldilPg 3muóí :i
3!l:r3_Lol1y:^lo hizo, y el objeto ñ;¿;se lo llamó ilios!
r0
¡Cu.ánta más pena dan los que ponen
su confranza en cosas muertas. v oue dan
el nombre de dioses a Io que frí sát¡ao de
manos humanas: oro, plata cincelada, fi-
guras de animales y hasta Ia piedra inser-
üiU-te,.que un buen áía fue escülpida por al-
ouienl*) r: Tomemos por eiemplo a un leñador:
aserrucha un árbol qúe nó Ie cueste mucho
transportar, raspa cuidadosamente la cor-
teza;luego, lo cbrta con destreza y se hace
un mueble cualquiera de uso iorriente.
'2 Los restos de la'obra los emplea para co-
cer su comida y así recuperar suslfuerzas.13
Entre los palós que Ie'quedan y que no
sirven para nada, djvisa uno todo ior'cido v
lleno dé nudos; Io loma y lo va esculpiendó
a ratos; pone en él todo su arte y le da for-
ma humana, r{ a no ser que represente a
un vulgar animal. Lo pinta'de rojo, habien-
do antes recubierto cón pasta toilos los de-
fectos. '' Después Ie prefara en el muro un
nicho a su rnéd¡da, y'lo'afirma allí con cla-
vos de fierro. 'u Tom-a sus precauciones pa-
ra que n.o se caiga, pues sabe muy bien
que su dios es incapaz de ayudar§e a sí
mismo: hay que ayudarlo porque no es
mas que una estatua
'' Y; sin embargo, ya sea que se trate de
sus negocios, ya sea de su matrimonio o de
su: hijos, no se avergüenza de dirigirle la
palabra a esa cosa srn vida. iPara teñer sa-
lud invoca a un objeto sin fueirza;'t para vi-
vir rinde homenajg al que no vivé; ?ara que
le ayude, qe lo píde a ésa madera impotén-
tei ante.§ !e un viaje, invoca al que no ca-
rnina. 'e Para obteher gananciaé, para su
trabajo, para su arte, re-curre a una'estatua
cuyas manos no tienen la menor habilidad.
f "
Li*S,3":'X"?5§ ::'éliP,.:',i L" :1
furor de las olas, invoca a un pedazo de
rnadera rnás frágil aún que la embarcación
gue lo llevará. rEse baico nació del afán
de ganar plata, y el arte del técnico lo con-
s Ambos son.insoportables para Dios. ol
,_Tp-ro y el prgdu.c,to .de. su impiedad; -rñ'
,;oDra sera destruida. junto con el artesario'j
¡r Por esq,el castigo alcanzará tambiénl
los idolos de las nadiones, porgue son co-
sas abominables en el seno-de [a creacioÁ,
hacen caer a las almas de los nomUreJ'y
los insensatos se dejan seducir.
EI origen de los ídolos
12
La invención de los ídolos fue el co-
mienzo de la pery^ersión; esa invención ió-
rrompió la. vida. '3 Porque. al comign.o n-o
existían, ni durarán para siempre. ,o
La val
nidad humana los iritrodujo en el mundo-v
pot eso su destrucción est'á decidida. - r
- 15
Imagínese a un padre afligido por la
muerte prematura de su hUo; manda-hacer
u,na imagen de é1, y luego [9nra como dlos
al que n-o es más que un difunto. Transmi-
te a su familia ritos y .ceremonias,
,6 y con
el tiempo esta costumbre impía se coÍlsoti_
da hasta tal punto que se háce obligatoria
para todos' t7
De igual modo se veneran estatuas Dor
orden dé los prínc.1pes.. Aquellos de §r;
súbd,itos que nó podían honrarlos personal-
mente porqg.e vivían lejos, quisieion tener
su retrato. Mediante e§a imagen podrían
venerar al rey como si estuvieia piesente.
'' El talento del artista hizo que aümentara
ese culto entre los que no cónocían al so-
berano. te Con el afán de aqradarle se las
ingenió para representarlo rñas bello de ió
gue era. 'o La iepresentación era tan per-
tecta qye la muchedumbre se dejó sedücir:
así se llegó rápidamente a ver un dios en el
que se veneraba
zt Todo esto se ha convertido en una
trampa para los vivos: hombres azotaáói
7 Veamos ahora a un alfarero: nroldea
concienzudamente la blanda arcilla, mo.de-
Ia para nuestra utilidad toda clase de obje-

9. SAtsIDUNÍN 16
bre, sintieron asco ante el a-specto horroroso
de los anima.ies gye les enviaste; tu .puep,lo,
en carnbio; después. de una breve prrvacron,
ciisfrutó de un alimento exquisito.'i Era ne-
cesario que se castigara a los opresores con
un hambre impiaca6le, y que tu pueblo, €o
cambio, viera de qué manera eran tortura-
dos sus enemiqos.-t:
Inciuso cuán,Co fieras fercces se aoode-
¡'aron furiosarnente cie los tuvos v cúando
éstos sucumbieron por la mordédura de
serpientes venenosas, tu cólera no duró
hasta el final. 6 EI castiqo que se deió caer
por un momentg, terlía-valbr de adíerten-
tia: esta señal de salvación les recordaría
los manCamientos de tu Ley. ' En efecto,
cualouiera que se volvía al óbieto de bron-
ce se saivaba, DO por lo que ténía a su vis-
ta, sino por ti, ei Sálvador de todos.
s Y aili una vez más mostraste a nuestros
enemigos que eres tú el que envía cualquier
castigó. e Éran mordeduias cie Iangostás y
de m-oscas que les provocaban la-muert-é,
sin que se encontrara remeciio para mante-
nerlcjs con vida: ésa era Ia pruetia de que te-
nían ese castigo totalmente rnerecido.
'o Tus hijos, en carnbio, resistían aun a las
dentelladas d9 ]as serpientes venenosas, y
esto porgue dabas una rnuestra de miseri-
cordiá v lbs salvabas. " Eran mordidos Dara
recordárles tus oráculos, para que así rio te
olvidaran completamente'ni se volvieran in-
sensibles a t_us-favores; y muy pronto fueron
curados. '2 Su curacióii-no s-e'debió a'hier-
bas o A pomadas sino a tu palabra, Señor,
gorque tú lo sanas todo.
'-"-§i tu iiáñé;-póáái sobre ta vida y ta
muerte; tú haces qr" baien los'hombrés a
Ia morada subterránea ó tú los preservas
de ella. 'n El hombre, en su maldád, es ca-
Daz de euitar la vida, pero no Duede hacer
bue vuefva el aliento cuando sé ha escaDa-
do, ni pu.ede.-llamar de nqqvo al aima áu"
ha pqrtido. r', ¡Es ¡rnposible escapar attu
mano!--';6'Lor
impíos que se negaron a recono-
certe fuerori azotádos Dor lu brazo podero-
só, perseguidos por llüvias extraordinarias,
por'el .gránizo,
,y tormentas inclémentes; ei
Iueoo los oevoro:
'l'Extraño fenómeno: fue iustamente en
el aoua que lo aDaqa todo donde el fueoo
ardíá mai violentarñente, porque todos lós
elementos se juntaron para proteger a los
' rE Unas veces las llamas besaban Dara
no quemarlss a los-animales que habían
sido'enviados coQtra, los impíos: así corn-
prenderían que Dios querí'a castigarlos;
lg otras, en éarnbio, Ia'llama surgra con
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más iuerza bajo el ag,uacero para destruir
las cosechas de un país perverso.
. zc A tu pueblo, sjn embafgo, ,le dis-tri-
buías el alimento de los a.ngelés; Ie enviá-
bas desde el cielo incansablémente,un pin
ya listo, que tenía en sí todos los saboréJ"
se adaptaba al gusto de cacia cual. 2r
Esá
alimenio demoslraba tu temura por tus h-i
.lor, ya,que respondia a los deseos del que
lo comía y se transformaba en lo que qüé:
ría cada ung.." S" parecía a Ia nieve, Éuro
scpoitaba el fuego sin derretirse; mientras
que por ese tiempo l.ur cosechas de los
enemigos er.?n presa de las llamas QUe ar-
dían en medio del granizo: los relánipagos
brillaban' bajo la,.ll,uíia. a Pero el fuegjo [a-
recÍa haber perdido s.us propiedades-cubñ-
cio se trataba del alimento de los justos.
2t Tu creación está a tu sei-.,:cio po,ique tú
eres su autor. Se dedica a castigar a los ma-
Ios,..y luego se abianda en favór de los que
en ti ponén su confianza. á Para servir a'tü
bondpd, que da a todos el alimento, sé
transfon-nó. acomodándose al deseo de los
que Ia necesitaban. " Así aprenaieron iüi
hijos muy queridos, Señor, que no son los
productos de ia tierra Io que alimenta al
horabre, sino que es tu palabra io que sos-
tiene a los oue ci'een en fi.
2; Ese alimento que el fuego no podia
destruir se derretía con el calor del primer
.rayo de soJ,.t' para 'que
?sí supierdn que
hay que adelantarse al sol para'darte.gia.
ciás y rezarte desde ei amánecer. 2e
flues
los proyectos de los ingratos se derretirán
como la escarcha invernal y se escurrirán
corTro agua que se pierde.
Castigo y bendición; tinieblas y luz ''
ft af iQ,ué elevados son tus desiqnios v
I U I cüán difíciles de entender! Pór esd.
ios gue no lo's conocen andan extraviados.
2.
Lod irnpíos pensaban someter bajo su po-
der, a Ia nación santa: pero se encontraron
cautivos, prisioneros de unq iarga noche,
encerrados,,bajo sus propios' tech-os, deste-
rrados lejos de tu: infálible protección.j Pensaban esconderse iunto'con sus De-
cados baio el velo del olí¡do, pero fuei'on
dispersados, sometidos a terribles horro-
res, aterrorizados por.fantasmas. o Los es-,
condrijos donde se refugiaron Ro lcis pusie-'
ron al'abrigo del ,miedo] ruidos espantosos
resonaban a su derredor, y se les apare.
cían espectros lívidos, de rásqo-s lúgübres.
5 Ningúh fuego podía
'alumbra"r[es;,yYel
bri-
Ilante resplandor de las estrellas no se atre-
vía a tra-spasar esa sombría noche. I La
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única cosa que podían ver era un fuego te-
irible que no se extinguía; y cuando esa vi-
sióo había ya desaparecido, en su terror
áxugetaban
-todavía
lb que acababan de ver.
' Las artimañas de Ia magia no sirvieron
oara nada, y su pretendida sabiduría reci-
b¡A un tajanle desrnentido, t porque aque-
ilos que se jactaban de sanar a los espíritus
áe sus perturbaciones y ,9e ,sus temores,
eran Presa de un miedo ridiculo
e Aunque no hubiera nada que temer,
.el
simple p'aso de un animal o bl silbido'de
una'serpiente bastub? para aterrorizarlos;'0
se morían en convulslones de miedo, ño
atreviéndose a mirar ese aire que nos rodea
y de! qual nadie podría huir.-" Porgue.la
maldad es miedo§a: se condena a si mis-
rna- Pers.eguida p-olsu conciencia, espera
siempre lo-peor. 'z Tener miedo es simple-
nrenle renúnciar a Ia ayuda de la raión;
mientras menos se cuenta con esa ayuda
interior, rnás aumenta la causa desconoci-
da de sus sufrimientos.
'r Esa noche habia surgido de un mündo
infernal, mundo de la impotencia; se había
apoderado de ellos durante el sueño y los
mantenía en la impotencia. A lo larqb de
ioda esa noche, 'o se veían perseguidds por
esDectros y permanecían clavados en su
sitio: un miedo horrible y súbito los embar-
aabat) ri Cada uno perrnanecía donde habÍa
caído, inmovilizado en esa prisión sin gri-
llos. '6 Fuera labrador, pastór o trabaiaüor
solitario, cada uno había sido tomado de
improviso, sin poder resistir; una misma
oséuridad los ténía a todos encadenados.
" Todo los llenaba de terror y los parali-
zaba: el murrnullo de la brisa, el qorieo de
un pdiarito entre las ramas, o el ruido requ--
lar de una cascada, tt o el estruendo de"un.
desmoronamiento de pledras en una pen-'
diente, o 'n la carrera ¡'ÑisiUle dé aniniales
saltando, o aun el aullido de las fieras sal-
vajgs y el eco retumbante en las gargantas
de las montañas.-;
n'iárlá a"r mundo disfrutaba de una
britlante luz sin que nada le impidiera reali-
zar sus trabajosi 2t sobre ello§ en cambio
pesaba una abrumadora noche, imagen de
Ias tinieblas que l".t tocarían en sue-rte un
día: ¿no eran en sí mismos más pesados
que lás tiniéblas? ,
Ir a-l ' Para tus santos, sin embargo, res-
tj;1 plandecía la luz. Los egipcios no'los
veían, pero los oían y pensaban que ha-
bían te'nido mucha suérte al librárse de
ellas. 2 Además. les aoradecían que no se
vengaran despúés de"todo lo qüe habÍan
sufrído. v les dedían perdón. '
3 En
'réz
de'esa osturidad diste a tu Due-
blo una columna de fuego para qué los
guiara en su viaje a la aveñtufa: su gjloriosa
SABIDURIA 1B
migración se iba pues a hacer bajo un sol
que no los quemarÍa.
' 4 Los egipcios merecieron esa privación
de la luz,. esas tinieblas que los aprisiona-
ban: ¿no habían ellos acabo reteniiio cauti-
vos a-tus hijos que debían llevar al mundc
la luz inapagable de tu Ley?
I-a muerte de los primogénitos egipcios
5 Quisiqron extgrminar a los recién naci-
dos del pueblo santo; Moisés fue el único
que ae salvó entre los que eran abandona-
dos. Para castigarlos, hiciste perecer a un
gran núrnero de ellos, Iuego los ahogaste a
íocios iuntos en el mar imñetuoso.
u E§a noche había si'do anunciada a
nuestros pa dres, para que supieran des -
pués valorar tus promesas y depositaran
én ellas su confiánza. ' Tu pueblo, pues,
aguardab.u el momento en que los' justod
serian salvados y sus enemigos, ariuina-
dos; t al castigai a nuestros"adversarios
cubriste de.glorla a tus elegidos, es decir, a
nosotros mismos.
' Tus santos hijos,la raza de los buenos,
ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se
cornprometieron a observar esa Ley diúina:
el púeblo seguiría siendo solidario ianto en
Ios éxitos coino en los peliqros: desoués de
Io cual entonaron los cánto-s de sus'padres.
'o En ese mismo momento le hacían eco
los clamores confusos de sus enemiqos.
junto con los gritos lastirneros de los "qru
'lloraban
a sus ñ¡os
rr Una misma-sentencia había castigado
al sqrvldor y a .su patrón; el hom^btg del-'pue.
blo bufría Ió m¡smo gue.el rey. '2 Llorab'an a
sus innumerables müertos, dérribados todos
por Ia misma muerte; loá vivos no daban
ábasto para enterrarlos: la floi y nata de esa
raza había perecido en un instahte.
rr En un- primer momento se habian ne-
gado a crebr, ,engañado.s por sus mdgos;
pero después de Ia muerte de sus primoqé-
hitos recbnocieron que este puebló era ñ'¡jo
de Dios.
'o Cuando todo estaba tranquilo en medio
del silencio, y había transcurriilo la mitad de.
la noche, '5 tu Palabra omnipotente se lanzó
desde lo alto pe los cielos, donde está junto
a tu trono real; y se precipitó como un que-
rrero furioso sobre e[ país condenado altex-
terminio. Uevaba coriro espada acerada tu
irrevocable decisión; '6 tocaba el cielo y,pisa:
ba la tierra; cuando golpeaba-espaicla la
muerte por todas partes:
.r7 De repente se sintieron perturbados
por apariciones y horribles Desadillas: un
terror'indecible sé apoderó dé ellos.
'8 Cuando caían agonizando en cualouier
partg, sabían {eci1ñor q-ué morían, '' 'po.-
gue habían sido informados por los suéños
.iu. Ios habían perturbado. No debían su-
cumbir sin saber por qué tenían gue suirir.
. 16 -20 ¡Qué exaltación del maná oue Dios
había dado á los Hebreos en el desie¡tol Si bien
esta retórica casi .no nos conrnueve, sin embargo
esta manera de ver las cosas Dor oa¡'te de los iu-
díos de la época preparaba lo quei diria Jesús 'en
Juan 6. . ' -' ''