La dinastía de los Habsburgos gobernó a finales del siglo XVI y durante el siglo XVII, mientras que la dinastía de los Borbones gobernó en el siglo XVIII y principios del XIX. Bajo estas dinastías, el poder político en América se centralizó en la figura del Rey de España, quien estableció instituciones como los virreinatos, audiencias, cabildos y oficiales reales para administrar las colonias.