Este documento contiene varias cartas y poemas escritos por la madre y otras personas cercanas tras la muerte de Edgar Adrián Hermosilla a los 26 años. Expresan su profundo dolor por su pérdida, pero también aceptación de la voluntad de Dios y esperanza de reencontrarse con él en el cielo. Piden fuerzas para seguir adelante y consuelo en su fe.

1. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Hijito de mi alma hoy hace 10 días que estas dormido, pasan los días y crecen las
incertidumbres los miedos y también las esperanzas, los porque dan vuelta en mi mente pero
una pregunta me taladra el cerebro y vuelvo mi mente al lugar del accidente y te veo en tu moto
queriendo cruzar y como te conozco se que miraste dos veces antes de hacerlo y no puedo
entender que paso.
Ya me dirás lo que sucedió cuando despiertes.
Hoy estoy resfriada espero poder entrar, Dios como me duele verte así amor como deseo que
despiertes, te van hacer una traqueotomía así que no vas a poder ser tenor jaja un poco de risa
no viene mal. Hijo no se que hacer, solo seguir rezando y pedirte que seas fuerte y no me
abandones yo no podría vivir sin vos, pienso que soy egoísta al querer conservarte a mi lado y
tal ves sos demasiado para este mundo y Dios te quiere llevar a su lado, no se trato día a día de
hacerme a la idea de que no te voy a tener mas, pero no puedo, me agarra la desesperación y
quisiera estar yo en esa cama, no vos. Debería dar gracias a Dios por los años que te tuve a mi
lado y el día a día que me regala de tu vida aunque sean los últimos.
Hijo te amo, te amo, te amo, te amo. Fuerzas
25.5.2010 (El principio del fin)
Querido hijo ayer a la noche y hoy nos hiciste bailar a todos, te estamos haciendo la
competencia mas de 30 horas sin dormir, espero pronto leas estas líneas porque te estamos
extrañando mucho, todos estamos acá afuera esperando te recuperes, no me podes dejar sos la
luz de mi vida el corazón de mi corazón, si me faltas me falta todo no me dejes amor, con quien
voy a tomar mates y quien me va a comprar las facturas?
Amor carne de mi carne y sangre de mi sangre, no me desgarres el corazón anímate a vivir,
acá hay mucha gente que te ama y te espera, por favor sol peléala a ver si juntos salimos de
esto, no me abandones mi vida no tiene sentido sin vos, tene fe pedile a Dios y a la Virgen que
te protejan y si no das mas y queres soltarte de mi mano, con todo el dolor de mi alma te tendré
que dejar partir hacia un lugar mejor que este mundo absurdo donde los ángeles como vos no
pueden vivir, no te olvides de tu madre que te ama y te seguirá amando siempre.
Patri
Escrito una semana después de tu partida
Hijito mío pasaron 1 hora y 30 minutos desde la ultima ves que te vi con vida y yo ya sabia lo
que vendría, Dios me lo dijo la noche anterior cuando toque la cruz y se movió y después con
todo el dolor de mi alma te entregue a el para que se haga su voluntad y no la mía.
De rodillas rezo mi ultimo rosario al pie de la Virgen y le pido que te tome en sus brazos y te
lleve con el Padre Celestial a un mundo mejor sin cadenas que te aten a esta vida.
Me llaman, mi corazón se detiene ya se lo que me van a decir entro a terapia y escucho lo que
nunca una madre debería escuchar se fue, una tristeza enorme me invade pero la paz que sentí
fue mas grande, te veo en la cama y pido te saquen todo para poder besar tu cuerpo inerte y ya
sin vida que dolor verte así, que desesperación no poder tenerte a mi lado, quiso Dios que
murieras en el mismo hospital que naciste hace 26 años.
Solo me queda el consuelo de que me escuchaste y te lleve paz en esos momentos difíciles, Dios
ha querido un ángel y abrió sus brazos para recibirte.
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2. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Fuiste, sos y serás mi mejor amigo, compinche y compañero y nadie podrá jamás ocupar tu
lugar.
Hijo de mi vida hoy te despido de este mundo, pero me queda el consuelo de saber que algún
día nos encontraremos y será para siempre.
No te digo adiós solo hasta otro momento.
Te amo
Mama
Para Patri con cariño..
Un día llegaste y alegraste mi vida, ha pasado lo que talvez siempre temí sin darme cuenta,
quedarme sin ti.
se que ya no escucharé tu voz, ni tu llanto, ni tu risa.
Te has ido y solo hoy comprendo que ni el día ni la hora se saben.
Tal vez te fallé tanto, hijo se quedaron tantas cosas sin decirte, tantos te amo que se quedaron
ahogados en mi garganta o abortados en mi mente.
Hoy mi alma siente frío, siente miedo, siente dolor, hoy mi alma ha entendido que eras grande
para mi, lo más hermoso que Dios me había prestado, por eso si te llegué a fallar tanto en vida,
no te quiero fallar ahora que estás junto a Dios .Hoy te puedo decir, corre vuela, lánzate en los
brazos del que nunca te fallará y siempre te ha amado.
Abrázate a su Madre que tiene también los brazos dulces y abiertos para ti.
Comienza a vivir por fin, pues creo que todo al lado de Dios es vida, cántale con los ángeles
alabanzas por ti y por todos nosotros, glorificarlo. Yo por mi parte con toda nuestra familia te
recordaremos como el préstamo más valioso que tuvimos y que nos fue reclamado.
No viviremos sufriendo, te lloraremos hasta que nuestra alma entienda que ya estás donde
perteneces.
Dios me lo dió Dios me lo quitó bendito sea el nombre de Dios hoy y siempre.
Bendigo tu nombre y te agradezco por el tiempo que lo tuvimos con nosotros, pero más te
bendigo ahora que ya lo tienes contigo, bendito seas hoy y siempre.
Como Padre te ruego te imploro te suplico que no le tengas en cuenta sus pecados, mira
nuestra fe y por intercesión de María Santísima te suplicamos fuerzas para seguir, amor para
aceptar, fe para no claudicar.
Infunde en nuestras almas tu Espíritu divino y alienta nuestras vidas hoy fracturadas por su
partida, danos sabiduría para saber que nada mejor pudo suceder y para levantar nuestros
brazos con paz en esta tormenta para decirte tuyo es y a ti debía volver recíbelo Señor.
De una mano la tuya, de la otra María.
Amén
Loly
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3. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
No llores si me amas.
¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los
Ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos eternos y los
nuevos senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual todas las
bellezas palidecen!
¡Cómo!¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a
verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Creedme: cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las que a mí
me encadenaban, y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce, tu alma venga a este
Cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a ver a aquella que te amaba y
que siempre te ama, y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a me, pero transfigurado, extático y feliz, no ya esperando la muerte, sino
avanzando contigo, que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de
la vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará
jamás.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
San Agustín
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