1. Cultura de la Legalidad en el Sector Policial
Ante la necesidad urgente de contar con una policía
más preparada y confiable, y con la firme convicción
de que el apego a las leyes y normas de regulación
social es responsabilidad de todos, trabajamos –a
través de un convenio con la Secretaria de Seguridad
Pública Federal- para formar en cultura de la
legalidad a toda la Policía Federal.
El proceso incluye monitoreo y evaluación para poder
contar con un modelo replicable a nivel estatal y
municipal.
2. Cuestionamientos
Existen perspectivas que ven la cultura de la legalidad
como una forma de sumisión y conformismo, por
aceptar lo que está en las leyes sin tomar en cuenta
que estas son impuestas por grupos de poder.
Estas perspectivas recuerdan que son
importantes normativas o compromisos de
convivencia, pero para ser legítimos deben ser
acordados directamente o consensuados
participativamente entre los ciudadanos que se
comprometen a cumplir esos acuerdos entre ellos.
3. Una sociedad debe regirse:
En un orden en libertad y participación
activa y no mediante la imposición o las
leyes por más que estas se presenten
como indispensables o legales ya que esto
no tiene ningún valor si es que no son
legítimas. Quienes tienen este punto de
vista consideran que el irrespeto a la
legalidad instituida se considera legítima
cuando esta no puede justificarse a sí
misma.
4. Principios
En una sociedad que practica la cultura de la
legalidad, los ciudadanos:
Cooperan con las autoridades y respetan los
derechos de las demás personas. Se
interesan y conocen las normas básicas que
rigen a la sociedad.
Respetan las normas. Rechazan y condenan
los actos ilegales. Colaboran con las
dependencias del sistema de procuración de
justicia
5. Cultura de la legalidad y Estado de derecho
La cultura de la legalidad es un requerimiento
del Estado de derecho. En un Estado de
derecho, las normas jurídicas:
Se establecen en forma democrática.
Protegen los derechos.
Se aplican por igual a todos.
Se hacen cumplir siempre