2. LA ESCULTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA
La escultura del Renacimiento español es de gran originalidad por el fuerte
sentimiento religioso del que está impregnado, siguiendo la línea anterior del
gótico. Además de dar mucha importancia de la expresividad. También es
original por los materiales empleados: se utiliza mucho la madera
policromada con la técnica del estofado, en la que se aplica una fina capa de
pan dorado y luego se pinta encima y se raspa para que se vea el dorado.
Se siguen construyendo sepulcros, retablos, sillerías de coro y retratos.
La introducción del Renacimiento italiano se produjo por varios caminos:
• la importación de piezas italianas, principalmente sepulcros
• la llegada a España de artistas italianos
• los viajes a Italia emprendidos por los españoles
3. La introducción de las formas
escultóricas renacentistas
Domenico Fancelli y Pietro
Torrigliano fueron los dos
italianos que más contribuyeron
a la introducción y difusión del
Renacimiento italiano en
España.
Fancelli, de formación florentina
es el autor de Los Sepulcros de
los Reyes Católicos en la Capilla
Real de Granada
4. Torrigiano, que había sido condiscípulo de
Miguel Ángel:
• San Jerónimo Penitente: su obra
maestra en España, magnífico estudio
del natural hecho en barro cocido, en el
que muestra un profundo conocimiento
de la anatomía humana.
5. El Pleno Renacimiento español El
Manierismo, la Escuela de Valladolid
La plenitud de la escultura renacentista
española llegará de la mano de la Escuela de
Valladolid, concretamente de Alonso de
Berruguete y de Juan de Juni.
Alonso de Berruguete se convertirá en el
artista más representativo de esta etapa. Su
formación artística fue muy completa al
permanecer durante diez años en Italia, pero,
a pesar de ello, su obra escultórica no se
caracterizará por la plasmación de los valores
estéticos de armonía y serenidad, sino que en
ella dominarán los rasgos expresivos y
dramáticos.
6. Retablo de San Benito del Museo
de Valladolid: el retablo constaba
de pinturas, relieves y esculturas
exentas, con los martirios de San
Sebastián y el Sacrificio de Isaac
entre otros; San Sebastián aparece
adherido a un tronco sinuoso, al
cual se adapta la figura, claro
ejemplo de la postura inestable
típica de las figuras de Berruguete,
también muestra magistralmente
la angustia por el martirio y se
aprecia un buen estudio del
desnudo; en el Sacrificio de Isaac
destacan la expresividad y el
movimiento de la figura de
Abrahán y la actitud asustada de
Isaac.
7. Juan de Juni, de origen francés, pero de
formación también fundamentalmente
italiana. Se convirtió en un artista que
supo transmitir el fervor religioso de sus
contemporáneos. Se caracterizó por sus
figuras polícromas de gran tamaño,
impregnadas de dramatismo, de
gesticulación casi teatral, trabajadas con
lentitud y detalle, y composiciones
agobiadas por la falta de espacio, que
inician ya el Manierismo.
El Grupo del Santo Entierro, en madera
policromada, de gran patetismo,
mostrando el dolor físico y espiritual a
través de los rostros y los gestos de las
figuras; se trata de una composición bien
ordenada, con San Juan y la Virgen en el
centro y a los lados dos figuras que actúan
de paréntesis.
8. El tercer tercio del siglo
XVI: La Escultura del bajo
renacimiento español
Se produce una nueva influencia italiana, una nueva
época de clasicismo, como reacción al violento
apasionamiento que se había apoderado de la
escultura renacentista española.
Los artistas que mejor representan este momento
son los broncistas y escultores que Felipe II reunió
en su corte, sobre todo en el Escorial, que va a ser
en esta época el centro artístico por excelencia,
como León y Pompeyo Leoni, que realizan
principalmente retratos de la familia real.
9. León Leoni, escultor manierista italiano que
recibió del Emperador Carlos V el encargo de
realizar una serie de retratos de la familia
imperial:
Carlos V dominando el Furor: en bronce dorado,
con el emperador vistiendo una armadura a la
romana, bajo la figura de Carlos V se encuentra
el enemigo sometido; pretende ensalzar el poder
del emperador.
Pompeyo Leoni, hijo del anterior, llega a España
llamado por Felipe II para trabajar en El Escorial:
Estatuas de Carlos V y Felipe II en la Iglesia del
Monasterio de El Escorial: aparecen en posición
orante y acompañados de sus esposas.
10. LA PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA
Aunque el clasicismo de la pintura renacentista italiana pugnó por entrar en
nuestro país, el fervor religioso del catolicismo español no lo permite de manera
intensa. En este contexto, por ejemplo, el desnudo apenas existe y si lo hace es
cargado de exaltación mística.
Se introduce el Renacimiento en la pintura de Castilla por Pedro Berruguete, que
viajó muy joven a Italia, donde trabajó bajo el mecenazgo del duque de Urbino
Federico de Montefeltro, lo que le permitió conocer a los principales artistas del
Quattrocento. Algunas de sus mejores obras fueron sus retratos, como el Retrato
de Federico de Montefeltro y su hijo o su Autorretrato, de medio cuerpo y gran
naturalismo y el famoso Auto de Fe, cuadro sobre tabla en el que destaca
principalmente por su gran profundidad
11.
12. Durante la segunda mitad del siglo
XVI a las influencias de los grandes
maestros del Cinquecento se
suman las de los promotores del
Manierismo.
Destaca en este sentido Luis de
Morales “El Divino”: de formación
rafaelesca y manierista, sus figuras
son alargadas, blandas y de colores
fríos,; es autor de Vírgenes
piadosas y Cristos dolientes,
destacando su Virgen con el Niño
del Museo del Prado.
13. También hay que destacar en esta etapa la
importancia de los retratistas de Corte,
entre los que se encuentran:
Alonso Sánchez Coello, que hizo retratos
de Felipe II, Ana de Austria, el Príncipe
Carlos y las hijas de Felipe II, Catalina
Michaela e Isabel Clara Eugenia, de
elegancia severa acorde con el rango de los
retratados.
Juan Pantoja de la Cruz, que vive ya en la
Corte de Felipe III, a caballo entre los siglos
XVI y XVII, pintor cortesano por excelencia
por el grado de ornamentación, la fina
percepción psicológica y la solemnidad que
confiere a sus personajes, como Isabel de
Valois.
14. EL GRECO
• Domenico Theotokopulos (1541-1614), oriundo de Creta, se cree que comenzó
como pintor de iconos en el convento de Santa Catalina en Candía, de esta
etapa bizantina conservó su valoración de la importancia del mundo
trascendente por encima de la simple copia de la naturaleza.
• En 1567 emigra a Venecia, donde comenzó a trabajar en el taller de Tiziano y
realizó algunas colaboraciones con Tintoretto; influencias de esta etapa serían
su cromatismo más cálido y vibrante, la importancia de la luz, las
composiciones grandes, los escorzos, etc.
• A partir del año 1570 se encontraba al servicio del cardenal Farnese en Roma,
donde adquiere influencias sobre todo de Miguel Ángel, en especial el gusto por
composiciones monumentales y el vigoroso modelado de las anatomías.
• Finalmente se dirigió a España, donde pasó un tiempo en Madrid, atraído por la
Corte de Felipe II y la posibilidad de trabajar en El Escorial, estableciéndose tras
su fracaso allí en la ciudad de Toledo, donde trabajó intensamente y con gran
éxito, aunque casi exclusivamente para los conventos del lugar y la nobleza
toledana.
15. En su obra se produce la fusión de
las formas iconográficas bizantinas,
con el colorido de la pintura
veneciana y la religiosidad
española, creando un nuevo
lenguaje artístico estrechamente
relacionado con el manierismo
italiano, pero de rasgos estilísticos
muy personales, no siendo su obra
comprendida enteramente por sus
contemporáneos.
16. Entre las principales características de la pintura de El
Greco debemos destacar las siguientes:
-Sus figuras son exageradamente alargadas, delgadas y
con grandes paños flotando a su alrededor, por influencia
su fuerte manierismo, lo que además imprime en ellas una
mayor espiritualidad.
-Sus composiciones también son manieristas, en ellas falta
el espacio, las figuras aparecen recargadas hacia una de las
zonas del lienzo, parecen ser impulsadas hacia lo alto; los
fondos en muchas de sus obras son inexistentes, en otras
son paisajes con luz de tormenta o la ciudad de Toledo
entre brumas.
-Los colores dominantes pasan de la gama cálida inicial al
dominio cada vez mayor de los más fríos e irreales,
acentuando así las visiones místicas que caracterizan su
obra.
-Su técnica es libre y abocetada.
17. Sus obras más importantes fueron:
La Trinidad: de su primera etapa, muy influenciado por la obra de
Miguel Ángel, aunque en ella ya aparecen las desproporciones, el
dramatismo y la irrealidad de los fondos que caracterizan su obra en
España.
El Expolio: colorido y expresionismo, patetismo y espiritualidad
característicos de El Greco; reminiscencias de Miguel Ángel y del
Manierismo son su renuncia al espacio y a la perspectiva, etc.
El martirio de San Mauricio: obra realizada para El Escorial y que no
fue muy bien acogida en la Corte; representa aquí no el hecho trágico
del martirio, sino la aceptación serena del destino.
El caballero de la mano en el pecho: El Greco fue un genial retratista,
admirado por Velázquez, que supo trasladar con gran maestría al lienzo
la fisonomía y la personalidad de los sobrios caballeros castellanos.
18.
19. El entierro del Conde de Orgaz:
lienzo situado en la Iglesia de Santo
Tomé de Toledo, representa el
milagro del Señor de Illescas, a cuyo
entierro acudieron San Esteban y San
Agustín mientras un ángel subía al
cielo su alma; representa dos
mundos, la tierra y el cielo, con dos
técnicas y características
completamente diferentes.