El arte griego se caracterizó por el pensamiento racional, el uso de la proporción y el equilibrio, y el antropocentrismo. Los templos griegos se construyeron siguiendo tres estilos de columnas - dórico, jónico y corintio - y albergaban estatuas de culto. Las esculturas griegas evolucionaron de figuras estáticas en la Edad Arcaica a representaciones más realistas del movimiento en la Edad Clásica y de los sentimientos humanos en la Edad Helenística.