2. AFRODITA, LA MADRE DEL PLACER Y SEXUALIDAD
En la mitología griega, es impresionante la variedad de personajes y la historia que pueden
presentar, siendo los dioses quienes dominaban el mundo para bien como para mal en dicho
contexto. Por ejemplo, los dioses más controversiales son los de la lujuria y el placer, teniendo
como principal exponente a Afrodita.
Si nos sumergimos en el expediente, existen 2 versiones respecto a su origen. Homero afirmó
que era hija de Zeus y Dione (diosa de la fertilidad). Mientras que Hesíodo menciona que surgió
del mar, siendo la versión más famosa y difundida. Esto se debe a que cuando Chronos derrotó
a su padre, Urano, amputando sus genitales y arrojándolos lo más lejos posible, cayeron al mar.
De la sangre derramada y la espuma que se formó, nació Afrodita. Desde un punto de vista
sociocultural, la imagen de esta diosa, tomó forma a partir de unas diosas ya establecidas en
Babilonia y Fenicia las cuales, cumplían una función similar, ser la diosa del amor.
A pesar de ser la divinidad más bella, acabó casándose con el dios menos agraciado: Hefesto,
dios del fuego y la fragua, quien colmaba a su esposa de atención, pero esta no le
correspondía, pues la diosa del amor no podía ser de un solo amante.
Algunas de sus características más influyentes es que se le consideraba el más hermoso ser y,
tenía el poder de implantar sentimientos románticos o de deseo en las personas, además de
otras habilidades innatas de las divinidades griegas. Era consciente de sus dotes, lo que
provocaba una actitud caprichosa, arrogante y vanidosa, pero a la vez, tenía muy en cuenta sus
funciones como promotora y mediadora de emociones. Es representada mayormente desnuda,
en ocasiones cubierta parcialmente con sus largos y ondulados cabellos o con una túnica fina.
Poseyendo la característica de la popularidad, Afrodita o Venus se ve involucrada en varios
mitos importantes, tal como La trampa de Hefesto. En este, la diosa se ve disgustada por su
matrimonio arreglado, es por ello que, comete adulterio repetidas veces, en especial con Ares,
el dios de la guerra. Hefesto al enterarse, construye una red que los inmovilizara en su próximo
encuentro como amantes. Así cuando salió el sol, los dioses del Olimpo fueron a su encuentro y
la pareja fue víctima de risas y burlas.
El vínculo de Ares y Afrodita da un simbolismo más allá que sólo una relación romántica, pues al
presentar la masculinidad y la feminidad, su unión es natural e inevitable. Además,
comúnmente se considera que el amor desenfrenado causa guerra, lo que genera un
2
3. paralelismo entre las deidades y sus conceptos. Los ilustres íconos que simbolizan lo femenino
y lo masculino, hacen alusión al espejo de Afrodita y el arco de Ares respectivamente.
Otros mitos en los que participa Venus, en en el de Adonis, donde muestra perfectamente su
envidia a bellezas ajenas; y en el de La manzana de la discordia, con el juicio de Paris, donde
también se verifica su actitud arrogante.
En la antigua Grecia, mientras Zeus era considerado el principal dios, otras divinidades también
eran objeto de adoración. Afrodita destacaba entre ellas, siendo la personificación del amor,
sexualidad y placer, además de ser una diosa omnipresente cuyo culto se extendía por todo el
mundo helénico. Sus templos, como el famoso santuario de Chipre, eran lugares de devoción
donde se ejecutaban ceremonias para honrar su poder sobre el amor y fertilidad.
Sus seguidores buscaban su favor creyendo que les otorgaría felicidad y placer en sus vidas en
todos los ámbitos posibles, en especial el físico y emocional. Asimismo, le ofrendaban animales
vivos, alimentos, plantas y perfumes en los templos aludidos anteriormente. La sexualidad era
vista como una expresión sagrada de su poder, incluso siendo relacionada con actos de
adoración como la masturbación hecha en su honor. Su culto reconocía la importancia de las
relaciones humanas y la conexión emocional en la vida de las personas, trascendiendo de lo
físico para abrazar al amor y la belleza, en todas sus manifestaciones posibles, como el arte,
poesía y música. Afrodita inspiraba la pasión y creatividad, causando un impacto profundo en la
vida y cultura de Grecia.
En conclusión, Afrodita, la venerada diosa del amor y la sexualidad en la mitología griega,
personifica y refleja la complejidad de las relaciones humanas, a través de la influencia de las
emociones como una conexión en la vida de las personas, dejando un legado perdurable en la
cultura griega.
3
4. ARTÍCULOS IDEA PRINCIPAL 1 IDEA PRINCIPAL 2
Afrodita:
Salvadora del
placer
Desde una perspectiva filosófica,
Afrodita emerge como un
símbolo poderoso del placer y su
regulación, compartiendo con
Platón y Aristóteles la
importancia de la moderación y
la sabiduría en la búsqueda de la
felicidad.
Platón, a través de Sócrates,
destaca la diferencia entre
placeres verdaderos y falsos,
subrayando la necesidad de
elegir sabiamente para alcanzar
la verdadera serenidad, tal como
lo realizaba Afrodita.
Afrodita
Afrodita al ser considerada una
diosa multifacética y poderosa,
su influencia se extendía al
comercio, la política y la guerra.
Su adoración abarcaba una
variedad de situaciones en la
vida cotidiana de las personas.
Esta diosa demuestra su
continua influencia en la cultura
occidental, siendo representada
en el arte desde el griego
antiguo hasta el Renacimiento.
4