Miguel aprendió sobre los colibríes al ayudar a su abuela a preparar agua azucarada con colorante rojo para atraerlos a su jardín. Observó fascinado cómo los colibríes visitaban los comederos y volaban alrededor suyo atraídos por su camisa roja. Esto llevó a Miguel a decidir visitar más seguido a su abuela para disfrutar del hermoso espectáculo de los colibríes.