2. Los venenos de serpientes están constituidos básicamente por proteínas. Son una
mezcla compleja de enzima, principalmente de tipo hidrolítico. También
frecuentemente contienen péptidos neurotóxicos y cardiotóxicos. Actualmente se
conocen cerca de 800 plantas alexíteras en todo el mundo. Las familias botánicas
mejor representadas son las Leguminosas y Asteraceae con aproximadamente el
7% de las especies conocidas, cada una. A continuación se encuentran las
Euphorbiaceae Apocinaceae, Rubiaceae, Aristolochiaceae y Araceae. Sólo unas
cuantas especies alexíteras han sido objeto de estudios científicos. No obstante,
recientemente se ha publicado que varios metabolitos secundarios aislados de
algunas de éstas, son capaces de contrarrestar la letalidad y/o los efectos de
diversos venenos de serpientes. Un primer grupo de compuestos está constituido
por cuatro isoflavonoides: la cabenegrina A-I, cabenegrina A-II, edunol y
wedelolactona. Los tres primeros son pterocarpanos prenilados, los cuales
mostraron efecto protector en ratones previamente inyectados ¡.p. con el veneno
de la serpiente Bothrops atrox. La wedelolaciona es un coumestano activo contra
el veneno de Crotalus durissus terrificus. Los pierocarpanos prenilados muestran
una distribución quimiotaxonómica muy precisa, pues solo son sintetizados por
ciertas tribus de las Leguminosas. El segundo grupo de compuestos alexítericos
está constituido por alcaloides. Entre ellos, el ácido aristolóquico aislado de
diversas especies de Aristolochia, el schumaniofósido y la atropina. Se ha
demostrado que el ácido aristolóquico puede inhibir la actividad lítica e incluso
edematosa de algunas fósfolipasas constituyentes de los venenos de serpientes.
Un tercer grupo de substancias alexitéricas es el de los triterpenoides, como el
sitosterol, estigmasterol y derivados del ácido gimnémico. El cuarto grupo son
tanino. Adicionalmente se ha comunicado el aislamiento de compuestos activos
contra el veneno de -serpientes a partir de microorganismos y de una esponja
marina. Algunas proteínas presentes en el suero son responsables de la
inmunidad natural de algunos animales, como los marsupiales Didelphis spp.
(zarigüeyas), contra el veneno de serpientes. Los estudios respecto al modo de
acción de las substancias alexíteras son muy incipientes. Sin embargo, al parecer,
éstas podrían interaccionar con algunas enzimas de los venenos, inhibiéndolas,
como se ha demostrado para el ácido aristolóquico. Los taninos podrían deber su
efecto a su capacidad para formar complejos con las proteínas. Se sugiere
examinar los efectos de las substancias alexíteras ya descritas, sobre los
síntomas secundarios al envenenamiento. PALABRAS CLAVE / fitoquímica /
plantas medicinales / venenos de serpientes /
La mayor incidencia de mordeduras de serpientes ocurre en las zonas rurales de
los países en desarrollo, donde buena parte de la población frecuentemente sólo
dispone de los recursos terapéuticos que la naturaleza proporciona, entre ellos,
diversas plantas alexíteras2. A éstas se les atribuye la capacidad de aliviar uno o
varios síntomas complejos, como son: dolor, sangrado, inflamación, infección e
incluso el envenenamiento. Cabe destacar que no necesariamente todas las
plantas alexíteras son consideradas antídotos (alexiviperinas2). Hoy día se
conocen cerca de 800 plantas alexíteras en el mundo, pero sólo unas cuantas han
sido objeto de estudios científicos respecto a sus supuestas propiedades
(Houghton y Osibogun, 1993). Algunas investigaciones recientes han mostrado, si
embargo. que diversos metabólicos secundarios de origen vegetal pueden
3. contrarrestar la letalidad y/o los efectos de diversos venenos de serpientes (Mors,
1991; Houghton y Osibogun, 1993). Entre otros compuestos alexítericos se
señalan diversos isoflavonoides, tríterpenoides, alcaloides y taninos (Tabla I).
Algunas de estas substancias, además, presentan propiedades de interés clínico,
como actividad antiinflamatoria y antihemolítica (Mors, 1991; Vishwanath et al.,
1987), por lo cual podrían constituir prototipos de nuevos fármacos. En el presente
trabajo se revisan los hallazgos químicos sobre las plantas alexíteras a la fecha
estudiadas. También se abordan diversos aspectos relacionados con su
etnobotánica, taxonomía y farmacología.
Venenos de Serpientes
Existen cerca de 2000 especies de serpientes, de las cuales aproximadamente
solo 300 son venenosas (Tu, 1977). No obstante la existencia de terapias
adecuadas, los envenenamientos causados por mordeduras de serpientes, aún
constituyen un grave problema de salud pública en algunas regiones. Se estima
que cada año mueren por mordeduras de serpientes de 31000 a 40,000 personas
en todo el mundo (Dreisbach, 1980; citado por Onuaguluchi, 1989). Brasil y
Birmania ocupan los primeros lugares con dos mil casos, mientras que en México
ocurren de 110 a 136 decesos al año (Santiz, 1993; Guzmán et al., 1993). En
contraste, en los Estados Unidos de América ocurren de 12 a 20 fallecimientos al
año, fundamentalmente gracias al uso oportuno y eficiente de sueros anticrotálicos
(Guzmán et al., 1993; Anónimo, 1980).
Los venenos de las serpientes están constituidos en un 90-95% (peso seco) por
proteínas. Básicamente son una mezcla compleja de enzimas, principalmente
hidrolíticas, que facilitan la exodigestión de la presa (Tu, 1977). Entre otras,
incluyen: proteolisinas, hemolisinas, hialuronidasas, colagenasas, fosfolipasas A,
B, y C, fosforodiesterasa, fósfomonoesterasas, acetilcolinesterasa, ARN 5
nucleotidasa y lecitinasa, Frecuentemente, también contienen polipéptidos
neurotóxicos y cardiotóxicos, (Tu, 1977; Santiz, 1993).
Los venenos difieren en su composición y efectos de acuerdo al grupo taxonómico
al que pertenecen las serpientes. Dependiendo del tipo de respuesta
fisopatológica que ocasionan, se les clasifica como: venenos neurotóxicos y
venenos hemopáticos. Los primeros involucran la disfunción de cualquier
elemento del sistema nervioso o de las uniones neuromusculares. Los segundos
involucran la disfunción de cualquier elemento del sistema circulatorio, incluyendo
los vasos sanguíneos y la sangre en sí. Pocos venenos tienen efectos puramente
hemopáticos o neurotóxicos (Boys, 1959). Algunos autores distinguen una tercera
categoría, los venenos proteolíticos.
Desde el punto de vista taxonómico las serpientes venenosas se agrupan en cinco
familias (Santiz, 1993). 1) Elapidae. Producen venenos neurotóxicos. Se les
encuentra en todo el mundo con excepción de Europa. Incluye a los géneros Naja
(cobras), Micrurus (coralillos). 2) Viperidae. Producen venenos hemopáticos y
proteolíticos. Se les encuentra en todo el mundo con excepción de América. 3)
Hidropidae. Serpientes marinas. Su veneno es neurotóxico y es extremadamente
activo. Se distribuyen en los Océanos índico y Pacífico Asiático. 4) Crotalidae. Se
4. distribuyen en Asia y América. Producen venenos proteolíticos y hemopáticos.
Incluye a los géneros Crotalus (cascabel), Bothrops (nauyacas) y Agkistrodon
(cantiles). 5) Colubridae. Se distribuyen en el continente africano, principalmente.
Uso Tradicional de las Plantas Alexíteras
El conocimiento y uso de las plantas alexíteras es muy antiguo y está presente en
múltiples regiones del mundo. Así, en los tratados de medicina ayurvédica de la
India que se remontan a siglos antes de la era cristiana aparecen 211 plantas
alexíteras, generalmente usadas en mezclas y preparaciones complejas (Mhaskar
y Caius, 1931). En México, el uso de las plantas alexíteras data de la época
prehispánica. El célebre protomédico del siglo XVI, Francisco Hernández, en su
obra "Historia de las Plantas de la Nueva España" cita 19 plantas usadas con este
fin. Otro cronista del siglo XVI, Fray Bernardino de Sahagún, igualmente registró el
uso de remedios vegetales para las mordeduras de serpientes entre los antiguos
mexicanos, entre ellos el "picietl" o tabaco (Nicotiana tabacum) (Reyes, 1994;
Noriega 1993).
Algunos grupos étnicos contemporáneos se distinguen por su vasto acervo de
conocimientos en el tratamiento de mordeduras de serpientes. Por ejemplo, los
Colorado, Cayapa y Coaquier (Norte de Ecuador) utilizan en conjunto 40 especies
de Gesneriaceas (Kvist, 1986). Los Colorado y Cayapa emplean además 11 y 7
especies de Polypodiales y Piperaceas, respectivamente (Holm-Nielsen et al.,
1983). Las plantas las aplican maceradas y frecuentemente cocidas sobre las
heridas; también preparan decocciones para ingerirlas o lavar el área afectada.
Los tratamientos están dirigidos generalmente contra las serpientes venenosas
Bothrops atrox, Lachesis muta y Micrurus spp. Kvist (1986) sugiere que el empleo
de las Gesneriaceas puede estar en relación a algunas características
morfológicas -máculas rojas en el envés de las hojas- que son asociadas con la
hemorragia producida por los venenos botrópicos.
La diversidad de plantas alexíteras que algunos grupos étnicos conocen, podría
estar relacionada con su uso en diferentes etapas del tratamiento. De tal forma
que la capacidad de neutralizar un veneno sólo se le atribuye a unas cuantas
plantas. Un ejemplo, lo ofrecen los procedimientos seguidos por Don Pedro
Hernández, curandero chinanteco de Jalahui, Estado de Oaxaca, México (Heinrich
et al., 1990). Don Pedro, inicialmente trata de determinar qué tipo de serpiente
causó la herida. Las más importantes en dicha región son: "nauyaca" (Bothrops
sp.), "cascabel" (Crotalus durissus) y dos "coralillos" (Micrurus sp). Luego limpia y
abre la herida para succionar con la boca el veneno. Posteriormente aplica una
cataplasma de hojas frescas de Asclepias curacassavica, Eupatorium
macrophylum, Siparuna andina, Solanum diflorum, S. torvum, Verbesina oncofera,
así como de un arbusto no identificado. Finalmente "saca el veneno" con un hoja
de Dorstenia contrajerva previamente calentada en el comal o con una cataplasma
del camote hervido de Philodendron hederaceum. El resto del tratamiento varía de
acuerdo a los síntomas (prurito, dolor, infección, inflamación, sed) y tiene por
objeto controlarlos. Para cada síntoma emplea un grupo particular de plantas de
5. un total de 53 especies. La curación termina con una ceremonia llamada "limpia"
acompañada de rezos.
Respecto a la efectividad de las plantas alexíteras, existen todo tipo de testimonios
anecdóticos. No obstante, es interesante reproducir las palabras de Pennington
(1967) sobre los Tepehuanos de Chihuahua, México. Dice este autor: "Los indios
rara vez abren las heridas causadas por mordeduras de serpientes y para curarlas
dependen de la aplicación de cataplasmas preparadas con varias plantas. Al
parecer ocurren relativamente pocas muertes debido a las mordeduras de
serpientes de cascabel y la razón de esto es obscura. Ciertamente las piernas de
muchos indios están marcadas con una cicatriz, donde la infección de la
mordedura de un crótalo causó que la piel y carne se desprendieran. Señalan que
la mordedura de la verdadera coralillo ocasiona la muerte -siempre-".
Taxonomía de las Plantas Alexíteras
Mors (1991) realizó la primera revisión sobre las plantas alexíteres del mundo.
Aunque la lista de especies no fue publicada íntegra, sus conclusiones resultaron
muy interesantes. 1) Al menos se conocen o han conocido 578 especies vegetales
alexíteras. 2) De las 94 familias representadas, destacan 15 de ellas, ya que
incluyen cerca de 300 especies. 3) Las dicotiledóneas alexíteras más importantes
son: Asteraceae (9%), Leguminosa (7.8%), Euphorbiaceae (4.5%), seguidas por
las Apocynaceae, Rubiaceae y Lamiaceae. Entre las monocotiledóneas
predominan las Araceae (4%) y Zingiberaceae (1.2%). Mors (1991) indicó con
agudeza que si bien esta guía parecía muy vaga, indicaba, al menos, dónde no
buscar este tipo de actividad biológica.
Una revisión posterior realizada por Houghton y Osibogun (1993) incrementó el
número de especies vegetales alexíteras conocidas (cf. también a Martz, 1992) y
reforzó la opinión de que éstas ocurren con mayor frecuencia en ciertos taxa.
Dichos autores registraron 781 especies, pertenecientes a 121 familias. Las más
importantes fueron: Leguminosae (60), Compositae (58), Euphorbiaceae (42),
Apocynaceae (32), Rubiaceae (29), Aristolochiaceae (24) y Araceae (26). Kvist
(1986) ha revisado en particular el uso de las Gesneriaceas alexíteras en
Sudamérica, las cuales podrían estar subrepresentadas en las recopilaciones
actuales.
En cuanto a la distribución geográfica, algunos países destacan por su abundancia
de plantas alexíteras. En la India (Mashkar y Caius, 1931) y Brasil (Rizzini et al.,
1988) por lo menos se conocen 311 y 100 especies, respectivamente. En México,
el país con la mayor diversidad de serpientes venenosas del continente americano
(Campbell y Lamar, 1989), existen noticias para 62 plantas alexíteras (Noriega
Trejo 1993, Reyes et al, 1994; 1992).
Química y Farmacología de las Plantas Alexíteras
Hasta donde sabemos, los primeros estudios sobre las propiedades de las plantas
alexíteras se realizaron en el siglo XVIII. El caso más celebre es el del "guaco"
(Aristolochia cordifolia), el cual fue investigado por José Celestino Mutis (ca.
6. 1785), Director de la Expedición Botánica de la Nueva Granada (cf, Escobar,
1984). Si bien, desde entonces este tema no ha dejado de cultivarse, también ha
sido frecuentemente ignorado o descalificado a prioris. Desde el punto de vista
farmacológico, destaca el trabajo titánico realizado por Mashkar y Caius (1931).
Dichos investigadores probaron el efecto de 314 plantas alexíteras de la India, así
como de 184 combinaciones, con perros tratados con los venenos de cobra y
"daboia". Los remedios se suministraron por sonda gástrica (60 a 120 c.c. de
_jugo o extracto), colirio. o tópicamente, al parecer previamente (los autores no
fueron muy explícitos en este punto) a la administración subcutánea de una dosis
letal del veneno. Cada remedio se probó en dos animales con cada veneno. Sus
resultados, en sus propias palabras, fueron los siguientes: "Tenemos razones para
pensar que nuestro trabajo es exhaustivo y podemos con seguridad concluir que
ninguna de las plantas de la India recomendadas para el tratamiento de
mordeduras de serpientes tiene ningún efecto preventivo, de antídoto o
terapéutico".
Otros investigadores posteriores, también han encontrado resultados negativos
respecto a la efectividad de las plantas alexíteras (cf. Bernal, 1949; Escobar,
19841 Estudios recientes han señalado, sin embargo, que ciertos compuestos o
extractos vegetales pueden reducir la mortalidad en animales tratados con
venenos de serpientes o bien contrarrestar sus efectos (Tabla I; fig. 1). En
particular este tema ha cobrado nueva vigencia a partir de un trabajo de Nakawa
et al. publicado en 1982.
TABLA I SUBSTANCIAS ALEXITERES DE ORIGEN VEGETAL
Planta Substancia (Extracto) Veneno
"Cabeça de Negra"
(Leguminosae?)
raíz
(-)-cabenegrina A-I
(-)-cabenegrina A-II
(EtOH/agua)
Bothrops atrox1
Eclipta prostrata
(Asteraceae)
partes aéreas
wedelolactona
sitosterol
estigmasterol (EtOH)
Crotalus durissus2
Brongniartia podalyrioides
(Leguminosae)
(-)-edunol
(Hexano)
Bothrops atrox1
Gymnema sylvestre
(Asclepiadaceae)
derivados de
ácidos gimnémicos
Naja naja
Vipera ruselli3
Aristolochia radix
raíz (Aristolochiaceae)
ácido aristolóquico
alantoína (MeOH)
Naja naja atra4
Bungarus multicinctus4
Schumanniophyton magnificum
(Rubiaceae) corteza
Schumaniofósido
(MeOH)
Naja melanoleuca5
7. Diospyros kaki
(Ebenaceae)
tanino condensado varios6
1: Nakawa et al., 1982.
2: Mors et al., 1989.
3: Kini y Gowda, 1982 -citados por Vishwanth et al., 1987-.
4: Tsai et al., 1980.
5: Akunyili y Akubue 1986.
6: Okonogi y Hattori, 1978 -*citados por Mors, 1991-.
7: Fukami et al, 1978*.
8: Reyes et al., 1994.
Fig. 1. Compuestos Alexitéricos de origen vegetal
Isoflavonoides
Nakawa et al. (1982) comunicaron las estructuras moleculares de dos nuevos
pterocarpanos prenilados3, las (-)-cabenegrinas A-I y A-II los cuales presentaron
actividad contra el veneno de la serpiente Bothrops atrox (Tabla I., fig. 1). Dichos
compuestos se aislaron del extracto hidroalcohólico de la raíz conocida como
"cabeça de negra" -su identidad botánica es desconocida-, mediante un
fraccionamiento biodirigido. El extracto es un producto comercial elaborado por el
Laboratorio Frota en Sobral, Brasil, (Mors et al., 1989). En la Cuenca Amazónica,
los trabajadores de las plantaciones lo utilizan como antídoto oral contra el veneno
de serpientes y arañas. Las (-)-cabenegrinas A-I y A-II mostraron una dosis
mínima efectiva de 2.8 y 2 mg/kg, respectivamente, en ratones inyectados
previamente con 2.5 veces la dosis letal (DL) del veneno de Bothrops atrox. El
pretratamiento de un perro con la (-)-cabenegrina A-I (1 mg/kg i.v., 15 minutos
antes de inyectar el veneno) contrarrestó después de 30-60 minutos la
hipotensión, paro cardiaco y respiratorio inducidos por la DL del veneno. En
corazón aislado de perro (preparación de Langendorff) ambas (-)-cabenegrinas
8. administradas varios minutos después de la DL, revertieron los efectos tóxicos
cardiovasculares del veneno (Nakawa et al., 1982). La síntesis de las (-)-
cabenegrinas A-I y A-II ha sido patentada en Japón por una compañía
farmacéutica (Suntry Ltd. 1984).
En México, la corteza y las hojas de Brongniartia glabrata (Leguminosae) -"hierba
de la víbora"- se han empleado como remedio para las mordeduras de serpientes
de cascabel (Standley, 1922). Las raíces de B. goldmanii, también se usan contra
la ponzoña (Shapiro 286, 1976. MEXU). De acuerdo a testimonios orales
recientemente recogidos, las raíces de Brongniartia spp. se aplican principalmente
al ganado, machacadas sobre las mordeduras (Reyes, 1994). De las raíces de B.
podalyrioides y B. intermedia, ambas conocidas como "hierba de la víbora" en el
Estado de Sinaloa (Martínez, 1979; González, 1929), se aisló un pterocarpano
prenilado, el (-)-edunol (Reyes et al., 1994). Su efecto se examinó con ratones
pretratados i.p. con el veneno de Bothrops atrox (Reyes et al., 1994). La
administración de (-)-edunol (3.1 mg/kg, i.p.) anuló totalmente la mortalidad
causada por la DL50 del veneno. Esta dosis fue aún efectiva cuando se aplicaron 2
DL50 disminuyendo la mortalidad del 100% al 70%. La dosis de 1 mg/kg redujo la
mortalidad del 40% al 20% al probarla contra la DL50 Sin embargo, la dosis de 10
mg/kg mostró un efecto protector muy bajo frente a la DL50 y falló completamente
con 2 DL50. Puesto que algunos pterocarpanos, como la mezcla de gliceolinas I, II
y III, pueden bloquear el transporte de electrones (Boydston et al., 1983), se ha
sugerido que el (-)edunol podría presentar toxicidad a altas concentraciones.
Otro isoflavonoide alexitérico, del tipo de los coumestanos, es la wedelolactona
(Tabla I., fig. 1). Dicho compuesto fue aislado de Eclipta prostrata (Asteraceae), la
cual se emplea en el tratamiento de mordeduras de serpientes en Brasil y China
(Mors et al., 1989). La wedelolactona neutralizó la letalidad del veneno de Crotalus
durissus en ratones. Dicho compuesto se incubó con el veneno 30 minutos, a
continuación se administró i.p. la mezcla. La dosis de 0.54 mg/animal anuló la
mortalidad causada por 3 DL50 del veneno. La wedelolactona también inhibió la
actividad miotóxica del veneno in vitro y mostró efecto antihemorrágico (5mg/kg)
contra el veneno de Bothrops jararaca (Melo et al, 1990, citados en Mors, 1991).
El extracto etanólico también mostró efecto protector contra la actividad miotóxica
del veneno y neutralizó su toxicidad (Mors et al., 1989).
Las (-)-cabenegrinas A-I y A-II, el (-)-edunol y la wedelolactona guardan una
estrecha semejanza desde el punto de vista químico y biológico. Los cuatro
compuestos mostraron efecto protector contra el veneno de crotálidos. Sus
estructuras químicas presentan varias de las características que Mors (1991)
considera podrían ser relevantes para este tipo de actividad biológica, como son:
un esqueleto isoflavonoide, funcionalidad dioxígenada y naturaleza ácida. Los tres
primeros compuestos son pterocarpanos prenilados con rotación óptica negativa
indicativa de la configuración S en los carbonos quirales 6a y 11a (Breytenbach et
al., 1982); se diferencian por la hidroxilación del substituyente isoprenilo y por la
posición en que éste se inserta al esqueleto principal (fig. l). Puesto que el (-)-
edunol es el menos potente de los tres, al parecer el grado de oxidación del grupo
isoprenilo podría determinar la magnitud del efecto protector. Es interesante
señalar que la wedelolactona carece de este substituyente; no obstante, es activa.
9. Al parecer podría existir una relación entre la presencia de ciertos isoflavonoides y
las propiedades alexitéricas que se les atribuyen a algunas plantas. Dicha relación
es susceptible de ser examinada con mayor detalle puesto que la ocurrencia de
isoflavonoides esta circunscrita a la subfamilia Papilionoideae de las Leguminosas
(Dewick, 1988). En el caso de los pterocarpanos prenilados, éstos además tienen
una distribución tribal y subtribal muy precisa (Ingham, 1981; Reyes et aL, 19921
Hasta ahora sólo cinco tribus de las Papilionoideae (Desmodiae, Dalbergiae,
Sophoreae, Phaseoleae y Brongniartiae) son conocidas por sintetizar este tipo de
compuestos; al respecto se ha sugerido que la "Cabeça de negra", la fuente de las
cabenegrinas, probablemente es una especie perteneciente a algunos de estos
taxa (Reyes et al., 1994). También se ha señalado que 4 tribus de un total de 12
tribus de Papilionoideae alexíteras contienen especies que sintetizan
pterocarpanos prenilados (Reyes, 1994).
Alcaloides
El género Aristolochia, es ampliamente conocido por las propiedades alexíteras
que se le atribuyen (Ramírez, 1903). De acuerdo a Tsai et al. (1980) una
preparación de "Aristolochia radix" usada en Asia, contiene al menos dos
componentes activos, la alantoina y el ácido aristolóquico (Tabla 1, fig. 1). Ambos
compuestos fueron probados con ratones, resultando activos contra el veneno de
elápidos, pero no contra el de crotálidos. El ácido aristolóquico (1.251.38 mg/kg.
im.) se administró previamente dos veces en un lapso de 24 horas y luego antes
de la inyección de la DL50, del veneno de Naja naja atra o Bungarus multicinctus
(Elapidae); la mortalidad de los ratones disminuyo del 52% al 26%, en el primer
caso y del 64% a 30% en el segundo.
Por otra parte, a diferencia de los compuestos puros, el extracto crudo de
Aristolochia radix no mostró actividad contra el veneno de elápidos, pero si contra
el de crotálidos (Tsai et al, 1975 -citados por Tsai et al., 1980). Escobar (1984)
encontró resultados semejantes, puesto que el macerado acuoso de las hojas,
tallos y raíces de Aristolochia cordiflora y A. ringens aplicado por vía oral y luego
por vía subcutánea en ratones resultó ineficaz contra una dosis mínima letal de
Crotalus sp. o bien de Bothrops sp.
Estudios posteriores han demostrado que el ácido aristolóquico puede inhibir
competitivamente la actividad lítica de 3 fosfolipasas A2 del veneno de
Trimeresaurus flavoviridis (Vishwanath et al., 1987). Los mejores resultados se
obtuvieron con una de las fosfolipasas A 2 de naturaleza básica, logrando incluso
inhibir su actividad edematosa. En el caso de las dos fosfolipasas restantes
(ácidas), el alcaloide no neutralizó la formación de edemas. El ácido aristolóquico
también inhibió la actividad lítica y edematosa de la principal fosfolipasa A2 del
veneno de Vipera Ruselli (Vishwanath y Gowda, 1987).
En Nigeria, los trabajadores forestales emplean Schumanniophyton magnificum
(Rubiaceae) cuando son mordidos por serpientes o son picados por escorpiones
(Akunyili y Akubue, 1987). Inicialmente practican unas pequeñas incisiones en el
sitio de la herida donde vierten el jugo de la corteza del tallo o de las raíces. El
jugo de la corteza administrado (2.06 mg/kg, s.c.) un minuto después de la DL50
10. del veneno de cobra Naja melanoleuca ocasionó que la mortalidad de los ratones
envenenados disminuyera al 16.5% De acuerdo a estos autores el principio activo
es un alcaloide, llamado schumaniofosido (Tabla I, fig. 1). Este compuesto fue
aislado del extracto metanólico de la corteza del tallo y resultó efectivo contra el
veneno Naja melanoleuca si se administraba casi simultáneamente con el veneno.
Al aplicarlo (80 mg/kg, s.c.) 1 minuto antes de la DL50, del veneno la mortalidad
disminuyó del 55.6% al 16.6% Resultados similares se obtuvieron al administrar
dicho compuesto 1 minuto después del veneno, empero, diez minutos antes o una
hora después fue completamente ineficaz (Akunyili y Akubue, 1987). Al parecer el
Schumaniofósido podría inactivar al veneno oxidándolo. También se cree que es
termolabil, puesto que el jugo sometido al calentamiento perdió su actividad
(Akunyili y Akubue, 1986). Sin embargo, los detalles del aislamiento y elucidación
estructural del Schumaniofósido no han sido publicados, lo cual deja en duda la
estructura química asignada.
Un estudio posterior mostró que las fracciones polares (acuosas) de Los extractos
metanólicos de las cortezas de la raíz y tallo de S. magnificum reducen los efectos
de la cardiotoxina del veneno de cobra en la preparación nervio-muscular biventer
cervis de pollo (Houghton y Harvey, 1989). El fraccionamiento de los extractos
mostró, a diferencia de lo propuesto por Akunyili y Akubue (1986), que la actividad
no se debía a componentes alcaloidales. Aunque las substancias activas no
pudieron ser aisladas ni identificadas, se encontró que algunas de las fracciones
podían bloquear a los receptores de acetilcolina. Más adelante se encontró que un
compuesto responsable, al menos de parte, de la actividad anticardiotóxica era un
péptido de peso molecular de 6000 daltons (Houghton et al., 1992).
Se ha encontrado que la atropina, un compuesto ampliamente conocido como
bloqueador colinérgico, puede reducir la actividad de las toxinas de los veneno de
las mambas Dendroaspis angusticeps y D. polylepis (Lee et al., 1982) La atropina
está presente en especies de Solanaceas, entre ellas Cyphomandra betacea.
(Evans et al., 1972). El tallo subterráneo de C. hartwegii es empleado como
alexítere entre los Guaymis de Panamá (Joly et al., 1987); se desconoce su
composición química.
Taninos
Diversos autores han señalado que los taninos presentan efecto destoxificante
contra los venenos de distintas especies de serpientes. Entre otros, se menciona
un tanino obtenido del fruto del "persimmon", el cual presentó actividad contra el
veneno de la serpiente marina "eraburu" (Masaharu y Takahashi, 1979) También
se ha encontrado que el tanino del fruto inmaduro de Diospyros kaki (Ebenaceae)
puede neutralizar venenos neurotóxicos y hemorrágicos. El tanino tiene un peso
molecular aproximado de 13.8 KD y está constituido por unidades de catequina y
galocatequina (Okonoi y Hattori (1978, citados por Mors, 1991). Se ha propuesto
que las propiedades alexiviperinas de los taninos podrían deberse a su capacidad
para formar complejos con las proteínas que constituyen a los venenos de
serpientes (Mors, 1991).
11. Triterpenoides
Además de la wedelolactona, ya mencionada, se ha encontrado que dos esteroles
aislados de Eclipta prostrata pueden contrarrestar la toxicidad del veneno de
Crotalus durissus en ratones. Se trata del sitosterol y el estigmasterol (Tabla I., fig.
1l), los cuales fueron activos a una dosis de 2.3 mg/animal (Mors et al., 1989).
Los derivados D-glucourónidos del triterpenoide gimnemagenina (Tabla I., fig. 1),
son considerados como los principios activos de Gymnema sylvestre, cuyas raíces
son usadas en la India como antídoto (Kini y Gowda, 1982 -citados por
Vishwanath et al., 1987)
Otras substancias
Además de las substancias ya mencionadas, en la literatura se citan otros
compuestos orgánicos naturales capaces de contrarrestar los efectos de los
venenos de serpientes. Entre ellos: la ar-turmerona aislada de los rizomas de
Curcuma longa (Ferreira et al., 1992), el ácido protocatechuíco extraído de
Cryptolepis sinensis (Asclepiadaceae) (cf. Mors, 1991) así como la naringina y
apigenina 7-O-glucósido aislados de una preparación china (Ma et al., 1982).
Algunas substancias alexitéricas también han sido encontradas en
microorganismos. De Aspergillus sp. se aislaron dos substancias no identificadas;
una de las cuales inhibió el efecto hemorrágico (Hyun y Seu, 1987; Seu et al
1990), mientras que la otra bloqueó la actividad proteolítica de diferentes venenos
de serpientes (Seu y Saway, 1981). Esta última propiedad, también la presentó
una substancia hidrosoluble de fórmula condensada (C8H6NO5)2 aislada de
Penicillium sp. (Seu y Yi, 1979).
Otra fuente poco explorada de compuestos alexitéricos es el mar. A la fecha sólo
se cuenta con un ejemplo. Un sesteterpeno aislado de la esponja marina
Luffariella variabilis, el monoálido, neutralizó mediante preincubación a la ß-bungarotoxina,
la cual es uno de los componentes neurotóxicos del veneno de
Bungarus multicintus; además, inactivó a la fosfolipasa A2 del veneno de cobra
(Freitas et al., 1984; Lombardo y Dennis, 1985 -citados por Mors, 1991).
Finalmente, también se ha encontrado que algunas proteínas de animales
silvestres, entre ellos, serpientes y marsupiales, pueden neutralizar la toxicidad de
los venenos de serpientes (Domont et al., 1991). Así, del suero de Didelphis spp.
(zarigüeyas) se han obtenido diversas proteínas, las cuales presentan actividad
antihemorrágica y antineurotóxica (Domont et al., 1991). Cabe mencionar que
dichos estudios se originaron a partir de observaciones realizadas tiempo atrás,
las cuales señalaban que ciertos animales eran inmunes de manera natural al
veneno de serpientes.
Extractos Crudos
Posteriormente al trabajo pionero de Mashkar y Caius (1931) antes mencionado,
Otros investigadores han examinado la efectividad de diversos extractos de
plantas alexíteras contra el veneno de serpientes. Houghton y Osibogun (1993) en
12. particular han revisado recientemente este tópico, encontrando que los extractos
de 22 plantas han sido señalados como activos. La mayor parte de los extractos
eran acuosos y se examinaron preincubándolos con el veneno antes de
inyectarlos a ratones. Entre otros trabajos, destaca el realizado por Pereira et al.
(1991) con trece plantas alexíteras del Brasil. Un ejemplo de este tipo de estudios,
lo ofrece Onuaguluchi (1989) quién estudió una planta alexítera de Nigeria: Diodia
scandens (Rubiaceae). Las hojas se aplican molidas sobre la mordedura de Echis
carinatus; también se preparan en infusión, la cual se da a beber a los pacientes.
El tratamiento dura 3 días, a razón de 3 a 4 tazas de infusión al día. Del extracto
de etanol-agua (95%) de las partes aéreas se obtuvo una fracción activa, llamada
"fracción B". Esta, administrada a razón de 1.5 mg/kg (i.p.) redujo la mortalidad del
80% al 30% en ratones previamente envenenador Además, al administrarla a un
gato pretratado, disminuyó diversas alteraciones fisiológicas inducidas por el
veneno, como: períodos de apnea y el incremento en la presión arterial. También,
contrarrestó las alteraciones de la coagulación de la sangre. El ingrediente activo
no es termolabil, puesto que la fracción B no perdió su efecto protector al
someterla al calentamiento
Modo de acción
Los estudios sobre el modo de acción de las substancias alexitéricas de origen
vegetal son incipientes. En general se piensa que su efecto protector o inactivador
posiblemente podría deberse a su interacción con algunas de las enzimas y
toxinas que constituyen a los venenos (Mors, 1991) Se ha encontrado, por
ejemplo, que la wedelolactona es un inhibidor de la lipoxigenasa (Wagner y
Fessler, 1986) e impide la liberación de la creatinina cinasa, la cual está
involucrada en los procesos inflamatorios (Mors et al., 1989). Previamente se ha
señalado que el ácido aristolóquico puede inhibir algunas fosfolipasas A2 del
veneno de serpientes (Vishhwanath y Goda, 1987; Tasa et al., 1980). El
gimnemato potásico es capaz de inhibir a la ATPasa del veneno de Naja naja y
Vipera ruselli (Kini y Gowda, 1982; citados en Vishhwanath el at, 1987) Se ha
señalado que un elemento en común a muchas plantas alexíteras, es que
frecuentemente también son conocidas por poseer propiedades antiinflamatorias
(Mors, 1991) e inmunoestimulantes (Houghton y Osibogun, 1993), por lo cual sería
interesante investigar dicha relación.
Varias substancias de origen vegetal, también podrían tener un valor terapéutico,
actuando no directamente como alexiviperinos, sino sobre otros síntomas, como:
dolor, hemorragia, infección. Fernández (1964) sugirió, por ejemplo, que el uso de
las raíces de Rauvolfia spp. como alexíteres en India y Colombia podría deberse al
efecto tranquilizador de la reserpina. La ventaja del remedio sería evidente, pues
como este autor pregunta: "¿Que podría ponerlo a Ud. más nervioso, que el ser
mordido por una serpiente desconocida o que escapa?".
En el caso de los venenos botrópicos, la septicemia es una causa importante de
mortalidad (Santiz, 1993). Estos venenos no sólo causan alteraciones profundas
en la coagulación de la sangre; sino además, son proteolíticos y mionecróticos,
por lo cual frecuentemente se desarrolla gangrena (Sánchez et al, 1992) Al
13. respecto, es interesante apuntar que los pterocarpanos son conocidos por su
toxicidad a hongos y bacterias (Dewick, 1988; 1982). Algunos pterocarpanos
prenilados, como la erithrabyssina-II, presentan actividad antimicrobiana
comparable en potencia -aunque no en la amplitud de su espectro de acción- al
sulfato de estreptomicina (Mitscher et al. 1988a, 1988b). Al respecto, las posibles
propiedades antimicrobianas de las (-)cabenegrinas y el (-)-edunol no se han
investigado. Por otra parte, algunos coumestanos presentan propiedades
antihepatotóxicas y regenerativas del hígado (Wagner et al., 1986; Daily et al,
1988).
Conclusiones
Hoy día existe un renovado interés en el estudio de las plantas alexíteras. Aunque
la información es fragmentaria e incipiente es posible realizar algunas
generalizaciones.
1) Existen avances en la taxonomía de las plantas alexíteres. Se ha señalado,
previamente, la importancia de las familias Asteraceae, Leguminosae y
Euphorbiaceae; sin embargo, es necesario identificar taxa de menor generalidad
(tribus, por ejemplo).
2) Se han identificado algunos grupos de substancias alexíteres de origen vegetal:
isoflavonoides, alcaloides, triterpenoides y taninos. Los primeros parecen ser el
grupo mas definido. Se requieren, empero, de más estudios farmacológicos con
una mayor homogeneidad en sus métodos.
3) Se han iniciado los estudios respecto al modo de acción de algunas substancias
alexíteres, sugiriéndose preliminarmente que éstos podrían interaccionar con
algunas enzimas de los venenos. También es importante examinar sus efectos
sobre síntomas secundarios al envenenamiento, los cuales podrían conferir un
cierto valor terapéutico o de sobrevivencia.
AGRADECIMIENTOS
A los Doctores Tirso Ríos Castillo, Leovigildo Quijano, Federico Gómez Garibay,
Gil Alfonso Magos Guerrero, Dr. Mario Sousa Sánchez, Dr. Robert Bye, Biol.
Rodolfó Noriega, M.C. José C. Soto y al Dr. Santiago Ayerbe, quienes prestaron
su generosa orientación en varios aspectos de este trabajo.
NOTAS
1.- Una versión preliminar de este trabajo se presentó como conferencia en el "II
Simposio Productos Naturales: Un Enfoque Biotecnológico". Universidad
Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa. México, D.F. 7-11 de noviembre
1994.
2.- Alexitérico (alexei: defender, ther: fiera). adj. Que combate las mordeduras de
los animales ponzoñosos." "Alexifármaco (alexei: preservar, pharmacon: veneno).
Que preserva de los malos efectos de un veneno; antídoto o remedio contra el
envenenamiento" (Cardenal, 1961. En el presente trabajo, alexítere* denota:
14. "empleado en el tratamiento de mordeduras de serpientes venenosas o no
venenosas", ya que el sufijo "ther" no es excluyente. Además se propone el
término "alexiviperino", equivalente a "contraveneno" o "antídoto" en el léxico
popular, el cual denota: "que combate el veneno de serpientes", considerando que
el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (1984) señala, "víbora:
culebra venenosa..."
3.- Se utiliza el término prenilado para referirse a que un grupo dimetilalil
(isoprenilo) se inserta al esqueleto principal, en este caso, un pterocarpano. El
termino prenilado incluye en este trabajo otros substituyentes derivados de la
ciclización del grupo isoprenilo, como anillos dimetilpirano, etc.
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