La biotecnología se puede aplicar en procesos mineros como la oxidación bacteriana de la arsenopirita para extraer oro. Esta oxidación ocurre a nivel de los planos cristalográficos y límites de los granos minerales, exponiendo el oro para su posterior recuperación. Las bacterias oxidan los iones Fe2+ a Fe3+, el cual se reduce en la superficie del mineral, regenerando el ciclo. Estos procesos biotecnológicos tienen ventajas ambientales sobre los convencionales al no generar contaminantes