Este documento narra la historia de Edgar, el hijo mayor de la autora, quien sufrió un grave accidente en moto. A lo largo de 12 días, la autora permaneció al lado de Edgar orando y rezando por su recuperación. A pesar del sufrimiento, la fe de la autora y el apoyo de su comunidad la ayudaron a enfrentar esta difícil situación.

1. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Déjalo ir
Hace cuatro años cuando mi hija la única de dos varones decido hacer la catequesis Dios me
llevo hasta la iglesia después de muchos años, si bien había bautizado a mis hijos no
participaba en la comunidad.
Dios se valió de los niños del coro y de Sebas, donde participaba mi hija para que yo fuera a
cantar en la misa y mas tarde a tocar la guitarra, me gusto y seguí en la comunidad creciendo
en mi fe y completando mis sacramentos, involucrándome cada día mas hasta quedarme como
catequista.
Mi vida como cualquier persona trascurría en mi casa con mi familia (Hugo mi marido y Rita,
Andrés y Edgar mis hijos) Edgar vivía hacia nueve meses con mis papas por la enfermedad de
mi papi que le impedía moverse y así mi hijo los acompañaba para que no estén solos.
La vida de Edgar trascurría trabajando y estudiando, cuidaba a sus abuelos y compartía su
vida con ellos y con nosotros ya que estamos a muy pocas cuadras. Su vida era igual a muchas
vidas de un muchacho de 26 años con todos sus sueños e ilusiones de un futuro lleno de
esperanzas, trabajador, estudioso, educado buen hermano. Hijo y nieto.
Edgar y yo compartíamos muchas cosas, éramos compañeros y compinches, era mas que un
hijo un gran amigo, siempre a mi lado nunca tuvo un no para mi, siempre era “si mamá”
podría escribir un libro con todo lo que vivimos con Edgar pero lo dejo acá.
El día 14 de mayo del 2010 a las tres de la tarde cuando llego del colegio me dan la terrible
noticia “tu hijo tuvo un accidente con la moto, esta grave” casi me muero, grite, llore y me
revele.
Llego a casa agarre mi bolso y la Biblia, deje a mis hijos porque mi marido no llegaba del
trabajo y me fui al hospital desesperada llorando y con el corazón en la boca a mil.
Cuando llego me dan el informe, esta gravísimo y en coma, creí morir, no puede ser Edgar tan
cuidadoso para manejar, tan responsable, tenia que ser mentira, no puede ser cierto.
No lo pude ver hasta que lo trasladaron para una tomografía, lo veo de pasada en la camilla,
creí morir y contuve mis gritos de desesperación.
No era mentira el estaba destruido e inconciente.
Bien aquí empezó el principio del fin de mi hijo mayor Edgar.
Es muy difícil aceptar que nuestros seres queridos se vallan de nuestro lado, pero es todo un
proceso para nosotros, pero Dios fue preparándome para ese momento y me dio la oportunidad
de seguir preparándome a mi y a mi familia durante 12 días que duro su agonía, hay gente que
tiene mas tiempo hay otras que no, igual es lo mismo no estamos preparados y nadie puede
decirnos como, solo podemos escuchar y tratar de entender lo que venga a su tiempo.
Pero tenemos que estar atentos a estos acontecimientos como dice la Biblia “Velen y estén
preparados, porque no saben cuándo llegará el momento”. Mc 13,33-37
Si se produce el milagro y se quedan con nosotros la alegría será doble, pero si se van
podemos llegar aceptar lo que no queremos, no es fácil algunos podremos pasar ese momento,
solo ese, lo que viene después es mas difícil yo lo estoy transitando y no es fácil, solo hay que
tener mucha fe y apoyarnos en nuestros afectos.
Mi hijo en la ambulancia trasladándolo con el riesgo que esto implicaba, yo agarre mi rosario
que como siempre lo tengo puesto, llegan los familiares y me retiro buscando paz encuentro la
imagen de La Medalla Milagrosa, me arrodillo y empecé a rezar el primero de muchos rosarios
que recé durante doce días por el y me dieron muchas paz.
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2. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Llegaba mucha gente, dejaba el rosario y lo volvía a retomar, sentía que la Virgen me entendía
por el dolor que estaba pasando y me trasportaba al pie de la cruz, esa imagen me acompaño
toda la noche en el hospital y la invocaba para llevarle paz a mi hijo.
Llego mi mama, la abrazo con fuerzas, busco su protección como cuando era una niña,
lloramos juntas casi sin hablar, no hacia falta, mi corazón de madre estaba desolado, su
corazón de abuela también, pero en ese dolor tan grande me consolaba como siempre.
La noche paso sin noticias hasta que me doy cuenta que trasladan a una persona, voy hacia la
ambulancia, era el nadie me dijo nada, solamente el personal de seguridad me pregunto si era
mi hijo,( nunca le pregunte el nombre pero me ayudo mucho su testimonio)me dice el medico es
un traslado de riesgo se puede morir en el, espere acá le avisamos si lo tienen que intervenir,
espere allí arrodillada frente a la Virgen rezando le pido por el entre llanto y desesperación,
impotencia y rebeldía.
Lo trajeron luego de unas horas y lo internaron en terapia intensiva y hasta el otro día al
medio día no lo pude ver.
Que desesperación verlo en la camilla inconciente todo vendado, hinchado y con su pierna
colgando por las múltiples fracturas que tenia, contuve mi llanto, lo bese le hable mucho le dije
que estaba con el y que todo iba a salir bien, solo vi una lagrima desprenderse de su mirada
perdida en la nada a través de sus ojos semiabiertos.
El diagnostico es gravísimo pero estable, me retiro y me obligan a volver a mi casa, me
detengo en la parroquia y me avisan que nuestro sacerdote se fue al hospital con mi
coordinadora, le aviso que le de el sacramento de la unción, otro signo que me dio Dios, que
reciba el sacramento, mucha gente le teme a este sacramento pero muchas veces se recuperan
después de recibirlo y si se van de nuestro lado que se vallan en paz y libres de pecados, es una
paz que luego vamos a tener cuando ellos partan el saber que se fueron en paz, no teman al
sacramento es un mimo de Dios para sus hijos como todo sacramento.
Bien el primer paso esta dado, reconocer que esta mal y aunque nos cueste reconocer que
somos criaturas débiles expuestas en cualquier momento de nuestras vidas, no importa la edad,
como me dijo una amiga” Dios nos va podando para que crezcamos fuertes en la fe y en la
vida” pero Dios que poda te mandaste conmigo.
Aquí empieza el camino y debemos ir preparándonos aunque no nos demos cuenta El lo va
haciendo.
Una madrugada me desperté en casa y decidí escribirle una carta a mi hijo contándole todo lo
que sucedió para cuando se recuperase leerla juntos, eso mantiene nuestra esperanza y varios
días después de su partida la leí, fue increíble como sin darme cuenta yo en ese momento que
escribía pasaba de la euforia de una leve mejoría a la desesperación por una nueva caída, algo
que yo no quería aceptar que el iba deteriorándose día a día, pero cuando leí esa carta me
ayudo a ver lo que fue sucediendo que en esos momentos no nos damos cuenta y decimos pero
si estaba bien y se iba recuperando de a poco.
Nunca debemos perder la esperanza, eso nos mantiene vivos y nos da fuerzas a nosotros los
papas y a los demás, Dios nos ayuda en esos momentos difíciles.
Escribirles una carta sirve para mantenerla viva y también para después darnos cuenta de lo
que fue sucediendo día a día, cosa que nos rehusamos aceptar mas tarde.
Mis días trascurrieron desde el hospital a mi casa y a la parroquia, llegaba muy temprano para
esperar el parte medico a las 12 y la visita de la mañana y me quedaba hasta la segunda visita
a las 16 hs, después regresaba a mi hogar.
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3. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Cada día lo empezaba y lo terminaba con el rosario, después de la visita y antes rezaba mucho
frente a la Medalla Milagrosa es increíble la paz que me daba María y el consuelo que
encontraba en la oración.
En mi casa busque un rosario de sanación del Padre Gustavo E. Jamut Oblato de la Virgen María y
lo adapte el acompaño todos mis días.
Cada ves que entraba a ver a mi hijo, Dios entraba conmigo para fortalecerme y sostenerme
para no desfallecer y llorar frente a el, no lloren a su lado, ellos escuchan aunque los médicos
lo niegan, el vinculo no desaparece con el coma y menos el de una madre con su hijo, ellos
reaccionan a nuestra voz el cordón umbilical no se corta nunca son sangre de nuestra sangre y
carne de nuestra carne siempre estamos conectado con ellos, debemos ser muy fuertes y
llevarles paz y consuelo, decirles que estamos bien y que todo saldrá mejor, háblenle al oído,
me dicen que es lo ultimo que se pierde, háganlo tranquilamente como si lo arrulláramos para
dormir, jamás dejen de decirles que los amamos, bésenlos, acaricien su cuerpo, cuéntenle
cosas bellas que le trasmitan paz, recen junto a ellos lean pasajes bíblicos de sanación.
En su rostro cuando le leía se reflejaba paz, encontraran bellos salmos y pasajes para ellos.
PLEGARIA DE CONFIANZA
¡Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús,
Trono de las misericordias divinas en favor de los miserables pecadores; yo, reconociéndome
sumamente necesitado, acudo a Vos a quien el Señor ha puesto todo el tesoro de sus
bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio. mi amparo,
mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros: ¡Oh dulce Corazón de
María, sed la salvación mía!
Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza, o la espina de la tribulación llegue
a mi alma, ¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones coaligadas para mi eterna perdición me
persigan con sus tentaciones y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia, ¡Oh
Corazón de María, sed la salvación mía!
En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso de que depende mi eternidad, cuando
se aumenten las angustias de mi alma y los ataques de mis enemigos, ¡Oh dulce Corazón de
María, sed la salvación mía.
Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal de Jesucristo para rendirle cuenta de
toda su vida, venid Vos a defenderla y a ampararla. y entonces; ahora y siempre, ¡Oh dulce
Corazón de María, sed la salvación mía!
Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón amantísimo de mi Madre a fin de que
pueda veros y gozar de Dios en Vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo. Amén.
Todas estas cosas aunque no parezcan me llevaron paz y a el también se reflejaba en su rostro
y me levantaba la mano o se movía y parpadeaba cuando escuchaba mi voz.
Nunca pierdan la fe ella nos sostiene, nunca dejen de rezar es el mejor dialogo que tenemos
con Dios y la Virgen, nunca dejen de llorar cuando necesiten desahogarse pero nunca frente a
ellos, lloren frente a Dios, a la Virgen entreguen su dolor al pie de la cruz de Jesucristo, el
sabrá trasformarlo.
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4. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
En mi comunidad se armaron cadenas de oraciones, se rezaba en la misa por el, me llegaron
muchos bellos mensajes en especial los de pato, me iban acompañar al hospital con sus mates
calentitos, me acompañaron muchas noches a mi lado y se arrodillaron conmigo para rezar.
Que bueno es tener amigos así y una comunidad que esta a tu lado y al lado de tu familia nunca
los dejaron solos.
Mírame Señor y ten piedad de mi porque estoy afligida, alivia las angustias de mi corazón. El
Señor es mi luz y mi salvación a quien temer si el esta a mi lado? Mi vida se consume de
tristeza, mis fuerzas decaen por la aflicción, pero yo confío en ti Señor y te digo tu eres mi
Dios.
Fuerzas TKM Bs Pato.
Dios y la Santísima Virgen están cuidándolo. Pato
Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su
voluntad y sabiendo que nos escucha tengamos fe porque el ama a sus hijos. Pato
Patri: si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con
paz, esto es amor, por que Dios es amor .Pato
Para tus dolores flores, que María Sma bese cada dolor que toque en esta vida y lo trasforme
en corona de gloria en las eternas moradas besos. Pato
Dios es amor y da a sus hijos lo que le pedimos porque es grande y misericordioso, besos
TKM Pato
Patri mi corazón esta con vos, mi mano acompaña tu hombro como el día de tu confirmación
con la fuerza de la oración. Te quiero José
Hermana no este triste que la fe mueve montañas, es un dicho que tiene mas de 200 años y si
el tiempo no lo borro es porque realmente es cierto, tenelo presente. Yo Salí del hospital con
la paz que tengo durante el día porque nuestro chico va a pelear y va ganar, confía en el
como confías en Dios. Adrián
La gente que llora es la que no tiene esperanzas y fe y es lógico porque no tiene nada de eso
solo trae mala honda, ignora la tristeza que la vida se escribe día a día.
Adrián
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5. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
En todo momento mi marido iba del hospital a casa para atender a nuestros hijos llevarlos al
colegio y venir a buscarme a mi y visitar a Edgar al no poder estar mucho a mi lado gracias a
Dios estaba mi hermano, pobre el se llevo la peor parte tener que decirle a mi papa de 85 años
que su nieto mayor ya lo había dejado, pero como siempre Dios puso en sus labios las palabras
justas para consolarlo y darle fuerzas.
Muchos amigos de distintas creencias se sumaron en la oración, en algo Dios nos junta a todos
sus hijos es en la oración, jamás nos sentimos solos siempre estuvimos acompañados por
nuestros afectos. Esto también nos va preparando.
Siempre que pude asistí a misa eso me daba mas fuerzas para seguir, cada palabra del
evangelio me alimentaba mas la esperanza, cada canción alegraba mi corazón, nunca deje de
cantar en el coro es lo que mas me gusta alabar a Dios y dale gracias por el día a día que iba
pasando, primero quería todo rápido, con el tiempo empecé a vivir solo por hoy, escuche en
una canción que el hombre le pide a Dios un árbol de naranjas y Dios le da una semilla,
plántalo, cuídalo y será tu árbol y el mío, así fui cuidando mi semilla para que fuera nuestro
árbol y empecé a vivir un día a la vez.
Jesús nos dio un importante consejo cuando dijo:
"No te preocupes por el mañana, el cual se preocupará por sí mismo. Cada día trae
suficiente problema en sí mismo". En otras palabras, viva un día a la vez.
Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar, dos
días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.
Uno de esos días es ayer. Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus
faltas y confusiones, sus dolores y tristezas.
Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y todo el dinero
del mundo no podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar una
palabra. Ayer ya pasó.
El otro día sobre el que no debemos de preocuparnos es mañana. Mañana, con sus posibles
adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros.
Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes, pero
subirá. Hasta que llegue no tenemos parte en
mañana, pues aún no ha nacido.
Y solo queda un día: Hoy.
Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día. Cuando nos cargamos con esas
horripilantes eternidades:
Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos. No es la experiencia de hoy que vuelve locos a
los hombres, sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el
mañana.
Vivamos pues, tan solo un día a la vez, y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.
Dios, Concédeme la serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
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6. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
el valor para cambiar las que puedo,
y la sabiduría para distinguir la diferencia.
San Francisco de Asís
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7. Déjalo ir
A la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
el valor para cambiar las que puedo,
y la sabiduría para distinguir la diferencia.
San Francisco de Asís
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