El gobierno de Argentina eliminó el control de cambios que había estado en vigor desde 2011 y permitirá la compra libre de dólares a una tasa de 8 pesos por dólar. Argentina había estado experimentando una gran brecha cambiaria que afectaba negativamente el crecimiento económico. El gobierno cree que la tasa de cambio actual ha alcanzado un nivel aceptable para lograr sus objetivos de política económica. Esto ayudará a corregir el tipo de cambio real y reducir la inflación.