La dieta en la infancia de 2 a 12 años es clave para establecer hábitos alimenticios saludables y prevenir enfermedades. Debe proporcionar la energía y nutrientes suficientes según la edad y estado del niño, facilitar su crecimiento y desarrollo, y prevenir problemas de salud futuros. Los padres deben fomentar una alimentación variada y equilibrada, comidas a horas fijas, y hábitos de vida saludables.