La arquitectura romana se caracterizaba por su monumentalidad y funcionalidad. Utilizaban elementos como el arco y la bóveda de forma frecuente en grandes construcciones como el Coliseo y el Panteón. También empleaban materiales como la piedra, el hormigón y el ladrillo. La arquitectura romana ha influido en la actualidad, donde se siguen usando el arco y la bóveda, y los edificios tienden a ser más grandes.