Este documento resume la organización territorial de España. Explica que España está dividida en comunidades autónomas, provincias y municipios. Las comunidades autónomas tienen sus propias instituciones de gobierno y competencias definidas en sus estatutos de autonomía. El documento también destaca la existencia de desequilibrios territoriales entre y dentro de las comunidades autónomas en términos demográficos, sociales, económicos y de capacidad decisoria.
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Organización territorial España
1. BLOQUE 11. FORMAS DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL
1. LOCALIZA Y EXPLICA EN UN MAPA LA ORGANIZACIÓN
TERRITORIAL ESPAÑOLA PARTIENDO DEL MUNICIPIO Y COMUNIDAD
AUTÓNOMA.
Los municipios.
Son las entidades político-administrativas inferiores. Están gobernados por ayuntamientos
integrados por el alcalde y los concejales. Los concejales son elegidos por los ciudadanos con
derecho a voto y estos eligen al alcalde. Deben prestar un mayor número de servicios a los
vecinos cuanto mayor es su población (limpieza, policía, abastecimiento de agua, recogida de
basuras). En España existe una gran fragmentación territorial. Hay 8.111 municipios de los
cuales el 85% no supera los 5000 habitantes. En algunos lugares se han creado
mancomunidades de municipios para gestionar de forma conjunta servicios como depuración y
abastecimiento de agua.
Las provincias.
Las comunidades autónomas se subdividen en provincias y municipios. La división
provincial actual data de 1833 con Javier de Burgos como ministro de Fomento y sólo ha sido
modificada con la división de Canarias en dos provincias. La delimitación de las fronteras de las
provincias se basó en criterios históricos, de superficie, población, existencia de barreras
montañosas e intereses locales. Al frente de las provincias se encuentran las diputaciones que
coordinan los servicios de los municipios y cooperan en materias como carreteras, bomberos,
recaudación del IBI o actividades culturales. Prestan servicios supramunicipales. En los
archipiélagos, junto a las diputaciones existe un Cabildo insular (Canarias) o un Consell insular
(Baleares) en cada isla. La provincia sirve como circunscripción o unidad base para las
elecciones generales o autonómicas. Las capitales provinciales se han consolidado como las
principales ciudades de esos territorios, sobre todo en las áreas menos pobladas del territorio
español.
2. DISTINGUE Y ENUMERA LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, LAS
PRINCIPALES CIUDADES EN CADA UNA DE ELLAS Y LOS PAÍSES
FRONTERIZOS DE ESPAÑA.
Lista de comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Principado de Asturias, Baleares,
Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La
Rioja, Madrid, Murcia, Comunidad Foral de Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana y
ciudades autónomas: Ceuta y Melilla. Principales ciudades de cada comunidad: Sevilla,
Barcelona, Madrid, Valencia, Santiago de Compostela, Valladolid, Vitoria, Santa Cruz de
Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Toledo, Murcia, Zaragoza, Palma de Mallorca, Mérida,
Oviedo, Pamplona, Santander y Logroño.
La frontera con Portugal es la de mayor longitud que tiene España con otro país. Se
extiende al oeste de España, y la recorre de norte a sur. Transcurre por las comunidades
autónomas (de norte a sur) de Galicia (Pontevedra y Orense), Castilla y León (Zamora y
Salamanca), Extremadura (Cáceres y Badajoz) y Andalucía (Huelva). Se extiende desde la
desembocadura del río Miño hasta la desembocadura del río Guadiana.
La frontera con Francia se extiende al noreste de España. Está dividida en dos partes (las
separa Andorra). La primera parte transcurre por el País Vasco (Guipúzcoa), Navarra, Aragón
(Huesca) y Cataluña (Lérida). La segunda parte continúa por Cataluña (Gerona). Llega del mar
Cantábrico al Mediterráneo. Los Pirineos actúan de frontera natural.
La frontera con Andorra se extiende en la provincia de Lérida (Cataluña). La frontera con
la colonia británica de Gibraltar desde el lado español oficialmente no se considera frontera, y
se le llama verja, dado que España no reconoce la soberanía británica sobre el istmo. Las
ciudades autónomas y peñones españoles situados en el norte de África hacen de frontera con
Marruecos.
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2. 3. EXPLICA LA ORDENACIÓN TERRITORIAL ESPAÑOLA A PARTIR DE
MAPAS HISTÓRICOS Y ACTUALES. COMPARA LA ORDENACIÓN
TERRITORIALACTUAL Y LA DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XX.
La división territorial de España en unidades menores con características económicas,
culturales o sociales propias existe desde el siglo XIX.
España se formó en el proceso de expansión de los reinos cristianos sobre los musulmanes
durante la Reconquista. Con los Reyes Católicos se intentó la unión territorial de España. Los
Austrias intentaron conseguir una mayor unificación.
Con la llegada de los Borbones mediante Felipe V se trató con el decreto de Nueva Planta de
castellanizar el territorio español y lograr una mayor centralización.
El problema de la estructura de España fue uno de los más importantes en la primera mitad
del siglo XX. La Segunda República quiso resolverlo con la instauración de un estado
autonómico. La llegada de la Guerra Civil y la victoria franquista no lo permitió, instaurándose
un estado centralista español, que reprimió cualquier tipo de manifestación nacionalista
periférica.
Con la Transición democrática el problema de la estructura de España era uno de los más
importantes, la Constitución de 1978 trató de resolverlo con el Estado de las Autonomías.
4. CARACTERIZA LA ORDENACIÓN TERRITORIAL ESTABLECIDA POR
LA CONSTITUCIÓN DE 1978.
La constitución de 1978 establece la indisoluble unidad de la nación española y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, así como la solidaridad
entre todas. La autonomía es el reconocimiento del derecho al autogobierno, a la dirección de
los propios asuntos, de modo que en vez de centralización exista descentralización.
La Constitución no creó el actual mapa de las comunidades autónomas, sino que dejó a las
propias nacionalidades y regiones (que el gobierno legalizó como “entes preautonómicos”) la
libre iniciativa para ejercer su derecho a la autonomía. Únicamente la Constitución indica las
condiciones y el proceso que se debía seguir para alcanzar dicha autonomía.
Las condiciones permitían constituirse en comunidad autónoma a las provincias limítrofes
con características históricas, culturales o económicas comunes; a los territorios insulares y a las
provincias con entidad regional histórica propia.
Para el acceso a la autonomía la Constitución estableció diversas vías. Favoreció a las
regiones con tradición autonómica, aquellas que en el pasado aprobaron en referéndum
proyectos de estatuto de autonomía (Cataluña, País Vasco y Galicia que lo hicieron durante la
Segunda República). Estas regiones son las “nacionalidades históricas” que accedieron
inmediatamente a la autonomía de máximo nivel por la vía del artículo 151.
Andalucía accedió por la vía especial del artículo 151, que exigía que la iniciativa
autonómica partiera del acuerdo de todas las diputaciones provinciales y de las tres cuartas
partes de los ayuntamientos. Y posteriormente se aprobó en referéndum. El resto de
comunidades accedieron por la vía del artículo 143, excepto Navarra. En estas se estableció un
periodo transitorio de cinco años para alcanzar las plenas competencias, que en algunos
aspectos no se han conseguido todavía. En Navarra, se optó por el “amejoramiento” de su fuero.
Ceuta y Melilla recibieron el rango de municipios autónomos.
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3. 5. EXPLICA LAS POLÍTICAS TERRITORIALES QUE PRACTICAN LAS
COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN ASPECTOS CONCRETOS. EXPLICA
RAZONADAMENTE LOS RASGOS ESENCIALES DE LAS POLÍTICAS
TERRITORIALES AUTONÓMICAS.
Cada comunidad se rige por un estatuto de autonomía, aprobado por las Cortes, que
contiene la denominación de la comunidad; su delimitación territorial; los nombres,
organización y sede de sus organismos autónomos. También aparecen en su estatuto las
competencias asumidas.
Las comunidades tienen competencias políticas (organización de sus instituciones de
autogobierno), económicas (agricultura, ganadería, montes, pesca, caza, ferias, artesanía,
fomento del desarrollo, etc.), también en infraestructuras y transportes (obras públicas,
carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, etc.), en ordenación del territorio, urbanismo,
medio ambiente y vivienda. Asimismo tienen competencias sociales y sanitarias (asistencia
social, sanidad, higiene, protección de edificios e instalaciones, etc.) y competencias culturales,
deportivas y de ocio (museos, bibliotecas, conservatorios, fomento de la cultura, la
investigación, la lengua propia, el turismo, el ocio, el deporte, etc.). Las competencias no
asumidas en los estatutos corresponden al Estado, unas en exclusiva y otras compartidas. Las
comunidades pueden aumentar sus competencias de forma inmediata, en el caso de las que
accedieron por el artículo 151, o tras cinco años, reformando el Estatuto.
Las instituciones de una comunidad autónoma son:
La Asamblea Legislativa o Parlamento autonómico elegido por sufragio universal. En
Castilla y León las Cortes tenían su sede provisional en la localidad vallisoletana de
Fuensaldaña hasta la legislatura 2003 – 2007, aunque en la actualidad se encuentran en
Valladolid.
El gobierno autonómico tiene poderes ejecutivos. Las diversas áreas de gobierno se dividen
en consejerías, que son equivalentes regionales a los ministerios nacionales.
El Tribunal Superior de Justicia que en el caso de Castilla y León está en Burgos.
El presidente de la comunidad es elegido por la asamblea. El gobierno central nombra al
delegado del gobierno para dirigir la administración del Estado en cada comunidad y
subdelegados en cada provincia (los antiguos gobernadores civiles).
6. ENUMERA LOS DESEQUILIBRIOS Y CONTRASTES TERRITORIALES
EXISTENTES EN LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL ESPAÑOLA.
A pesar de que el Estado de las autonomías se basa en la igualdad territorial y la solidaridad,
existen fuertes desequilibrios entre las comunidades autónomas y dentro de estas. Los
desequilibrios parten de las condiciones naturales y de la desigual distribución de los recursos
en el territorio y se acentúan por la actuación humana. Son de cuatro tipos:
1. Los desequilibrios demográficos se perciben en la distribución de la población.
2. Los desequilibrios sociales se dan en el acceso de la población al bienestar, no solo en
el consumo de bienes también en la dotación de servicios sanitarios, educativos, culturales, de
ocio, asistenciales y en la calidad ambiental.
3. Los desequilibrios en la capacidad decisoria se traducen en la existencia de espacios
centrales con capacidad de dominación sobre el resto, y en espacios periféricos dominados.
4. Los desequilibrios económicos se observan en la capacidad productiva (PIB) y en su
distribución por habitante (PIB per cápita). Hoy el desarrollo económico no se basa ya en la
producción industrial, porque se encuentra en crisis y por la tendencia actual a la
descentralización productiva. Así se rompe la identificación entre regiones desarrolladas e
industrializadas.
Los desequilibrios económicos actuales parten del proceso de industrialización de la
segunda mitad del siglo XX cuando la actividad industrial se concentró en los focos catalán,
vasco y madrileño. Después se prolongó por los ejes mediterráneo, atlántico y del Ebro. Fueron
las regiones que registraron las máximas tasas de crecimiento económico y aumento
poblacional con la llegada de inmigrantes de otras zonas. El turismo reforzó las regiones
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4. mediterráneas y los archipiélagos. Las regiones del interior se convirtieron en periferias de
carácter agrario con una débil base industrial, bajas rentas y un envejecimiento debido a la
emigración de sus jóvenes.
En las últimas décadas se han producido cambios en el dinamismo económico de las
regiones que han afectado a las desigualdades. Se ordenan en:
- Regiones metropolitanas. Madrid y Barcelona. Muy dinámicas, ya que cuentan con una
economía diversificada, en la que ha tenido un gran auge el sector financiero, los servicios a
empresas, el sector inmobiliario, así como por el mantenimiento de su industria.
- Regiones litorales y los archipiélagos. Han seguido creciendo gracias al turismo, la
construcción y a actividades comerciales y servicios. Además han mantenido una agricultura
intensiva de regadío.
- El eje atlántico (Galicia, Asturias y País Vasco) iniciaron una crisis por el declive de la
industria tradicional y la pérdida de empleo. Aunque se han recuperado en parte, por la
modernización de su industria y la diversificación económica, han perdido posiciones respecto a
otros territorios del país.
- Las regiones interiores de la Península y Andalucía mantienen su menor potencial
económico y unos ingresos inferiores a la media española.
A comienzos del siglo XXI los ejes de crecimiento (Mediterráneo, valle del Ebro, Madrid y
los archipiélagos) contrastaron con ejes en declive (cornisa cantábrica) y con espacios poco
desarrollados del interior. En los últimos años se ha producido un estancamiento del crecimiento
económico de algunas áreas desarrolladas y un crecimiento superior a la media de algunas de las
más atrasadas. Los desequilibrios territoriales han dado lugar a políticas destinadas a
combatirlos y a fomentar el desarrollo regional, entre las que cabe destacar la política regional
y la política regional y de cohesión de la Unión Europea.
La política regional se inició en España en la década de 1960, con los planes de desarrollo y
se revitalizó por la Constitución, el establecimiento y desarrollo del estado de las autonomías y
la adhesión a la Comunidad Europea. Los objetivos básicos de la política regional del Estado
son lograr un desarrollo regional equilibrado, potenciando a las zonas más desfavorecidas, y
fomentar el potencial endógeno. Los instrumentos para conseguirlo son:
- La ley de incentivos regionales fomenta la competitividad de las empresas y la solidaridad
interregional, mediante la inversión en infraestructuras y equipamientos, y la inversión en áreas
desfavorecidas: zonas de industrialización en declive o de promoción económica.
- El Fondo de Compensación Interterritorial es un medio de combatir los desequilibrios
regionales y de llevar a la práctica el principio de solidaridad interterritorial establecido por la
Constitución. Los ingresos del fondo proceden de los presupuestos generales del Estado. Lo
reciben aquellas comunidades con renta per cápita inferior a la media nacional.
La política regional y de cohesión de la Unión Europea trata de corregir los desequilibrios
entre las regiones europeas. Apoya económicamente a las más desfavorecidas para aumentar la
cohesión territorial. Se establece dos tipos de regiones que reciben más del 80% de los fondos:
- Regiones de Convergencia pura, cuyo PIB por cabeza está por debajo del 75% de la
media comunitaria (Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia).
- Regiones de Convergencia de ayuda transitoria que están por debajo de la media
europea, como Asturias y Murcia.
Los instrumentos de la política regional europea en la actualidad son los fondos
estructurales (FEDER y FSE, y el Fondo de Cohesión), que para nuestro país supone 35.000
millones de euros. España ha recibido ayudas comunitarias, pues la mayoría de las regiones
españolas se encontraban, en el momento de la adhesión, en clara desventaja respectos a las del
resto de la UE en renta per cápita, productividad, paro, desarrollo de los sectores agrario e
industrial, equipamientos e infraestructuras.
7. DISTINGUE LOS SÍMBOLOS QUE DIFERENCIAN LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS.
Los símbolos de las comunidades autónomas son las banderas, los escudos y los
himnos (PRESENTACIÓN).
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