Aracné era una gran tejedora cuyas habilidades desafiaron a la diosa Atenea a un concurso de tejido. Durante la competencia, ambas representaron mitos en sus telas, con Aracné creando una representación espectacular de Europa. A pesar de que el trabajo de Aracné fue juzgado como el más espectacular, Atenea, enojada por haber sido desafiada, transformó a Aracné en la primera araña del mundo como castigo.