El documento describe cuatro maneras de hablar en lenguas en la iglesia y la familia. En la iglesia, la lengua de Pentecostés y la lengua de los Corintios son opciones, mientras que la lengua del amor y la lengua del bautismo son obligatorias. En la familia, controlar la lengua, confesar, afirmar y expresar amor con la lengua son obligaciones. El documento enfatiza la importancia de rendirse a Jesús y pedirle su lengua de amor y bautismo.