El Principito visita el segundo planeta y conoce a un vanidoso que sólo busca admiración. El vanidoso le pide al Principito que aplauda para que él salude con su sombrero. Luego exige que el Principito lo admire, asegurando que él es el hombre más bello y mejor del planeta. El Principito finge admirarlo a regañadientes y luego parte confundido por la extraña actitud de los adultos.