El documento discute la dependencia creciente de las personas hacia sus teléfonos móviles. Señala que en 2008, el 56% de los hombres y el 48% de las mujeres en el Reino Unido sufrían de nomofobia o miedo a estar sin su teléfono móvil. Para el 2012, estas cifras habían aumentado al 77% de personas entre 18-24 años y el 68% entre 25-34 años. Además, cuatro de cada diez encuestados cargaban dos teléfonos para no quedarse desconectados.