El documento discute la distribución de los fondos públicos entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales en Argentina. Explica que aunque las provincias son responsables de la policía y la justicia, la mayor parte del aumento reciente en la presión tributaria ha ido al gobierno nacional. También sugiere que una distribución más federal de los recursos y una mejor gestión provincial podrían ayudar a abordar problemas como la inseguridad.