Tras la dimisión del dictador Primo de Rivera en 1930, la oposición a la monarquía de Alfonso XIII creció con el apoyo de los republicanos, nacionalistas, obreros e intelectuales. En agosto se firmó el Pacto de San Sebastián para formar un frente unido contra la monarquía. Aunque un golpe militar republicano en diciembre fracasó, las protestas aumentaron. Las elecciones municipales de abril dieron la victoria a los republicanos en las grandes ciudades. El 14 de abril la Repúblic
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Acontecimientos que llevaron a la II República
1. Bloque 10
Explica el contexto y los principales acontecimientos que llevaron a la proclamación de la
Segunda República
El 28 de enero de 1930, Primo de Rivera, gravemente enfermo, presentó su dimisión a Alfonso XIII, que la
aceptó. Dos meses después, el dictador fallecía en su exilio en París.
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó la formación de Gobierno al general Berenguer,
Jefe de la Casa Militar del Rey. Su objetivo declarado era la vuelta al régimen constitucional, como si nada
hubiera ocurrido a partir de 1923. Pero desde el principio se pudo ver que tal propósito era imposible de
cumplir: conservadores y liberales se negaron a participar en el Gobierno, recelosos de la voluntad real del
Monarca, y sólo miembros de la oligarquía financiera y caciquil se prestaron a entrar en el gabinete. La
lentitud con que se restablecieron las libertades constitucionales y la falta de precisión en el proceso de
vuelta al sistema político parlamentario fueron minando mes a mes el poco prestigio con que se inició la
labor del Gobierno, que fue calificado por la prensa de Dictablanda.
A lo largo de 1930 la oposición fue creciendo. El movimiento republicano experimentó en aquel año un
auge y un crecimiento de su popularidad. Al republicanismo se sumaron también los grupos nacionalistas
catalanes y gallegos, que veían en la República la posibilidad de conseguir estatutos de autonomía.
También el movimiento obrero pasó a defenderla: tanto el PSOE como la UGT se declararon a favor de ella
en 1930; e incluso la CNT, que volvía a actuar en la legalidad, optó por apoyarla. Intelectuales y
estudiantes se alinearon igualmente contra la monarquía.
En agosto de 1930 se reunieron los representantes de los principales partidos republicanos y regionalistas.
Rápidamente se produjo el acuerdo, firmándose el denominado Pacto de San Sebastián, que significó la
formación de un frente unido contra la monarquía. Se organizó un Comité Revolucionario, encabezado por
Alcalá Zamora, encargado de contactar con los militares republicanos para organizar un levantamiento, y
con los líderes obreros, puesto que sin el apoyo de los trabajadores era imposible triunfar. En octubre
también la CNT decidió apoyar la conspiración, pero sin participar directamente en ella.
Se preparó un golpe militar para el 15 de diciembre, dirigido por Queipo de Llano y Ramón Franco. El día
12, sin embargo, los capitanes Fermín Galán y García Hernández se adelantaron y se pronunciaron en Jaca
por la República. Al no conseguir movilizar apoyos, fueron fácilmente reducidos, juzgados
sumarísimamente y ejecutados. Al día siguiente, la mayor parte de los miembros del Comité
Revolucionario eran detenidos y encarcelados, mientras el resto pasaba a la clandestinidad. Como reacción
a esta represión, los sindicatos y la FUE (Federación Universitaria Escolar) desataron una oleada de
movilizaciones.
Berenguer se iba quedando sin apoyos y anunció su decisión de convocar elecciones. Se intentó crear un
partido monárquico para ganarlas, pero sólo los sectores más conservadores estaban dispuestos a
colaborar con Alfonso XIII. En esa situación, consciente de que ya nada podía hacer, Berenguer pres entó su
dimisión el 14 de febrero. Alfonso XIII encargó formar Gobierno al almirante Aznar, que improvisó uno de
circunstancias, dividido, y en el que destacaba sobre todo la figura de Romanones. Aznar se limitó a
convocar elecciones municipales.
Las elecciones del 12 de abril se realizaron sin incidentes. Aunque la mayoría de los concejales elegidos
eran monárquicos, los republicanos habían ganado de manera contundente en prácticamente la totalidad
de las capitales de provincia y en las ciudades importantes, donde el sufragio era más abierto y limpio.
A partir de la tarde del día siguiente, 13 de abril, las calles de las principales ciudades se llenaban de
manifestantes y a las siete de la mañana del 14 de abril, la República era proclamada en Éibar y
posteriormente en Valencia, Sevilla, Oviedo y Zaragoza. También a primera hora de la mañana Romanones
recomendó al Rey la salida del país. Y Alfonso XIII, tras confirmársele desde el ministerio de la
Gobernación, en la Puerta del Sol, que era imposible controlar la situación, aceptó que era la mejor
decisión. Por la tarde del día 14 los miembros del Comité llegaron a la Puerta del Sol, donde tomaron
posesión del Gobierno del país y proclamaron la República, en medio del entusiasmo popular. A las nueve
de la noche Alfonso XIII partió discretamente hacia Cartagena, donde embarcó de madrugada rumbo a
Marsella.