El documento describe las medidas tomadas por la Iglesia Católica durante la Contrarreforma para contrarrestar el avance del protestantismo, incluyendo la renovación de órdenes religiosas como los Carmelitas Descalzos fundados por Teresa de Ávila, la creación de nuevas órdenes como la Compañía de Jesús, y las decisiones del Concilio de Trento que redefinieron la doctrina católica y establecieron reformas administrativas.