1. LA POBREZA Y LOS PROGRAMAS
SOCIALES
A lo largo de su historia, México se ha caracterizado por presentar niveles de
pobreza y desigualdad persistentes. En 1950 el 88.4 % de la población de México
se encontraba bajo el umbral de pobreza de patrimonio; 52 años después, en
2002, el 51.7% de su población permanece bajo esta clasificación.
Las principales consecuencias de la pobreza son le emigración y la delincuencia
organizada. Tan solo en nuestro país migran anualmente aproximadamente, 1.7
millones de personas, 35 por ciento provenientes del sureste, 28 por ciento
corresponde a los estados del centro, y el resto corresponde al norte del país. En
cuanto a la delincuencia, cada vez es mayor el nivel de personas que se dedican
al crimen organizado por necesidad, este incremento se genera ante las pocas
posibilidades de empleo o en su defecto el insignificante salario.
Ante este fenómeno, el gobierno mexicano ha instrumentado un conjunto de
programas que buscan hacer frente a las principales causas que se encuentran
detrás de estos niveles excesivos de pobreza y desigualdad. Si bien el esfuerzo ha
sido constante, el tipo de apoyos otorgados ha cambiado en el tiempo. Desde los
años cincuenta y hasta finales de los años setenta, en un contexto de altas tasas
de crecimiento económico, se otorgaba una amplia red de subsidios generalizados
a la población, en especial al campo. Posteriormente, a principios de los ochenta,
2. la caída en los precios del petróleo provocó la crisis de la deuda que llevó al país a
una severa recesión económica.
Durante estos años, ante la necesidad de estabilizar la economía, el gobierno
mexicano redujo el gasto social considerablemente en aras de reducir el déficit
público y con ello se inició el desvanecimiento del sistema de subsidios
generalizados. A finales de esta década y sobre todo en los años noventa, se
retoma la política social como vehículo para abatir las carencias de los grupos más
desfavorecidos de la sociedad que más habían sufrido con el estancamiento de la
economía. Sin embargo, en esta etapa se tiene la necesidad de diseñar
programas sociales que cumplan al menos dos objetivos: a) brindar herramientas
para mejorar las capacidades básicas en un mundo competitivo y abierto y b)
mantener finanzas públicas sanas y estables.
Por estas dos razones se favorecen los programas focalizados, es decir, aquéllos
que atiendan sólo a la población en pobreza.
El fenómeno de la pobreza engloba una serie de factores culturales sociales,
económicos. Su explicación también diversa, abarca desde inadecuadas decisiones
de vida (pereza) o malas decisiones de trabajo, hasta variables más estructuradas,
ligadas con la forma de organización de la producción y de una determinada gestión
estatal. (Olave, 2001:85)
El caso de Oportunidades. Este programa tiene un doble objetivo para la
superación de la pobreza, el primero, de corto plazo, es brindar un mayor ingreso
corriente a las familias en pobreza extrema. Sin embargo los montos no son
suficientes para que las familias dejen de ser pobres en el corto plazo. El segundo
3. objetivo y quizás el más importante, es que el programa busca que a través de
apoyar las capacidades básicas (educación formal, salud y nutrición), los hijos de
las familias en pobreza tengan mejores armas para superarla en el largo plazo.
Se festejan los millones que se destinan a los programas de combate a la
pobreza, aun cuando esos millones solo equivalen al uno por ciento del producto
interno bruto del país; una cifra más bien pequeña si se considera que el 21.5% de
los hogares mexicanos se encuentran en condiciones de pobreza extrema. (Pérez
,2000:200)
Cuando se analizan los resultados de las políticas públicas, muchas veces se
concluye que éstas no han favorecido a los pobres, o no con la eficacia esperada.
De ahí el esfuerzo por lograr un mejor uso de los recursos disponibles mediante
estrategias de focalización, que consisten en dirigir las acciones a una población o
territorio definidos, para concentrar la atención sobre un determinado problema o
necesidad.
El propósito de la focalización es asegurar que los beneficios de las acciones
lleguen a las familias que más requieren las intervenciones públicas. En el caso de
la política social, éstas son las familias más pobres. Se trata de lograr un mayor
impacto per cápita que el que podría derivarse de una política general que se
aplica por igual a toda la población. Es una orientación que busca propiciar la
eficiencia en la gestión de los recursos.(Hernández, Orozco, Vázquez ,2005:5)
Pero la focalización busca más que la sola eficiencia de los esfuerzos y los
recursos que se aplican, ya que encierra también un principio de justicia: ante
recursos necesariamente escasos para atender a todos o a todas las necesidades,
tan importante es asegurar que se beneficien quienes más los necesitan, como no
4. destinar recursos a quienes no se encuentran en una situación apremiante. La
focalización es una forma de promover la equidad, por lo que su ausencia puede,
incluso, ampliar las brechas de injusticia y aumentar la inequidad.
La focalización debe realizarse con objetividad, transparencia y sin
discrecionalidad alguna. En el pasado, la falta de objetividad y cierto nivel de
discrecionalidad han sido argumentados como elementos que hacían poco
deseable un esquema de trabajo focalizado. No obstante, ahora se cuenta con
herramientas técnicas y procesos que, por el contrario, favorecen la credibilidad en
la imparcialidad y equidad de las acciones de política social.
La focalización perfecta no existe, ni en teoría, ni en la práctica. Lo que se buscaes
un marco eficiente y justo que garantice el máximo beneficio a los grupos más
desfavorecidos. Todos estos son aspectos fundamentales para ser cuidados en el
proceso de diseño de acciones focalizadas. De hecho, como en todo diseño de
políticas, es necesario tomar en consideración diversos elementos para definir esta
orientación: la viabilidad, el costo, los incentivos que genera y la efectividad.
(Hernández, Orozco, Vázquez ,2005:6)
Para minimizar el índice de pobreza, los programas focalizados deben tomar en
cuenta diversos aspectos tales como: apoyo tanto a zonas rurales como urbanas;
la formulación de acciones debe implicar un dialogo continuo y sostenido entre d
diversos actores sociales, como las autoridades gubernamentales, las
organizaciones sociales, los representantes de las comunidades, los académicos
especialistas; es preciso que exista una verdadera evaluación del resultado de los
programas.
5. Para poder romper el ciclo de pobreza se deben generar empleos, dotar de
servicios públicos a todas las comunidades que carecen de ellos, además de
impulsar una política social que privilegie el respeto a la dignidad humana
Bibliografía
Hernández D. /Orozco M. /Vázquez S. (2005) La focalización como estrategia de
política pública. SEDESOLhttp://www.sedesol.gob.mx
Hernández G./Martínez L.(2004) lo que dicen los pobres: evaluación del impacto
de los programas sociales sobre la percepción de los beneficiarios. SEDESOL
http://www.sedesol.gob.mx
Olave P. (2001). La pobreza en América Latina, una asignatura pendiente.
México, UNAM.
Arteaga C. (2007) Consideraciones básicas, estado, economía y pobreza en
México, México D.F, Plaza y Valdez