La Alianza Ciudadana contra la Privatización de la Salud en El Salvador se formó para oponerse a los intentos de privatizar el sistema de salud. La Alianza organizó una huelga de 9 meses en 2002 que logró detener los planes de privatización a través de protestas, marchas, y la presión de movilizar a amplios sectores de la población. A pesar de los éxitos, la huelga también tuvo costos como la represión policial, despidos de trabajadores, y algunas muertes.