1. 2-OPOSICIÓN POLÍTICA AL REGIMEN DE LA RESTAURACIÓN
A)-LOS MOVIMIENTOS ANTIDINÁSTICOS.
1)-Los Carlistas.
Los carlistas eran enemigos del liberalismo; defendían el tradicionalismo, el Antiguo Régimen y la
monarquía de origen divino, así como el foralismo, según el cual las regiones debían mantener sus
instituciones de gobierno autónomas, su sistema propio de justicia y la exención fiscal y de quintas
para el servicio militar; también los campesinos y la Iglesia, perjudicados por la desamortización, se
ponen de lado del Carlismo, sobre todo en determinadas regiones. Con el tiempo la desamortización
liberal beneficia a muchos y el moderantismo de Isabel II hacen que la nobleza se acomode al
liberalismo, lo mismo que la Iglesia (Concordato, que compensa y rehace la importancia social de la
Iglesia
A la altura de 1876(con la Restauración), tras el intento durante el Sexenio-3ª Guerra Carlista- el
carlismo solo pervive en el País vasco-navarro de un modo arraigado, debido al catolicismo
tradicionalista de los vascos y a la defensa que el carlismo hace del foralismo “clásico”.
Es una época, no obstante, de cambios ideológicos: surge un Tradicionalismo ultracatólico no-
carlista (que forma la “derecha” del partido de Cánovas), y por otro lado también los regionalismos
empiezan a encontrar ámbitos políticos más modernos diferentes del Tradicionalismo carlista (así,
en Cataluña, el regionalismo liberal; o en el País Vasco, el PNV, aunque éste es de raíz muy
conservadora. Por tanto un Carlismo minoritario y en crisis, con raigambre en Navarra, que solo
resurgirá en 1936
2. 2)-Los Republicanos.
Defienden unas ideas liberales avanzadas y se diferencian de los otros grupos liberales en el
modelo de Estado (no monárquico). Las ideas republicanas de raíz liberal son el sufragio universal, la
necesidad de reformas sociales y económicas profundas en beneficio de las clases populares.
Además los poderes públicos han de asumir el carácter de Estado protector de las clases sociales
desfavorecidas.
En las relaciones con la Iglesia los republicanos defienden un Estado laico, aconfesional, en el que
Iglesia y Estado se separan. A veces practican el anticlericalismo, al acusar a la Iglesia de ser un
obstáculo para el progreso y la libertad.
Existían dos tendencias: los unitarios, cuyo concepto de España es una administración unitaria o
centralista; liderados por Castelar, son algo más conservadores. Por otro lado, estaban los federales
conciben España como una federación pactista de Estados regionales históricos. A su vez, se dividen
en “benévolos” e intransigentes. Los benévolos, seguidores de Pi y Margall, aceptan la legalidad y se
oponen a la insurrección armada. Los intransigentes son partidarios de la violencia y la insurrección
para conseguir el Estado Federal. Su líder fue José María de Orense. Las bases sociales republicanas
se encuentran en la pequeña burguesía, las clases populares urbanas (artesanos, asalariados) y parte
del movimiento obrero y campesino, en pugna con las ideas anarquistas y socialistas.
Tras el fracaso de la 1ª República (1873), el republicanismo pasa a la clandestinidad hasta la ley de
asociaciones(1887) del gobierno largo de Sagasta, que los legaliza. Pero el republicanismo sufre una
fuerte división interna; la distancia entre el conservador Castelar, el radical Ruíz Zorrilla o los
federalistas Figueras y Pi y Margall se agrandó; Ruíz Zorrilla, quizá el más popular, hubo de exiliarse
por su carácter conspirador(promovió varios intentos de pronunciamiento militar republicanos,
hasta los años 80, cada vez con menos eco en el ejército).
Los demás fundaron diversos partidos republicanos, pequeños grupos que lograban unos pocos
escaños. Pero las posibilidades de éxito electoral eran mínimas: los sectores obreros están ahora
claramente con los socialistas y los anarquistas, y las burguesías catalana y vasca ya se vuelca en los
nacientes partidos regionalistas y nacionalistas.
Aún así, en los años 90, los republicanos mejoraron sus resultados electorales con el sufragio
universal, manteniendo unos 20 diputados en cada legislatura, además del sonado triunfo en las
elecciones municipales de 1892(en Madrid y otras capitales).
B)-EL MOVIMIENTO OBRERO.
1)-El Anarquismo.
Con la libertad de asociación que ofreció el Sexenio, se extienden por España las ideas anarquistas
(Fanelli) y marxistas (Lafargue) y comienzan a organizarse los obreros. En Cataluña se extendió con
fuerza el anarquismo. Pronto se inicia su represión por los poderes públicos. (DOC. 9)
Con la Restauración, el movimiento obrero pasó a la clandestinidad. Los anarquistas se
reorganizaron en 1881 con la fundación de la Federación de Trabajadores de la Región Española
(FTRE); las divisiones internas y la represión policial hicieron que a finales de los ochenta los obreros
y campesinos anarquistas se inclinaran por un activismo predominantemente sindical y
reivindicativo, que dará origen, ya en 1910, al sindicato CNT. Un anarquismo muy implantado en
Andalucía y entre los obreros barceloneses.
3. Sin embargo, una minoría de radicales optó por la “acción directa”, es decir, la huelga violenta y el
atentado terrorista, como el atentado del Liceo de Barcelona (1893). La respuesta contundente de
las autoridades no hizo sino alimentar una dinámica de acción-represión continua(atentados contra
Martínez Campos, contra Cánovas…). La táctica de esa minoría anarquista determinó el etiquetado
general del anarquismo como violento. El miedo de la burguesía llevará a la represión indiscriminada
no solo de todo anarquista sino de todo movimiento obrero. La regiones donde el movimiento
libertario era más fuerte fueron Andalucía(entre jornaleros del campo) y Cataluña(entre obreros
industriales).
2)-El Socialismo.
Después de la represión de 1874, los socialistas madrileños se reorganizaron en torno a la Nueva
Federación Madrileña, marxista, separada de la Federación Regional Española de la AIT, donde
dominaban los anarquistas. Fueron ellos quienes fundaron en 1879 el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE), con Pablo iglesias como líder.
El primer programa se basaba en tres objetivos fundamentales: abolición de las clases, la
transformación de la propiedad privada en propiedad colectiva y la conquista del poder político por
la clase obrera, junto a la petición obrera de mejoras laborales y sociales.
En 1888 se fundó en Barcelona la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato de inspiración
socialista.
En 1890 se celebro por vez primera el 1º de mayo, siguiendo la consigna de la II Internacional,
dando lugar a numerosas manifestaciones.
Desde entonces comienza un lento crecimiento como partido de masas. En 1891 el PSOE obtuvo
por primera vez cuatro concejales, un pequeño éxito para empezar, logrado en las grandes ciudades
(en el campo, aún nula influencia). La guerra de Cuba afianza más aun su posición, se opusieron al
servicio militar discriminatorio y denunciaron la guerra como imperialista y antisocial; esto les hizo
ganar popularidad y afiliados desde 1900 y su actividad política y social- junto a la del anarquismo-
en los siguientes años se multiplicará en la ciudad.
4. C)-LOS MOVIMIENTOS NACIONALISTAS PERIFÉRICOS
El nacionalismo y el foralismo, que hasta 1875 estaban “refugiados” en el carlismo conservador o
en el federalismo, camina ahora, ante la decadencia de estas dos corrientes, hacia nuevas
soluciones; el regionalismo será más fuerte y más temprano en Cataluña y País Vasco, debido a su
diferenciación lingüística(una de las caves de todo sentimiento nacional) y a la existencia de una
burguesía potente en esas regiones, que asume las ideas nacionalistas.
1)-El Nacionalismo Catalán.
Surgió durante el Sexenio Democrático representado por el federalismo (Pi y Margall), que
reivindicaba una Cataluña integrada en un conjunto de estados españoles federados.
Valentí Almirall fundó el Centre Catalá (1882), que en 1892 se fusionó con el grupo formado por
Prat de la Riba en la Unió Catalanista, burgués, pacífico y no-independentista. La Unió Catalanista,
apoyada por la burguesía nacionalista conservadora, promovió las Bases de Manresa, documento
que recogía el primer programa explícito de catalanismo e incluía un proyecto de estatuto de
autonomía de carácter conservador y federal. Será el nacionalismo más fuerte electoralmente, pero
ya en el siglo XX.
2)-El Nacionalismo Vasco.
Se desmarcó del agotado carlismo con la fundación del PNV (1895) por Sabino Arana, radical,
racista e independentista. Reivindicó en principio la defensa de los fueros perdidos y rechazó el
proceso de industrialización, identificó el capitalismo y el centralismo con lo español y señaló a los
inmigrantes o maketos como los culpables de la degeneración de la raza vasca.
Solo cuando se suavizó en su racismo e independentismo (desde 1898)logró mayor aceptación,
sobre todo entre la burguesía vasca y las clases medias conservadoras y católicas, que ven con temor
5. el progreso del socialismo entre los obreros vascos. Su programa fue desde entonces autonomista
dentro del Estado español.