El documento discute cómo el monocultivo intensivo y el uso excesivo de fertilizantes desde el siglo XX han reducido la materia orgánica en el suelo y llevado a la agricultura a un punto muerto, causando problemas como la salinización, pérdida de fertilidad, erosión e incremento de enfermedades. Los ácidos húmicos pueden ayudar a contrarrestar estos efectos al mejorar la estructura y nutrientes del suelo.