Breve análisis de la FP dual y del decreto universitario 3+2. Realizado por el área de Educación de IU Navalmoral de la Mata, Cáceres.

1. FP DUAL
Si existe una realidad educativa que mejor ejemplifique dentro de las enseñanzas no universitarias la sumisión a los dictados
del Mercado, ésta es sin duda la FP Dual. Bajo esta modalidad, el negocio educativo alcanza su máximo esplendor,
convirtiendo la educación pública en una suerte de “cursos de empresa” por los que el sector privado se ahorra la formación
de sus futuros trabajadores a costa del erario público.
Veamos, a continuación, algunas de sus principales características:
- La empresa acaba teniendo la última palabra, por medio de una entrevista privada, en la selección del alumnado. Se
viola, así, cualquier principio de mérito, objetividad o transparencia que se le presupone a cualquier proceso que
conduzca al ingreso a una institución pública.
- Una vez dentro de la empresa, el alumnado se halla en un auténtico limbo jurídico, pudiendo favorecerse prácticas
laborales de abuso. No olvidemos que este ingreso se produce al mismo tiempo que se imparte en el centro el
módulo de FOL; por lo que entre otras cosas los alumnos son desconocedores de sus derechos laborales.
- La formación recibida conduce a una súper especialización, se enseña algo muy concreto para un tipo de empresa
determinada. En realidad, podríamos decir, como señalábamos en el encabezamiento, que esta modalidad de
enseñanza se asemeja a lo que sería un curso de formación para los (¿futuros?) trabajadores de la empresa.
- La beca mensual al alumno/aprendiz es de un 80% del salario mínimo interprofesional (unos 450€ mensuales) para
una jornada laboral que puede ser completa. Ese coste es asumido, en un 67%, por los presupuestos públicos y
sólo el resto lo asume la empresa. A modo de contraejemplo, en Alemania este coste lo cubre en su integridad la
empresa. Difícilmente se puede encontrar mejor ejemplo de parasitarismo de los recursos públicos dentro de la
enseñanza no universitaria.
- La generalización de este tipo de enseñanza dentro de la FP supondría la pérdida de empleo entre el profesorado
puesto que aproximadamente el 70% de tiempo de cada Ciclo se desarrolla dentro de la empresa.
SISTEMA UNIVERSITARIO: DEL PLAN BOLONIA AL 3+2
Desde la instauración del Plan Bolonia las universidades se ven abocadas a una lucha darwinista por los recursos, siempre
escasos, tanto privados como públicos. Para ello, se presentan a si mismas como una institución atractiva para la recepción
del capital privado (una vez más es el Mercado la que dicta la política educativa). Si ésta se produce, es entonces cuando
entra en juego la financiación pública con la que se costeará gran parte de la investigación privada. Así como la FP Dual
cumple el papel de un curso de formación laboral para los trabajadores de una empresa, el Plan Bolonia convierte la
Universidad en el lugar en el que las empresas van a llevar a cabo sus propios programas de I+D+i. Por supuesto, aquí el
viejo adagio capitalista de “socializar pérdidas, privatizar beneficios” alcanza su máximo esplendor.
Por si esto fuera insuficiente, la permanente revolución neoliberal que es el sino de estos tiempos impone ahora el conocido
como sistema 3+2. Nos encontramos aquí con muchas de las constantes ya analizadas al tratar la LOMCE:
- Banalización de la educación: Frente a la creciente complejidad del mundo moderno, se pretende despachar en tres
años (180 créditos) las enseñanzas necesarias para adquirir unos conocimientos los más completos posibles en
alguna rama del saber. Un utilitarismo extremo para el que sólo existe el conocimiento que el Mercado demanda.
- Educación segregadora: El coste de los máster de un año en la Universidad Pública oscila entre 4.000 y 7.000 euros
anuales, lo que hace que la obtención de un título universitario (¡en la pública!) bajo modalidad 3+2 se eleve, en el
mejor de los casos, a los 20.000 euros. Es evidente que este coste supondrá en la práctica una expulsión de
amplias clases sociales de la educación superior.
- El negocio educativo: En la actualidad las universidades privadas sólo matriculan en torno al 10% de los estudiantes
de grado, pero la situación se invierte en los máster, donde alcanzan el 38% . Sin duda, serán estas universidades
las más beneficiadas por esta reforma, más aún teniendo en cuenta que cada año que pasa la Universidad Pública
recibe menos fondos de la Administración, en un proceso de lenta disolución en la que sólo sobrevivirán aquellas
que ofrezcan líneas de investigación (biotecnología, telecomunicaciones, genética molecular…) que puedan resultar
rentables para la inversión privada.
Otra fuente de negocio serán los préstamos-beca que beneficiarán a las entidades financieras, y que supondrán,
ante el alarmante descenso de las becas, la única vía por la que una gran mayoría de estudiantes podrán finalizar
sus estudios universitarios.