Este documento narra la dolorosa experiencia de una madre al perder a su hijo de 26 años. Describe cómo su fe en Dios y el apoyo de amigos la ayudaron a aceptar la muerte de su hijo y a perdonar a la persona responsable. Finalmente, la madre logra entregar a su hijo a la voluntad de Dios y encontrar paz, aunque extrañe a su hijo todos los días.