La nomofobia surge en el siglo XXI como una enfermedad de grado social que causa dependencia total del móvil, estrés e irritación cuando no se tiene acceso al teléfono. Afecta más a hombres y jóvenes que poseen smartphones, y aunque es una problemática poco conocida que está incrementando considerablemente, sólo se pueden ofrecer recomendaciones hasta tener más estudios sobre sus consecuencias.