El libro analiza cómo el trabajo y consumo continuo las 24 horas los 7 días de la semana ahora se aplican a los sujetos humanos. La identidad personal y social se ha reorganizado para ajustarse a los mercados y redes de información en funcionamiento constante. La falta de descanso conduce a la indefensión y obediencia, mientras que el tiempo se apropia implacablemente para la toma de decisiones y eliminación de la reflexión. Los dispositivos modelan cada momento de la vida y es imposible usarlos correctamente.