Este documento describe los óxidos de azufre, en particular el dióxido de azufre (SO2), una sustancia incolora e irritante producida por la combustión de combustibles fósiles que contienen azufre. El SO2 causa efectos negativos en la salud como tos e irritación pulmonar y, al combinarse con humedad, forma lluvia ácida que daña los bosques, la vida silvestre y las aguas superficiales.