El ácido sulfúrico es un líquido incoloro, inodoro y oleoso con una concentración del 94-98% que es muy corrosivo. Se utiliza principalmente en la industria de fertilizantes, refinación de petróleo, producción de pigmentos, extracción de metales y fabricación de explosivos, detergentes, plásticos y fibras. El contacto con la piel, ojos e inhalación de vapores puede causar graves daños como quemaduras, necrosis y daño pulmonar.