2. Cuando
los israelitas
estaban a punto
de llegar a Canaán
murió Moisés.
Le sucedió
Josué
al frente
del pueblo.
3. Los israelitas cruzaron el río Jordán y
conquistaron la ciudad de Jericó, tomando así
posesión de la tierra prometida por Dios.
4. Allí se organizaron en
tribus. También tenían
jefes, llamados JUECES,
que dirigían la defensa
de las tribus ante los
ataques de otros
pueblos.
5. Los israelitas se
organizaban en tribus.
Una tribu era un conjunto
de clanes familiares. En
Israel había doce tribus,
descendientes de los doce
hijos de Jacob.
6. Entre estas tribus se repartían el
territorio de Canaán. Vivían de la
agricultura y la ganadería,
generalmente en aldeas pequeñas
situadas en zonas montañosas. Apenas
existía el comercio entre ellas.
7. Eran un pueblo
muy guerrero.
La mayoría había
llegado por mar
desde otras tierras
y se había
instalado en una
zona situada al sur
de Canaán.
Debido a su armamento de hierro y a su superioridad
militar eran muy poderosos y permanentemente estaban
en guerra con los israelitas.
8. Los ancianos de las tribus se reunían frecuentemente
en asamblea para tomar decisiones de interés para
todos, como la defensa del territorio.
9. En circunstancias difíciles surgían jefes espontáneos
que unían y dirigían a las tribus.
Se llamaban jueces, y tenían autoridad para decidir en
cuestiones políticas y militares.
Gracias a ellos, los israelitas consiguieron defenderse de los
filisteos, asegurar su estancia en la tierra prometida e,
incluso, conquistar nuevas ciudades.
10. La Biblia los considera elegidos por Dios y relata diversas
hazañas realizadas por algunos jueces, entre los que
destacan Débora, Gedeón, Sansón y Samuel.
Samuel
Débora
Gedeón
11. Las dificultades de Israel
para defender sus territorios
eran cada vez mayores.
Cuando los filisteos se
apoderaron del arca de la
alianza, los israelitas se
convencieron de que
necesitaban un sistema más
seguro que el de las tribus y
decidieron tener su propio
rey, igual que lo tenían
otros pueblos.