La serpiente tentó a Eva a comer del fruto prohibido del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, diciéndole que no morirían si lo comían. Eva cogió el fruto y comió, y también le dio a Adán. Al comer el fruto prohibido, cayeron en desobediencia y pecado original, perdiendo la gracia santificante y sometiéndose a la muerte. Dios castigó a la serpiente, Eva y Adán, y el pecado original afectó a toda la humanidad.