España tiene malos resultados en calificación energética, con más del 80% de los edificios en las categorías más bajas E y G. Los edificios consumen gran parte de la energía y recursos a nivel mundial. Comprar una vivienda con mejor calificación energética como la A puede ahorrar hasta 800 euros al año en costes. Se necesitan más esfuerzos para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la eficiencia energética y proveer ayudas para la rehabilitación del parque inmobiliario existente.