1. Estimados colegas, estimados estudiantes, amigos que hoy nos visitan. 18 junio 2013 en Casa de la
Cultura Sonsonate.
De entre las variadas celebraciones que se suceden a lo largo de nuestro año, algunas representan
para nosotros momentos especiales en los cuales revivimos emociones y nos trasladamos así a
escenarios y tiempos ya vividos. Sin embargo, en cada uno de esos momentos hay siempre giros
sutiles que los hacen singulares e irrepetibles. Así ocurre todos los años al dar comienzo a las
exposiciones de Arte realizada por el magisterio de Sonsonate.
En estas ocasiones observamos el proceso de formación de los artistas y comprobamos los pasos
seguros dados en la promoción del arte, al mismo tiempo asistimos a esta fiesta de la afirmación
del compromiso artístico individual al ver en las obras aquí expuestas la búsqueda y consolidación
de estilos propios.
Nos hacemos así testigos privilegiados de este fenómeno por el cual, la frescura y lozanía de quien
se siente llamado a la creación artística, participa, porque existe la libertad y el apoyo en hacerlo.
No puede haber amor al arte si con él si no va el amor a la libertad, y quien ama la libertad no
puede, evitar ser un viajero que continuamente quiebra horizontes y que lo hace no por capricho
e inconstancia sino por su ansia de hallar un lugar desde el cual desplegar sin trabas la plenitud de
su genio y de su ingenio.
La oportunidad está para los espíritus inconformes que buscan a través de la exploración de la
belleza cambiar el mundo para así, en palabras de Van Gogh, cambiar la vida que con paciencia y
bondad, más energía incentivaría a jóvenes que den forma y sentido a esos rasgos personales,
intransferibles, que los hacen creadores auténticos y no meros copistas. Eso es lo que esperamos
de nuestros estudiantes que expresen sus inquietudes a través del arte.
Son numerosos los discípulos del maestro Emilio, de Oscar de Juan Antonio quienes promueven la
formación de artistas originales en las diferentes áreas y muchos de ellos continúan la tarea de
formar nuevas generaciones. Son ellos los que hoy permiten que estudiantes, puedan también
estar practicando actividades de arte, en sus hogares y centros educativos.
Por ello, cuando la belleza visita nuestra consciencia, lo hace de la mano de la sabiduría, y este es
el modo en que cobramos conocimiento de nuestro lugar en el mundo.
Difícilmente podemos pues pensar en la creación que anima eso que llamamos obra de arte,
como un valor desligado de nuestras preocupaciones más íntimas e incluso de nuestras vivencias
cotidianas y por eso mismo no hay modo de concebir el gozo artístico si no es entendiéndolo como
una búsqueda del bien, que al mismo tiempo es un modo de hacer brillar lo verdadero.
Necesitamos pues del arte para ser personas plenas, para aproximarnos a la sabiduría, para
transformar el mundo pero, y lo sabemos bien, ello es sólo posible si previamente nos hemos
transformados nosotros mismos. Más desdichada que la pobreza material es la miseria de espíritu
en la cual no hay imaginación, no existe un sueño y el don de pensar la realidad bajo una nueva
mirada se extingue. La respuesta del arte es ampliar el mundo, enriquecerlo a través de la
conquista de nuevas formas, despertar e inquietar nuestras mentes, cuestionar aquella

2. racionalidad que privilegia la aparente verdad irrefutable de las cifras y que calcula la valía de la
persona sólo en tanto que produce y construye.
Agudicemos pues la mirada ya que hoy tenemos ante nuestros ojos una exposición que nos hace
vivir una vez más esas verdades fundamentales del arte y que nos permite maravillarnos con el
diálogo, siempre prodigioso, entre el talento individual y la unidad del impulso creador. Amigos,
constituye una especial satisfacción concurrir a este encuentro en el que asistimos al surgimiento y
consolidación de nuevas vocaciones y observamos asimismo los frutos de nuestro mutuo
aprendizaje. Por ello, es para mí sumamente grato asistir una vez más a esta cita y declarar
inaugurada la Exposición Anual de Arte del Magisterio de Sonsonate.