El manierismo surgió como una cualidad del comportamiento humano en la literatura de costumbres y se caracteriza por un estilo exagerado, asimétrico y sofisticado que rompe con los modelos clásicos. Algunos de los principales representantes fueron Giulio Romano, conocido por su Palacio del Té en Mantua que carecía de unidad, y Giorgio Vasari que difundió el estilo a través de sus escritos defendiendo la inventiva y variedad. El manierismo llevó a que los edificios perdieran claridad