El ajo siempre ha sido una especia culinaria muy apreciada en toda la historia y, de hecho, hay registros en sánscrito que documentan remedios fabricados a base de ajo hace aproximadamente 5.000 años.
2. El ajo previene el
riesgo de cáncer de
pulmón
El antiguo médico griego
Hipócrates, conocido como “el
padre de la medicina occidental”,
prescribía ajo para una amplia
gama de patologías y
enfermedades como problemas
respiratorios, parásitos, mala
digestión o fatiga. En la actualidad,
un estudio llevado a cabo en el
Centro Provincial de Jiangsu para
el Control y Prevención de
Enfermedades de China y
publicado en la revista Cancer
Prevention Research, reveló que
las personas que comían ajo crudo
al menos dos veces a la semana
tenían un 44% menos de riesgo de
desarrollar cáncer de pulmón.
3. El ajo previene el
tumor cerebral
Diversos compuestos orgánicos
del azufre que contiene el ajo
han sido identificados como
eficaces en la destrucción de las
células en glioblastomas, un tipo
de tumor cerebral mortal, según
demostró un estudio de la
Universidad de Medicina de
Carolina del Sur (EE.UU.) y
publicado en la revista Cancer.
Esta investigación puso de
relieve la importancia de los
compuestos procedentes de
plantas naturales para el control
del crecimiento de las células
tumorales en el cerebro humano.
4. El ajo previene la
osteoartritis de
cadera
A los atletas olímpicos de la
antigua Grecia se les suministraba
ajo para mejora su rendimiento en
las pruebas deportivas. En la
actualidad, un estudio con 1.000
mujeres llevado a cabo por un
equipo de científicos del Kings
College de Londres y la
Universidad de East Anglia (Reino
Unido) y publicado en la revista
BMC Musculoskeletal Disorders,
reveló que las mujeres que
seguían una dieta rica en
vegetales tipo allium como el ajo,
tenían menos signos de artrosis
precoz en la articulación de la
cadera.
5. El ajo es un potente
antibiótico
A lo largo de la historia en el Medio
Oriente, Asia Oriental y Nepal, el ajo se
ha utilizado para tratar la bronquitis,
la hipertensión, la tuberculosis, los
trastornos del hígado, la disentería, la
flatulencia, los cólicos, el reumatismo,
la diabetes e incluso la fiebre. Hoy día
tenemos constancia gracias a un
estudio de la Universidad Estatal de
Washington (EE.UU.) y publicado en la
revista Journal of Antimicrobial
Chemotherapy, que el sulfuro de
dialilo, un compuesto del ajo, es 100
veces más eficaz que dos antibióticos
populares para luchar contra la
bacteria Campylobacter (una de las
causas más comunes de infecciones
intestinales).
6. El ajo protege el
corazón
Según una investigación de la
Escuela de Medicina de la
Universidad Emory (EE.UU.) el
trisulfuro de dialilo, un compuesto
del aceite de ajo, ayuda a proteger
el corazón durante la cirugía
cardíaca y después de un ataque
al corazón. En experimentos
realizados con ratones de
laboratorio, los científicos
descubrieron que tras un ataque
al corazón, los ratones a los que se
les había suministrado sulfuro de
dialilo tenían un 61% menos de
daño cardiaco en comparación
con los ratones no tratados con
este compuesto.
7. El ajo ayuda a
controlar el colesterol
alto y la hipertensión.
Un equipo de investigadores de la
Universidad de Ankara (Turquía) se
dispuso a determinar cuáles serían
los efectos de la suplementación con
extracto de ajo en el perfil lipídico en
sangre (grasa) de los pacientes con
niveles altos de colesterol. El estudio
publicado en la revista Journal of
Nutritional Biochemistry demostró
que tras cuatro meses tomando este
suplemento, los participantes tenían
más bajos sus niveles de colesterol
así como de presión arterial (ya que
el ajo fortalece el potencial
antioxidante de la sangre, una de las
causas de reducción en la presión
sistólica y diastólica).
8. El ajo previene el
cáncer de
próstata
Un estudio publicado en la
revista Journal of Cancer
Prevention y llevado a cabo por
un equipo de científicos del
Departamento de Urología del
Hospital de la Amistad en Beijing
(China), concluyó que las
verduras Allium, especialmente
el ajo, se relaciona con un menor
riesgo de cáncer de próstata.
9. El ajo reduce el daño
hepático provocado
por el alcohol
El consumo excesivo de bebidas
alcohólicas durante un largo
espacio de tiempo puede provocar
una lesión hepática. Un equipo de
científicos del Instituto de
Toxicología de la Facultad de Salud
Pública de la Universidad de
Shandong (China) reveló que el
disulfuro de dialilo, un compuesto
orgánico del ajo, podría tener
efectos protectores contra el estrés
oxidativo inducido por el etanol. El
estudio fue publicado en la revista
Biochimica et Biophysica Acta.
10. Ajo y bebés
prematuros
Las infecciones microbianas
durante el embarazo
aumentan el riesgo de parto
prematuro. Para prevenirlo,
diversos estudios como el
realizado por la División de
Epidemiología del Instituto
Noruego de Salud Pública, han
comprobado que la ingesta de
frutos secos y verduras Allium
como el ajo, reducen el riesgo
de parto prematuro en las
mujeres. La investigación, que
se realizó con 18.888 mujeres,
fue publicada en la revista
Journal of Nutrition.
11. El ajo protege
contra el resfriado
común
Un equipo de científicos del St.
Joseph Family Medicine Residency
en Mishawaka, Indiana (EE.UU.)
reveló que la ingesta de ajo puede
disminuir la frecuencia de los
resfriados en adultos, aunque no
tiene ningún efecto sobre la
duración de los síntomas. El
estudio fue publicado en la revista
American Family Physician.