La agricultura y ganadería chilenas experimentaron una expansión en el siglo XIX, incorporando nuevas tierras y tecnologías. Se desarrollaron cultivos como el trigo, la fruticultura y la vitivinicultura, así como la ganadería vacuna, ovina y porcina. También surgió una importante industria lanar, liderada por la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego.